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Cubrías tu boca concentrada, Bruce acababa de hacer su jugada, y esperaba relajado hasta ver qué harías.

—mueve la torre–murmuro Damián.

—no, así atacará a tu reina, mueve al alfil–contradijo Dick.

—no seas idiota, mejor el rey.

—eso nos pondría en jaque, Jason–Tim suspiró.

—suficiente, moveré a la reina.

—¡No!–gritaron los cuatro al mismo tiempo.

Damián y Tim estaban sentados en los brazos del sillón en el que estabas sentada, Jason y Dick recargados en el respaldo.

Maldecías a Bruce Wayne, propuso jugar un rato ajedrez, y conforme perdías las jugadas, los chicos se unían a ayudarte, pero el ingenio y habilidad de Bruce, les impedía llegar a la victoria.

—ya no quiero jugar–cubriste tu rostro con las manos.

Viendo entre tus dedos la sonrisa socarrona de Bruce.

—está la opción de rendirse.

—jamás anciano–dijo Jason.

—chicos, ya me cansé y...

—silencio madre, estamos por ganarle.

En eso Alfred pasó a un lado suyo, rápidamente lo tomaste del brazo.

—ayudamos Alfred.

—no sé si deba de meterme en esta gran batalla de estrategias señorita.

—por favor Alfred, y yo me encargo del desayuno con los niños por toda la semana.

—trato–Alfred miró hacia el tablero y sonrió–el caballo.

La sonrisa de Bruce se borró, y Tim grito emocionado.

—¿cómo no lo vi?–movió la ficha–jaque mate abuelo.

—¡si!–gritaron todos al uníso.

—solos no lo habrían logrado.

                              [•••]

Alfred se levantaba y decidió ir a la cocina por el desayuno, sin embargo antes de entrar escucho algo así como una guerra ahí dentro.

—¡dame la mermelada Dick!

—¡aún no le pongo a mi pancake Damián!

Seguido de eso unas cuantas ollas cayeron al suelo, o eso creyó por el ruido.

—¡chicos basta!–escuchó a la señora Wayne gritarles.

—¡te acabaste el café Tim!

—¡el café le hace mal a los zombies!

—¡ya verás maldito nerd!

—¡no! ¡No! ¡Jason! ¡Tim!

El sonido de algo cristalino rompiéndose lo hizo cerrar los ojos. A su lado llegó Bruce.

—¿están peleando otra vez?

—como cada mañana amo Bruce.

Guardando silencio, Bruce sonrió y dijo.

—vamos a desayunar.

—solo si usted invita amo.

—debería hacerte pagar la cuenta, después de todo, echaste de cabeza mi estrategia de ajedrez–dijo mientras daba la vuelta para salir.

—usted hace esa estrategia desde los 10, y no quería lidiar con ese alboroto–señaló la cocina–al menos un día.

—¡ya basta chicos! ¡Se comportan como animales!

Bruce río negando con la cabeza.

—salgamos de aquí antes de que noten que nos fuimos.

One Shots Batfamily Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora