Ha pasado dos semanas desde lo ocurrido con Pablo y pedro, donde el pequeño le ha estado ignorando por días, no le responde los mensajes, tampoco le hace caso cuando le llama, o aunque sea le mira, es como si Pedro nunca hubiese existido en su vida, algo que le duele el canario, siempre ha sido Pablo y Pedro, y que ahora estén distanciados es lo más extraño para él, siente que le hace falta una mitad suya, para sentirse completo.
Intenta acercarse pero Pablo le ignora o se aleja antes que se le acerca aunque sea unos centímetros de distancia, dejandole con las palabras en la boca.
Para Pablo tampoco es fácil lidiar con esta situación, es complicado sobre todo, cuando ha crecido con Pedro, teniendo siempre su compañía, la cual siempre había disfrutado pero cuando eran críos, porque en la edad de pavo fue un martirio para él, Pedri cambió mucho, tan radicalmente que le dolió, pues al ser críos él era una dulzura, le cuidaba e incluso le daba cariño con besitos en la frente pero todo eso acabo al cumplir los catorce años...
Quizás fue porque empezó a ver el mundo de diferente manera o quizás porque tuvo alguna mala influencia que él no haya conocido.
Pero no lo cree, su personalidad quizás siempre fue así pero no se había dado cuenta de ello hasta esa edad o sabía ocultarlo.
—Iré por más yogur —Comentó Ansu, levantándose con la bandeja en mano, Sara asintio sin poder responderle, porque tiene la boca con un poquito de comida, y no le agrada hablar cuando come, porque para ella es como arriesgar su vida.
Tiene presente que si, esta comiendo y habla puede ahogarse, siendo su final, y tiene mucho planes para seguir viva, uno de ellos es seguir apoyando a Pablo así mismo defenderlo de la víbora de Lucía, mote que le coloco porque se parece.
—Pablo —Llamó Sara, dejando a un lado el zumo que cogio de la cafetería, Gavi le miro masticando despacio la manzana, asi no hacer ruido —¿Que paso entre tú y Pedri ese día en la fiesta? —Pablo le miro confundido —Venga, dime que paso, ese día te fuiste sin decir nada, algo debió pasar entre vosotros —
—Si, paso algo —Sara miro a los alrededores para asegurarse que nadie le esté mirando, volvió su mirada a Pablo.
—No hay ningún cotillo, dime, ¿que paso? —Acerco más si silla, pegándose más a él, Pablo sonrió divertido por el estuciasmo que tiene Sara por saber.
—Pasaron muchas cosas, me reclamo del porqué no le hable durante todo el día, tuvimos una pequeña pelea por ello, después Lucía se unió a la conversación y joder le invento una estupidez —
—¿Que le dijo? —Siguió comiendo su fresas mientras le mira atenta, escuchando con claridad cada palabra
—Que le derrame agua con intención de hacerle sentir mal —Respondió, Sara apretó la mandíbula, Lucía sigue siendo la misma.
—¿Le creyó? —Asintió —Que capullo — Dijo enfurecida —Yo de ti, nunca más le hablo, ni le miro —
—Aún queda más —
—Decidme —Pidió metiéndose otra fresa en la boca, Pablo suspiro apretando la manzana entre su mano.
—por favor no grites cuando te lo diga —Pidió a lo que sara enseguida asintió —Por favor sara —
—Vale, lo prometo, no gritaré no importa lo que me digáis, no lo haré — Pablo no tan convencido asintió
—M-me be- beso —Dijo sin más.
—¡TE BESÓ! —Grito, levantándose de su asiento, mirando a Gavi asombrada, con los ojos abiertos en par en par.
Pablo le fulmino con la mirada por el repentino grito, mismo grito que hizo que la atención de todos de la cafetería le miren, sara miro a cada uno con una sonrisa forzada
—Por favor no seáis cotillo — Enseguida todos volvieron hacer lo que estaban haciendo antes del grito de Sara, quien volvió a sentarse —Perdón se me ha escapado, es que es muy fuerte —Explicó arreglando unos mechones de pelo que se le habían venido hacia su frente por el dramático movimiento.
Termino de acomodarlo, cogiendo el vaso de su novio de zumo de fresa, así refrescar su garganta.
—Ya, como te decía, me beso, y lo peor de todo es que... me quito mi primer beso —Sara empezó a toser, no debió beber si estaba hablando con Pablo.
El cual empezó a darle con cuidado pequeñas palmadas en su espalda, ayudándola para que se tranquilicé
—Gracias —Cogio la servilleta limpiándose la comisura de su labios —¿Te gusto? —Pablo tímidamente asintió, con su mirada en la comida.
—S-si... pero eso esta mal, él tiene novia y tampoco tengo explicación del porqué lo hizo, estos días me he estado comiendo la cabeza con eso —
—Pedro es un capullo, quizás tenga algún arreglo pero... no, lo importante es lo que tú sientes, ¿que sientes? —
—No se muchas emociones, pero tengo miedo, miedo de hacerme ilusión, quizás solo me beso para probar algo nuevo y... me uso —
—¿Haz hablado con él? —
—No, lo evito porque no quiero seguir con una amistad donde él duda de mí, le cree más a Lucía que a mí, me conoce hace años y aún así... me culpo de algo falso —
—Ped...
Se callo al instante que su novio, volvió, Ansu aún no sabe nada y es mejor que no lo haga, conociendole es capaz de ir a meterle bronca a Pedro sin importar en donde esté, y lo que menos quieren los dos es que Fati se meta en problemas por Pedro.
—¿Alguien quiere plátano? —Pregunto Sara, alzando este, intentando persuadir la mirada interrogatoria de su novio —¿Alguien? —Pregunto angustiada, se le ha olvidado que es alérgica y lo recibió, no lo puedo tirar porque la rectora le regañara.
—Yo —Le respondió Ansu, recibiendo el plátano, comiéndose este, aunque no le gusta esa fruta — Pablo, ¿sucede algo entre tú y pedro ? —Pregunto al fin, logro escuchar a su novia casi pronunciar su nombre y le intrigó más al ver como los dos fingían que estaban hablando de otro tema.
Pablo trago duro, lastimandose con el pedazo de manzana que estaba comiendo.
Negó repetidas veces con la cabeza.
—Pablo, le invite a tu fiesta de cumpleaños, y note la tensión de los dos y eso que estaba un poco... ya sabes, dime la verdad Pablo —Pidió mirándole a los ojos, Gavi enseguida bajo la mirada, cada vez que Ansu hace eso, es para analizarlo e intimidarle porque no puede mentirle.
—tengo mucho curro por hacer me...
—No —Nuevamente se sentó —Pablo somos amigos y te conozco muy bien, dime que paso entre tú y Pedro, les noto distanciados y no digáis que no, porque se nota que lo están —Pablo suspiro mirándo de reojo a Sara pidiendo ayuda con la mirada, ella capto enseguida.
—Amor se me ha antojado una manzana...
—Luego iré por ella, perdón cariño, pero se me es importante saber que es lo que esta pasando entre Pedro y Pablo —Ella asintió, no se ofendió, porque conoce a su novio, y entiende que este preocupado por Pablo.
—Vale —Le respondió, cogiendo más fresas para comerlas, Pablo suspiro nervioso mirando de reojo a todos lados, buscando alguna manera de pirarse
—¿Te hizo algo Pedro? —Preguntó, inclinándose más hacia adelante intentando mirarle más de cerca, Pablo trago saliva duro, Ansu escucho.
Confirmando su sospechas.
—¿Que te hizo ese capullo? —Pregunto esta vez enfadado, Pablo negó con la cabeza.
—Nada, Ansu, créeme que no paso nada, tampoco me hizo nada es solamente que ya tiene novia, y por supuesto su tiempo no es como antes, tiene que darle prioridad a ella y...
—Yo también tengo novia, sin embargo no me aleje de ti, incluso pasamos tiempo los tres en unas ocasiones —Interrumpió —Así que no mintáis, paso algo entre vosotros y algo que no queréis decirme, Pablo...
—Pablo, ¿Podemos hablar? —Primera vez agradece Gavi, que Pedro aparezca de nuevo, fingiendo una sonrisa se dio la vuelta, encontrándose con su mirada de suplica del canario.
—Hola, Pedro, quizás luego, estoy merendando —Respondió intentando escucharse lo más natural posible, como si nada entre ellos hubiese pasado, y siguen siendo los mejores amigos.
Ansu les miro con una ceja alzada, con su brazos apoyados sobre la mesa, analizando cada gesto o mirada de los dos.
—Por favor —Pidió, pero Pablo negó, no quiere ir hablar con él después de tanto esfuerzo que ha hecho para mantenerse alejado de él, teniendo éxito, así que no piensa ir ahora.
—No, estoy comiendo, luego hablamos —Respondió, Pedro negó, sabe que eso no pasará, que Pablo no cumplirá su palabra.
Le toco el hombro y Pablo enseguida hizo su brazo atrás alejando el tacto del canario en él, sin importarle que Ansu, les esté mirando.
Sara se mordió los labios al verle la mirada ofendida de Pedro pero a la vez algo triste por la reacción de Pablo, quien enseguida reaccionó.
—Perdón, pensé que era algo más — Contestó, incomodandose con Pedro, quien suspiro rindiendose.
—Vale, hablamos luego —Se dio la vuelta yéndose de allí, Pablo suspiro aliviado que lo haya hecho, aunque ahora Ansu estará de interrogatorio.
—Hola adal —Saludo Sara, cuando este se sentó a lado de Pablo.
—Hola —Le regreso el saludo con una sonrisa, pero clavo su mirada en Pablo —Podéis ir al dormitorio en cinco minutos —
—¿Ahora? —Pregunto a lo que él asintió con la cabeza.
—Si, en realidad en cinco minutos, necesito que veas algo —Respondió alegre, Pablo sonrió tímido, haciéndole ver tierno.
—Vale —Ansu no tuvo más opción en no seguir preguntando más sobre el tema, luego verá como hablar con Pablo.
Sin ser interrumpidos.
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Después de comer y recoger su bandeja, se despidió de sara y Ansu, los cuales se quedaron comiendo todavía, así que decidió dejarles a solas, así mismo para ir al dormitorio como se lo pido Adal, en estos días ha estado quedando con él, estudia juntos, se ayudan mutuamente cuando lo necesitan y sobre todo Adal ha sido el principal en que; él haya podido evitar durante todos estos días a Pedri.
Además al pasar tiempo juntos le ha conocido mejor, y poco a poco se ha dado cuenta de la buena persona que es; es un chaval muy inteligente, protector, cuidadoso, lindo, muy mono también, lo trata bien, no le insulta y cuando tienen que trabajar juntos, lo hacen en equipo, no le deja solo con toda la investigación, como solía hacerlo... Pedro, Adal es totalmente lo opuesto a él, lo que le hace sentir bien.
Quizás... Le gusta.
—Pablo —Llamó, una voz de chica desconocida le detuvo, se la dio la vuelta para verle, confirmando que no la conoce
—Hola, ¿que hay? —
—No es algo tan importante, solamente quería pedirte un pequeño favor —Dijo juntando su dos dedos, disimulando así el tamaño del favor, que quiere.
—Vale, que es —Acepto, ya la reconoció, es una compañera de clase es alguien muy amable incluso le ha ayudado en algunas cosas que no ha entendido.
—¿Conocéis a Adal? —
—Si, es mi compañero de dormitorio, ¿por que? —Ella le extendió una pequeña cajita
—Me ha dicho que se te lo entregue, y por favor dile que lo hice —Pablo asintió algo confundido, recibió la cajita tímidamente —Yo me voy le dices por favor —
—Vale, yo le digo —Dijo Pablo dirigiéndose a su dormitorio, ella sonrió en agradecimiento, dándose la vuelta para irse
Gavi abrió la puerta, enseguida algunas esferas en forma de perrito salieron de este, tomando de sorpresa a Pablo, haciéndose hacia atrás, observando como salen del dormitorio dos a la vez, intentando coger uno, consiguiendo su objetivo, logro coger uno en forma de corazón, antes que se fuera más alto, volvió a mirar hacia frente esta vez encontrándose con Adal:
El cual tiene un felpa del tamaño de su torso, el cual tiene escrito en la tripa, las palabras:
¿Me permites, ser tu otra
Mitad de ese corazón
Tan hermoso que tenéis?
Pablo le miro sorprendido, sin poder creer que Adal le esté pidiendo que sea su novio, se quedó mudo, sin poder abrir la boca, es la primera vez que esta viviendo este momento y no sabe como actuar.
—Pablo, se que esto es demasiado precipitado, pero durante estas dos semanas que hemos estado, conociéndonos más y te he cortejeado, me di cuenta de lo mucho que me gustas, y lo maravilloso que sois, así que ya no quise esperar más, para proponerte esto, ¿aceptas?, pero antes que me digáis tu respuesta —
Salió del dormitorio, y algunos que pasaban por allí en el pasillo se detuvieron, para poder ver la hermosa escena que están creando Adal y Pablo.
—Quiero que entiendas que no tenéis obligación a corresponder mis sentimientos, si tú no estáis seguro o no sientes lo mismo, tenéis todo el derecho en rechazarse y si queréis tiempo para pensar también, lo tenéis, ¿vale? —Explicó haciendo sonreír aún más a Pablo, Adal es demasiado lindo con él, lo que le hace sentir más seguro.
—Si quiero ser tu novio Adal —Respondió sincero, mirándole a los ojos, Adal le miro estático procesando las palabras que Pablo le ha dicho —Adal —Llamó de nuevo dándose cuenta que no reacciona.
Hasta que unos aplausos y el sonido de algunas personas emocionadas le hicieron reaccionar, conectando de nuevo con Pablo, quien le mira con esa sonrisa tan bonita, se acerco a él entregandole el felpa...
—¡Beso Beso Beso! —Exclamaron los presentes, animando que se den aunque sea un pico, los mofletes de Pablo se ruborizaron al igual que Adal.
—¿Pu-puedo? —Pregunto, cogiendo sus manos, Pablo asintió un poco tímido por las miradas que tienen sobre ellos.
Adal sonrió, soltando una mano, para coger su rostro Pablo tembló ante su tacto, sintiéndose demasiado nervioso a medida que Adal se acerca, cerro los ojos por inercia, hasta que sintió los labios suaves de Adal, pegados a los suyos, sin moverse dándole a entender que lo hara cuando él se sienta listo que lo haga, algo que agradeció Pablo, el cual fue el primero, en mover sus labios lentamente, sin saber que hacer exactamente, solo los mueve de arriba, abajo, así que Adal decidió alejarse no sin antes darle un pico.
Haciendo enternecer a todos los que están mirando.
Junto sus frentes acariciando su moflete.
—Te daré tu primer beso, más especial, pero estando solo tú y yo, sin nadie más —Susurro, Pablo se le escapo una sonrisa.
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