MI PRIMER AMOR |Editando|

By loquefue

24.3K 1.6K 245

el cambio comenzó este año, al cumplir los 16. Al fin entendí por q me gusta tanto el mar hola esta es... More

Introducción
Capítulo uno: ¡Vacaciones!
Capítulo dos: El mozo
Capítulo tres: El comienzo
Capítulo cuatro: ¿¡Qué me esta pasando!?
Capítulo seis: ¿Qué soy?
Capítulo siete: Internado
Capítulo ocho: Internado segunda parte.
ATRAPADA
Viernes
sabado
Empiezan las clases!!
Pingüino a la vistaa!
Ryan
Buenas Noches
conflictos de sirenas
conflictos de sirena parte 2
la fuente del jardin
visita al rey
El guarda espaldas
mañana estresante
problemas !
the end
HOLAAA!
NOTA!!
Cumpleaños.

Capítulo cinco: Ryan es un pillo.

1.1K 68 8
By loquefue

Ryan no sigue ordenes habló orgulloso.

—Por favor, es una tabla muy importante para mi, si tan solo supiera nadar —Miré triste mientras con mi pié jugaba con la arena.

—¿Por qué esta en el mar si no sabes nadar?  ¿Por qué es que estas mojada? —Me señaló el cabello.

—Es.. que.. ¡Me caí!, me caí y me lastime mucho, yo solo quería mojar mis pies en el mar , pero como soy algo torpe termine cayéndome, por eso es que es que tengo el cabello mojado, y al caerme revolee la tabla y por eso esta en el mar.

—¿Cómo podes ser tan tonta? —Me gritó.

Lo mire de reojo mientras agachaba mi cabeza, aunque tenia unas ganas de partirle la madre por tratarme así —suspiro mental —me controlé solo por la tabla.

—¿Dónde te lastimaste? —cortó el silencio con un tono un tanto preocupado.

Piensa, piensa, piensa, que me pude haber lastimado, aaa esto son muchas mentiras juntas todo por que deprenderse se me antoja transformarme en sirena ¡Gracias cuerpo! .. ya se.

—El pie, si me duele mucho —Me quejé y lo levanté del suelo. —Por fas, búscame la tabla ¿Si?   —fijé mis ojos en los suyos seguido de unos inocentes tres pestañeos.

—Esta bien, pero solo por esta vez, que no se te haga costumbre. Y no lo hago por que  me lo pidas, sino por que yo quiero.

Lo logre, lo logre: Meri 1 Ryan 0.

Asentí enérgica.

Me miro fijo a los ojos y se acercó ami. Me levantó para luego sentarme suavemente sobre la arena.

—Tus ojos..  

—¿Qué tienen mis ojos? — me apresuré a hablar necesitaba salir de ese clima intenso, su rostro estaba demasiado cerca.

—¿No eran verdes ayer?

—Si son verdes —reí confundida.

—Yo no estaría tan seguro —Sonrió de costado —Ya vuelvo, no me extrañes —me regaló un guiño y fue a buscar mi tabla.

Mientras yo peleaba con mi conciencia, para no fijarme mas en cuadrados abdominales de Ryan, este llego todo mojado y se paró delante de mis vista.

—Mérida.... ¡Mérida! te estoy hablando deja de ignorarme, mis ojos están acá arriba—Cuando subí la mirara el estaba frunciendo las cejas. —Ya se que soy el mas sexy de toda california, pero, no seas tan obvia—se burló de mi.

—¿¡Qué dices!? ni que fueras lindo, es que solo tenias una basura aquí mira.

Me pare con dificultad ya que, supuesta mente tenia lastimado el pie,  me acerque puse mi mano sobre su abdomen y le saque un pequeño pedazo de alga.

—Ves aquí esta, deja de soñar, nunca vas a gustarme —hablé con superioridad.

—¿Te duele mucho?

—Lo suficiente para necesitar descansar un rato más antes de irme a casa —evité su mirada, odio mentir.

—Está bien, dejaré aquí tu tabla —me miró preocupado —Yo, tengo que irme. ¿Cómo era tu nombre?

—Mérida —bufé molesta —Vete tranquilo —al fin iba a poder estar sola y tranquila con este nuevo problema.

—¿Segura que vas a estar bien?

—Claro que si —rei —estar sola es lo que mejor me sale.

—¿Segura? —me miró fijo.

—Si, si quieres cargarme puedes llevarme, de otra manera no me moveré de aquí por un rato.

—¡Perfecto! Te llevo, no puedo dejar a una chica sola —sonrío.

¿Qué? No es posible, rayos esperaba un no como respuesta. Estos chicos de ahora que se hacen los caballeros pero no entienden cuando una quiere estar sola.

—Mira que soy algo pesada, mejor me dejas. No quiero que después te duela la espalda. Y menos que me culpes por ello.

—Estoy seguro, no quiero dejar a una chica sola en la playa.

—De acuerdo —mi panza gruño —Tengo hambre —sonreí apenada.

—¿Qué significa eso? No te pregunté si tenias hambre —rió.

—¡Qué me lleves a comer! ya son como las cuatro de la tarde, estuve aquí todo el día y tengo mucha, pero mucha hambre. Yo se que puedes, anda llévame —parpadee y sonreí.

—De acuerdo, te llevo pero lo hago por que quiero, no por que me lo pidas.

—¡Si!, pero solo para que quede claro tu pagas —sonreí.

—Esta bien, nunca dejaría que pagase una chica —se acercó a mi —vamos, súbete a mi espalda —se agachó.

—No vas a tirarme ¿no? —dude.

—¿Qué estas diciendo? —carcajeó —confía en mi —habló divertido.

—Me es difícil confiar en los hombres, y mas si se creen los reyes del mundo.

Me miró molesto —Súbete y no hables.

Puse mis manos en sus hombros y estaba a punto de terminar de acomodarme cuando se levantó exaltado. —¿Qué pasa? —lo miré confundida.

—Estas en bikini

—Desde hace rato —reí —¿recién te das cuenta? al final parece que estas mas ciego que yo.

—Ponte esto, seguro te cubre completa —me ofreció su remera —Apúrate.

(...)

Puede que no sea un chico tan malo después de todo, me esta cargando y hacia un restaurante por comida. Me presto su remera y fue a buscar mi tabla, creo que puedo darle una oportunidad,  puedo enamorarme de este chico... ¿Qué estoy pensando? ¡Una oportunidad! ni lo conozco, aparte si le doy una oportunidad va a ser como amigos, dios lo que puede llegar a provocar un poco de amabilidad .

—Llegamos.

Levanté mi cabeza que descansaba sobre su espalda y ví una bella cafetería.

—¿Dónde quieres sentarte?

—En la ventana —anuncié emocionada.

Se rió de mi mientras me llevaba hacia el asiento que pedí. Me sentó suavemente y acomodo mi silla. Él se sentó en frente mio y no me quitaba la vista de encima , yo miraba para la ventana haciéndome la distraída.

—¿Dónde estamos? —rompí el silencio.

—Estamos a unas quince cuadras de la playa, por ese motivo no logras ver el mar —observó como buscaba algo por la ventana.

—Ah, gracias por traerme —agaché la mirada.

—Mírame —habló serio.

—¿Qué pasa? —levanté mi mirada.

—¡Tus ojos son verdes! —exclamó confundido.

Me mordí el labio inferior molesta, claramente mes taba cargando.

—Es que puedo asegurar que antes eran de un turquesa, muy brillante —rascó su nuca.

—¡Estás loco! Mejor dame el menú así elijo que tomar —suspiré.

(... después de unos largos 10 minutos...)

—Si ¡ya se que quiero!

—Era hora, ya me estaba durmiendo sobre la mesa —habló algo molesto.

—Mejor llama al mozo y ordenamos.

—¿Qué elegiste?

 —Un café americano con crema y dos croaissants

—Bueno, al menos no fue un simple té, sino hubieras tardado tanto para algo muy simple —levantó la mano llamando al mozo y le indicó que era lo que quería.

—¡Gracias! en el fondo, muy en el fondo, eres una buena persona —sonreí.

—¡Cállate! solo estoy así por que hoy estoy de buen humor, sin contar que me contaron que es tu cumpleaños —sonrió.

—Es cierto —lo había olvidado ¿Quién olvida su cumpleaños? —es que con todo esto de la alet..Digo con todo esto de la tabla y encontrarte se me había olvidado.

—Si, suelo causar eso en las personas, captar toda su atención y hacer que se olviden del resto — puf, que creído.

—Claramente no es por eso, es que tengo memoria de pez —me golpee suave la cabeza.

¿De pez? ¡En serio! desde cuando incluyo al mundo acuático en mi léxico.

—¿De pez? —carcajeó —algo más no se te ocurrió, ni tiene sentido.

Lo miré molesta y me dedique a ignorar ese comentario.

(...)

Cuando terminamos de merendar ya eran casi las seis de la tarde.

—¿Qué pasa? —pregunté al ver que no me quitaba la vista de encima.

—¿Te encuentras bien del pie?

—Si, ya estoy bien —tomé mis cosas preparándome para irme.

—¿A dónde vas? No sabes donde estamos y pretendes llegar a tu casa —rió burlón.

Cierto que tonta sos Mérida —susurre

—Yo te acompaño —carcajeó —tranquila.

Me apresuré a salir mientras él pagaba la cuenta.

(...)

—Desde aquí ya me ubico. Gracias por acompañarme.

—Un caballero nunca abandona a su dama —acotó con orgullo.

—Que lastima que yo no sea "tu" dama, así que chau —le di la espalda y apresuré mi paso, solo quedaban cinco cuadras hasta casa.

—...Deja de seguirme, puedo ir sola.

—No, te dejaré salva y segura en la puerta de tu casa.

Camine mas rápido.


—Listo, llegamos —hablé agitada.

—Adiós señorita —me guiño.

Rodee los ojos y entré sin despedirme.

(...)

—¡Papá! exijo ayuda —grité lo suficiente mente alto para que se escuche en toda la casa.

—Yo, exijo un respuesta a por que llegas tan tarde a la casa —apareció con los brazos cruzados.

—Primero yo —me acerqué. —Yo.. hoy ..aleta .. cabello..

—Ya deja de balbucear y habla claro hija.

Respiré profundo —Hoy, al entrar al mar, mi cuerpo se puso a brillar y caí de mi tabla, y mi cabello creció,  y ahora es negro, y tengo un tatuaje que nunca me hice, y no quiero ser un fenómeno —comencé a llorar como una bebe.

—Hay hija, ¡viste la charla que no querías escuchar!, si tan solo hubieras escuchado a tu padre sabrías que te esta pasando.

Sorbí por la nariz  y recupere un poco el aire—¿Qué tiene que ver ese tipo con lo que me está sucediendo?



Hola en la foto multimedia dejo al personaje que sera Ryan con mi tabla

Capítulo corregido el 16/02/2019

Continue Reading

You'll Also Like

15.4K 1.7K 32
La primera vez que lo vi pensé que me mataría: usaba prendas negras, cargaba una afilada hoz y un cuervo le hacía compañía; al despertarme en medio d...
217K 11K 67
Ella es Sofia Adams tiene 15 años, pelo cafe, ojos verdes, no es muy alta, es flaca, es hija unica, es un poco timida, le gusta leer, no tiene muchos...
18.7K 530 31
todo paso muy rápido, tuve una rara plática con mi amiga sobre tener la vida del otro y algo comenzó a brillar ahora tendremos que aprender a vivir e...
218K 22.8K 20
Luego de la gran era de creación de inteligencia artificial, y el primer hombre artificial, las investigaciones e inventos de los científicos de la S...