—¡Abre la boca! —Exigió intentando abrirsela pero Pablo resistió, no quiere comer absolutamente nada que haya sido ordenado por Adal
Negó con la cabeza rehusándose en abrir su boca como se lo pide una voz femenina, la cual no puede reconocer porque sus ojos está cubiertos por un paño negro, el cual cubre sus orejas, impidiendo que el sonido atraviese claramente.
—¿No quiere? —Pregunto Adal, quitándose su chaqueta, la tía negó, levantándose junto con el plato de comida, la cual no luce para nada apetecible.
Pues la preparo ella.
—No, ese pringado no quiere nada, no obedece es un... —Se quedó callada no terminará la frase que diría.
—¿Esa porquería le ibas a dar? —Pregunto con asco, mirando con desprecio la comida que hizo, ella asintió, poniendo los ojos en blanco
—¿Que quieres?, que ordene la mejor cena de toda Barcelona para dársela a ese pringao —Adal puso los ojos en blanco, miro a Pablo el cual esta tumbado de lado, con su piernas dobladas abrazándose así mismo.
—Cállate Lucía, no entiendo como somos hermanos si no nos parecemos en nada, yo soy guapo, rubio, ojos claro y tú pues... dejas mucho que desear —Lucía le alzo mano, intentando verse amenazante pero solo hizo reír a; adal
—Mira idiota —Le cogio de la muñeca antes que pudiese impregnar su palma en su moflete
Ella gasparreo enfada
—Ya se que te he dado donde más te duele, pero seamos sinceros Lucía, sabes que te digo la verdad —Ella agitó su mano, sacando la mano de Adal, de la de ella, paso un mechón de pelo en su oreja
—Te recuerdo que sin mí no hubieses podido secuestrar a la perfección a ese pringao —Acarició su muñeca quitándose el dolor.
—Por favor, que cosas dices, te recuerdo que yo idee todo el plan, e incluso te ayude a liarte con el estúpido de Pedro, si hubiese sido por ti, todo esto no lo estaríamos pasando —Pablo se dio la vuelta, buscando a ciegas algo que pueda coger para cortar las ataduras que tiene en su tobillos, agradeciendo que Adal haya sido, "consiente" en dejarle libre las manos
—Si como no, aún así admite que yo te ayude muchísimo, venga hermanito, admite que sin mí no hubieses podido, ni acercarte a ese — Señaló con desprecio a Pablo, Adal negó, no admitirá algo que no siente
—No, mejor dime, ¿le buscan? —Pregunto cambiado de tema, drásticamente.
—Si, también les están ayudando los idiotas de Sara y Javier, están reuniendo gente también para que les ayuden con algunas pistas —Contestó, acercándose a Pablo, el cual al escuchar pasos acercarse gracias a los tacos que tiene Lucía, dejo de buscar, quedándose quieto en posición fetal
—Vale, haz lo que sea, para que no puedan localizarnos, yo me desharé de Javier y su hermanita tonta —Contestó entredientes
—Creí que eran tus troncos —Adal negó, fingiendo escalofríos.
—Esos imbéciles nunca lo fueron, solo quería utilizarlos, gracias a ellos fue fácil ingresar a la cafetería, también hacerle creer a Pablo algo que no soy, los idiotas se creyeron el cuento que yo soy un chaval tan inocente que no le hace nada a nadie, por eso fue fácil en hacer que ellos pensaran que era el indicado para Pablo, patéticos —Lucía asintió concordando con su hermano, mientras analiza el cuerpo de Pablo.
Intentando buscar algún rastro de intento de huida, pero no hay nada, se pego la frente con su palma, sacando una risilla irónica, adal le miro con desdén.
—¿Estáis tonta? —Pregunto con desprecio, quitándose las gafas, Lucía bufó
—No, solo me rio porque se me hace tonto que yo haya estado buscando algún rastro de intento de escape cuando está claro que este pringao, no tiene el cerebro para hacerlo —Adal le dio una colleja, a lo que Lucía se quejo
—Deja de hablarle de esa manera, Pablo, es tu cuñado te guste o no —
—Que asco, prefiero a Sara que este idiota, además como podría quererle cuando me quito a Pedro —
—Pues te guste o no, él se quedará con nosotros y será tu cuñado —Sara fingió arcadas, mostrando menosprecio hacia su persona.
—Aja, ¿le pagaste a meli? —
—Si, la idiota quería más dinero, pero le dije que ya no, si seguía de insistente le dije que seria capaz de decirles a todos en la universidad que es una tonta que se follo más de un profesor para poder pasar los exámenes —Contestó sin más, ahora si, clavando sus ojos en él cuerpo de Pablo, el cual tiembla de frío.
Pues están en un dormitorio donde el frío es lo que más se siente, además de lo estrecho que es, incluyendo también que esta en el suelo solamente con una manta y un colchón que no es para nada cómodo, además tiene miedo, extraña a su Pedri, a su hermana, cuñado, a su madre, amigos e incluso a su padre...
Solamente ha pasado una noche lejos de todos ellos, y siente como si fuese una eternidad, estando lejos de pedri, por ende no ha podido dormir, se siente cansado, hambriento y muy agotado emocionalmente, solo quisiera que Pedro estuviese a su lado, y que le abrace, le necesita mucho...
Muchísimo.
Se siente vacío sin él
—Déjame a solas con Pablo —Pidió, Gavi se tenso, comenzado a temblar del terror
—¿Que le harás? —Pregunto con una sonrisa burlona.
—Algo que no te importa, ya sal de aquí, necesito estar con él a solas, sin ninguna pitufa presente —Lucía le saco la lengua, se dio la vuelta y salio dejando a solas a Pablo y Adal.
Este último se puso de cuclillas quedando casi a la misma altura que Pablo, acerco su mano con una sonrisa algo retorcida, Pablo sintió un escalofrío al sentir los dedos fríos y ásperos de adal tocar su moflete, provocando un estremeciento de temor.
—Pablo, Pedro no te ama, él siempre ha sido un gilipollas contigo, nunca te ha valorado siempre te ha tratado mal, él lo único que quiere de ti, es tu cuerpo, no tu corazón como yo lo quiero —Pablo apretó los labios entre si en una línea recta, dio un pequeño salto hacia atrás, para evitar que Adal le siga tocando.
—No es verdad, él me ama, tú no le conoces, tú no puedes hablar si no sabes absolutamente nada de mi relación con él —Defendió, sintiendo enfado, por las falsas acusaciones de Adal hacia su novio
—Ya te ha metido en la cabeza que es alguien perfecto, él no te ama, y nunca lo hará porque no tiene corazón, humilla a las personas y solo piensa en si mismo, en que cabeza puede existir o mejor dicho en que corazón puede confiar en alguien como él, entiende que solo está jugando contigo —Replicó
Pablo negó con la cabeza, no caerá en la manipulación de Adal, sabe que todo lo que dice es solamente calumnias para perjudicar a Pedro y ponerle encontra suya, pero no lo logrará, conoce a Pedro, confía en él:.
Eso no cambiará.
—No, tú solo lo dices para que yo le odie, pero no lo lograras, digas lo que digas me da igual, no te creo, el único mentiroso y el único que jugo conmigo fuiste tú —Escabullo —Me pintaste un personaje falso, haciéndome creer algo que no eras, solamente para dañar a Pedro eso no es justo —Reclamo, adal rió forzado, dejo de tocar el moflete de Pablo.
—No tenéis porqué reclamarme sobre lo que es justo o lo que no, porque tú principalmente eres la persona menos indicada para ello, no creas que no me enteré que estuviste con Pedro, y que incluso follaron, te olvidaste de mí y solamente me usaste como tu paño de lágrimas, la única razón por la cual estuviste conmigo fue por despecho para intentar ocultar el dolor que te causaba Pedro, no porque me querías —Pablo trago en seco.
Adal tiene razón, no debió darle esperanzas si en su corazón todavía estaba pedro, pero en lo que no está de acuerdo es que él le haya dicho que juego con sus sentimientos o que estuvo con él por despecho, porque no fue así:
—Si me gustaste, pero no te ame, sin embargo, aunque no me creas yo no te vi como mi paño de lágrimas o como un juego, yo realmente estuve contigo porque me gustabas —Aclaro pero para adal, Pablo no fue sincero con su palabras, le cogio del mentón apretando con fuerza este con la ayuda de su dedos pulgar e índice
—¿No me habéis visto como tu paño de lágrimas? —Pregunto con ironía — No mientas Pablo, eso contigo no queda, solamente te hundes más en tus propias mentiras deja de mentirte a ti mismo —Pablo se apoyo con su mano, elevando un poco su cuerpo, y con su otra mano cogio la muñeca de Adal alejando con fuerza esta.
—Nunca más me vuelvas a tocar, y si, no quieres creer en mis palabras ya no es mi problema, podéis seguir buscando excusas para justificar lo que estas haciendo —Le Replicó, volviendo a tumbarse con su brazo debajo de su cabeza, con las piernas adoloridas por no poder moverlas como desea.
—No puedo creer hasta donde has llegado tú, con tu descaro, no aceptar que me utilizaste como tu paño de lágrimas es no tener consideración con nadie —Pablo si pudiese le daría un cocotazo, para que se le acomode el cerebro así pueda usarlo correctamente.
Quizás con el cerebro acomodado entienda sus palabras...
—Me da igual lo que pienses de mí, porque créeme que sabiendo como sois realmente, ni siquiera dos centímetros te quiero cerca de mí, me arrepiento de haberte conocido y dado mi cariño —Adal con fuerza le pego con la palma de su mano, el moflete, hasta dejarle rojizo esa zona, Pablo gimio del ardor.
No se esperaba, ese golpe por lo cual fue más doloroso para él, Adal se levanto enredando su dedos en su pelo, dando tirones llenos de frustración, ha intentando de todo para que Pablo no le culmine la paciencia, pero es casi imposible cuando él habla de Pedro o cuando menciona cosas que le lastima, ya que realmente se enamoro de él.
Y le duele que aunque Pedro le haya hecho tanto daño, todavía le siga amando y a él, que le ofreció muchísimo y le trato como un verdadero amor, no haya logrado hacer que sienta aunque sea un poquito de amor por él, lo que más le enfada, es que desde el instituto pedro siempre es que ha ganado, el que tiene todo lo que quiere, sin tener límites, le enfada que a él le salga todo perfecto, pero a él no, aunque se esfuerce en todo, siempre hay algo en que Pedro le ganará.
Eso... eso es demasiado
—Has estado inmerso en el dolor que eso te ha hecho mal, a tal punto que te volviste un psicópata lleno de rencor —Adal apretó la mandíbula — Admito que Pedro también estuvo mal, y no debió tratarte de esa manera tan cruel, pero eso no justifica que hayas hecho todo esto, solamente para vengarte de algo que ya pasó más de dos años —Dijo con sus ojitos lagrimosos
—Ja, que fácil para ti decirlo cuando no fuiste la víctima de esto, tú no sufriste la ansiedad y todas esas burlas sobre mi físico e inteligencia, créeme que aunque ya ha pasado más de dos años, eso me marcó de por vida, no importa cuantos pasen, lo que viví en el instituto por ese gilipollas de Pedro, no lo puedo olvidar —
—Ya... vale, entiendo la situación pero no entiendo porque esperar tanto tiempo, para vengarte cuando pudiste hacerlo cuando Pedro estaba lejos de aquí —Gimió de dolor, un nuevo dolor se instalo en su tripa, no ha comida un día entero y una noche, por lo cual es lógico que le duela.
Pero no quiero comer nada que tenga que ver con Adal, no confía, ni siquiera en las botellas de agua que le ha ofrecido, también ha sido rechazadas, aunque su boca ya está seca...
—Porque cuando tú estás por fin feliz y no te das cuenta de absolutamente nada de lo que esta pasando, es más fácil quitarte esa felicidad en solo unos segundos —Contestó —Estos años investigue a Pedro, por eso sé que cuando estaba lejos de ti, no era feliz, así que me ocurrió acercarme a ti y planear todo esto para cuando volviese así darle un fuerte golpe bajo —
—Que fuerte —Dijo con sarcasmo, murmurando las palabras.
Pablo abrio los ojos en par en par, o hizo el intento, porque con el paño que tiene en ellos se le es imposible poder abrirlos, sin embargo esta sorprendido por lo que ha dicho Adal.
—¿Recuerdas?, al chaval que ayudaste en la biblioteca a encontrar un libro — Pablo fruncio levemente su entrecejo, intentando recordar a quien ayudo en la biblioteca.
Ayuda a muchas personas cuando lo necesitan, así que se le es un poco difícil recordar a alguien en especifico.
—Por supuesto que no lo recuerdas, pues...
—Si —Interrumpió, recordando a una persona —Si te recuerdo, fuiste ese chaval que casi se cae de la escalera por estar buscando un libro en lo más alto, pero que yo le sostuve para que no cayese —Adal asintió, haciendo un sonido de confirmación —Tú... ¿eras ese tío? —Pregunto confundido.
Ese chaval no tiene ningún parecido con este Adal, pues en ese entonces, todavía no se había hecho algun cambio de apariencia.
—Si, también fue planeado por mí, que tú me ayudaras, desde ese día yo empecé a investigar de ti, hice todo planeado incluyendo el día en que nos conocimos y te consolé cuando estabas triste por Pedro todo absolutamente todo, fue planeado —
—¿Por qué? —Pregunto frotándose los brazos, el frío está siendo insoportable, lo peor es que no cogio una sudadera o chaqueta, antes de ir a la universidad, por lo cual ahora tiene pasar frío.
—Pero que preguntas —Mascullo —Es obvio que lo hice para quitarle la felicidad a Pedro en un abrir y cerrar de ojos, me sorprende que alguien como tú pregunte algo que es lógico, mejor dime, ¿por que no me echaste de menos o me buscaste cuando yo desaparecí por una semana —
—Po-porque...
—No me echaste de menos, porque estabas follando con Pedro, y disfrutando de tus días a su lado, que tan bajo habéis caído al ver dado una oportunidad sin esperar unos días más, para demostrar que él cambio realmente, ni Lucía hizo algo tan tonto como eso — le replico, haciéndole burla, Pablo bajo la mirada, no había porque decirle eso.
Admire que fue rápido y tonto haber caído de nuevo con Pedro, pero cuando se está enamorado no se piensan muy bien las cosas, además apenas es nuevo en esto del amor no tiene experiencia alguna.
—No me conoces para criticarme de esta manera, yo tampoco te conozco pero sabemos que perfectamente que estás mal de la cabe...
Volvió a pegarle en su moflete con más fuerza, haciéndole jadear esta vez de dolor, todavía le ardía por la primera cachetada, sin embargo también le ha pegado con tanta fuerza que fue inevitable no sentir el ardor que quema en su piel sensible.
Gavi rió amargamente y triste:
—Me ha golpeado la persona que me había dicho más de una vez que nunca me golpearia, que giros da la vida —Murmuró dolido, dejando escapar las lágrimas que estaba comprimiendo
El dolor se intensifico en todo su cuerpo.
—Eso te pasa por vivir en un mundo de rosa, y ser ingenuo en creerle a todo el mundo, por ahora no te hará nada más —Le cogio del pelo haciendo su cabeza hacia atrás —Ahora pagaras por haberme roto el corazón, pero no lo harás con tu hermoso cuerpo, porque eso será el trofeo, lo pagaras con Pedro —
Pablo jadeo de dolor por el repentino tirón que le dio.
—A... a él no le hagas nada —Adal rió forzado, tiro de su pelo con más fuerza, Pablo gimió de dolor
—Dame tiempo, en el momento que menos esperes iré a por él para desparecerle —Le dio un último tirón antes de soltarle y levantarse para poder salir del dormitorio.
Dejando a un Pablo temblando y sollozando, no entiende que mal hizo para tener que estar soportando esta tortura, tiene hambre, sed, frío, dolor de piernas, de espalda, y ahora de cabeza por los tirones tan bruscos que Adal le dio, pero lo que más le duele es sentirse vacío sin Pedro, solo él puede darle esa tranquilidad que Adal le ha quitado, solo quiere a su pedri a su lado...
Es lo único que quiere en estos momentos también que Adal no le haga nada, siguió llorando mientras intentan no sentir, los dolores que tiene su cuerpo, pero es imposible cuando el frío es lo que más le afecta ya que le brisa fría solo le golpea, provocando dolor, así que , con las pocas fuerzas que tiene, se apoyo con una mano en el colchón, mientras con su piernas se arrastra hacia atrás hasta pegar su cuerpo a la pared fría, provocando espasmos de dolor en su espalda, y culo, pero solo será por unos segundos con la ayuda de su cuerpo podrá calentar la pared y así usar esta como una manta.
Pero no podrá pegar ojo en toda la noche, porque tiene que estar en alerta en que Adal no entre y le haga daño, dos noches sin dormir será una pesadilla para él...
[]
Un desesperado Pedro llegó a su destino, justamente cuando se hizo de noche, ya que tuvo que viajar un poco alejado de donde vive realmente la persona que odia en estos momentos para; poder saber la verdad.
—¿Donde esta? —Entro sin permiso al apartamento de Lucía, buscando desesperado a Pablo, ella arrugó su frente por el atrevimiento
—De que hablas idiota, sal de mi apartamento ahora mismo, o...
La cogio de los brazos, agitando su cuerpo repetidas veces sin importar lastimarle, Lucía empezó a marearse por la manera en que le esta agitando todo.
—¿Donde esta Pablo? —Volvió a preguntar con voz totalmente seria.
—No se, sabéis que ese idiota me cae de culo, no tengo porque saber en donde esta —Le respondió, intentando alejarse —Sueltame o grito, y eso no te conviene —El rostro de Pedro se encrudecio, exaspero alejándose de Lucía.
—Dime donde esta Pablo, y no me digas que no sabes nada, porque no soy un gilipollas que se cree las mentiras tuyas —Lucía sonrió satisfecha, se cruzó de brazos mirándole con cierta burla en su sonrisa
—Vale, te puedo decir a cambio de algo que yo quiero —Dijo sonriendo malévola, Pedro puso los ojos en blanco, debió suponer que pediría algo a cambio
—¿Que? —Pregunto casi alterado por la manera tan absurda en que Lucía le esta dando vueltas al asunto.
—Te digo donde esta ese pringao pero quiero que termines esa relación — Pedro negó rotundamente —Entonces te quedas con la ganas, y mi hermano con Pablo —Contestó dándose la vuelta para ir a su dormitorio
—Hija de... espera, tú y Adal, ¿son hermanos? —Pregunto asombrado, Lucía asintió girando talones.
—¡Sorpresa!, que bien lo ocultamos, ¿verdad? —Pedri le miro fulminante —Escúchame, Adal me contó absolutamente todo lo que pasó en el instituto por tu culpa, por lo cual le he ayudado durante todo este tiempo en planear todo e incluso en liarme contigo, gracias a ti pude saber las debilidades de Pablo para dárselas a mi hermano, tú mismo te encargaste de darle a Pablo fácilmente a mi hermano, así que no vengas a mi kely a reclamar cosas sin sentido —
Pedro quería cogerle del cuello, hasta hacerle decir la verdad, pero se abstuvo, no puede cometer locuras y más por culpa de Lucía, que al ser mujer no tiene derecho en sacarle la verdad como quisiese hacerlo.
—No te preocupes Pedro que yo puedo encargarme de que esta pipa, nos diga la verdad, quiera o no —Dijo sara entrando con una mirada dominante al apartamento de Lucía, la cual al verle intento darse el piro, pero Pedro evito que lo hiciese
Cogiendole de la cintura, alzando un poco su cuerpo porque empezó a patalear para safazarse sin tener buenos resultados por supuesto.
Sara se acerco a ella, crujiendose los dedos mirándole a los ojos, con esa mirada dominante que solo ella puede tener, Lucía empezó a temer por su vida, conoce a Sara y sabe que ella no tiene miedo de darse de hostias con quien sea, por eso ahora tiene mucho pavor, por Sara.
—Dirás la verdad de donde esta Pablo, o soy capaz de dejarte sin ningún pelo en la cabeza —Amenazó cogiendo su mentón con los dedos, Lucía le miro con ojos temblorosos, intentando no mostrar tanto miedo, pero:
Es con Sara con la que esta frente a frente, así que eso es imposible que no lo note, eso solo hace que Sara tenga más control sobre ella
—Dime idiota, ¿donde esta Pablo? —
—Y-yo... no se donde le tiene Adal... créeme por favor —Pidió murmurando las palabras, Sara le aprieto su mentón a tal punto que dejó marcado sus dedos.
—¡Dinos la verdad! —Le exclamó ya enfurecida, Lucía negó con la cabeza.
—Esa es... la verdad, por favor créeme Sara —Suplicó, pero Sara no le creyó por supuesto que no lo hizo
—No soy una tonta para creerte , dime la verdad idiota —Sara empezó a sentirse descomulgada, la paciencia ya se le está acabando por culpa de Lucía.
La cual se quedó en silencio, solo mirándole con miedo, Sara estrujo con más fuerza su mentón, haciéndole gemir de dolor, Pedro definitivamente no quiere estar en el lugar de Lucía, Sara tiene tanta fuerza.
—Habla o te rompo la nariz mal operada que te hicieron, decide —Le Amenazó, Lucía trago en seco.
—No se en donde están, por favor Sara créeme —Suplicó, mirándole crispada, Sara sonrió forzada negando
—No te creo, porque me estáis mintiendo, así que es mejor que me digas la verdad, antes que te la saque a la fuerza —Replicó, estrujando con más fuerza su mentón, Lucía empezó a lagrimear por el dolor
—Por... por favor créeme... —Sara negó, sus ojos solo muestran la ira que siente y esa frustración de no haber podido encontrar a Pablo.
Porque debe de admitir que le ha cogido un enorme cariño a ese sevillano con ojos de cachorro, a ese chaval que le demostró que puede tener a un mejor amigo tan mono sin ningún intención de más de amistad, que puede confiar en él y contarle secretos suyos sin tener temor que él pueda decirlo, a ese chaval que vio por primera vez en la cafetería siendo presentados por su novio; Ansu.
Pablo se ganó su corazón, hasta el punto de ya verle como un hermano menor, uno que quiere proteger como lo hace Javi con ella, por ende hará lo que sea para encontrarle no importa que tenga que arrancarle la lengua a Lucía, o meterle un par de hostias hasta dejarla inconsciente, sabe que esta mal, que es algo psicópata pensar así, pero esta desesperada por ya encontrar a Pablo.
Pedro le entiende, porque él está peor que ella, no sabe que más hacer para encontrar ya a Pablo, sin él se siente tan vacío, sin su otra mitad de su corazón, se siente tan sólo, sin ganas de nada e incluso ya no ve sentido a las horas y segundos, solo sigue de pie con las pocas fuerzas que tiene para seguir buscando desesperado a su Pablo...
—¡AAAH! —Lucía aprovecho el momento para gritar, ya que Sara aflojó su agarre porque se había empanado —¡AYUDAAA! —Gritó aprovechando el momento en que Sara todavía no le había cogido con fuerza
Enseguida un vecino que pasaba por allí, se adentro, y con enfado les grito
.
—¡Soltadla! —Exigió enfadado, Pedro y Sara se miraron entre sí, sin quererle hacerle caso al desconocido — O, os llevó a la comisaría —Amenazó, Sara lo mérito por unos segundos y le asintió a Pedro.
El cual también lo hizo, asintió con la cabeza concordando con ella, así que los dos le liberaron, Sara fulmino con la mirada a Lucía, advirtiendo que esto no se quedara así, Pedro le dio un pellizco a Lucía pasando a su lado, con el ceño fruncido.
—A tomar por saco gilipollas descerebrados —Insulto el desconocido, cuando los dos pasaron a su lado, ambos no le hicieron caso, por ahora lo único que les importa en saber donde esta Pablo.
Al salir del piso de Lucía, Sara detuvo el andar de Pedro cogiendole de la muñeca, Pedri le miro por encima de su hombro, mirándole confuso.
—¿Que? —
—Tengo una idea, Aurora y yo podemos enfrentar a Lucía somos mujeres así que sabemos como persuadir sus engaños, tú, Javier y Fer podéis enfrentar a Ferran, hagamos equipos, así será más fácil sacarles la verdad —Le sugirió, teniendo una idea muy buena, para el punto de vista de Pedro.
Y es que no suena para nada mal, al contrario, esto es una buena oportunidad para poder saber en donde Adal, tiene a Pablo...
—Vale, hagamos lo que sugieres —Acepto con una sonrisa de lado a lado —Pero... ¿como sabias que yo estaba aquí? —Pregunto confundido, Sara le soltó
—Fue casualidad, yo no sabía que estabas aquí yo justamente vine a ver a Lucía para interrogarle, pero terminamos por encontrarnos tú yo yo —Contestó siendo completamente sincera con él, esfumando cualquier sospecha que Pedro tuviese por ella
—Vale, gracias por tu ayuda —
—Aunque todavía no me caes muy bien, quiero apoyarte en lo que sea para encontrar a Pablo —Confesó, Pedro sonrió extendió su mano hacia su dirección, Sara le miro seria pero después sonrió
—Iniciemos con el plan —Sara asintio recibiendo la mano de pedri estrechando esta solo por unos segundos
—Vale, vamos a por ellos —Dijo con una sonrisa cómplice, cerrando así el trato.
Harán de todo para recuperar a Pablo, no importa que sea, lo recuperan de eso no tienen la menor duda.
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