Narra Laura
Esto de las notas me está gustando y la última decía que tenía que ir a la habitación, sin embargo él no entra conmigo. ¿Qué habrá preparado? Me ha animado a entrar sola pero no sé ni dónde buscar ni qué buscar. Miro por todas las superficies de la habitación hasta que mis ojos dan con una rosa roja encima de la cama junto con un sobre. Lo abro y leo la carta detenidamente. Mientras la leo me quedo perpleja y me entra un ataque de amor que haría que salga corriendo de esta habitación y me tirase encima de Marc como un koala. ¡Claro que quiero volar contigo! ¡Siempre! Salgo corriendo hacia la puerta, la abro y veo a Marc con la cabeza agachada hablando con su hermano. En cuanto escucha la puerta abrirse, se gira y me mira con los ojos muy abiertos. Yo, cariñosa de mí, corro hacia sus brazos, le rodeo el cuello y le beso con pasión, a lo que él reacciona de la misma manera. Nos separamos para coger aire pero sin deshacer nuestro abrazo.
Marc: ¿A dónde, pequeña?
Yo: Verona, Italia.
Marc: Suena romántico.
Yo: Mi segunda opción era filología inglesa. El romanticismo lo llevo en la sangre.
Le sonrío tímidamente y nos soltamos del todo.
Marc: ¿Seguimos con la fiesta?
Kar/Aur/Laurita: ¡Hombre, ni dudarlo!
Nos echamos a reír y van andando todos hacia donde estaba la fiesta. Antes de que Marc se fuese, le cogí del brazo y le retuve conmigo.
Yo: Gracias. Ha sido el mejor regalo de la historia.
Marc: Pensaba que te gustaría más el de Alex.
Yo: Y me gusta. Pero me va lo romántico. Soy así.
Acerca su cara a la mía y me besa, sujetándome la cabeza y yo posando mis manos en su cintura, sintiendo su cuerpo bajo mis manos.
Karina: ¿Pero ya queréis segundo asalto? ¿No iréis a recuperar todos estos años que no os habíais conocido, verdad?
Aurora: Calla, deja que la pasión triunfe.
Karina: Qué dramática estas tú, león pomposo.
Aurora: Aguafiestas.
Karina: Se morrean en mi cara. ¿Qué quieres que haga?
Yo: Chicas, tranquilidad. No sé cómo, pero siempre me jodeis los momentos mágicos. Anda, tirar para la fiesta.
Las empujo hacia delante y me giro un poco para guiñarle un ojo a Marc mientras las dos liantas a las que empujo empiezan a sacarse la lengua entre ellas como si fueran niñas pequeñas. Niego con la cabeza y pongo los ojos en blanco. Entramos por la puerta y veo a Lara. ¿Qué estará haciendo aquí? La verdad, no quiero ponerme de mal humor cuando todo hasta ahora ha ido bien.
Aurora: ¡Lara! ¿Qué haces aquí?
Las demás no saben nada de que Lara es la diseñadora de los cascos de Marc ya que no me ha dado tiempo a contárselo, aunque creo que debe de ser ella quien lo haga. Me está mirando con cautela. No te voy a morder.
Lara: Marc me llamó. Espero que no te importe.
Yo: No. No pasa nada. En realidad, me alegro de que hayas venido.
Ella levanta las cejas y veo por el rabillo del ojo que Marc se acerca a mí. Quita, que no la voy a tirar de los pelos.
Yo: No quiero estar a la gresca contigo y más cuando nos vamos a ver habitualmente.
Karina: ¿Habitualmente? Lara, ¿qué has hecho?
Lara: Yo nada. Aquí el amigo que me contrató.
Marc: Venga, ahora la culpa es mía.
Yo: Ajá. ¿Cariño, por qué la contratas?
Lara: Oye, tampoco soy tan mala.
Yo: No. Si quieres te ayudo.
Lara: Eso me vendría bien, gracias.
Marc: Ahora sí que van a ser la ostia.
Nos partimos de risa y yo abrazo a Lara. No quiero estar a malas y encabronada este fin de semana teniendo en cuenta que es el primero que paso con Marc en un circuito, y en general.
Karina: Pero, aclararme algo. ¿Para qué, exactamente, te ha contratado?
Lara: Para diseñar sus cascos. Pero siempre me los cambia. Espero que con las ideas de Laura no lo haga.
Marc: ¿Tu qué quieres? ¿Qué firme mi sentencia de muerte?
Empezamos todos a reír y yo vuelvo a abrazar a Lara. Hacia un año casi que no la veía. Siempre estaba ocupada y muchas veces la pillaba en un país diferente. Esto me extrañaba mucho porque no sabía si trabajaba o no y tampoco es que hablara del tema, pero ahora que sé que trabajaba con Marc ya me cuadran las cosas. Y me quedo mucho más tranquila sabiendo que estaba con él en vez de con cualquier pichafloja chuloputas de esos que, por desgracia, sigue habiendo en este mundo.
Lara: Te he echado de menos, loca.
Yo: Porque has querido. Pero comprendo que no me lo dijeras. No todos los días se es la diseñadora de Marc Márquez.
Lara: Gracias por entenderlo. Por cierto, felicidades. Con todo lo que ha pasado se me olvidó llamarte. Si le hubieras visto el lunes... estaba eufórico.
Alex: Doy fe. Iba por toda la casa "¡Chica nueva, chica nueva!" como si le hubiera dado un ataque de epilepsia.
Nos reímos y miro a Marc que está rojo como un tomate. Me acerco a él y le doy un beso. Después, Lara me su regalo, el cual no esperaba.
Yo: No hacía falta.
Lara: Sí. Es mi disculpa. Lo vi después de verte a ti en Monlau.
Lo abro y veo dos entradas para un concierto... ¡de James Bay! ¡Oh, dios mío! Adoro a ese británico. ¿Quién vendrá conmigo? Es a finales de noviembre, así que Marc ya habrá terminado el mundial. Me giro hacia él y le enseño la entrada y después las separo estilo abanico y subo una ceja.
Marc: Debería ir Lara.
Lara: Vas a ir tú, Márquez.
Marc: Si insistes... ¿Dónde, cuándo, y quién?
Yo: Barcelona, 22 de noviembre y James Bay.
Marc: No sé quién es. Canta algo.
Yo: "Hold back the river let me look in your eyes, hold back the river so I can stop for a minute and see where you hide. Hold back the river, hold back."
Marc: ¡Ah! Ya sé quién es. Me has convencido.
Yo doy palmitas saltando de alegría y abrazo fuerte a Lara.
Yo: Muchas gracias. Me encanta.
Lara: Ya lo sabía yo.
Estuvimos de party hard hasta las doce y porque soy una chica responsable y les dije aquí a la panda que se fuera cada mochuelo a su olivo. Laurita me puso morritos de "un ratito más, porfi" y Aurora, Karina y Lara se abrazaban como dando a entender "¡no nos separes ahora!". Javi se había ido a las once, ya que tenía que coger un avión a Toronto porque había venido a mi apresurada fiesta de cumpleaños sin saber nada y menos mal que estaba en Madrid y pudo cambiar el vuelo para salir desde Barcelona y no desde allí. Marc y Alex, aunque disfrutaban de lo lindo, si no dormían bien este finde sería un desastre para los dos por falta de sueño y yo quiero que mi tate pistolitas y mi amor hormiguita estén al cien por cien para dar toda la guerra posible y más. Cuando Marc y yo llegamos a la habitación, nos pusimos el pijama en silencio y mirándonos mutuamente. Aunque con los pantalones cortos del pijama esté sexy como él solo, preferiría quitárselos en vez de ponérselos. ¡Ya estas delirando, Laura! Pero joder, cuando me mira con los ojos entornados y esa sonrisa pícara de su cara, ardería hasta la Vía Láctea entera de lo que provoca. De hecho, creo que hasta crearía un agujero negro, arrasándome a mí a su paso. Fue caer en la cama y caer rendidos los dos al momento. Era la segunda vez que dormía con él y es todo un lujo dormir con él al lado, oliendo su maravilloso olor a colonia.
¡Por dios, que alguien apague a ese puto demonio chillón! Me tapo con la sábana intentando amortiguar el sonido martilleante del despertador. A Marc parece que le han puesto anestesia y no se entera de nada y eso que lo tiene en el oído, prácticamente. Le empujo y le tiro de la cama, despertándose de golpe.
Yo: Me cago en tu vida, Marc. ¿No tenías un despertador menos potente?
Marc: Joder, Laura. Si me vas a despertar así siempre, me voy al sofá.
Yo: ¡Apaga el reloj! ¿Es que acaso estás sordo?
Marc se incorpora y apaga el reloj. Se tira en el suelo y empieza a reírse a carcajada limpia.
Marc: ¡Ostia terrible! Que me tiren de la cama no es algo que me pase a menudo.
Yo: Vete a la mierda. ¿En serio no lo oías?
Marc: Pues no. Estaba en la nube del quito sueño hasta que me has tirado.
Yo: Pues creo que se han enterado hasta en Australia.
Marc: Exagerada.
Yo: Sordo.
Nos levantamos de la cama y nos vamos preparando para el desayuno con el equipo. ¿Por qué no puedo despertarme como en las películas? ¿Dónde se ha visto que te despiertes y tu amiga, una de las locas, esté en tu cocina haciendo el desayuno cuando se supone que debería estar sola y aparezca tu novio corriendo y gritando que qué hacía una loca, que él no conocía, en mi cocina? En ningún lado. Esas cosas solo me pasan a mí. Vamos los dos vestidos de Repsol Honda y yo tengo un noventa y tres en un hombro.
Yo: Oye, Marc. Esto parece que dice "Propiedad de Márquez. No tocar."
Él se parte de risa y me besa despacio. Cuando nos separamos cogemos las gafas de sol, los móviles, la llave de la habitación y su gorra, que se la pone y yo hago una mueca.
Marc: ¿Qué pasa?
Yo: Que me encanta tu pelo y la gorra no me deja verlo.
Se la quita y me sonríe.
Yo: Espera, se te ha quedado fatal. No te pongas la gorra a no ser que sea de vida o muerte.
Él asiente mientras le peino con los dedos su pelo suave. Me mira con ojos entrecerrados y su sonrisa pícara. No tenemos tiempo para juegos.
Yo: Marc, vamos a llegar tarde si pasa algo y si llegamos tarde ya puedes estar preparado para el polígrafo.
Se le cambia la cara y empieza a negar con la cabeza con rapidez.
Yo: Vamos, anda.
Entramos en el motorhome donde estaba casi medio equipo. Aun así con la tontería hemos llegado diez minutos antes. Los saludo a todos y me paro a hablar con Emilio, ya que Santi y Marc han desaparecido, o mejor Marc ha sido secuestrado por Santi.
Emilio: ¿Primer día superado?
Yo: Lo de ayer no fue un primer día. Eso de fiestas improvistas, ver el paddock desde el hombro de Marc y notitas en los boxes no es normal.
Emilio: ¿Desde el hombro de Marc?
Yo: Sí. Me cogió, me subió y hala, a la aventura. Espera a ver si no sale en las noticias.
Él se ríe y llegan los demás, apareciendo Marc y Santi con ellos. Marc se sienta a mi lado y me da un beso. Podría acostumbrarme a esto. Se le ve más contento que de costumbre y me pregunto qué narices habrá hablado con Santi. El desayuno pasa tranquilo y lleno de bromas "que si el pichilla tal...", "que si el pichilla cual...", "Pichilla, ¿te acuerdas de...?" y así. Lo que me impresionó no fue que hicieran bromas así, sino que Marc siguiese con la sonrisa que tenía cuando me besó al principio del desayuno, ya que normalmente le sienta un poco mal y a cuerno quemado lo del mote "diminutivo". Cuando terminamos el desayuno, nos fuimos todos en bandada hacia el box, agarrada de la mano de Marc.
Marc: Empieza lo bueno, pequeña.
Me mira con felicidad y yo le sonrío. Empieza el espectáculo, vamos a ganar. Él se va a ponerse el mono y yo me quedo en el box con los demás mientras me van explicando lo de los ordenadores de la telemetría y dónde está todo. Me va a costar adaptarme a dónde está todo y más cuando cambiamos de circuito casi todos los fines de semana.
Holis!!!
Que tal estamos?? Yo un poquito cabreada aqui con el amigo... las declaraciones de despues de la carrera no me han gustado una mijita... "el ganador moral de la carrera he sido yo"... Marc, amor, estas muy equivocado. Tu le has obligado a salirse del trazado, lo cual la culpa es tuya, sino Valentino no hubiera hecho eso por voluntad propia. Pero bueno... que no pasa nada, segundo puesto y a pensar en Alemania con la Merkel. Y Alex?? Que me ha quedao novenoooo!!! Que iluuu!! AY QUE TE COMO TATE!! #BlueGunners
Que os ha parecido el capi?? Ha sido larguito...
1. Momentazo del capi... (para mi el de la cama)
2. Que os parece la reaparicion de Lara en sus vidas en general??
3. Me encanta el pique entre mi loca de los cuchillos (Electric-grandmaster/Karina) y el leon pomposo (Aurora). Y a vosotras?? (Tu no cuentas, Karina, que ya se lo que vas a decir). ;)
Pues hasta aqui ha sido todo de momento. No tardare mucho en subir capi nuevo porque lo tengo medio preparao ya para escribirlo en el ordenador. Aunque eso si, ir preparando los pañuelos porque vais a llorar de lo lindo (la tendencia a provocar accidentes en mundialmente conocida) Y NO DIGO NAHH!! ( no me mateis porfaa!!). Me encantará leer vuestros comentarios. Me haceis la vida super feliz!! Gracias!! Me parto de risa con vosotras...
Un besazo enorme,
Laura93.