Abrazabas tu cuerpo que temblaba de frío, nunca habías subido a la azotea de tu edificio y no contemplabas lo frío que estaría.
—hola.
Al escuchar esa linda voz, giraste para verlo.
—hola–susurraste nerviosa.
—disculpa si me tarde, estaban asaltando a una pareja.
Sonreíste al escuchar la explicación de Robin.
—salvando el día como siempre eh.
—eso intento.
—yo...bueno, siento que no te agradecí apropiadamente aquella noche.
—no, no tienes que agradecerme nada, de hecho, yo quisiera darte las gracias, por haber mantenido mi identidad en secreto.
—era lo menos que podía hacer Tim, nunca imaginé que el cerebro de mi clase fuera Robin.
—estoy lleno de secretos.
—eso veo.
—___ ¿para que me pediste que viniera realmente?
—bueno, es que...yo...para estudiar, si, eso, quería estudiar contigo.
—no es cierto, inténtalo de nuevo–murmuró acercándose a ti, dejándote contra la barda de la azotea.
—no es por nada Tim, pero intimidas demasiado con tu traje de Robin–apartaste aún más la mirada.
Tim río ligeramente, asintiendo y dando un paso hacia atrás.
—estoy libre el jueves, puedes venir a la mansión, prepararé algo, podemos estudiar un rato, cenar y ver unas películas, ¿quieres?
—si, si quiero.
Ambos se sonrieron.
—bueno, yo...tengo que volver, o mis padres se preguntarán donde estoy.
—claro, baja con cuidado.
—si Tim, nos vemos–reuniendo valor, te acercaste, colocando tus manos en sus hombros plantando un beso en su mejilla–adiós.
—adiós–algo atontado vio cómo bajabas las escaleras de emergencia.
—que lindos–Tim escuchó la voz chillona de Dick.
—¿vieron lo nervioso que se veía?–comentó Jason riendo.
Tim preocupado empezó a escuchar a sus hermanos hacer alboroto y burlas de lo que acababa de pasar con la chica, cosa que no entendía pues estaba seguro de que apagó su comunicador.
Tim volvió a encenderlo.
—¿¡cómo saben?! ¡Lo apagué!
—te seguimos idiota.
Desgraciada bola de odio.
Rojo de la vergüenza comenzó a mirar a su alrededor, hasta que a lo lejos vio a sus tres hermanos en lo alto de una azotea con binoculares.
Cuando vieron que Tim los veía, Jason y Dick se abrazaron fingiendo que se besaban en modo de burla.
Damián se metió un dedo a la boca mientras fingía una arcada.
—son una bola de imbeciles.
Completamente avergonzado corrió lejos del lugar.
Hace mucho no escribía de mi Timmy, si tienen ideas para historias con él, soy toda oídos.