-"Luisita, me dejarías quererte bonito? Me dejarías enamorarte cada mañana, cada atardecer y cada noche, por siempre, para siempre, porque no quiero nada en esta vida, nada, que no sea contigo..."
-"Que queeeé?" se limitó a decir incrédula y confusa.
-"Quieres casarte conmigo y ser mi mujer, mi esposa, mi amante, mi amiga, mi confidente, hasta que el sol se oculte y no vuelva a salir?" le repitió con ojos brillosos por la emoción contenida. El agarre de su mano entrelazada era tan fuerte que parecía ser el soporte que la aguantaba antes de lanzarse a un abismo.
El grupo de personas acomodadas en la parte de atrás miraba fijamente y expectante esperando impacientes una reacción.
-"Amelia pero es que..." trataba de acomodar sus pensamientos que se galopaban uno sobre otro.
-"Bueno si entiendes que no es el momento...pues... o sea que yo...ehhmm... ufff....ehhh...a ver..." Amelia intentaba no estallar en llanto sintiendo el rechazo. Sentía su corazón apretarse aún más. Sus pulsaciones se dispararon sin control.
-"No Amelia..." respondió.
-"No?" dijo Amelia en un tono alto, incrédula.
-"No? Ha dicho que no?" preguntaba Manolita a Marcelino.
-"Que ha dicho que no!" dijo Marce a Naya.
-"Pero como que no? Es que la mato...la mato!" contestaba Naya.
-"Pero cómo es la vaina? Pero esa niña después de todo lo que han pasado ha dicho que no? Qué arrechera no joda!" dijo por su parte titi Lucy con ese acento venezolano muy marcado cuando se enoja.
-"Escúchame un momento Amelia..." intentaba explicarse Luisi.
-"Pero es que lo has dicho ya, es un no. Si me ha quedado claro" dijo ahora en un tono molesto y separándose de Luisita, pues sentía que todo lo que hizo, fue en vano.
"Amelia, que sí..." respondía dulcemente Luisita con sus ojos acuosos y ladeando su cabeza.
-"Que sí qué?" preguntaba Amelia que ya estaba totalmente perdida en la conversación.
-"Escuché un sí" dijo Miguel Angel mirando a Naya.
-"Que dijo que sí ahora" le comenta Naya a Manolita.
-"Pero esta niña parece que no la he criao yo porque no se decide, no hay quien la entienda, dice no, luego sí, a qué juega Manuela??" decía un confundido Marcelino.
-"Marce no lo se...no lo se. Cálmate un momento y déjame escuchar" le decía Manolita tapándole la boca con la mano.
-"Amelia...escúchame y no me interrumpas..." dijo Luisita acariciando las mejillas rosadas de la morena por la tensión provocada.
-"Amor...Sí, es un sí, el más claro, el más sincero, el más grande y honesto que he podido decir. Es un sí que dice acepto, que te acepto con todo lo que eres, con todo lo que me das, porque yo también lo quiero todo contigo. Quien seas que duerma todas las noches a mi lado y darte los buenos días con un beso. Así que por que no?" replicaba con una sonrisa que se le podían ver hasta las muelas.
-"Mierda cariño que me has cagao! Te amo! Me haces muy muy feliz! Eres el amor más bonito en la vida!Pero por qué el no al principio?" preguntaba dudosa.
-"Porque tú eres una desesperada y se supone que yo te iba a proponer y te me adelantaste carajo! Llevo planificando unas cositas, estaba buscando el momento perfecto y aquí alguien no se aguanta! Jajaaa! Ven, dame un beso de esos ricos que me encantan y me enamoran" le dijo acercándose para plasmar esas palabras y esa confirmación en los labios de la otra.
Mientras tanto en la parte de atrás...
-"Woooojoooooo!!! Parece que por fin es un sí!!!!" gritaba un eufórico Marcelino, agarrando a Manuela para besarla también.
La algarabía en el lugar no se hizo esperar y fue cuando Luisita se dio cuenta que todo estaba fríamente calculado. A lo lejos miraba a su madre limpiándose los ojos con una servilleta y Marcelino abrazando a todos.
-"Y que hacen ellos aquí? Ellos sabían?" le preguntó mientras reía y pasaba uno de sus dedos en los ojos de una llorosa y emocionada Amelia.
-"Si mi amor, tu mamá se toma muy en serio su papel de celestina jajaa! Si no es por ella..."dijo emocionada.
La banda preparaba la siguiente canción.
-"Ahora que estamos celebrando el amor de estas dos chicas hermosas, les deseamos todo el amor y lo mejor en sus vidas. Esto es para ustedes, si la quieren bailar, y dice así..." dijo el cantante mientras sonaba los primeros acordes.
Luisita se levantó tomando la mano de Amelia.
-"Me concede este baile?" a lo que la morena asintió con su cabeza y una sonrisa se dibujaba en su cara.
Ambas se movieron un poco más al centro de la pequeña tarima. Marcelino y Manolitan observaban un poco compungidos por la emoción del momento. Poco a poco fueron saliendo de su esquina y los meseros fueron acomodándolos en una mesa continua a la de las chicas.
Ellas se miraban mientras sonaba el piano del comienzo de la canción. Esa mirada que tuvieron desde el primer momento en que coincidieron. Esa conexión irrompible, como dos imanes, cada quien atrayendo la fuerza contraria. Ojos café y ojos aceituna con miel. Mirada intensa, profunda, de silencios hablados, de complicidad absoluta. De la distancia dolorosa y del alivio en la cercanía. Mirada de deseos incontrolables, de amarse con todas su fuerzas para recuperar el tiempo de separación. Esa mirada que te dice eres mi hogar, mi lugar seguro, me brindas la paz y la calma cuando hay tormentas. De la que te confirma que se puede amar para siempre.
Bailaban suavemente en la pista. Juntaban sus frentes de vez en cuando, aprovechando esa cercanía para respirarse. Juntaban sus rostros, lado con lado, al compás de la melodía. Sus manos permanecían entrelazadas y luego las acomodaron en sus caderas, juntando más sus cuerpos.
Esas manos. Esas manos que hacen estremecer cada resquicio de sus cuerpos. Manos que despiertan todos los sentidos, que hacen vibrar, que hacen llegar al cielo en medio de un gemido deseado. Manos que acarician, que dan apoyo, que dan seguridad en el momento en que sientes caer y están ahí para levantarte y continuar el camino. Manos que se entrelazan, como sus lenguas en un apasionado beso, como sus piernas en cada amanecer.
Ambas juntaron sus labios en un beso corto pero sincero, lleno de amor y romanticismo por el momento que acababan de vivir. Sentir ese aliento inconfundible era la mejor experiencia de vida. La canción ya terminaba con la siguiente frase: "y de todos los sitios del mundo me quedo a tu lado".
-"Me quedo a tu lado Luisi" sus ojos volvían a conectar con su novia, ahora prometida.
-"Te quiero a mi lado Amelia"
La canción finalizó y ellas regresaban a su mesa mientras Marcelino hablaba con el mesero y le pedía dos botellas de champange para hacer un brindis. También aprovechaba para pedir unos aperitivos.
-"Felicidades hija. Mira que nos tenías en ascuas. Estábamos todos con los nervios nerviosos, pero ha sido hermoso. Sabes que si eres feliz yo también lo soy. Te bendigo hoy y siempre mi niña, porque siempre serás mi niña hermosa aunque tengas 60 años" le decía Manuela con ojos cristalinos de la emoción y orgullo que sentía.
-"Ay mamá! No quiero seguir llorando. Yo solo doy gracias porque están aquí conmigo en uno de los momentos más importantes y más felices de mi vida" contestó mientras se fundían en un abrazo.
Mientras, el mesero llegaba con copas y las botellas solicitadas para comenzar a servir.
-"Bueno, quiero su atención un momento por favor. Tengo que decir unas palabras a ver si me salen y no se me atascan en el gaznate" procedía a tomar su copa y a levantarse de su asiento.
-"Quiero comenzar felicitando a Manolita porque esto quedó ni mandao a pedir" y Manolita sonreía satisfecha por ser parte de esa complicidad con Amelia y que la morena haya depositado su confianza para algo tan importante y especial.
-"Y quiero felicitar a Amelia por orquestrar esto tan bonito, por amar a mi hija aún cuando la distancia ha sido un factor que no todo el mundo es capaz de sobrellevar y que requiere de una madurez, una confianza y una comunicación extrema. Me siento muy orgulloso de que seas la persona que mi hija quiere para continuar compartiendo su vida. Que la cuides, le digas sus dos o tres cuando se ponga intensa, pero sobretodo, que defiendan ese amor siempre. Mi yerna preferida!!!" exclamaba en medio de risas y Amelia solo sonreía con lágrimas en sus ojos. Luisi muy emocionada también, se limpiaba las gotas que bajaban mientras no soltaba el amarre de manos que tenía con la morena.
-" Y al final pero no menos importante, porque tú, hija mía, siempre serás lo más importante, y me siento feliz de que tú seas feliz. Encontraste a tu persona, así como yo encontré a tu madre. Y tendrán sus altibajos, porque la vida no es color de rosa, pero si tenemos al amor de nuestras vidas cerca, a esa persona, nuestros días grises y noches oscuras se pintarán de colores. Te mereces y te deseo lo mejor hija, tu madre y yo siempre estaremos aquí para lo que necesites, siempre serás nuestro orgullo y siempre serás nuestra pequeña aunque tengas 60 años como dijo tu madre..." dijo mientras unas lágrimas asomaban mientras miraba a la rubia.
-"Ay papá" apenas pudo pronunciar Luisi levantándose un momento para ir a abrazar a su padre, y luego a su madre. Amelia solo observaba con emoción todo lo que ocurría y se sentía afortunada de presenciar tanto amor y apoyo en una familia, pues ella lo tuvo un poquito más complicado en un momento dado en su adolescencia/juventud.
-"Pues levantemos todos nuestras copas y brindemos por estas novias hermosas que nos pegaron un susto primero, pero luego llegó el alivio al escuchar el sí. Por su amor bonito hoy y siempre, hijas! Salud!"
Todos chocaron sus copas unos con otros y aplaudieron el momento. La banda se aprestaba a comenzar otra melodía muy acertada para la ocasión.
-"Por nosotras amor, porque estás aquí conmigo, por encontrarnos en el camino, por esta travesía que continúa en otros mares"
-"En mares caribeños cariño, que el trópico me hará muy bien ya lo creo...por estar junto a ti, por no rendirnos, por luchar día a día, porque te amo cada día más"
-"Por todo lo que viene junto a ti. Salud amor" dijo mientras chocaban sus copas.
-"Salud mi prometida hermosa" y acercaron sus labios para sellar con un beso sus anhelos de una vida en pareja.
Luego de ese pequeño brindis, estuvieron compartiendo todos en la mesa con los diferentes aperitivos, luego la cena, más copas de champange y vino. Hacían bromas de cuando escucharon el "no" de Luisi, Manolita contaba la planificación y confabulación con Amelia, Luisita se sorprendía con su madre y Amelia al escuchar todo este plan tipo operativo del FBI. Marcelino le preguntaba al mesero por las recetas de la comida que quedó maravillado. Hasta preguntó si podía conocer al chef en la cocina. Como no tenían muchos comensales, le avisaron del acontecimiento, y él gustosamente pasó por la mesa para saludar e intercambiar palabras e impresiones de la cena. Estuvieron casi tres horas en el restaurant entre cosa y cosa.
Más entrada la noche los efectos de las bebidas hacían escante en todos. Menos mal que era la última noche que tenían reservada en el hotel porque ninguno estaba apto de manejar un vehículo en semejantes condiciones. Cada quien fue retirándose como podía a su habitación, excepto Naya y Miguel Angel que para ellos la noche aún comenzaba.
-"Quieres dar un paseo por la playa antes de subir al cuarto?" pregunta Luisita mientras iban saliendo del restaurant.
-"Hemos bebido Luisita, no creo que sea capaz de caminar distancias largas porque apenas camino derecha. Creo que se me ha subido un poco el champange y el vino. Quien me manda a mezclar" decía con pesadez.
-"A ti nada más se te ocurre. Pero bueno, qué dices? Un ratito, solo un ratito" suplicaba haciendo pucheros.
-"Esta bien... vamos. A lo mejor el aire me baja un poco..."
-"Nooo que no baje nada, que dices. Mira, ahí está el portón, vamos" dijo mientras señalaba y la tomaba de la cintura para dirigirla.
Era un pequeño portón por donde solamente los visitantes que se hospedan podían acceder a la playa. Al pasarlo, todo lucía sereno, incluso el oleaje. No habían personas en ese momento por la hora. El cielo estaba totalmente despejado, tanto así que podían identificar algunas constelaciones. La luna brillaba en todo su esplendor. Era una noche perfecta.
La brisa era suave y acariciaba sutilmente los cabellos de aquellos dos seres que contemplaban el ambiente en total silencio. Todo transmitía una paz y calma inigualable. Ambas se quitaron sus sandalias y caminaron agarradas de la mano hasta la orilla para mojar sus pies. A lo lejos parpadeaban unas luces diminutas en movimiento las cuales identificaban unas boyas marítimas. El sonido del vaivén de las olas era un bálsamo.
-"Ver la infinidad de un mar es realmente impresionante. Ver este cielo, la luna, las estrellas, nos hace ver cuán pequeños somos en este mundo, pero cuán grande también podemos ser. Que somos bendecidos y no lo sabemos apreciar muchas veces" decia una Amelia muy reflexiva.
Al estar acostumbrada a vivir en la ciudad, se le hace muy difícil admirar esta otra parte de la naturaleza. Luisi, en cambio, vivió con su familia cerca de la costa de Valencia, y luego al mudarse a la isla, su apartamento tenía una vista al mar.
-"Es tan inmenso e infinito como el amor que siento por ti Amelia..." dijo mirándola a los ojos.
El agua cálida llegaba a la orilla y mojaba sus pies hasta los tobillos.
-"Bajo este cielo de estrellas que nos cubre, de esa luna hermosa que es testigo, de este mar que sirve de banda sonora, te repito que quiero estar contigo el resto de mis días. Y aunque tengo unas copas demás, estoy muy clara y conciente de lo que voy a decirte, porque es mi corazón quien te habla ahora. Quiero que seas tu quien te acuestes y te levantes junto a mi. Que sigas sorprendiéndome como lo has hecho este fin de semana. Que seas mi paz y mi calma, mi olor preferido, saborearte siempre. Que desde que te conocí mi corazón late mucho más fuerte, aún cuando nos distanciamos, ahí latía mucho más porque te extrañaba. Eres muy importante para mi, eres la persona para mi. Y te prometo que haré todo lo posible por hacerte feliz porque te amo, desde el primer día que te vi de frente cuando ibas al baño. Eres una mujer increíble. Y eres lo mejor que han hecho tus padres también..." terminaba de decir mientras llevaba las manos de Amelia a su boca para besarlas, y la morena la miraba con ojos encharcados cual represa al borde de inundación.
Las olas continuaban su suave vaivén refrescando sus pies con su cálida temperatura. Era Amelia quien esta vez tomaba aire para contener la emoción y poder hablar.
-"Mira Luisi..." miraba al cielo mientras volvía a respirar profundo -"...las decisiones que he tomado en mi vida, siempre han sido bien pensadas, mirando todos los pros y contras, analizando plan a, b, c y z si es necesario. Y comoquiera siempre me surgen dudas y me cuestiono si es lo correcto, porque me asusta que las cosas se salgan de mis manos y no ser capaz de controlarlas. Hasta que llegaste tu a mi vida a darle otro sentido, sabes? Que por muy cuadrada que sea muchas veces, siempre hay espacio para salirme de la ruta y no pasa absolutamente nada. Me has enseñado a arriesgarme, a luchar, a no estresarme por los imprevistos. A lanzarme nuevamente al amor y dejar que sea él quien me guíe el caminar junto a ti. Tan así que jamás hubiera pensado que podría tener una relación a distancia, y míranos...he dejado todo porque así lo he pensado, así lo quiero, así lo he decidido y no me arrepiento ni me arrepentiré jamás. Porque vale la pena, porque yo soy quien soy ahora gracias ti, porque yo no existía..." llegó a decir antes de que el llanto y la emoción la traicionaran.
-"Yo había perdido todo sentido, no disfrutaba de la vida, me dejé llevar por la pena y la soledad. Había decidido no enamorarme otra vez, no quería sufrir, y sin darme cuenta me estaba consumiendo yo misma. Y le agradezco tanto a la vida por Nacho y María porque sin ellos yo no hubiera llegado a esta isla ni mucho menos sería tan afortunada y bendecida de haberte encontrado. Bendigo y atesoro cada encuentro que tuvimos en ese viaje, porque me llevaron a descubrirte, a sentirte, a extrañarte, a amarte. Y volví a creer en el amor, tan así que te propuse matrimonio dos veces, aunque no me hiciste caso en la primera..." sonreía mientras secaba sus lágrimas.
-"Claro que sí te escuché Amelia, pero tenía tantas emociones dentro de mi que sentía que la cabeza, el cuerpo, el corazón y toda yo explotarían al verte llegar. Ansiaba mucho que estuvieras y cuando ya me había resignado, llegaste. Hasta me cantaste por Dios!!"
-"Te amo Luisita, y estoy aquí porque así lo deseo, así lo quiero, y así lo siento. Que lo que nos depare el destino sea una inmensidad de aventuras y experiencias hermosas como este mar" dijo mientras se acercaba a besarla dejando toda su alma y sentir en ese beso, entregándose ambas por completo. Sus lenguas se reencontraban nuevamente, se saboreaban como lo han hecho una y otra vez.
-"Y hablando de aventuras..." insinuó la rubia.
-"No puedo creer lo que estás pensando y no..." contestó Amelia.
-"Amelia...fluye...no seas cuadrada, lo acabas de decir..." dijo mientras agarraba por la cintura a la de rizos y se movía con ella dando unos pasos mojando un poco más sus pies.
-"Luisi no, o sea, estamos bebidas, es peligroso estar a estas horas aquí..." repetía mientras miraba alrededor verificando si había gente dn los alrededores.
-"Amelia...es una de mis fantasías..."
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Y este oleaje sigue en todo su apogeo! 🌊🤣
Gracias por estar al pendiente de actualización. Mis excusas por la falta de tiempo😔
Un poco romanticón este capi pero me divertí mucho escribiéndolo. Espero que les haya gustado🙏🏻
GRACIAS! A Erika (Misunderstood en twitter) por la imagen tan hermosa de las chicas. Síganla en su cuenta porque hace unas cositas muy lindas 😍😍👏🏻
Cuál piensan que es la fantasía de Luisi? Qué dirá Amelia finalmente?
Gracias por comentar y darle a la ⭐️ Nos leemos muy pronto!! Mientras, a remar!!🤣🤣
A ti mi amor😘