Si a Ångel le dieran la oportunidad de resumir los acontecimientos ocurridos después de que Lucifer se diera cuenta de la repentina presencia de un bebé en el Hotel, diría que todo había sido un completo caos que realmente no le causó ninguna preocupación. En cambio, y por muy cruel que sonara, le había causado diversión.
Charlie había entrado en pánico y, por eso, su boca se cerró no permitiéndole dar explicaciones concisas y precisas que no sonaran como un terrible trabalenguas combinado con nervios. Después de eso, Vaggie intervino para ayudar, pero solo terminó arruinando aún más el asunto al mencionar en su rápida explicación que el niño pertenecía a uno de los miembros del hotel.
Por supuesto, Lucifer inspeccionó a cada uno de ellos con la mirada sin disimulo alguno para verificar quién era el dueño de la criatura, pero como todos habían negado con la cabeza en su dirección dándole a entender la negativa de su pregunta interna, terminó por observando con alarmante intensidad a su propia hija quien sólo seguía sonriéndole con esos gestos torpes que sugerían que estaba escondiendo algo.
Y como la propia interpretación no podía faltar sin permiso para explicarla previamente, el rey del infierno comenzó a tramar en su cabeza todos los millones de escenarios que involucraban a su dulce niña teniendo un hijo en secreto y el siendo abuelo antes de tiempo, o bueno..., antes de prepararse mentalmente para poder digerirlo adecuadamente. Una idea que expresó vividamente a través de lo que podría considerarse un ataque de pánico que hizo que todos comenzaran a moverse para evitar que él se desmayara por el susto del que aún no podía salir.
Una vez que Husk le hubo dado suficiente aire fresco a través del movimiento desenfrenado del abanico que tenía en una de sus manos, el rey volvió a hablar pero con el mismo tono de asombro y nerviosismo que hacía que sus palabras fueran fueran emitidas con una velocidad digna de un buen rapero y alguna que otra palabra incomprensible que al menos charlie parecía poder traducir.
¿Y por qué no? Ambos eran como dos gotas de agua cuando se trataba de reacciones histéricas.
Volviendo al tema, la princesa tuvo que aclarar que estaba equivocada en sus pensamientos, lo que Vaggie apoyo desde su lugar con la misma expresión de preocupación e histeria.
Y... jay! Las cosas tuvieron que empeorar de lo que ya estaban porque Niffty mencionó que el bebé era de Alastor. Hecho que en lugar de calmar al hombre mayor, solo hizo que abriera los ojos de manera sumamente exagerada mientras volvía a entrar en estado de pánico al pensar que su amada hija tenía un hijo con ese bastardo que tanto detestaba.
Angel incluso recordó cómo le había gritado: "i¿Ese bastardo no te veía sólo como una hija?! Y por qué tuviste un hijo con él si se supone que debes tener novia!"Incluso había tomado por los hombros a la pobre Vaggie, que ya no sabía cómo actuar, para sacudirla mientras le decía:"i¿Mi hija te engañó?! i¿O querían un hijo y prefirieron pedirle ayuda a ese bastardo?!"
Y más gritos, explicaciones incomprensibles, ataques de pánico, objetos volando de un lado a otro, y la pobre Charlie que no sabía si estaba a punto de llorar o de tener un ataque similar al que tuvo su padre. Especialmente al escucharlo decir deliberadamente que le había sido infiel a Vaggie para estar con Alastor.
Sin embargo, la solución a todos los problemas llegó con el gorgoteo de Clauneck que demostraba que tenía hambre mientras chupaba un extremo de su manta con la esperanza de que algo saliera de ella. Momento exacto dónde Angel solo se dedicó a decirle a Husk que fuera a preparar un biberón mientras dejaba al
descubierto la cabeza del niño para que fuera vista por todos los presentes.
Y así, el propio Lucifer se calmó. Disculpándose de una manera un tanto (muy avergonzada) mientras mira al bebé con una gran sonrisa brillantes ojos de cachorro. Lo que hizo que Charlie olvidara el altercado de confusión para formar también una genuina sonrisa de alivio y alegría hacia la escena.
Una vez terminado el resumen, Angel pudo pasar a describir cómo de un momento a otro, aún sin darse cuenta, Clauneck se había encontrado en los brazos del Rey del infierno mientras jugaba con uno de los patitos de goma que siempre tenía.
Las cosas continuaron con calma después de eso. Aunque era obvio, el hombre mayor les había pedido más explicaciones al respecto especialmente cuando notó que el Radio Demon no estaba por ningún lado. Así que con un profundo suspiro, Charlie comenzó a
contarle lo que sabía mientras Husk llevaba su equipaje hacia la torre de manzanas destinada a él junto con Niffty quien planeaba hacer que la habitación brillara antes de que sus enemigos (los bichos) decidieran que debían apoderase de un nuevo lugar en el Hotel. O buscar refugio.
Y obviamente, ni ella ni su afilado cuchillo se lo permitirían.
A su vez, Lucifer asentía ante cada palabra que decía su hija mientras Clauneck ahora era cargado por Vaggie, quien decía que era mejor que ambos hablaran sobre el tema ya que tenían más conocimientos que todos juntos en lo que se refería al niño. Evidentemente, ninguno de ellos se negó, del mismo modo que Clauneck se negó a devolver el patito de goma para deleite del Rey del infierno. ¡Por fin alguien apreció sus queridas creaciones!
Aunque ese alguien era un bebé que no tenía noción de la realidad y que solo atraía su atención hacia el juguete por sus llamativos colores y sonidos, y... ah, cierto, era el hijo de quien se convirtió en su enemigo desde el momento en el quería restregarse en la cara que podría ser mejor padre para Charlie. ¡Su Charlie!
"Entonces..." continuó mientras tomaba una de las tazas de té que Angel le había ofrecido "Está más que claro cómo sucedieron las cosas pero hay algo que me deja un poco pensativo...Realmente no te dijo quién
es". ¿el padre? Porque en general los pecadores que han pasado por la misma experiencia tienen esa tendencia de querer gritar la noticia a los cuatro vientos por todo el tema del estatus y demás, aunque tambien porque se atreven a hacer esas cosas, la mayoría terminaron bajo tierra junto con sus bebés."
Tomó un sorbo de su té sin darse cuenta de que Angel y Vaggie habían puesto una expresión de puro horror habían ante esa verdad que nisiquiera habían considerado remotamente. Tenía que ser la propia Charlie quien dejó caer su taza de té, provocando que se rompiera en millones de pedazos para que Lucifer volviera a prestarle atención.
Al principio sin entender el motivo de la boca abierta los ojos histéricos de la chica hasta que se dio cuenta de las palabras que había dicho. "Oh, entonces debe ser por eso..." Dijo en un tono incómodo, rompiendo el silencio junto con otro sorbo de su té, aunque eso no pareció cambiar en absoluto la impresión que todos tenían marcada en sus rostros "Oh Vamos! Di algo ahora! ¡No me gusta el silencio!"
Charlie sacudió la cabeza, intentando cambiar su expresión pero fallo. Ahora estaba más preocupada que nunca por el bienestar de su amigo, Vaggie se dio cuenta de esto, por lo que le entrego a Husk, sorprendido (que había logrado escuchar lo que se
decía), el bebé para que lo sostuviera mientras ella se colocaba junto a su novia, tomándole las manos en una muestra de apoyo.
"Su alteza" dijo con un tono de voz ligeramente más alto. Algo que incluso la había sorprendido sobre sí misma. Mientras tanto, Lucifer simplemente se encogió de miedo en su lugar, incómodo y a sus amigos en su causa. No seas la causa de más problemas para ellos.
¡Maldijo brevemente al bastardo medio ciervo en su cabeza porque todo esto fue culpa suya! ¡Fue su culpa ese...!
Sus ojos viajaron inconscientemente a la imagen del bebé en brazos de Husk. Continuó jugando con el pato mientras gorgoteaba de alegría. Sin darse cuenta, una pequeña sonrisa se formó en sus labios. El pequeño le había traído uno de sus tantos recuerdos de cuando Charlie era un bebé que sólo le hacía sonreír con su carita tierna y su dulce risa.
Él resopló, mirando hacia otro lado pero sin quitar la sonrisa de su rostro. Aunque todavía consideraba a Alastor cómo una molestia, tenía que admitir que había hecho un buen trabajo allí. ¡Ese pequeño era una belleza donde quiera que lo vieras! Una idea que le hizo pensar que seguramente el demonio real que participó en su creación había heredado tan sublime y efímera belleza.
"Su Alteza... lo que pasa es que Alastor le pidió a Charlie que no sacara a Clauneck por nada del mundo" Continúo Vaggie con su parte, apretando ligeramente la mano temblorosa de su novia. "Incluso le dijo que lo dejara aquí en el Hotel con nosotros. Y por lo que nos acaba de decir ... "
"Entendemos la razón" finalizó Angel tomando nuevamente a Clauneck quien parecía bastante contento de percibir la calidez da aquellas personas que le gustaban "Lo matarán si se enteran de él".
"iY eso significa que Al no hizo ningún trato para ascender de rango!"Gritó la princesa con ligeras lágrimas acumulándose en sus ojos. Ahora más que nunca se decía a sí misma que no necesitaba haber tomado en consideración esa opción entre todas las demás, y también que su sospecha de que su amiga tenía algún problema amoroso por más difícil de imaginar que fuera, no era algo del todo descabellado. Incluso Vaggie estaba considerando que "El sólo quiere cuidar de Clauneck. Y sabe que con nosotros estará a salvó.." Rápidamente se secó una lágrima que quería correr por su mejilla, haciendo que el corazón de Lucifer se rompiera mil piezas. No solo por ver así a su hija, también por la cruda realidad que le esperaba a esa niña.
"Papá....me alegro que estés aquí con nosotros. Y más aún que hayas decidido quedarte" tomó sus
manos. provocando que ambos sonrieran levemente "Pero también te había llamado para pedirte ayuda con esto. Se que no te gusta Alastor pero... es nuestro amigo! ¡El es parte de esta familia! Y por lo tanto, su bebé es también parte de nosotros!
Los demás asintieron con la cabeza baja.
"Y necesitamos protegerlo. Necesitamos que usted y su conocimiento puedan..."
Lucifer interrumpió a su hija con un fuerte abrazo. Ella no necesitaba decir más. El optimismo y sentimiento en sus palabras fueron suficientes para hacerle repetirse mentalmente nuevamente que su princesa tenía el
mejor corazón del mundo e ideas que sin duda cambiarían el curso de las cosas algún día. Estaba orgulloso, muy orgulloso de ella. Y más por ese amor hacía su gente.
"No te preocupes amor" le dijo dulcemente en medio del abrazo "Haré lo mejor que pueda para verte sonreír". Y para Charlie esas palabras fueron el consuelo y el apoyo suficiente que necesitaba escuchar para saber que todo estaría más que bien de ahora en adelante. Después de todo, ella contaba con su padre. Ella tenía su modelo a seguir. Y fue esa emoción la que la llevó a abrazarlo con más fuerza hasta que de repente los demás se sumaron al gesto y dejaron escapar algún que otro comentario divertido o palabra de aliento.
Sí, sin duda el equipo de Hazbin era una familia.
"¡Está bien!" Gritó Lucifer separándose del abrazo con los brazos en alto. Por alguna razón sintió sus energías renovadas, aunque también había un ligero sentimiento de nostalgia que prefirió ignorar "¿Dónde está el pequeño? ¡Me muero por abrazarlo más!"
"Bueno, aquí... él estaba"
Angel, que se había acercado al rey del infierno para entregarle el niño, permaneció en silencio por un momento para finalmente soltar esa última palabra.
Y no había pasado desapercibido para nadie el hecho de que el cabello azabache de Clauneck había cambiado por completo a un color rojizo, sumado a esos diminutos cuernos que crecían a cada lado de su cabeza.Tan pequeños que parecían accesorios para el cabello. Y tal vez todos hubieran pensado eso sí no conocieran ya desde hacía días al chico, que no entendía por qué lo miraban de una manera tan repentina.
"No te preocupes! Este tipo de cosas son normales" se apresuró e decir Lucifer, sosteniendo al bebé con una
sonrisa en su dirección "A veces los bebes cambian según las habilidades de los padres y su naturaleza".
Charlie dejó escapar un suspiro de alivio. Bueno, tal vez todos hicieron lo mismo porque por un instante pensaron que algo malo le estaba pasando a Clauneck.
"Espera un momento" la princesa hizo una mueca pensativo "¿Yo también tuve ese tipo de cambios?"
Lucifer asintió, ahora ocupado en mecer al bebé que parecía más cómodo con la forma en que buscaba descansar su cabeza sobre el pecho del rey del infierno. Aunque no daba señales de querer cerrar esos ojos adornados con esas líneas verticales tipo reptil. Y el mayor sabía por qué era así.
Al niño le faltaba alguien. Lo sabía porque muchas veces Lilith le había mencionado que Charlie hacía lo mismo cuando se quedaba hasta la tarde en el palacio.
"Tu cabello no cambió pero tus ojos sí" Explicó, acercado ahora aquel chupete de hueso que le había parecido lo más inapropiado para un infante, quien sin embargo lo acepto con gusto "Cuando naciste tus ojos eran negros y tus cuernos... bueno, aprendiste a esconderlos."
La chica rubia sonrió cálidamente. Sabía muy bien que su padre sería la solución a todo.
Mientras que Lucifer.. sintió que otro agujero en su corazón había sido llenado por el aroma de pureza que emanaba del cabello de Clauneck, que recordaba haber olido así por última vez cuando nació su propia hija.
[....]
"¿Te gusta lo que ves?"
Alastor amplió su sonrisa aún más mientras miraba a Carmilla que se había colocado a su lado. Frente a ambos había un estuche estuche de terciopelo color burdeos dentro del cual descansaba una daga hecha de acero angelical pulido y atractivamente decorado.
"Ciertamente es bastante sorprendente, querida" El le respondió cortésmente,agitando su mano en dirección al arma "Realmente no tenía idea de que conocías el simbolismo vudú".
Y era cierto, porque la superficie de la daga ostentaba algunos símbolos que él sabía de memoria. Los mismos símbolos con los que creció hasta que aprendió a interpretarlos y activarlos adecuadamente.
La mujer le dedicó una sonrisa orgullosa. Quitándose los accesorios de su cabello para que cayera como una cascada plateada. Después de todo, la reunión ya había
terminado hacía unos minutos, por lo que debía relajarse y ponerse más cómoda mientras sus hijas
terminaban de guardar el armamento que habían comprado en unas cajas.
"Sabía que lo notarías rápidamente. Esos ojos tuyos siempre fueron astutos", dijo mientras colocaba ambas manos a cada lado de su cadera. Seguramente, si fuera
cualquier otra persona, ella mantendría la guardia alta estando al lado del mismísimo Radio Demon, pero para Carmilla,éste ya no era considerado una amenaza. Pero tampoco lo era un amigo. Sólo un colega con e que podría intercambiar cosas importantes compartir alguna que otra charla.
"Necesito recordarte que mi magia se basa en esa cultura?" Una de sus cejas se arqueó y Carmilla se permitió soltar una risa desde lo más profundo de su ser.
"Raro sería si tuvieras que recordármelo cuando desde que te conozco esa magia tuya ha sido tema de conversación y terror entre todos los que tuvieron la desgracia de caer en tus manos" Alastor cerró los ojos.
por un segundo.
"Me alegra que aún me halagues" Otra risa de la mujer. "Pero mi señora, me gustaría saber por qué decidió colocar esos símbolos en particular. ¿Leyó sobre mi cultura? Si lo hubiera sabido, "Te habría invitado a tomar una taza de té para poder explicártelo de primera mano".
"Créeme, no lo necesito. Aunque dejaré esa invitación para otro momento " Carmilla le guiñó un ojo antes de regresar la mirada a su creación "En realidad, tomé la decisión de colocarlos debido a un sueño de uno de mis hijas tenían".
Alastor la miró con interés "¿Sueños? Nunca nos mencionaste eso".
"Yo tampoco lo estaba planeando" La más alta se arregló uno de los mechones de su cabello con una
mano "Mi hija mayor siempre tuvo este deseo de marcar la diferencia entre las masas con su arte. Ya
sabes, como esos artistas ricos". admiras deliberadamente incluso cuando descubres que en realidad eran alcohólicos o drogadictos que plasmaban en imágenes su tristeza e infelicidad" Se encogió de hombros
hombros, compartiendo una risa con su compañero.
"Sin embargo, el arte de mi niña fue sin duda el mejor a mis ojos. Por esa razón es que utilicé casi todas sus ideas en las decoraciones de armás."
"Eso me parece encantador" dijo mientras colocaba su bastón frente a él "¿Pero cómo se relaciona con los sueños?
La mujer se cruzó de brazos sin perder esa mirada orgullosa.
"Años después de que llegamos aquí, ella me reveló que todos sus diseños
no eran creaciones de su imaginación. Eran cosas que vislumbró en sus propios sueños" Cerró los ojos por un momento, como si con ese gesto pudiera recordar esos tiempos. "Pensé que había perdido ese don aquí y más por las circunstancias pero en hace apenas unos meses tuvo un sueño en el que aparecían estos símbolos" les señaló con uno de sus dedos
"Estos "Estaban marcados en el orden exacto en que ella los vio. Pero, como yo, no tenemos la menor idea de lo que significa".
Alastor asintió "Ha pasado mucho tiempo desde que escuche que alguien tuviera ese tipo de señales a través del plano de los sueños. Pensé que solo aquellos de nosotros que estábamos
conectados con lo oculto en la vida sabíamos cómo manejarlo".
"Tal como pensaba! No me vas a decir qué significan estos dibujos, ¿no?"
"Qué bien me conoces."
Otra risa "Lo adiviné. Y para responder a lo que dijiste: tengo la creencia de que todos sacamos lo mejor de cada uno" Una sonrisa traviesa apareció en sus labios "Tú trajiste tu magia y mi hija trajo sus sueños. Yo no no creo que haya nada de que hablar al respecto."
El otro asintió con un movimiento de cabeza "Bueno, querida. ¡Me encantaría continuar con esta charla pero me necesitan en el Hotel!"
Y sin decir más, Alastor comenzó a emprender camino hacía las altas puertas que componían el dominio de Carmilla para poder retirarse. Sin embargo, tuvo que detenerse en lo que sus oídos escucharon detrás de él junto con una risa que lejos de ser cruel, parecía más burlona en el buen sentido.
"Sabes, Alastor... he tenido muchas amigas a las que acompañé durante sus partos. Sin mencionar que en algún momento yo también me encontré recostada en esas incómodas camillas con olor a fluidos de todo tipo esperando escuchar los molestos llantos de mi primera hija ".
Ella sonrió, dejando al descubierto uno de sus colmillos blancos" Y recuerdo que cuando la escuché, pensé en la cosa más maravillosa del mundo en lugar de concentrarme en el dolor. Sin duda fueron los momento más puros que tuve como humano "
Ella saltó, haciendo algunas volteretas hasta llegar a posicionarse a unos centímetros del Radio Demon.
"Querida.." se escuchó un sonido de interferencia estática, como una advertencia de una amenaza para nada disfrazada "No entiendo absolutamente nada de lo que estás diciendo".
"¡Oh! ¿Crees?" Carmilla hizo una última voltereta nuevamente "Porque sólo quería decirte que el olor de recién nacido es algo que no se desprende fácilmente de la ropa o la piel...Entonces, ¿debería felicitarte? ¿O tal vez darte algún regalo?"
Y luego de esas palabras, Alastor pudo estar seguro que si no fuera por la herida en su pecho, habría tomado la forma de su lado bestial y destruido todo a su paso hasta no dejar rastro de que alguien alguna vez hubiera habitado aquellos. dominios. Pero, sobre todo, pensó en cómo tuvo que haberle hecho eso mismo a la criatura que había salido de sus entrañas.
Se suponía que Clauneck no viviría...
Para empezar, Clauneck ni siquiera tenía por qué haber existido...