One Shots Batfamily Vol.2

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El pánico los absorbía a Jason y a ti, caminando en círculos en la sala de la mansión con Dick, Tim y Damián observándolos.

—por Dios Jason, Bruce nos va a matar.

—no tiene que enterarse.

—¿¡como no se va a enterar!? El Batimovil está todo estrellado.

—les dije que no fueran a hacer derrapes con el Batimovil en las montañas.

—¡cierra la boca Dick!–ambos le gritaron.

—¿por qué no lo llevan con Fox?–sugirió Tim.

—tardará semanas en arreglarlo–murmuró Jason.

—¿pues que le hicieron?

—es que...

—¿¡quien fue?!—el inconfundible grito de Bruce subiendo de la Baticueva hizo que Jason y tú se pusieran blancos como papel.

—los descubrió–dijo el pequeño demonio sentado en el sillón.

El claro pánico en nuestras miradas nos hizo delatarnos cuando Bruce nos vio.

—ustedes dos–nos señaló acercándose.

—¡corre! ¡Corre!–grito Jason empujándome.

Tratamos de huir escaleras arriba, y solo vi de reojo cuando Bruce atrapó a Jason.

—¡ayuda, Alfred!–grite desesperada.

Lo último que escuché de Jason fue:

—¡sálvate tú!

[•••]

—en los hombros.

—si Bruce–murmure.

Sin mentir, llevo una hora masajeando los dolores y achaques de anciano a Bruce.

—cuidado con las cicatrices y moretones. Usa más crema, ya no resbalan tan bien tus manos.

—si Bruce–lo mire con odio mientras echaba más crema en mi mano.

—Jason, aún no limpias los estantes.

—es eso estoy–le gruño enojado–¿era necesario haberme usar un mandil y esta maldita cosa en la cabeza?

—es para que no te ensucies hijo.

—is piri qui ni ti insiciis hiji–lo escuche decir mientras se daba la vuelta para ir a los estantes.

Debo admitir que se veía gracioso. Una ligera risa se me escapó.

—tú sigue con lo tuyo, después siguen mis piernas.

Lloriqueando mire al techo, no volvería a tomar las cosas de la Baticueva en mi vida.