Capítulo 33

2.3K 218 1
                                    

- ¿Sabes? Creo que esta es el principio de una larga lista que busca matarte Dylan. - Jude lo miró con expresión divertida. - Más luego de matar a un lobo. Solemos ser un "poco" vengativos.

- Para ser un niño de quince años, no eres de mucha ayuda. - Respondí irritado.

Me encontraba sentado en el brazo del sofá. La tensión y adrenalina era incapaz de dejar mi cuerpo, me sentía preparado para salir corriendo si eso debía hacer.

- Jude, callate. - Phoenix emergió del pasillo seguida por Callie y Zane.

Apenas entendí lo que había sucedido anteriormente, corrí  a mi habitación y llamé a Phoenix. No tardó mucho en llegar con su compañía. Cuando vieron al lobo muerto en la entrada de la casa, Phoenix impuso autoridad yendo con Zane a verificar si no había alguna otra amenaza por los terrenos de los Harris. Callie al asegurarse que Houston estaba bien, fue tras ellos.

Houst se encontraba sentado en uno de los escalones de la escalera. Tenía una especie de shock emocional del que no podía apartar su mirada de la gran mancha de sangre en los azulejos.  Estaba preocupado por él, pero no confiaba lo suficiente en mi mismo para asegurarme que no se caería al caminar. Ya había perdido controlar las pequeñas sacudidas nerviosas que mi cuerpo daba, pero no me fiaba de nada.

- Dylan ¿estas bien? - Phoenix se dirigió a mí por primera vez desde que llego.

Asentí con la cabeza. No podía quitar mi mirada de Houston. Sea lo que haya significado ese ataque en la casa, claramente tenía el objetivo de herirme. Si le hubiera sucedido algo a Houston, no me lo perdonaría nunca. Toda mi vida me acostumbré al dolor físico, pero el sentimental era uno que no podía superar.

Caí en cuenta entonces que era un peligro. El estar cerca de mi e incluso ser amigo mío. Phoenix me había contado que en el mundo hay mucha gente que esta enojado con nosotros dos. Pero saco el hecho de que hubiera tal odio que buscaran matarnos. La desesperación me abordó, un deseo intenso de que me dejaran solo. Mi consciente ya me esta torturando a mi mismo. Porque si algo llegaba a pasarle a las personas que amo, seria todo por mi culpa.

- Houston. - Me incorporé decidido. - Vete a tu casa. - Sentencie en tono duro.

Mi mejor amigo apartó su mirada de la mancha en el azulejo. Primero fue la sorpresa reflejada en su cara para luego ser remplazada con uno de enojo.

- Acabo de a un maldito animal furioso intentaba atacarte, como lo atravesaste con un atizador ¿y me dices que me vaya a casa? - Se paró y se dirigió  hacía mi. - Además, ¡vi que brillaba como una maldita antorcha! Al menos merezco que me cuentes lo que pasa aquí.

Caminé hacia él con aspecto importante. Eran muy pocas las veces que discutíamos con Houston. Cuando alguna de ellas era realmente fuerte, no pasaban ni dos minutos antes que alguno se disculpara. Pero esta vez, no daría mi brazo torcer y él tampoco.

- Solo vete. - Gruñí entre dientes.

- Lo peor es que crees que te haré caso. No soy tu perra, Harris. - Golpeó mi pecho con su dedo.

La impotencia tomo control de mi y sin pensarlo, lo tomé por los hombros y lo empuje contra la pared mas cercana.

- ¡Te matarán, idiota! - Mi voz sonó fuerte. - ¡Todo será por mi culpa!

Volví a empujarlo fuertemente.

- Crees que podrás afrontarlo ¡pero no! ¡No sabes nada! ¡Ni yo mismo lo comprendo y ni por qué demonios esto me está pasando a mi! - La frialdad se hizo mas tajante. - ¡Estoy maldito! ¿Lo captas?

- ¿Cómo quieres que lo entienda si no me cuentas nada? - Habló relajado, pero conociéndolo se estaba conteniendo. - No se nada de tu jodida vida desde que me mostraste las marcas de tu espalda.

Una respiración fuerte se escuchó detrás de mi.

- Dylan ¿de que habla? - Unos dedos se apoyaron en mi hombro.

Observé sobre él para encontrarme con los ojos azules de Phoenix. Su mirada era preocupada.

- Nada. - Le dí una mirada gélida a Houston. Era una advertencia silenciosa.

Pero al parecer, quería desafiarme.

- Levanta su camiseta y míralo por ti misma. - Elevó una ceja.

Mi puño se estrello contra su mejilla antes de que me diera cuenta.

- ¡Houston! - Callie se acercó alarmada hacia él, quien cayó al suelo por el impacto.

Ignorando el agarre de Phoe en mi brazo, me solté de ella y me dirigí en dirección hacia las escaleras. Pero un par de brazos me detuvieron tomándome por los hombros. Dejándome inmovilizado.

- No es que me sienta atraído hacía ti o algo, amigo. Pero debo hacer esto. - Jude se encontraba parado junto a mi.

Tomó mi camiseta y la partió dejando mi abdomen al descubierto. La persona que me sostenía, quien creo que era Zane, me soltó tirándome contra el suelo. Caí boca abajo, por lo cual Jude se quedo con mi camiseta rota en sus manos.

- ¡No puede ser! - Otro chillido por parte de Callie resonó en la habitación.

Levanté mi cabeza del suelo. Frente a mi se encontraba Phoenix, mirando mi espalda pálida como la nieve. No podía aguantar su gesto acompañado de pequeña decepción, así que me giré. Tanto Zane como Jude tenían expresiones preocupadas. Y Callie, un poco mas alejada, tenia sus manos sobre la boca con ojos llorosos.

- Lo siento. - Me disculpe con Houston.

Ya se encontraba de pie  y movía su mandíbula de un lado a otro intentando ver si se la había roto.

- No te preocupes, hermano. Yo te he provocado. Y mi mejilla esta dispuesta a ti para cuando quieras  - Le guiño un ojo.

Me acosté en el suelo de la sala rendido. Supe entonces, que a pesar que mi mundo se estuviera rompiendo en pedazos, Houston estaría ahí para acompañarme.

The Wolves (WESTERWOOD #1)Where stories live. Discover now