30 de Octubre
Querido diario, hoy he observado largamente el lugar... mi casa va tomando forma, ya han hecho un primer piso y pronto continuarán con el segundo. He escuchado que el hijo pequeño de los Foxhes se enfermó y Eathan fue a verlo. Mama es bastante curiosa por eso sabe tanto, dice que es un buen hombre y que yo podría hablar con él. Pero yo no estoy segura... estas piernas largiruchas y mi pelo obscuro no creo que le llamen la atención, es muy amable pero no estoy segura de que haga algo más. Quiero ir a caminar por el lugar, tengo ganas de conocer un poco mas del lugar donde viviré por el resto de mi vida
¿Qué tan místico es este lugar? Entrecierro los ojos a la orilla de la laguna, son al rededor de las 8 de la noche y el cielo está estrellado, no sé si antes vi el cielo de esta manera, tan deslumbrante y desnudo, como si se dejara ver por completo; un firmamento lleno de resplandor. Por algún momento me pregunto qué habrá allá arriba.
Decido levantarme y caminar al rededor de la laguna, hay un gran muro de arboles y arbustos, pero estoy con botas, no tendré problema con el gran cerco verdoso, o eso espero.
Al adentrarme por el bosque puedo escuchar algunos ruidos, son muy finos, como si un animal anduviese por el lugar. De pronto sentí una rama sonar.
-Joder-. Pegué un grito de miedo, me quedé inmovilizada intentando capturar a quien fuera que estuviese por ahí; al asecho, logro moverme y buscar con la mirada a mi escondidizo detractor. Cuando logro observar, a solo medio metro de mi se ubicaba un pequeño conejo de color gris, que estaba inquieto y algo asustado, al intentar acercarme se aleja, pero le estiro mi mano e intento acercarme un poco mas a él, cuando de pronto siento la voz de un hombre, al mirar hacia el frente me encuentro con un indio, un indio de ojos verdes, con el torso descubierto y la mirada fija en mi. Estuvimos así unos minutos, yo casi sin respirar, me mataría? tiene una lanza, quizás solo quiere el conejo... o quizás me quiere destruir por querer tomar su mascota, Ay, qué hago... Respira. Respira Emily!
-Ho...hola, eh, es tuyo el conejo?-. Respiré profundo y sin mucho aliento le pregunté, pero me entenderá?
-Knawe
.-Perdón, pero no logro comprenderte-. Lo miro algo asustada, parecía que quería matar al conejo, o tal vez sólo la traía consigo por precaución, estaba como asechando con la mirada ¿Que pensara?.
- Se...seguías al conejo?-. pregunté algo asustada por los grandes ojos verdes con que me miraba. Sentía como si me estuviera desnudando los pensamientos con la mirada... Tan fría y cálida al mismo tiempo, tan escrutadora, cómo queriendo saber qué pienso.
-Sí, lo seguía.-¿Quién será esta chica? claramente no es de ni una tribu, está con ropa. Será del otro mundo? Tal como dijo el curita que sería... empezaron a llegar los malditos forasteros que quieren robarse la tierra; que molesto, no quiero que esté merodeando por acá
-.Oh! Me comprendes? em, Te lo vas a comer?.-Este chico seguía mirándome con cara seria, ¿Ira? ¿Rencor? qué hay en su mirada... Uf, me siento interpelada con esa mirada... interpelada... atraida... moreno; dientes blancos, cuerpo ceñido... Se me encresparon los pelos de los brazos. Escalofríos?
-.Welnek Knawe, forastera.