Capítulo 28

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Narra Marc
No me acuerdo de la distancia que me han dicho que llevaba con Jorge al llegar, por última vez en Malasia, a la línea de meta. Ya había ganado. Otro mundial para Cervera. Paro la moto en la curva donde está el Fan Club y lo celebro como siempre he hecho, sin nada previsto, así que casi me cargo la carpa que hay al lado del muro de neumáticos otra vez. Alex me da el casco personalizado y la camiseta, le abrazo y ambos sabemos con solo mirarnos que éste es el mejor año de la historia. Nuestra historia. Entro a parque cerrado botando en la moto y todos están gritando. Salto sobre ellos al bajar de la moto y me mantean como siempre que ganamos.

Me acuerdo de que hoy Laura estaba en la grada y miro hacia arriba para verla, pero no está

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Me acuerdo de que hoy Laura estaba en la grada y miro hacia arriba para verla, pero no está. Miro alrededor por si ha cruzado la pista en lo que tardaba yo en llegar al corralito, pero tampoco la veo. Ni a ella, ni a la otra Laura que iba con ella. ¿Dónde estará?
Emilio: ¡Otra vez, pichilla! ¡Campeones otra vez!
Yo ya no hago ni caso a lo que me dice. Solo quiero encontrar a Laura.
Yo: Sí, sí. Oye, ¿has visto a Laura?
Emilio: He visto cómo se iba de la grada y se metía por la entrada del túnel.
Asiento y me quedo pensativo. Si ha ido hacia el túnel nada más acabar la carrera, ya debería estar aquí ya que la salida no está lejos. "Bueno, seguri que está bien". Aunque en el fondo sé que algo no marcha como debería.
Izaskun: Felicidades por la carrera y por el campeonato, Marc. Otro para tu palmarés de récord.
Yo: Gracias
Izaskun: ¿Cómo has sentido la carrera hoy? ¿Tenías confianza en que hoy ibas a ganar? ¿Qué era tu día?
Yo: Hombre, uno siempre se levanta con la esperanza de ganar y aunque no ha sido un fin de semana emocionalmente bueno, hemos conseguido mantener la calma y la firmeza para la carrera y hacer los deberes. Sinceramente, dejé de pensar en todo al entrar en la recta de la última vuelta.
Izaskun: Felicidades, Marc. Disfruta.
Yo: Lo haré, gracias.
Me despido de la prensa y subo al podio. Sigo sin ver a Laura. Ya me está crispando los nervios el no saber donde está. Viene el presidente de Malasia a entregarme el trofeo y porque son formalidades, si no se lo hubiera quitado de las manos y hubiera saltado del podio para salir corriendo a buscar a Laura. Calma, Marc. Sensatez como dice ella. Por una vez en mi vida quiero que el himno se vaya a a la mierda, acabe pronto y me libere de este ritual. Al fin acaba, me dan la botella de cava pero en vez de agitarla con Dani y Jorge, me la llevo, bajo, se la doy a Emilio para que haga lo que quiera y de repente veo una furgoneta de la clínica móvil pasando con la sirena encendida. Ha pasado algo, lo noto. He notado cómo al pasar la ambulancia se ha llevado una parte de mí.
Emilio: Marc, tranquilo. Seguro que está bien.
Sin embargo, algo llama mi atención en ese preciso momento. La otra Laura, la futbolista, la puticornio o cómo narices sea, viene corriendo, pero no hacia mí, sino hacia a Aurora. Oye, que estoy aquí. ¿Dónde está mi chica? Y por cierto, ¿dónde está mi hermano? Debería estar ya aquí, nunca tarda tanto. Aurora se va corriendo hacia la scooter de Alex y yo la sigo sin que se entere. Alex debe de estar cerca, porque mi scooter está aquí. La cojo y la sigo hasta la clínica móvil, pero como va enflechada hacia allí, ni se da cuenta que aparco al lado de ella.

Por ti (Marc Márquez)Where stories live. Discover now