"El arte de la mentira"

By Maffy1

177K 16.1K 3.8K

Soren Thomas es un chico de 18 años que vive en Inglaterra del siglo XIX Con trastornos serios de memoria y u... More

Prólogo Aclaraciones Advertencias y dedicatoria.
Capitulo 1.- "La fortuna se ha ido"
Capitulo 2: "Nuestro plan"
Cap: 3 "El secuestro"
Cap: 4 " Como la loba que amamantó a Rómulo y Remo"
Cap 5: "Los principios del bien"
Capítulo: 6 "Ahora tendrás que pagar"
Capítulo: 7 "Señor Gallagher"
Capítulo 8 "La obra"
Capítulo 9: "Noche de navidad"
Capítulo 10: "Nostalgia"
Capítulo 11 "Para defenderme de mí"
Capítulo 12: "Frío y Caliente."
Capítulo 13: "La verdadera familia"
Capítulo 14: "Petición de Matrimonio"
Capítulo 15: "La paciencia tiene límites."
Capítulo 16: "El día antes de la ceremonia"
Capítulo 17: "La boda"
Capítulo 18: "La luna de miel que ilumina el engaño"
Capítulo 19: "Después del desastre viene la calma"
Capítulo 20: "Coincidencias"
Capítulo 21: "Todo menos monotonía"
Capítulo 22: "¡Que sorpresa!"
Capítulo 23: "Regalo"
Capítulo 24: "Apenas un poco de verdad"
Capítulo 25: "Hacia adelante puede que otros ojos sea hacia atrás"
Capítulo 26: "Fragmento de jardín desconocido"
Capítulo 27: "Por favor, no me dejes caer"
Capítulo 28: "Los recuerdos traen consigo el sentido"
Capítulo 29: "Nostalgia derramada sobre una carta"
Capítulo 30: "Indicios físicos de familia"
Capítulo 31: "Las consecuencias no siempre son repercuciones"
Nexo: Preguntas a los personajes 1/2
Nexo: pregunta y respuestas 2/2
Capítulo 33: Tres lágrimas, un arrepentimiento.
Capítulo 34: La pista de la confianza.
Capítulo 35: "El perdón es lo divino".
Capítulo 36: "Verdad absoluta bajo un manto paterno."
Capítulo 37: "Cada vez más cerca"
Capítulo 38: "¿Los sueños son deseos?"
Capítulo 39: "Acepta tus errores"
Capítulo 40: "El baile"
Capítulo 41: "Sólo una historia de amor"
Capítulo 42: "Algo muy importante que decir"
Capítulo 43: "El juego es ahora"
La peor cosa de mi vida como escritora.
Preguntas y Respuestas Maffy.
Capítulo 44: "Latidos entrelazados"
Happy Birthday Gwyneth.
Capítulo 45: "De la noche a la mañana"
Capítulo 46: "¿Es realmente mejor la verdad?"
Capítulo 47: "El dolor de la conciencia"
Capítulo 48: Asunción De Responsabilidad

Capítulo 32: "No provoques en enojo de un gigante"

3.1K 300 77
By Maffy1

Habían pasado ya los días de Mayo y se encontraban a mediados de Junio, con un clima que era bastante satisfactorio, aunque Soren ya no aguantaba más el largo de su cabello.

Tanto así, que Adalia se encargó de cortarle el cabello.
Era un día tranquilo, y Marck aguardaba en la primera estancia del segundo piso a ver como se vería Soren con el cabello corto, es decir... Cuando lo conoció tenía el cabello idéntico al de su hermana...
Era irritante que por el hecho de ser gemelos quisieran obligar a Soren a verse como su hermana. Comenzaba a ver la maldad de los Thomas en contra de Soren.

Parecía querer ser una reunión, las sirvientas pasaban curiosas a propósito por la estancia principal del  segundo piso para ver los resultados del corte, y Angelo había llegado desde el día anterior sin previo aviso, Marck no estaba molesto con ello, pero si era extraño recibir visitas inesperadas.

Realmente el ambiente era como el de una celebración, en unas horas las sirvientas terminarían sus turnos y estarían reunidas todas. Habían pedido permiso a Marck de organizar una pequeña fiesta en los jardines donde habrían juegos y etc.
Marck lo había dudado un poco, pero no tuvo ninguna objeción al respecto, e inclusive permitió a Adalia llevar a Tara, quien llegaría a la mansión en unas horas.

Angelo platicaba con las sirvientas, sus risas a veces sacaban a Marck de sus casillas; pero estaba mucho más interesado en como se vería Soren, Marck realmente se encontraba feliz de que las cosas hubiesen salido perfectas con su padre.

Soren estaba sentado mirando a la nada, mientras sentía su cabello más ligero a medida que se escuchaba el filo de las tijeras rozar uno con otro. - ¿Va a salir bien Adalia?- Preguntó el chico, quien tan solo miraba sus mechones de cabello dorado caer al suelo.
Adalia sonrió segura de si misma mientras cortaba con cuidado el cabello del rubio. - ¡Claro! ¡Yo le recorto el cabello a Tara!- Contestó con cierto grado de orgullo impregnado en su pecho.

Soren solamente dejó ir un suspiro divertido y cerró los ojos esperando a que Adalia terminase.
No pasó mucho tiempo a la vista de Soren, cuando Adalia soltó las tijeras y corrió por un gran espejo de plata con mango para mostrarle a Soren los resultados finales.

Soren estaba impaciente por verse, tanto que movía su pierna derecha con extrema rapidez por la ansiedad de saber cual era su aspecto.
Adalia llegó con el espejo, redondo y con detalles platinados en el marco.

Adalia se colocó detrás de Soren y extendió la mano, llevándolo frente a Soren para que mirase su nuevo estilo de cabello.
Soren, en cuando su mirada se conectó con su reflejo, no pudo evitar sentir que un orgullo y felicidad le recorrían el cuerpo al mirar y precisar que su cabello esta vez era mucho menos femenino.

Terminó por tomar el espejo para apreciarse mejor. - ¡Wa! ¡Adalia quedó genial!- Exclamó el joven llevándose una mano a sus cortos cabellos rubios que se asomaban tiernamente por su nuca.

Adalia cruzó los brazos y dejó ir un suspiro victorioso. - Lo llamo el estilo de príncipe.- Comentó con sumo ego.
Soren volvió la mirada hacia Adalia arqueando la ceja. - ¿Tengo peinado de príncipe?- Preguntó arqueando la ceja sin creer semejante frase.
- Se ve lindo en ti, eres como ese pequeño y mimado príncipe menor en su trono de caramelos.-

Soren se quedó boquiabierto con el comentario de su amiga. - ¡Tengo 19 años! Todavía quiero comer caramelos pero... No soy un niñito.- Contestó con una sonrisa y el ceño fruncido, intentando seguir la broma.

Adalia sonrió y acarició el ya corto cabello del joven. - Creo que Marck estará encantado con tu corte.- Comentó Adalia animadamente.
Las mejillas de Soren cambiaron drásticamente de tono, evidenciando la timidez en un color rosáceo.

Soren bajó la mirada cubriéndose las mejillas con ambas manos. - N-no creo que le interese mucho.- Contestó intentando bajarse el calor del rostro.
- Claro Soren, como tu digas.- Contestó Adalia en un tono sarcástico y divertido.

Soren soltó un leve suspiro y decidió salir, no creía que fuese tan interesante como para atraer la atención de todas las sirvientas y la de Marck.

Pero se percató de que estaba realmente equivocado cuando abrió la puerta, y un coro de gritos pequeños inundó la estancia; con todas las sirvientas emocionadas por apreciar el nuevo corte de cabello de Soren. Realmente Soren no las comprendía en absoluto... No era una divinidad ni nada por el estilo. Eran mujeres complicadas.

- No es tan magnífico.- Exclamó el chico rascando su nuca.

- Se ve demasiado bien en ti.- Exclamó una voz que hizo que Soren se volviese para ver que Marck se aproximaba hacia él. Caminando sobre esas botas finas de equitación que solía vestir con frecuencia. 
A Soren se le trabaron las palabras en la garganta, realmente no sabía que decir al respecto.

Marck extendió su brazo, acariciando con la palma de esta el fino rostro de Soren, palpando con las yemas los mechones de su cabello, pasando así la mano por la nuca de Soren sintiendo sus suaves cabellos cortos. - Se ve muy bien, te ves más masculino ahora.- Exclamó con una pequeña sonrisa aunque su faceta se notaba seria.
Soren solamente sentía el firme y cálido tacto de Marck, perdiéndose enteramente entre los colores combinados de los orbes de Marck.
- G-gracias...- Susurró sin mucho énfasis, como si la palabra simplemente hubiese escapado de su boca.

- En mi opinión hace que resalten más sus ojos, lo cual es enteramente provocativo para mi.-

Todos volvieron la mirada hacia un pequeño sofá tapizado de figuras barrocas, y sentado sobre este, posando su mejilla sobre su muñeca estaba Angelo, con las piernas cruzadas y la larga cola de caballo de su cabello cayendo por su hombro derecho hasta su pecho.
Soren al percatarse de su presencia frunció el entrecejo y levantó el labio superior en señal de irritabilidad, y Marck solamente sintió una pequeña astilla de molestia en algún lugar de su ser.

- ¿A qué te refieres con eso Angelo? Suena muy ofensivo.- Inquirió Soren con esos ojos verdes como largas dagas que morían por atravesar el esbelto cuerpo del pelinegro.
Angelo solamente esbozó una sonrisa casi enorme al escuchar la pregunta, nadie se atrevía a soltar una sola palabra... El aura de Angelo era tan agresiva que inclusive las sirvientas le guardaban otro tipo de respeto.

Tomando en cuenta a Soren como una excepción, todos excepto Marck y Adalia, le tenían ese tipo de respeto. ambos por obvias razones no guardaban en absoluto ese respeto, ya que Angelo era el amigo de infancia de Marck y Adalia no le guardaba ese tipo de respeto cobarde a nadie.

- No creo que usted sea tan torpe como para no percatarse de que le quiero desnudar con la mirada.-

Todos los presentes se sobresaltaron con eso, incluyendo Marck, quien irracionalmente molesto tomó el hombro de Soren y escondió al joven detrás de él de manera protectora.
- Angelo, te pido que guardes más respeto hacia Soren.- Exclamó seriamente molesto, a lo cual Angelo solamente entornó la mirada. Le parecía una pérdida de tiempo comenzar a discutir con su mejor amigo.

Soren, quien se encontraba realmente molesto se alejó un poco de Marck evidenciando su reclamo de autonomía. Este se inclinó un poco hacia adelante, sin perder la mirada de Angelo, la cual desviaba hacia otro lugar.

- No hable más Angelo, sus halagos hacen que mi ego crezca.- Comentó el chico en un tono terriblemente hipócrita y venenoso, que salió de su boca como el silbido de una serpiente en pose de ataque.
Angelo echó una ligera mofa de ello, dejando ir resoplido por la nariz, y esa sonrisa que aceptaba el reto.

- ¿Qué ego Soren? Yo en su lugar no me sentiría tan orgulloso de tener un cuerpo tan femenino.- Contestó arqueando pronunciada mente la ceja, se notaba que comenzaba a molestarse.
Soren exhaló casi furioso, ese hombre le sacaba tanto de sus casillas que quería matarlo, pero le tenía un miedo irracional y eso limitaba sus acciones aunado a que Marck era su mejor amigo y eso descartaba cualquier posibilidad del daño físico. Sin embargo no iba a dejar pasar ese insulto por alto y por primera vez, esos ojos verdes, fríos, cínicos y crueles se conectaron con esos ojos castaños que desprendían un misterio atrayente y una fuerza envuelta en un fuego oscuro.

La tensión era tan fuerte que casi se palpaba por accidente, Adalia esperaba impacientemente que Soren contestase. Pero para eso Soren debía soportar la presión de la mirada dura de Angelo.

Soren se irguió por completo y repasó su flequillo entre sus dedos, peinándolo hacia atrás, el cual cayó sobre su frente en pequeñas hebras doradas y brillantes. - Bueno Angelo... Considero que usted ha estado acosándome de esta manera porque...- Su mirada hecha de hielo filoso y letal se posó de manera definitiva en esos ojos miel. - Usted está ardido de desearme y no poder tenerme; pero ¿Qué le puedo decir? No soy yo el que siente una frustración sexual hacia un caballero.

Todas las personas presentes se quedaron heladas con la respuesta de Soren. Algunas sirvientas se taparon la boca evitando soltar alguna risa burlona y Adalia solamente sonrió con satisfacción.
Marck no decía nada, realmente detestaba que Soren y Angelo estuviesen peleando como viles perros y gatos callejeros.

Pero una gran furia se alebrestó dentro de Angelo, levantando llamaradas de fuego dentro de sus ojos penetrantes y eso solamente lo sintió Soren, sin embargo este estando en la misma situación de furia no se sintió intimidado en absoluto, muy por el contrario era una competición.

Sin embargo, cuando el silencio comenzaba a reinar, Marck se colocó entre ambos, impidiendo que se miraran mutuamente. - ¡Basta ustedes dos! Siempre peleando como perros, ambos pídanse disculpas; no estoy dispuesto a soportar esto en mi propiedad.-

Y con ello Marck, se aproximó hacia Angelo tomándole de el saco y obligándole a levantarse del sofá, y aunque era unos cuantos centímetros más alto, esto no impidió que Marck se lo pudiese llevar casi arrastrando.

- ¡¿Ves lo que causan tus jodidos comentarios fuera del lugar?! Lo menos que quiero en este momento son problemas con Soren ¿¡Me entendiste Angelo!?- Exclamó Marck una vez que ambos se encontraban solos en un fragmento alejado del jardín trasero.
Angelo, resoplando con los poros de su nariz se sacudió el cabello soberbiamente. - Ni siquiera sabes lo que intento, mocoso.- Comentó realmente molesto.
Marck, enfadado pero con una inteligencia emocional bastante alta, solamente cruzó los brazos mientras le miraba expectante; esperando obviamente que le explicase sus planes. - ¿Entonces?-

- Realmente eres un estúpido, no te diré nada a ti, tienes mucho que aprender de las emociones humanas.
- Lo dice la persona por la que su corazón solo late por cosas materiales y el placer hedonista.

Angelo, se acercó peligrosamente hacia Marck, presionando su dedo índice en contra del pecho del pelirrojo. - Solamente una cosa Marck, y esto te lo advierto yo... Dile a tu mocoso que tienes por "marido" que se cuide las espaldas.- Exclamó el pelinegro, con esos ojos más potentes que lancetas encendidas en fuego.

Marck, quien realmente se desconcertó con ello tomó la manga de la ropa de Angelo antes de que este se fuese. - Mas te vale no hacerle nada...-
Angelo, quien al parecer se había serenado bastante, tanto que era realmente sospechoso, pero Marck tenía una confianza ciega en su mejor amigo. - Odio pelear contigo Marck, eres mi mejor amigo... Pídele disculpas al niño de mi parte y que te parece si montamos un poco a caballo antes de que tus sirvientas inicien su evento... ¿cómo en los viejos tiempos?-

Marck, quien arqueó la ceja un tanto desconcertado por la radical respuesta de su amigo, no se le ocurrió más que entrecerrar los ojos aún molesto. - ¿Porqué tan nostálgico?-
- ¿No podemos recrear los viejos tiempos de nuestra adolescencia? Antes de que te convirtieras en lo que es tu padre... Antes de que yo me fuera a girar por el mundo.

Marck aflojó el ceño sonriendo un poco. - Bueno, está bien... Yo iré por los caballos y tú toma todos los instrumentos necesarios, nos veremos en el establo.
- De acuerdo.
- Pero en serio... ¿Porqué tan nostálgico?

Angelo solamente sonrió encogiendo los hombros y dándose la vuelta para ir a buscar lo necesario.

(...)

Soren se encontraba sentado en su balcón, observando como todas las sirvientas, muchas de edades menores a la de este; organizando los juegos en el patio, era una planicie un tanto inclinada con el pasto finamente cortado hasta que desaparecía por el horizonte vespertino que era reflejado por el lago lejano. Se notaba que de divertían.

Soren estaba un tanto afligido, en la pequeña Tara se presentó un gran resfriado, por lo que le fue imposible presentarse ese día.
Norman, el esposo de Adalia envió una carta prometiendo que al día siguiente la jovencita iría con calma al lugar.
De algún modo eso desilusionó a Soren, obligándolo a resoplar por enésima vez sentado en la banca de su gran balcón.

Se puso a pensar, ese balcón era diez veces más grande que el balcón que estaba en su otra casa, y por supuesto también la habitación, la cama y todo.

Sin embargo era un tanto triste que las cosas fueran más grandes y espaciosas, y la razón era porque se tenía previsto que compartiría todo eso con Marck cual marido y mujer. Y tener todo eso para él sólo, le creaba un fuerte hueco de soledad en la garganta.

Resopló una vez más y decidió meterse a la habitación a leer un libro, ¿Qué más podía hacer? No era como si tuviese demasiadas ganas de jugar a correr con un costal en las piernas con las sirvientas, el había sido obligado a crecer rápido y contra el crecimiento y la madurez; no había ninguna cura más que la ignorancia... Y eso era un delito para la mente desarrollada del rubio.

Al sentarse al pie de su cama, escuchó como se abría la puerta de su habitación, pero no hizo mucho caso dado el hecho de que Adalia solía hacer eso todo el tiempo.

Escuchó la puerta cerrarse tras de una silueta, y el ligero "click" del seguro captó la atención de Soren.
- Adalia no es muy correcto que pongas el...- Soren al levantar lentamente la mirada de su libro, se quedó sin palabra alguna, al cruzarse con esos atemorizantes ojos prendidos en rabia de Angelo.

- ¿Crees que es divertido humillarme frente a todos?

Soren, asustado, con toda esa valentía por debajo de los tobillos dejó caer el libro al suelo, retrocediendo en la cama a medida de que Angelo se acercaba a él.

Las sirvientas iniciaron su evento, entre gritos de emoción y los parientes de estas presentes; el patio se había convertido en un auténtico sitio de juegos, diversión y comida.

Carreras y deportes, premios, pláticas, comidas y juegos... Sin duda ese lugar se había convertido en toda una quermés. Marck se sentía un tanto a gusto entre que terminaba de organizar unas cosas más con sus sirvientas. Ni Marck, ni la servidumbre se encontraba dentro de la mansión en ese momento... Lo cual era ahora muy malo para Soren.

La escena sin duda en este momento era terrible, Soren gritaba y berreaba, sacando desde lo más profundo de su garganta, suplicando un poco de ayuda. Se retorcía en su propio lugar, movía lo que podía las piernas y todos sus miembros, aterrado y siendo atacado.

Angelo estaba sobre él, sometiéndolo cual simple ganado, había inmovilizado ambas manos sobre la cabeza del joven, con los brazos extendidos y se había ingeniado a la perfección para quedar entre las piernas del rubio. Las cuales se movían con desespero incapaces de lograr atestar un golpe a Angelo.

A medida de que el rubio gritaba más fuerte, la presión en sus muñecas crecía y Angelo disponía de intentar besar el blanco y fino cuello tenso del chico. - ¡Suéltame! ¡AUXILIO!- Gritaba el rubio sintiendo tortuosamente como los dientes de Angelo se hincaban en su cuello, sacando un fuerte gemido de dolor... Todo se sentía asqueroso.

- ¿Crees que alguien te va a salvar en este momento?- Preguntó el pelinegro susurrando en el oído de Soren para después lamer ese lugar haciendo que Soren cayera en un estremecimiento que se sentía terrible.

Soren se quedó quiero un momento, pero su pecho subía y bajaba en una respiración acelerada del miedo y pequeñas lágrimas que comenzaban a surcarse en sus ojos, con sudor en su cara y la respiración que salía de sus bonitos y pequeños labios.
- ¡Llámalo! ¡Llámalo a ver si viene a rescatarte!- Exclamó Angelo levantando así la playera de Soren, rompiendo algunos botones y descubriendo el discreto y algo ajustado corset que envolvía su torso.
Soren, aterrado, tragó saliva al sentir como su playera se levantaba aún más descubriendo sus rosados pezones. - ¡Marck! ¡MARCK AUXILIO MARCK!- Exclamó con las lágrimas ya saliendo de sus ojos y escurriendo por su cutis. Estaban asaltando su cuerpo.

Angelo bajó la mirada siniestramente hacia aquellos botones de Soren, y sin pensarlo rozándolos precipitadamente con la lengua, trazando con esta figuras extrañas en el pecho del chico. - ¡Por favor! ¡Que alguien me ayude! ¡Marck!-

Angelo, quien no parecía del todo disfrutar pero tampoco odiar lo que hacía, levantó la mirada hacia al joven, succionando uno de los botones de Soren; haciéndolo gemir tortuosamente. - Nada mal para un virgen... Que lástima que Marck ya los había tocado primero.- Mencionó Angelo para volver a succionar ese lugar.

Soren estaba aterrado y asqueado, sentía un disgusto terrible; sentía que su cuerpo estaba siendo usurpado de la manera más vil y lo peor es que no tenía fuerzas ya para seguir peleando. Sus muñecas dolían por la presión de estas y sentía que su cuerpo se ensuciaba lentamente; siendo corroído por la peor sensación que jamás haya tenido antes.

- ¿Sabes qué lugar no ha tocado tu precioso esposo?- Preguntó Angelo con esa perversión invadiendo todos sus sentidos, mientras bajaba la mano de tajo, metiéndola debajo tanto de los pantalones, como la ropa interior del joven. Tocando un terreno que ni el mismo Soren había tocado antes.

Soren dio un fuerte respingo y al sentir el repugnante tacto de Angelo tocando aquella intimidad enteramente virgen, y las lágrimas surcaron aún más su cara arruinándola con ese rostro lloroso y aterrado. Se retorció de nuevo, implorando toda la ayuda posible y moviendo sus piernas con fuerza; tanto que terminó con la paciencia de Angelo, obligándolo a sacar la mano de los pantalones de Soren y tomar su pierna derecha, azotándola con fuerza contra la cama obligando al joven a abrirlas aún más.
- Veamos quien se tarda más, si yo en tomar bajo mi control cada parte de ti y arrebatarte esa preciada inocencia de ti o Marck en percatarse de que algo no anda bien.- Comentó Angelo volviendo a meter su mano debajo de la ropa inferior de Soren, presionando entre sus dedos el miembro viril del chico.
Surcándole en la voz un gemido de desesperación y de nuevo aquellos fuertes gritos que salían de su ya enardecida garganta.

Marck sintió una ligera punzada de dolor en el pecho, percatándose así de que no había visto a Angelo después de haber organizado un poco el evento.
Sabiendo que algo no andaba para nada bien, corrió por el patio hasta buscar a una de las sirvientas que más mantenía su mirada en Angelo casi siempre que visitaba a Marck.

- Trisha... - Exclamó Marck respirando fuertemente por haber corrido se recargó en sus rodillas.
La jovencilla desvió la mirada hacia Marck. - ¿Si?-
- Trisha dime donde está Angelo.

La pequeña pensó un poco, algo asustada por el estado evidente desesperación que se hacía presente en Marck. - Lo vi meterse a la mansión...- Mencionó la chica un tanto confundida.

Marck se irguió hasta observar a vista lejana el balcón de la habitación de Soren, sin verlo sentado en aquella banca. - No puede ser... ¡Soren!- Exclamó Marck mientras corría lo más que podía hacia aquella mansión.

Soren, quien no dejaba de llorar se había quedado al fin quieto aún con las muñecas aprisionadas y la garganta ardiendo de tanto gritar.
Sus ojos opacos estaban cristalizados e hinchados por las lágrimas, mientras sentía con un desagrado repugnante como Angelo movía su mano sobre su intimidad; sin parar de hipar y llorar.

- Buen chico... Al fin te has quedado quieto... Ahora yo soy el que manda mi pequeño.- Dijo Angelo mofándose y bajando por completo sus pantalones, dejando la mayoría de su piel blanca, incluyendo su miembro a la vista.

La cara de Soren se surcó en lágrimas peores que las pasadas y un sonrojo de vergüenza consigo mismo.
- No te preocupes, no dolerá tanto como dicen si te sigues quedando quieto...- Susurró Angelo, bajando sus dedos hacia aquella entrada pura y virginal, que hizo que Soren se estremeciera en terror.
- ¡No!- Exclamó asustado...

Se escuchó un ruido sordo y potente venir de la entrada de la habitación... La puerta había sido casi derribada de una patada y en la entrada se encontraba un Marck enteramente furioso.

HOLA MIS NABOS BLANCOS! Si quieren matarme háganlo rápido y sin dolor :D

Ya va, lo lamento, soy mala persona... Pero es que todos amamos el suspenso no???

Ya ya en serio lo siento, en mi país son 2:30 am y me muero de sueño, lo siento chicos.
Pero hey! La imagen del capi es más o menos como quedó el corte de Soren (ya sé que no ayudo en nada) en fin... Me iré a dormir~!! Los quiero a todos mis nabitos blancos. Y otra cosa, me costó muchísimo escribir este capi.

Continue Reading

You'll Also Like

204K 18.5K 41
freen- becbec sabes algo, No importa que pase el día de mañana, yo siempre estaré a tu lado becky- porqué siento que tus palabras suenan como una de...
3.4M 194K 58
LIBRO 1. SAGA «COX» Dani es la típica chica que nunca puede decir que no. Ryan es el goodboy que tiene un interés amoroso bastante fuerte hacia la c...
532K 88.7K 71
Kylian Craig tiene claras dos cosas: enamorarse debilita y todo se puede negociar, así que cuando se da cuenta de que una de sus más grandes inversio...
51.9K 4K 16
Hazel, una chica que es famosa en la escuela por agarrar a patadas a todos y ser muy extrovertida y Noah, la chica mas popular de toda la escuela, a...