Ante último capítulo. Mañana el final.
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-¿Qué paso? ¿Qué quería? ¿Te hizo daño? - la asaltó a preguntas Matt apenas Mica ingresó en la casa y la revisaba de pies a cabeza.
- Estoy bien - lo tranquilizó ella - solo cerramos nuestra historia.
- ¿Así no más? No me fío de él - dijo con inseguridad el héroe.
- Ya no va a estar más en mi vida - le aseguró Mica - y para que te quedes bien seguro de eso... voy a renunciar a Combate.
-¿Qué? - gritó con sorpresa Matt.
- Llevo un tiempo pensándolo ya, hace tiempo no me siento cómoda en el programa. Tengo muchas propuestas de trabajo mejores donde voy a sentirme mejor. Esto solo aceleró la decisión, iba a ser mi ultima generación, pero ni siquiera tengo ganas de terminarla. Además es mejor cortar todo vínculo con Bruno de raíz.
- ¿Y conmigo? - preguntó con tristeza Matt y haciendo un tierno puchero que Mica creyó adorable en él.
- Bueno, supongo que vamos a seguir viéndonos. - dijo ella acomodando sus brazos alrededor del cuello del super héroe.
- Me vas a tener cada tarde acá molestándote. - le afirmó él.
- No me molesta que me molestes - sonrieron ambos antes de darse un beso.
Cómo ya era muy de noche fueron a acostarse, se quedaron largo rato charlando sobre su futuro hasta que fueron quedándose dormidos. Al otro día, Mica iba a presentar su renuncia en el canal.
A la mañana siguiente, Mica fue abriendo con molestia los ojos por la luz del sol que filtraba por la ventana, no pudo evitar sonreír al ver a Matt a su lado en la cama con el desayuno listo.
- Sos un tierno - le dijo ella dándole un pico antes de probar el café con leche que le había preparado. - ¿Puedo mal acostumbrarme a esto? - él rió, su voz se escuchaba ronca por las mañanas.
- Sí, voy a malcriarte mucho, mucho - le aviso el ya histórico verde.
- Eso suena bien para mí - sonrió la rubia feliz de tenerlo finalmente a su lado.
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- ¿Estas segura Micaela? Podemos cambiar si así lo deseas, las condiciones de tu contrato - le decía el productor general de Combate.
- No es necesario, mi decisión fue pensada mucho y ya tomada; sin vueltas atrás - dijo con firmeza la reina brócoli.
- Es un gran pérdida para el programa pero te comprendo. Espero que tengas éxitos en todo lo que emprendas - le deseaba el hombre.
- Muchas gracias, Marcos - le agradeció ella antes de salir de la oficina.
- Esta tarde vamos a dar la noticia en el programa - ella asintió desde la puerta.
- Mi último programa - pensó la rubia en voz alta con nostalgia.