Inesperado.

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14 de noviembre

Querido diario, no he vuelto a ver a Knuwel. Fui hace algunos días junto a Amelie, intentando volver a encontrarlo, la verdad es que mi corazón lo llamaba, necesitaba verlo, no he dejado de pensar en el, en sus ojos. ¿Por qué no ha aparecido? Estoy algo frustrada, y desearía poder encontrarlo nuevamente, no sé que me ha sucedido.

-Emily-. Gritó mi madre,- ven por favor; necesito que vayas a casa del médico y le entregues unos libros que tu padre le ha pedido prestados.

-Sí, madre, enseguida se los llevo.- Qué molesto, quería salir a la pradera a caminar...

Me ergui, busqué los libros y los tomé en mi regazo, caminé hacia la puerta de mi casa, y caminé fuera en busca del doctor.di vuelta en lo que parecía ser una calle a la derecha, mi madre me había dado las indicaciones, y caminé derecho hasta el final del callejón. Si es que se le puede llamar así. "La pequeña casa color marrón terminada con un banco fuera, ahí es", me instruccionó mi madre y asentí cuando pude encontrarla. Toqué a la puerta, esperando respuestas, pasaron algunos minutos...

-Sí, quién es?-Dijo una voz jovial y varonil, pues a pesar de que le había observado en más de alguna ocasión, no había tenido la oportunidad de escuchar su voz.

-Hola, Doctor Brooks? -Dije un tanto temblorosa, y con el peso de los libros un tanto jadeante.

-Hola, disculpe Milady ¿Quién es usted? -Me miró de forma incierta, como desconfiando. Era muy guapo, lo había olvidado, por un segundo observé sus ojos color castaño, desde cerca se pueden ver más claros, casi color miel...

-Doctor Eathan, mi nombre es Emily Elizabeth, soy la hija de Pavlov Werner, el conde Pavlov Werner.

-Oh Milady, lo siento- Hace una reverencia- Disculpe, no le había visto, no sabía que Sir. Pavlov tenía hija. Pase usted, desea servirse una taza de te?

-Oh no Sir. Eathan, Sólo vengo de parte de mi padre a entregarle estos libros que usted le ha facilitado a él. De todas formas muchas gracias- Me acerco y le hago entrega de los textos, han sido varios pero he podido con ello. Una vez entregado los libros, he quedado como momia mirando a Eathan, era muy atractivo, más de lo usual... Llamaba mi atención,muchísimo.

-Oh Emily- Tomo mi mano-Por favor, pasa a tomar un te conmigo-Me dijo casi con voz suplicante, y ha tomado mi mano, un escalofrío recorrió mi cuerpo ¿Qué es esto? Jamás me había tocado un hombre, sin supervisión y de esa forma tan espontánea... uf.

-Esta bien-Miré con ojos de calma- Sólo un té, y diré que es por cortesía y buena educación, pues, mi madre puede enfadarse.

-Pase usted- Se inclinó ante mi y besó mi mano, otra vez ese escalofrío en mi cuerpo ¿Qué sucede?- Le sonreí e hice una reverencia.

Me ha servido el te, y ha traído unas galletas de dulce de leche, también me ha servido leche en el te, dice que es muy bueno para la relajación, yo lo he observado, me ha parecido que vive completamente solo en este lugar, es pequeño, acogedor y cálido. sólo tiene dos cuartos la cocina a un lado y su habitación, creo, en el otro, aquí hay unos pequeños sillones para recostarse y a un costado una pequeña mesa para cuatro personas color roble, para comer.

-Cuentame de ti Emily, ¿No te molesta que te llame así verdad?- Me dijo con voz tímida y certera al mismo tiempo.

-Oh, no Doctor, no me molesta,- Miré y me di cuenta que sonrió un tanto divertido- Por favor, no me llames Doctor, solo llámame Eathan.

-Esta bien Eathan, tengo tan solo diecisiete años, vivo con mi padre, y mi madre, y vivimos a solo unas cuadras de ti.

-Oh, y dime Emily, has recorrido el lugar?

-Si, no te imaginas todo lo que he podido ver, el lugar es hermoso ¿Lo has recorrido tu? Vi a un conejo y a un indio...

-¿Un indio?- Dijo un tanto estupefacto y sorprendido

-Sí, se llama Knuwel

- Espera espera Emily, ¿Se ha comunicado contigo?

-Sí, pero eso ha sido todo lo que me ha dicho, ha hablado también en su lengua que claramente no he podido comprender.

-Esto es maravilloso, que envidia siento ahora. Yo he querido hablar con algún indio, y no he podido.

-Fue porque estaba persiguiendo un conejo que vi en la ladera del lago, quise seguirlo y me encontré con el indio ahí, en el bosque.

-Maravilloso.- Dijo algo pensativo y mirando hacia un lado- Yo tengo 21 años, he venido solo a este lugar, pues mis padres y mis hermanas se han quedado en España ya que tenían muchas cosas allá que no podían dejar. Yo he venido a investigar, quiero saber qué hay de nuevo en este lugar.

-Eathan, he de regresar a mi hogar, mi madre debe preguntarse por qué he tardado tanto, muchas gracias por el té.

-Oh Emily, esta bien, otro día podremos seguir charlando si tu lo deseas -Me mira con una cara no sé si coqueta o suplicante. Qué lindo es...

-Sí, no hay problema, me despido- Hice una reverencia.

-El tomó mi mano y la besó -Otra vez el shock electrizante, pero esta vez, sentí mis mejillas arder.- Un gusto haberla conocido señorita Werner- hizo una reverencia.

El gusto ha sido completamente mío, pensé -De igual forma Sr. Brooks.

Me di la vuelta y caminé rumbo a mi casa, había pasado ya un tiempo y no quería tener problemas con mi madre. Tomé mi mano, ¿él la había besado?, qué encantador. Rumbo allá me he encontrado con el Cura, Don José Valencia. Le he saludado y me ha preguntado como he estado estos días. Me ha conversado que le enseña a los indios a hablar español, y me ha preguntado si me he querido hacer cargo de los niños más pequeños! ¿no crees que es emocionante? La verdad es que he querido ir allá hace mucho. Pero por cortesía y para consultar a mis padres la autorización he decidido posponer mi respuesta. Quiero conocer este nuevo paraíso, y también quiero verte Knuwel... Siento como mi corazón da un vuelco al pensar en él.

-Emily, ¿Por qué has demorado tanto? - Dice mi madre bastante enfadada

-Madre, el doctor me ha invitado a tomar el té, y me ha parecido grosero negarme pues el ha sido muy cortes con nosotros.- Dije intentando safar de más explicaciones-

-Oh, bueno, esta bien.

"De cómo te amé"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora