Encuentro In-esperado II

437 23 8
                                    

Lo vi, estaba ahí, y era el hermano mayor de una pequeña con quien pensaba compartir muchos recuerdos. Estaba ahí, escrutándome con la mirada el por qué de que yo estuviese en su territorio. Estaba ahí, observándome como si no hubiese nada más, con sus ojos tan particulares y exóticos. Estaba ahí, calando mi alma con su presencia, desorientando mi espíritu y congelando mis movimientos. No sabía que decir ni qué hacer, ¿Qué le puedes decir al único Indio con quien has hablado un par de veces y que lo último cual dijiste fue un adiós bastante amargo? Pues nada.

- Hermano, ¿De dónde le conoces?-dijo Knawi rompiendo el respetuoso silencio que habíamos creado.

-Knawi, sólo la encontré un par de veces en el bosque, ahora vámonos- Dijo Knuwel con su mirada obscura, casi sin sentimientos, como ignorando que estaba yo en el lugar.

-Hermano, no quiero irme, podemos pasear Emily? Por favor, di que sí, quiero que conozcas el pueblo y quiero que te conozca mi madre, también quiero que veas el lugar donde jugamos.- Dijo knawi nuevamente muy insistente y con un hálito de esperanza e ilusión en sus ojos.

-Emh, Knawi, no sé si sea una muy buena idea querida, recuerda que no sé volver a mi aldea desde aquí- Dije un tanto incómoda con la presencia de Knuwel, pues recordé que estaba mirándome con su mirada obscura y penetrante. Una mirada que me atrapaba de a poco, poquito.

-Knuwel puede devolverte! Él dijo que sabe donde vives, que se encontraron en el bosque. El conoce mejor que nadie el bosque, él podría dejarte luego de recorrer.

-Knawi- Dijimos al mismo tiempo Knuwel y Yo. Él reprendiéndole y yo con voz comprensiva pero insegura.

-Kmte Knuwel, knati kuwim wimne tkne tak Emily.[1]

-Kmte kno, Knawi, kantem huik kinnen lakos.[2]

-Por favor, Knuwel, no seas así, en una hora podemos hacerlo- Dijo Knawi finalmente.

Carraspeé mi garganta para que recordaran que me encontraba aquí sin comprender absolutamente nada de lo que estaban diciendo, estaba incómoda y molesta. ¿Por qué no me permitía conocer un poco de su aldea? Tanto odio me tiene?

-Esta bien Knawi.-Knuwel suspiró rendido- Emily, quieres acompañarnos a caminar por la aldea?

Mi mirada se iluminó, él sabía que yo quería, su cultura me fascina y por si fuera poco podría conocer más cosas nuevas y llamativas distintas de las mías. Soy curiosa, puedo admitirlo; me encantan las aventuras y también conocer cosas nuevas.

-Sí, Knuwel-Dije acentuando mi voz en su nombre, quería que me notara, y creo que lo hice, porque pude notar de reojo que tal vez, sólo tal vez, sus mejillas tomaron un color carmesí muy fino, casi imperceptible a causa de su tez morena.

Emprendimos viaje por el pequeño camino que separaba el lugar en que estábamos de la aldea y las pequeñas casitas que estaban construidas de un material muy firme y seco, parecía barro, pero era resistente y duro. Los techos estaban completamente forrados con distintas hojas y algo parecido a ramilletes grandes y secos de una hoja muy fina. Las casas solo se separaban por metros de distancia, no existía ni un sistema de cercado o de división en la tierra, pareciera ser como si todos compartieran todo cuanto tuviesen, algunas mujeres se encontraban sentadas fuera de las casas conversando y tejiendo en una especie de malla, un par de hombres construían una pequeña casa como las que se repetían a lo largo de camino, y habían muchos niños jugando mal rededor del lugar, fascinante.

-Knawi!!- gritó un pequeño niño que apareció desde nuestro costado, era pequeño y con su tez más pálida que la de Knawi, pero igualmente morena.- Vamos a ver como cazan pájaros los mas jóvenes?

"De cómo te amé"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora