Capítulo 3

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Bajamos las escaleras y volvemos al lugar donde, si me sueltan sola, me vuelvo loca. Está todo repleto de motos. Vamos entre ellas esquivándolas y a veces yo me paraba y Marc tenía que cogerme del brazo y tirar para seguir. Hizo lo mismo en todas excepto en una. La suya. Me la quedo mirando con la boca abierta y si Marc no llega a hablar, tiene que ir corriendo a por una fregona.

- ¿Te gusta?

Le noto preocupado y ansioso. ¿Porqué estará así? Sigo con la boca abierta y mirando la moto, pero me giro y con los ojos muy abiertos le contesto:

- Mucho. Es preciosa.

Me pongo a revolotear por alrededor de la moto, viendo allí y allá, los frenos, suspensiones, el tubo de escape, todo.

- ¡Mira esto! ¡Frenos de carbono Brembo! ¡Son una pasada! ¿Al final os pasasteis a las.suspensiones Showa? ¿Llevarás el número uno?

- Tranquila, Laura, respira. Lo sé, sí y sí.

- ¡Dios, que me da!

Ahora me estaba abanicando con la mano y Marc se puso delante mía, mirandome a los ojos, ¡No sigas, Márquez!

- ¿Que te da el qué?

Dice preocupado. Yo tenía un reflejo. Marc preocupado, corre y ayudale.

- Nada. Es que a veces me da un ataque de fanatismo. No te procupes, Marc, alegra esa cara.

- Uf... menos mal. Ya iba a llamar a una ambulancia.

Suspira aliviado y su sonrisa vuelve, como siempre. Yo le sonrío.

- Ves, tu sonrisa ha vuelto. No necesito ninguna ambulancia, gracias.

- Creo que me conoces demasiado.

- No, que va.

Digo sarcástica y me rio.

- Creo que sí.

- Solo lo que tú dejas que sepan.

- Por ejemplo...

- Rata. Eres una ratilla, rata.

Empieza a reirse y yo también. Me encanta cuando rie, se le ve feliz y relajado.

- Eso es un tanto cierto. Pero mi hermano es un manirroto. Parece que tiene un agujero en el bolsillo.

Yo ya me estoy descojonando y porque el suelo está lleno de mierda, si no, me revolcaría en el suelo de la risa. Estos hermanos... vaya dos.

- Creo que al final necesito la ambulancia.

- ¿Quieres conocerlos?

Paro de reir subitamente. me entran los nervios. 

- Ehh... ¿a quién, exactamente? ¿A los peces de tu vecina?

- A quién va a ser, a mis padres y a mi hermano.

- ¿En serio? ¿Tu me vacilas o qué? ¿Acaso tengo cara de Crutchlow?

- Esa ha sido buena. Y no te vacilo, lo digo en serio.

No tiene sonrisa. Mierda, lo dice de verdad. Quiere que conozca a su familia. ¡Sus padres! su hermano... bueno no me preocupa, sé como es, pero no sé nada de sus padres, aparte de que son Roser y Julià.

- Marc, no sé... ¿y si no les caigo bien?

- ¿Vas a trabajar conmigo y te preocupa que a mis padres no les caigas bien? A mis padres les caen bien todas las personas que me caen bien a mí, y de momento, lo haces.

- Gracias.

- De nada.

Dice haciendome una reverencia. terminamos la visita guiada y nos encontramos con Emilio en la puerta.

- ¿Ya habeis terminado?

Dice sorprendido. Marc habla antes que yo. es rápido hasta en eso.

- Sí, ¿por?

- Nada, podeis iros a casa. Mañana empieza lo bueno, chicos.

Se va. Mañana empezaré a trabajar en la honda de Marc. No me lo puedo creer. Busco mis llaves mientras ando hacia mi coche.

- ¿A dónde vas?

- A por mi coche y a casa, ¿dónde si no?

- Me refiero a que ese es mi coche.

Le miro con el ceño fruncido y miro el coche. Joder, es igual al mío. Honda Cívic rojo. Pero él lleva una pegatina del 93 en la ventana, pequeñita y yo un llavero en el espejo retrovisor.

- Lo siento, el mío es igual.

- Ya lo veo. Es el de detrás. Entonces, ¿quieres conocer a mis padres?

- Como quieras. Sé que eres persistente y no soportas perder.

- Me tienes calado. ¿Esta noche?

- De acuerdo.

- Hasta luego.

- Adeu.

Me despido y entro en el coche. Mi padre me llama cuando entro a la carretera y lo cojo. Tengo lorito.

- ¡Hola, papi!

- ¡Hola! ¿Qué tal?

- En el coche, hacia Cervera. ¿Por?

- Hemos venido a verte, pero no estás.

- Lo siento, hoy empezaba en Monlau, ¿recuerdas?

- ¡Es verdad! ¿Y qué tal fue? ¿Conociste a Emilio?

- Sí, y a alguien más. Su mejor alumno.

- Márquez.

- ¡Touché! ¡Voy a trabajar en el prototipo de su moto!

- ¡Qué pasada! ¿Cenamos juntos esta noche?

Dudo un momento en contarle que Marc quiere presentarme a sus padres, pero al final se lo digo.

- Papá, Marc me ha invitado a su casa para conocer a sus padres.

- ¿A sí? Pues ve con él. Sé que quieres a ese chico.

- ¿Cómo lo sabes?

- Laura, cariño, llevas loca por él desde los 10 años y tienes 24. ¿Crees que en 14 años no me he podido dar cuenta? ¡Querias colgar un poster suyo del techo para poder verle nada más levantarte por la mañana!

- Llevas razón. Tengo que colgar. Adeu.

- Adiós.

Doy las largas y las quito algunas veces. Le tengo delante y le quiero preguntar si pueden ir mis padres. Para en el arcén y yo detrás. Sale enflechado con cara de preocupación.

- ¿Te pasa algo? ¿Necesitas ayuda?

- Tranquilo. Era una pregunta sobre esta noche.

- Uf... dime.

- Mis padres han venido desde Madrid.

- ¿No vas a venir?

- No quiero dejarles  solos.

- Que vengan.

- ¿En serio?

- Claro. A mis padres les encantará.

- ¡Marc, gracias!

Le abrazo y él dice entre risas:

- Todavía no me las des.

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¿Qué les parece este capítulo? ¿Habeis visto el anuncio de las Danet? ¡Su cara es adorablee!! 

GRACIAS!!! Espero vuestros comentarios!! 

LauraAfter93

Por ti (Marc Márquez)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon