Jugando a amar

Capítulo 41: Cambios de humor

- ¿Pedimos algo para comer? - le decía Bruno acomodándose en los sillones de la sala de estar de la casa de Micaela. Recién ella había ido abrirle la puerta luego que Matt se metiera en una de las habitaciones. La rubia estaba nerviosa por lo que pudiera pasar, sabía que el hecho que Matt siguiera en la casa no era una buena idea, podía ocurrir cualquier cosa.

- Sí, esta bien. ¿Qué queres que pida? ¿Pizza, empanada, sushi? - le preguntaba en un tono de precaución ella, lo veía muy tranquilo a su novio, nada que ver de como estaba en el programa y le parecía extraño.

- Lo que vos quieras amor - al parecer había vuelto el Bruno de siempre, ella intentó sonreírle y fue hasta la cocina para llamar al delivery. Matt tenía razón, ella le tenía miedo a su novio y sus cambios de humor.

- Pedí empanadas - le avisó entrando a la sala y sentándose cerca de él.

- Bien - él dirigió su mirada al brazo de la rubia y no pudo evitar sentirse culpable. -Lo siento, no sé que fue lo que me pasó - rompió la distancia entre ellos y la abrazó, ella aún temerosa se lo correspondió de igual modo.

- Sólo quiero que confíes en mí, yo no haría nada para perjudicarte - le pedía con desesperación ella ya entre lágrimas.

- No soporto verte cerca de él, lo sabes. Sí confió en vos, no confió en él. Matt esta enamorado de vos, puedo verlo en sus ojos cada vez que te mira - la reina se quedó pensando en lo que le decía Bruno, no podía ser cierto, Matt no la amaba, no podía amarla. Recordó que todavía seguía encerrado en la habitación de junto y tragó en seco, estaba escuchando lo que Bruno decía sobre él.

- ¿Vas a quedarte acá hoy? - le preguntó Mica rezando porque no sea así, de lo contrario Matt no iba a poder salir de allí y era un verdadero peligro.

- Ah, eso iba a decirte. Hoy nos juntamos con los chicos en lo de los Nayar - le comentó él restandole importancia al asunto.

- ¿Qué? - preguntó confundida ella, una vez que pensaban que habían arreglado sus asuntos, Bruno le sale con un martes 13.

- Son mis amigos Mica, sé que no te caen bien, pero nos juntamos todos los de combate ahí - le explicó sin siquiera tener la intención de invitarla.

- Hace lo que quieras amor - le dijo con un tono sarcástico ella provocando que él rodara los ojos.

La rubia sabía lo que pasaba en esas fiestas de los mellizos, y la idea que su novio participara en ella no le gustaba para nada.