CAÍN © #1 EN LIBRERÍAS

By Javiwiwi

30.7M 1.9M 897K

LIBRO DISPONIBLE EN PAPEL POR EL EQUIPO PENGUIN RANDOM HOUSE, GRUPO EDITORIAL. ENTRA AQUÍ PARA SABER EN QUÉ... More

Prólogo.
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo47
Capítulo48
Capítulo49
Capítulo50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo57
Capítulo58
Capítulo59
Capítulo60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo63
Capítulo64-P
Capítulo65
Epílogo
CAPÍTULOEXTRA❣
Booktráiler
Información
Segundo libro de Caín
Países, librerías

Capítulo 32

438K 29K 7.2K
By Javiwiwi

Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía amazon. 

*

CAÍN BENNET

En cuanto salí del lugar de boxeo, intente buscar a Cailín. Ni siquiera encontré a Ian con los demás para ver si estaba con ellos, así que lo llame desde el teléfono de Tyler, pero lo único que me dijo fue que no estaba junto a ella. Después de insultarlo unos minutos colgué el teléfono. La policía jamás llegó, todo era un plan y enseguida pude darme cuenta de quienes eran los que habían creado todo este espectáculo. Llamé en segundos a Mark preguntándole en donde se reunían Bruce, Josh y los demás, no se demoró en darme la dirección y tal cual iba me dirigí al lugar en mi auto. Iba a matarlos cueste lo que cueste.

Escuché los gritos de Cailín desde el garaje y mi piel se erizó, mi cuerpo se tensó por completo y me importó una mierda que fueran más de tres. Si moría dentro sacando a Cailín de ahí, estaba bien. La puerta estaba cerrada, con un alambre podía abrir de todo, así que esa fue mi primera opción antes de botarla. Todas las miradas se fueron a mí, no me interesó. Cailín rápidamente se puso de pie tomando su ropa asustada, como si en realidad sólo estuviera esperándome a mí para escapar. Un tipo comenzó a pelear conmigo, lo golpeé con un fierro hasta que ya no peleó más. Le grité a Cailín que corriera, que se fuera y me obedeció. Ahí estaba yo, peleando con cuatro tipos a la vez. Tenía tanto odio dentro de mí que sus golpes no me dolían. Yo sólo los golpeaba uno a uno con lo que estuviera a mi alcance. El ambiente se calmó. Mi rostro estaba ensangrentado y mis nudillos casi sin piel. Me negué a mirarlos una vez más, jamás pensé en matar a alguien a golpes luego de lo que pasó con Ellie.

Se sintió amargo, como si me hubiesen lanzado un balde con agua fría en la espalda. Nada podía ser peor que eso. Golpeé las murallas un par de veces sacando lo que sentía, mis ojos iban a estallar, pero me contuve. Estoy enamorado de Cailín y luego de esto jamás será igual. Sentía como si todo mi alrededor se destruyera, como si me hubiesen quitado lo que más amo en la vida, tenía la cruda sensación de que ya no podría mirar a Cailín con los mismos ojos. Estaba perdido. No puedo permanecer cerca de una persona sin que salga perjudicada, creo que es la ley de mi vida.

Salí del lugar enojado, queriendo seguir golpeando a todo el mundo. Me subí al auto y no supe en qué dirección dirigirme, podía escuchar a Ian diciéndome "Te conozco, sé que al primer problema saldrás corriendo" Esto superaba los problemas, era una catástrofe. Pensé que podía lidiar con esos tipos, pero jamás pensé que llegarían tan lejos.

Sin pensarlo más, me fui a su departamento. Golpeé unos minutos, toque el timbre, hasta que la puerta se abrió. Sus ojos se quedaron en los míos, parecía como si hubiese estado llorando por horas. Ni siquiera me fije en mi aspecto, sólo necesitaba verla.

– Cailín –Bajé la voz y enseguida sus ojos se rebalsaron en lágrimas. Entré a su departamento sin esperar que ella me lo dijera, cerré a mi espalda y lo único que pude hacer fue abrazarla. Su rostro se hundió en mi hombro y sus dedos se clavaron en mi espalda. Me rompió el corazón escucharla llorar. Me contuve en silencio mientras la abrazaba con fuerza. –Lo siento –Susurré.

Ella se separó de mí y secó su rostro.

– Pensé que jamás llegarías –Sus ojos café se quedaron en los míos haciéndome trizas.

– Debí haberte encontrado antes –Comenté con culpa.

– No te culpes por esto Caín.

– Es mi culpa –La miré sincero. –No sabes cómo diablos me siento justo ahora.

– ¿Qué paso con ellos?

– Eso no importa –Caminé hacia el sillón y me senté. Ella me siguió y se sentó a mi lado. –Me siento una mierda –Escupí.

– No lo eres –Tomó mi rostro con ambas manos. –Ellos están enfermos, no tú.

– Mira cómo te han dejado –Sentí el nudo en mi garganta, acaricié su rostro. Su labio estaba hinchado, su pómulo comenzaba a tornarse morado. Tal vez ella no lo había notado, pero su frente tenía un pequeño corte, sus muñecas estaban con moretones junto a sus brazos, como si la hubiesen estado peleando a cada segundo. Al caminar cojeaba, pero ella seguía sin quejarse.

– No es nada –Bajó su voz.

– Abrígate y vamos a mi departamento –La miré y ella asintió. –Me ducharé y luego iremos al hospital ¿Está bien?

– ¿Por qué? –Enseguida volteó a mirarme.

– Porque tu pierna no parece estar bien ¿Ya te duchaste?

– Si –Respondió. Entró a su habitación, armó un bolso con lo que necesitaba, se abrigó y nos fuimos.

Al llegar al departamento, enseguida fui a darme una ducha quitándome todo rastro de sangre. Mi piel ardía con el contacto del jabón y shampoo, pero se sentía prácticamente bien el saber que esos hijos de puta ahora estaban muertos y ardiendo en el infierno... Tal vez nos encontremos cuando me maten a mí.

Cuando salí del baño, Cailín estaba sentada en mi cama algo pensativa mirando el suelo. Me costaba verla tan mal, jamás la volvería a llevar a una pelea.

– No quiero ir al hospital –Dijo de pronto, mis ojos se quedaron en ella, pero ella no estaba mirándome.

– ¿Por qué no? Puedes tener un esguince en la pierna Cailín, es mejor que vamos.

– No quiero salir de aquí Caín –Esta vez me miró a los ojos. Me acerqué a ella y me senté a su lado.

– Estás conmigo, no voy a dejarte sola.

– ¿Me lo prometes? –Su mirada tan angelical me revolvía el estómago.

– Te lo prometo –Besé su frente. Ella me sonrió. Terminé de vestirme y la quedé mirando. –Quiero ver tus piernas –Le pedí.

– No es necesario –Desvió su mirada.

– Cailín, soy yo –Se sentía horriblemente mal que me tratara como un desconocido. –No voy a hacer nada que no quieras, sólo quiero ver cómo están tus piernas.

Ella se removió inquieta y bajó sus pantalones quejándose. Se tendió en la cama para que la mirara. Ambas piernas estaban completamente golpeadas, pero un tobillo estaba hinchado, estuve pensando en qué le diríamos al médico cuando estuviéramos allá y ella sólo dijo que le diría que la habían asaltado, estuve de acuerdo.

--

– Pero ¿Qué te hicieron? –Le preguntó el doctor a Cailín.

– Me asaltaron, ni siquiera los vi venir –Mintió mirándolo a los ojos.

– Y peleaste por tus cosas.

– Fue la peor decisión que pude haber tomado –Respondió ella.

El doctor me dijo que probablemente quedaría hospitalizada, ya que debían hacerle curaciones y vendar su tobillo porque tenía un esguince grado II.

– Debes salir un momento –Me habló el médico.

– Ella no está bien –Intente explicar. –Debo quedarme aquí.

– Debemos hacerle un par de preguntas personales –Me explicó. –Luego podrás entrar. –Asentí en silencio y salí de la sala.

CAILÍN TAYLOR

El doctor se quedó junto a mí un momento mientras Caín salió. Unas enfermeras estaban curándome las heridas del cuerpo y girándome el tobillo de un lado a otro consiguiendo que me doliera horriblemente.

– Cailín –Me habló el hombre. –Necesitó que seas muy sincera con nosotros, por favor –Asentí dolorida esperando que hablara. – ¿Estás siendo víctima de golpes por parte de tu novio, ese chico que salió?

– No –Respondí de inmediato. – ¿Por qué me pregunta eso?

– Porque han habido casos como esos, ya sabes.

– Es una falta de respeto –Me molesté. –Si estuviese en ese caso jamás vendría aquí –Lo miré.

– Si, lo lamento. Solo debemos asegurarnos –Continuó anotando unas cosas en su libreta. –Te podrás ir mañana sin ningún problema ¿Está bien?

– Está bien, gracias –Suspiré.

Esperé que se fuera rápidamente y a los cinco minutos volvió a entrar Caín. Parecía más triste y preocupado que yo, tenía una expresión extraña, de culpa que ni siquiera debería pasársele por la mente. Se sentó en una de las sillas que estaba al lado de la camilla.

– Mañana llega Dante –Dije mirándolo. Él asintió silencioso. –No voy a decirle nada.

– Tendrás que decírselo –Me miró. –Mañana no se quitarán tus moretones, heridas ni tampoco el esguince de tobillo. Debes ser sincera con él.

– Peleará contigo.

– Eso no importa ahora –Me sonrió.

– ¿No? Pensé que era importante para ti.

– Lo es Cailín, pero si eso significa estar ocultándole lo que te pasó ya no lo es. Quiero que tú estés bien, nada más.

– Está bien Caín –Bajé la voz.

Caín estuvo todo el tiempo hablándome de diferentes cosas para que me olvidara de mis dolores, me hizo reír y a ratos besaba mis labios y mi frente. A pesar de que su expresión era bastante mala, él me daba ánimos para que yo no cayera al suelo o me pusiera a llorar nuevamente por lo que me había sucedido.

– Pareces muy mal –Le dije luego de unos minutos que nos quedamos en silencio.

– Lo estoy –Tragó saliva.

– Caín, mañana ya todo estará bien.

– No está ni estará bien nunca –Se puso de pie para luego sentarse en la camilla mirándome. – ¿Realmente estás bien? ¿Puedes olvidar todo lo que pasó así como así? ¿Vas a poder salir a comprar sin tener miedo? –Sus ojos celestes parecían estar clavándose en los míos, no era capaz de mentirle.

– No, claro que no –Respondí bajando la voz. –Pero sé que en algún momento lo voy a superar Caín y todo seguirá normalmente.

– Cailín, no sabes lo malditamente preocupado que estaba por ti –Pareció como si se hubiese sacado un peso de encima al decirme eso. Mi estómago se contrajo mirándolo. –Nunca me había sentido de esa manera, jamás y no creo que alguna vez vuelva a estarlo por otra persona.

– ¿Qué quieres decir con eso?

– Que estoy enamorado de ti Cailín y lo único que voy a conseguir estando contigo es que te entrometas en más problemas de los que ya estás –Habló con impotencia en sus palabras. Mi corazón latió con fuerza, ya ni siquiera me percataba de que hace tres horas unos tipos querían abusar de mí y que ahora me encontraba en un hospital... Caín confesó que está enamorado de mí. No supe que realmente hacer, mis ojos brillaron al instante, sabía de todas maneras que en el contexto que lo había dicho no era algo por lo que alegrarse, pero yo me sentía bien con eso.

– Eso no importa ahora –Sonreí. Él me observó confundido unos segundos.

– No quiero que nada malo te suceda Blanca nieves –Acarició mi mejilla y luego se acercó a besar mi frente.

Luego de unos minutos, entró una enfermera a decirnos que me iban a poner calmantes directo a la vena y que seguramente me harían dormir toda la noche porque con el cuerpo frío todo comenzaba a dolerme aún más. La enfermera que me tocó a esa hora era muy agradable, intentó que no me doliera la aguja, pero aun así me dolió. La gota del calmante iba lentamente bajando, pero sentía mi cuerpo alivianarse rápidamente.

– ¿Te quedarás aquí? –Le pregunté algo débil. Sentía que de a poco iba quedándome dormida, pero seguía viendo a Caín en frente de mí.

– Si –Me sonrió con tristeza. –Tranquila, intenta descansar.

– Lo haré.

– Eres lo mejor que alguna vez pude tener –Susurró.

– Me tienes aún –Susurré también.

– Lamento tener una vida de mierda, si tal vez todo fuera diferente podrías ser feliz junto a mí.

– Lo soy Caín.

– No tienes idea de lo que pueden llegar a hacer –Acarició mi mano, apenas pude sentir su roce, estaba comenzando a dormirme.

– Te amo y nada más importa –Susurré. Luego de eso no logre mantenerme despierta.

--

Abrí mis ojos de pronto, Caín no estaba ahí. De seguro se había ido a comprar algo para comer, estar toda la noche realmente cansaba. De pronto, la puerta se abrió y la figura de mi primo me dejó congelada.

– Dante ¿Qué haces aquí? –Pude articular luego de unos segundos. Su expresión era seria, pero triste. Estaba enojado, pero jamás iba a decírmelo aquí.

***

BESOPOS XOXOXO

Continue Reading

You'll Also Like

208K 16.6K 140
1-izuku es un villano 2-posee un quirk llamado Extracción:le permite extraer el quirk de las personas y convertirlos en pequeñas esferas comestibles...
57.7K 4.7K 47
"Tal vez los corazones se rompen por meter a personas que no caben dentro". ...
11M 1.6M 172
Disponible aquí en Wattpad y en librerías. -Levanta un poco tu vestido cada dos pasos -me aconseja papá. Estamos subiendo los últimos peldaños frente...
28.2K 1K 21
En este libro publicaré las bases y condiciones de los concursos que iré haciendo a lo largo del año y sus progresos (ganadores, historias, ayudas, e...