𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼 - (Capítulo ³)

1K 92 66
                                    

La noche la paso demasiado agitada, apenas durmió por comerse la cabeza por su mejor amigo, quisiera comprender a Pedro, y entenderlo, sin embargo, eso es lo menos  puede hacer, aunque se esfuerce, desea que todo fuese más fácil así viviría más feliz.

—Si madre —Sigilosamente cogio un plato para no despertar a Pedro el  cual se quedó dormido en el sofá, sin frazada y almohada, admite cuando lo vio por primera vez le dio pena, pero recordó lo que le dijo ayer y se le pasó.

—Cariño, por favor cuida tu alimentación, tus horas de dormir, ejercitate y no te sobrecargues tanto, ¿vale? —Pablo sonrió, invirtiendo un poco de cereal en el tazón, imaginándose como su madre debe estar moviéndose de un lado a otro, preparando el desayuno, mientras sostiene su móvil con el hombro e inclina su cabeza a un lado para no dejarle caer.

—Si madre, no preocupéis por mí, puedo cuidarme sólo —Respondió terminado de servirse la leche, con cuidado cogio el tazón caminando hacia el comedor para comer como la gente decente.

—Confío en ti cariño, pero no esta demás, recordarte —Pablo sonrió nostálgico, su madre es tan dulce que le hace falta tenerle a su lado en estos momentos —Pablo —Este reaccionó, aclaro su garganta antes de responder:

—Perdón,  me distraje un momento  — Respondió, jugando con el cereal —¿Como esta mi padre? —

—Trabajando, hace una hora que se ha ido —

—¿Tan temprano? —Pregunto desconcertado, ella asintió aunque no la pudiese ver

—Si, tiene trabajo que hacer, se le atraso un poco así que se fue temprano para cubrir las horas —

—Oh, madre, ¿Puedo preguntar algo? —

—Claro que si pequeño, dime —

—Tú me aceptarías si...

—¡Pablo! —Se cubrio el oído izquierdo al escuchar la repentina voz ronca y fuerte de Pedro retumbar en sus oídos, por lo cual Belén logró escuchar desde el otro lado.

—¿Esta contigo Pedro? —

—S-Si  —Tartamudeo, se pego en el muslo por haberlo hecho, su madre rió al escucharle, sin embargo rápidamente aclaro su garganta para poder hablar.

—Podéis pasarle el móvil para hablar con él, por favor —Enseguida Obedeció le paso el móvil a su mejor amigo el cual lo recibió, bostezando y entrecerrado los ojos, por el sueño que se carga.

—Hola Belén —Saludo intentando fingir que no esta adormilado.

—Hola, Pedro, ¿como estáis?, ¿por que no me llamaste para darme la noticia que ya estáis en el país? —Pregunto, haciendo sonreír a pedro, casi lo está regañando con cariño.

—Bien, no te llame, porque creí que ya no teníais el mismo móvil —

—En eso habéis acertado, hace seis meses lo cambié, aunque aún así le hubieses pedido a Pablo que lo te diera —

—Perdón, no se me ocurrió —Volvió a responder, estirando su brazo izquierdo, levantando un poco su polera, la mirada de Pablo se clavo en ese pedazo de piel que dejaba expuesto a su vista, se nota que Pedro ha estado haciendo ejerció, su abdomen está trabajado:

Negó con la cabeza, desviando la mirada hacia otro lado, tiene que controlarse o de lo contrario se delatara por si sólo, mejor se concentro en comer su desayuno.

—Si, en Canadá, hace más frío, casi me muero allí, no soportaba salir, por mucho tiempo —Contó estirando ahora su pierna para quitar lo tenso que está

𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼 - 𝗚𝗮𝗱𝗿𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora