Capítulo 25

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Narra Laura

Miércoles y ya estamos en Australia. Durante el lunes y el martes no hemos parado de recoger cosas en Japón y al final no pude ir con las chicas a recorrer Tokio. Según me han contado, a Aurora y Lara las pararon unas cuantas veces para autógrafos y fotos. Karina ya tenía suficiente con ir flipándolo por la calle como para que encima se le acercasen los japoneses a tocarle lo que no se toca, aunque me gustaría patentarlo y ver qué pasa. El domingo fue perfecto. Ahora las australianas se tienen que andar con un tiento conmigo porque estoy que muerdo. Se acercan a Marc y me las como. Hemos salido a cenar todo el equipo a Melbourne, pero hemos quedado allí dentro de una hora, por lo que estamos dando una vuelta. Ya he perdido la cuenta de cuantas veces nos han parado y os aseguro que todas, todas eran tías. Y encima fotitos. Me he tenido que refrenar al ver una que quería una foto dándole un beso en la mejilla. Pero lo peor no fue eso. Encima aquí la amiga le estaba agarrando el culo, no disimuladamente, sino en toda su expansión. Porque no tenía más manos, sino también le cogía el paquete, la muy guarra. Desde entonces voy con un humor de perros.

Marc: Laura, oye. Quita esa cara de mala leche.

Yo: Calla, que encima te ha gustado.

Se parte de risa y me paro y le miro asesinándole. ¿Se cachondea de mí?

Yo: ¿Se puede saber por qué te ríes?

Marc: Porque aún celosa, eres lo más bonito que ha existido jamás.

Yo: No me hagas la pelota. Porque la tía no tenía más manos, si no también te cogía la delantera.

Se desternilla de risa y yo me cabreo más. Resoplo y voy hacia el restaurante, donde ya están Emilio y Santi. Siento un brazo que me coge y me abraza fuerte.

Marc: No tienes por qué ser celosa.

Yo: Lo sé. Antes de decir que sí incluso las animaba pero ahora me jode.

Marc: Eso era porque creías que no duraría.

Yo: La verdad, no me esperaba que quisieras casarte conmigo. Ni siquiera lo pensé.

Marc: Que te quede bien claro. Jamás te engañaría o haría algo que pudiera hacerte daño.

Yo: Creo que eso es lo peor.

Resoplo y saludamos a los de la puerta, que aparte de Emilio y Santi, habían llegado Aurora, Alex y Lara.

Lara: ¿Y los demás?

Yo niego con la cabeza y de repente oigo un grito muy familiar, pero esta vez hablando en inglés.

???: Mira, déjame. Déjame. Vuelves a acercarte a mí o a mi grupo y te juro que tú no eres padre en la puta vida.

Suspiro y sonrío. ¿Qué quién es? Pues quien va a ser, Karina, no hay otra que vaya amenazando gente por ahí.

Aurora: Parece que Karina tiene un seguidor nuevo.

Me giro y le veo. Me lo cargo. Se acerca a ella y me lo cargo antes yo que ella. Yo sí que le voy a dejar sin carnet de padre para los restos. Él vuelve a intentar convencerla pero ella le responde antes.

Karina: ¡Qué te alejes de mí! ¡Qué me dejes tranquila! Al final la palmas, australiano de los cojones.

Mira tú que suerte que, "por casualidad", Fabio pasaba por ahí en ese preciso momento. El australiano seguía erre que erre y ya estaba viendo que Karina lo mataba, os lo juro. Ya veía al cabronazo de Miller espachurrado contra el suelo, pero no por obra de Karina.

Por ti (Marc Márquez)Where stories live. Discover now