One Shots Batfamily Vol.2

💚Mafioso

Resulta que conociste aquel hombre dando un paseo en el parque, él te encontró interesante, por lo que empezó a frecuentarte, él con sus encantos y atenciones te atrapó.

Te enamoraste, pero lo bueno no dura toda la vida. Los bandos enemigos a él, se enteraron de tu existencia y de que eras la debilidad de Wayne, las amenazas no tardaron en llegar.

Con valor y con ganas de la verdad enfrentaste a Damián, fue así como te dijo que era mafioso. Claro, apenas y te enteraste de eso, te alejaste, intentaste desaparecer de la faz de la Tierra.

Pero fue un intento en vano, una noche los hombres de Damián irrumpieron en tu departamento, y a la fuerza te llevaron con Wayne. El hombre que te retenía te cargaba rodeando tu cuerpo con ambos brazos mientras tú pataletas y te removias con brusquedad.

Damián tiro el cigarro que tenia en la boca en cuanto te vio atravezar las puertas de la mansión. Sabia que tenias asma, así siempre que estaba contigo dejaba de fumar para que el humo no te dañara.

—mi amor, por fin estas en casa.

—¡diles que me suelten!

—con gusto, pero primero hay que establecer unas cuantas reglas.

—¡no estoy jugando Damián! ¡dejame ir!

Rápidamente él ya estaba frente a ti, y ni porque estabas siendo cargada por alguien podías igualar su estatura, él te tomo de la mandíbula con fuerza para que le pusieras atención.

—jamás hermosa, jamás te dejare ir, porque eres mía, y no tienes nada que temer, nadie te hará daño bajo mi protección.

—¡no le tengo miedo a nadie! Eres malo Damián, eres un asesino y...¡eres un maldito mafioso buscado en seis países! ¡y tú quieres que me haga de la vista gorda!

—ya te acostumbraras, por el momento reposa para que pueda verte más tarde, que estos meses sin ti han sido una tortura.

Se alejó dispuesto a irse no sin dar las últimas órdenes.

—llévenla a mi habitación, si se altera, tienen mi permiso para esposarla, pero que nadie le haga daño, o será hombre muerto.

[•••]

—señor, la señorita ya está su cuarto.

—iré en un minuto, ¿saben si ha comido algo?

—no señor, creo que sólo tuvo el desayuno.

—bien, preparen algo de comer, que no tenga almendras, es alérgica, y nada de embutidos o huevo, no le gustan.

—claro señor.

Damián le dio las últimas caladas al cigarro, tiró la colilla y la aplastó.

Camino relajado hacia su cuarto, abrió las puertas, y sonrió al verte atada a su cama tirando de las esposas.

—te lastimaras si sigues haciendo eso.

—púdrete.

—si que estás furiosa.

—¡claro que lo estoy! ¡Me secuestras, hicieron un desastre en mi departamento, me amarras como perro y para colmo tus guardias me...!

—¿mis guardias qué?–su tono de voz pasó de ser juguetón a uno muy intimidante.

—nada.

—¿mis guardias qué? ____

—uno...uno de ellos me soltó una bofetada.

Damián camino hacia ti, notando la decoloración en una de tus mejillas, tomó tu rostro para mirar de cerca.

Te retorciste para que te soltara.