-Sigo sin entender por qué tengo que estar presente. - Bufé siguiendo a mi madre por el gran comedor mientras ella ponía los cubiertos en la mesa.
-Dylan. - Colocó el último cubierto para luego mirarme. - Invité a Geo a cenar porque es una amiga de la infancia y ha vuelto al pueblo... además tiene una sobrina se tu edad que vive con ella.
-Pero mamá... - Me quejé.
-Cariño. - Me tomó por las mejillas haciendo que mirará sus brillantes ojos azules. - Hoy, hace unos años Emily desapareció.¿Quieres pasar está noche alcoholizado y acostándote con cualquier chica que se te cruce?
Me sorprendí al caer en cuenta que me había olvidado la fecha que era hoy. Entre los chistes de el equipo de lacrosse y la sexy amiga de Mia que llego en mitad de semana, lograron despejarme de los pensamientos de esta madrugada. Recordé lo poco que había dormido y mis pesadillas nocturnas, en mi cuerpo cayó repentinamente un balde lleno de cansancio y empecé a sentir decaído.
-¿Quieres que te sea sincero? - Elevé una ceja. Mi voz sonó sin ánimo.
Puso los ojos en blanco y negó lentamente.
-Igual te quedaras. Estas castigado. - Sentenció.
Salí del comedor para dirigirme a las escaleras tratando de contener mi frustración. Parecía un maldito crío malcriado, pero en estos momentos me importaba en lo mas mínimo.
-Ah... Y Dylan. - Escuche como sus caros tacones hacían ruido en los azulejos.
La miré sobre mi hombro sabiendo que se encontraría en el pasillo observándome.
-No se te ocurra escaparte por la ventana. Le dije a Harold que vigilara afuera.
Mierda. Maldito sea el servicio.
Asentí con la cabeza derrotado y subí las escaleras pesadamente cerrando, apropósito, la puerta de mi cuarto fuertemente al entrar en ella. La misma logro hacer eco por toda la casa y me sentí un poco satisfecho al imaginar a mi madre renegando.
Me tiré a la cama boca arriba para luego sacar mi celular de mis pantalones, entrando a la aplicación de música poniendo reproducción aleatoria. The House Of Wolves de Bring Me The Horizon empezó a sonar de el.
Cerré mis ojos poniendo un brazo sobre ellos. Solté un suspiro mientras el sueño lograba vencerme. Mis ojos se fueron cerrando lentamente y mi cuerpo se tranquilizo haciendo que cayera profundamente dormido rodeado por la oscuridad de mi cuarto.
Y pasó.
Emily y yo persiguiéndonos por el bosque. Yo perdiéndola de vista. Sus gritos. El prado. Lobos.
-¡Dylan baja de una vez, ya llegaron los invitados! - Susurra mi madre golpeando la puerta de mi habitación.
Me levanté exaltado respirando fuertemente y sudado.
-Ya...Ya voy. - Tartamudeé respondiendole mientras me frotaba el dorso de la mano contra los ojos.
- Apúrate. Y ponte una camisa - La escuche sisear.
Puse mis ojos en blanco y gruñendo me levante de la cama.
Tome mi celular apagando la música la cual se escuchaba ahora The Divine Zero.
Fui pesadamente hasta mi armario para sacar una una camisa negra limpia y ponérmela. Me dirigí hacia el baño que estaba conectado a mi cuarto y me eche agua en la cara para después verme al espejo. No me sorprendí al encontrarme con mis usuales ojeras, las cuales resaltaban un poco en mi piel. Después de secarme la cara salí de mi habitación para bajar las escaleras lentamente. Pero, cuando ya estaba por llegar al último escalón mi mirada se dirigió directamente a la chica frente a mi logrando que mi boca se abriera sorprendida por segunda vez en la semana .
A unos pasos, en MI casa, se encontraba Phoenix la amiga de Mia. Llevaba puesto un vestido negro suelto en su cintura y era corto dejando ver sus largas piernas. Estaba asintiendo con una agradable sonrisa a algo que mi madre le estaba diciendo.
Creo que estoy soñando, y es el primer sueño lindo que tengo en meses.
Al parecer sintió que alguien la observaba, porque aparto su atención de mi madre para mirar en mi dirección, en otra situación me habría reído de su expresión de sorpresa pero yo estaba igual que ella. Y la pequeña sonrisa nerviosa que me dio, me hizo darme cuenta que no me encontraba soñando.