...
Advertencia de sangre ⚠
"Bienvenido de nuevo, aprendiz."
Dick se estremeció ante la voz fría, calculadora y completamente en control. Se giró y se encontró cara a cara con la máscara naranja de su maestro.
"Sl-Maestro", saludó, instintivamente dando un paso atrás y mirando a su alrededor. No podía ver nada más que a Slade, el resto de la habitación estaba completamente a oscuras. Entrecerró los ojos: ¿cómo había llegado hasta aquí? ¿Que esta pasando?
Slade dio un paso adelante y agarró la mandíbula de Dick con brusquedad, forzando el contacto visual. Su único ojo brillaba ferozmente.
"Me alegro mucho de que hayas regresado, Renegade", dijo. "Tengo un último trabajo para ti".
Dick lo miró sin comprender, todavía tratando de descubrir cómo diablos había regresado a Deathstroke. Slade lo agarró del cabello y tiró de él, de modo que miraba en la dirección opuesta, mirando un bulto amarillo y rojo en el suelo.
Espera... ¿Wally?
El velocista yacía en el suelo frente a ellos, con los brazos y las piernas fuertemente atados y una mordaza le impedía hablar. Sin embargo, sus ojos verdes miraron suplicantes a Dick y, a pesar de la expresión valiente que intentaba mantener, Dick pudo ver un miedo mal disimulado en esos orbes esmeralda.
"Mátalo."
Dick jadeó y se soltó del alcance de Slade, girando y enfrentándose al mercenario. Slade lo miraba con una mirada gélida, ignorando la mirada horrorizada de Dick.
"Ya me escuchaste, aprendiz. Mátalo ", repitió Deathstroke, y de repente algo frío y metálico fue presionado en las manos de Dick; miró hacia abajo para ver su katana. Lentamente levantó la mirada y miró a Slade, luego a Wally y luego a la espada.
La mirada de Deathstroke se intensificó.
"Mata al velocista", ordenó, y Dick se estremeció ante su tono, automáticamente tropezando hacia donde estaba atado Wally, pero luego se quedó helado, ¿qué estaba haciendo? ¡No había manera de que matara a uno de sus únicos amigos! Dio un paso atrás y miró fijamente al velocista que tenía delante, y de repente se topó con Slade, que se había acercado detrás de él.
"Yo... yo...", tartamudeó Dick, mirando al hombre con horror y tratando desesperadamente de pensar en algo para salvar a su amigo... ¡algo, cualquier cosa!
"Hazlo", gruñó Slade. "Última oportunidad."
Dick miró fijamente a Wally y luego a la espada que tenía en las manos. Dejó que se le escapara de las manos y cayera ruidosamente al suelo.
"No puedo", susurró.
"¿No puedes?" Slade gruñó suavemente, peligrosamente suave. "¿Qué quieres decir con que no puedes?" La ira irradiaba de él en oleadas y Dick temblaba ligeramente.
"No puedo matarlo... es mi amigo".
Slade gruñó y agarró la espada del suelo, agarrándola con fuerza en su puño.
"Si no lo haces, lo haré yo".
Se paró junto a Wally y levantó la espada.
"¡NO! ¡NO LO HAGAS!" Gritó Dick, acercándose, pero algo lo detuvo, ¡sus piernas no se movían! ¿Por qué sus malditas piernas no se movían? ¡Necesitaba salvar a su amigo!
Deathstroke se giró y se encontró con la mirada frenética de Dick.
Y luego bajó la espada directamente al pecho de Wally.
Ni siquiera la mordaza pudo amortiguar el grito ahogado del velocista cuando la espada atravesó su cuerpo. El cuerpo de Wally se estremeció, sus ojos verdes se abrieron con terror y lentamente bajaron para mirar la espada en su pecho. Luego se quedó inerte.
"N-no..." Dick se obligó a decir. "No... ¡NO! ¡WALLY!" Luchó contra el poder invisible que lo mantenía en su lugar, pero todavía no podía moverse.
Deathstroke sacó la espada y la sangre brotó de la herida, más de lo que debería haber sido posible, brotando y llenando la habitación de rojo. Slade le apuntó con la espada ensangrentada.
"Todo esto es obra tuya, aprendiz".
Dick no podía apartar la mirada del cuerpo de Wally, donde el líquido carmesí seguía derramándose; la sangre lamía sus zapatos ahora y un olor metálico llenaba el aire.
De repente se escuchó un grito y Dick giró la cabeza para ver a Roy parado allí, observando cómo la sangre se acercaba. Un momento después dejó escapar un grito ahogado y una espada también le atravesó el pecho.
"¡NO!" Dick gritó, golpeándose contra la cosa invisible que lo retenía. "¡ROY! ¡NO!"
Deathstroke se reía.
Miss Martian estaba flotando sobre la escena, y un grito escapó de sus labios cuando hubo un destello de metal y de repente ella también estaba en el suelo.
La sangre que cubría el suelo se elevó.
Aqualad jadeó cuando Slade acabó con él también, sus ojos grises se fijaron en los azules de Dick mientras caía, acusando y preguntando: '¿Por qué no nos salvaste?'
"S-Slade... ¡BASTA! ¡POR FAVOR, DETENTE!" Dick sollozó, con lágrimas corriendo por su rostro.
Artemisa cayó ante la espada.
Canario Negro cayó ante la espada.
Superboy también cayó, pero ¿cómo era posible eso?, preguntó la parte racional de la mente de Dick, ¿no era invulnerable...?
Aparentemente no, porque se unió al resto de ellos en el suelo. La marea de sangre se elevó, cada vez más rápido, amenazando con engullirlo.
Los gritos surgieron desde arriba de él, y de repente cayeron de nuevo, su madre y su padre, gritando mientras se unían a los amigos de Dick, muertos en el suelo.
Dick estaba sollozando abiertamente ahora, gritando para que terminara, porque esto era demasiado, no podía soportarlo, Slade estaba matando a todos-
Batman estaba allí, de pie sobre él, pero su mirada estaba hueca y vacía, muerta también, muerta por las manos de Slade. La sangre manaba de una herida abierta en su pecho.
No no no no no NO NO...
"¿Por qué no nos salvaste, Renegade?"
"¿Por qué no nos ayudaste?"
"¿Por qué no estás haciendo nada?"
"¡Sálvanos, Dick! ¡Sálvanos!"
Sus cuerpos muertos y destrozados comenzaron a levantarse, gimiendo acusaciones y abriéndose camino hacia él.
Una mano en su hombro... Luthor. Observó la carnicería y sonrió, mirando a Dick con aprobación.
"Excelente trabajo, Richard."
Dick dejó escapar un grito ahogado y luego Lex se fue, y la marea roja subía, subía...
Slade todavía se reía.
De repente se estaba ahogando en sangre.
"¡NOOOOOOOOOOOOO!"
Dick se levantó de un salto y gritó.
Le tomó un segundo darse cuenta de dónde estaba: en su cama, en Mount Justice. Al mirar el reloj, pudo ver que eran las 2:13 de la mañana.
Dick intentó estabilizar su respiración, pero no pudo: ¡las imágenes de su sueño no desaparecían y Slade las había matado a todas! No podía permitir que esto sucediera, no podía regresar, no quería perder a sus únicos amigos. ¡Slade los mataría a todos si lo hiciera! Y Luthor lo había aprobado.
Cerró los ojos.
Se escuchó un suave crujido y la puerta se abrió. Abrió los ojos para ver a Superboy parado torpemente en la puerta, mirándolo mientras jadeaba y luchaba por controlarse.
"Escuché algo", dijo el clon inexpresivo, mirando a Dick directamente a los ojos. Dick enarcó una ceja.
"¿No se supone que estas paredes están insonorizadas o algo así?" preguntó con voz ronca, haciendo una mueca ante la sensación de picazón en su garganta.
"Lo son", dijo el medio kryptoniano. Dick sintió que sus mejillas se calentaban. ¿Realmente había gritado tan fuerte que Superboy lo había escuchado a través de las paredes insonorizadas?
"Ya estoy bien, SB", dijo, encogiéndose de hombros y agitando la mano en señal de despido, pero la mirada que le dio Superboy lo hizo gemir de exasperación.
"Tus latidos de tu corazón son irregulares, al igual que tu respiración", le informó Superboy. Dick suspiró.
"Mira, no fue nada, solo una pesadilla, y ahora estoy bien- "
"Los genomas me dijeron que a la mayoría de los humanos les gusta que los consuelen después de una pesadilla", interrumpió Superboy. Dick parpadeó cuando el clon entró en su habitación y se sentó en el borde de su cama.
"Qué estás haciendo."
Superboy lo miró.
"Brindando una presencia reconfortante".
Dick volvió a gemir.
"Superboy, no soy la mayoría de los humanos. No necesito ningún consuelo, estoy bien, ¿de acuerdo?" espetó, pero el medio kryptoniano se negó a moverse.
Después de unos momentos, Dick se dejó caer sobre la almohada y cerró los ojos.
"No te vas a ir, ¿verdad?", afirmó, y un gruñido lo confirmó. Dick resopló e hizo todo lo posible por relajarse, las aterradoras imágenes de su sueño aún lo perseguían.
"Está bien, lo que sea", murmuró. "Ya no me importa. Es tu culpa si estás demasiado cansado para ir a la escuela mañana". Había esperado que la mención de la escuela hiciera que el clon se fuera (ya que se había decidido anteriormente que a Superboy y M'gann se les debería permitir asistir), pero el colchón subía y bajaba, indicando que Superboy simplemente se había encogido de hombros.
Dick dejó de hablar después de eso y Superboy también lo hizo.
Sin embargo, a pesar de sus pensamientos iniciales... era extremadamente reconfortante tener a Superboy simplemente sentado allí, cuidándolo. Algo le decía que el clon no dejaría que le pasara nada malo.
Fue fácil quedarse dormido después de eso, y las imágenes de la pesadilla anterior desaparecieron de su cabeza.
Durmió tranquilamente, sin sueños.
Por primera vez en lo que pareció una eternidad.
...
La mañana siguiente fue extremadamente lenta. Dick estaba aburrido: Wally y Artemis estaban en la escuela y M'gann y Superboy estaban a punto de irse. Entró en la sala de misiones justo cuando sonó el comunicador de Aqualad. El atlántico había estado presentando algunos informes y puso su comunicador en altavoz para seguir trabajando mientras respondía.
"Aqualad", dijo, y de repente la voz de Roy salió del comunicador.
"Flecha Roja. Necesito acceso a la base de datos de la Liga de la Justicia. Y la altura exacta del asesino de la Liga de las Sombras conocido como Cheshire". Dick observó cómo cambiaba la expresión de Aqualad y los informes fueron dejados a un lado cuando el líder del equipo extendió una mano para acceder a los hologramas.
"Comprobando..." dijo, y Dick observó cómo aparecían los resultados de su búsqueda. "Cheshire mide 1,67 metros".
Dick sonrió ante la inteligente respuesta de Roy, "Umm..."
Aqualad también sonrió.
"Ella mide cinco pies y seis", aclaró. "Y excepcionalmente peligroso. ¿Necesita refuerzos?"
"Por favor", se burló Roy. "Lo último que necesito es la Liga de la Justicia Juvenil y un asesino traidor". Aqualade lo miró hacia atrás mientras Dick se ponía rígido y fruncía el ceño ante las palabras de Red Arrow.
"Sólo nuestra computadora", dijo Aqualad con amargura. Roy no respondió, pero de repente dejó escapar un sonido de satisfacción, indicando que había encontrado a Cheshire.
"Buena suerte, amigo mío", le dijo Aqualad, su voz un poco más cálida que antes. "Aqualad fuera". Colgó el comunicador. Dick suspiró.
"¿Siempre me tratará así?"
Aqualad también suspiró.
" Traicionaste su confianza, amigo mío".
"¡Si lo se!" Dick gimió. "¡Y estoy tratando de recuperarlo, tanto de él como de Wally! Pero ninguno de los dos está tan entusiasmado con eso..."
Aqualad frunció el ceño.
"Debes recordar que antes de esto eras un asesino. Has matado a muchas personas, y para Roy, eso no es algo fácil de perdonar. Especialmente cuando te volviste tan cercano a él antes".
Dick sintió brevemente una punzada de culpa y tristeza antes de alejarla. Ahora no podía hacer nada con respecto a las personas que había matado, lo que había hecho no podía revertirse.
Pero podría intentar compensar los errores que había cometido.
Y esperaba que fuera suficiente para algún día recuperar la confianza de Roy.
...
Roy estaba perfectamente de acuerdo con ayudar al árbitro misterioso. Salvando otra vida.
Evitar que dos países se declaren la guerra entre sí, verifíquelo. Demostrando que podría hacerlo bien como héroe en solitario, compruébalo también.
Y luego descubrió que Lex Luthor era el árbitro.
El mismo hombre que había convertido a uno de sus amigos, un niño inocente, en un asesino cruel y traidor.
Y Roy casi se puso rojo.
Le tomó toda su fuerza mental no eliminar a los guardias que lo sujetaban, agarrar su arco y dispararle a la estúpida cabeza calva de Luthor.
Lo esposaron a él y a Cheshire y los empujaron a ambos hacia los coches de policía. Roy no estaba realmente preocupado por ser arrestado; tenía muchas maneras de salir de la cárcel, incluyendo mostrarles su identificación de héroe, escaparse o usar parte del dinero que Ollie había guardado para él, pero esa no era la solución. punto.
Acababa de salvar la vida de Lex Luthor.
Mientras lo arrastraban hacia un coche de policía, sus miradas se encontraron y Luthor levantó una mano y habló con un guardia de seguridad a su lado.
Y de repente estaba parado frente al genio calvo.
"Creo que conozco a este chico", dijo Luthor, mirando a su Mercy, que estaba parada junto a él hablando por teléfono. Ella asintió con la cabeza, bajó el teléfono celular y Lex sonrió, mirando a los guardias alrededor de Roy.
"Acabamos de recibir una conformación. Este es el amigo de Green Arrow, Speedy".
Roy sintió una oleada de ira por su antiguo nombre.
"Ahora es Flecha Roja", gruñó.
Uno de los guardias frunció el ceño.
"Debe ser interrogado", le dijo a Luthor, pero el otro hombre sonrió.
"Lex Luthor responde por él, Capitán. Suelte al compañero".
Oh, lo que Roy no haría para dispararle a este tipo lleno de flechas...
" Ex compañero", gruñó. "Y no necesito ningún favor tuyo " . De todos modos dejó que los guardias le quitaran las esposas y se frotó las muñecas ligeramente doloridas.
"Disculpas. No me di cuenta de que deseabas unirte a la joven tras las rejas", dijo Luthor inocentemente mientras Roy intentaba pasar junto a él; ya no quería tener nada que ver con Luthor. Se dio la vuelta y miró al multimillonario.
"Puedes haber engañado a todos aquí, Luthor", siseó, "pero sé lo que eres". Y lo que has hecho, pensó. La amistad que destruiste...
"Oh, no pretendo ser un ángel", dijo Lex arrastrando las palabras. "Da la casualidad de que esta vez estoy del lado de los ángeles".
Comenzó a caminar hacia adentro y Roy lo siguió de mala gana. No sería bueno si Lex hiciera algo que terminara destruyendo a ambos países: tenía que conservar este trabajo. Dos mujeres hicieron una reverencia al entrar. Frente a ellas, una multitud de reporteros esperaba mientras los líderes de Rhealasia del Norte y del Sur discutían de un lado a otro.
"¿Por qué ambas partes deberían confiar en usted?" -Preguntó Roy.
"Porque", comenzó Luthor, "Lexcorp es una empresa fundada en una empresa pacífica para toda la humanidad".
Roy sintió una oleada de ira.
"¡Deja de actuar, Luthor!" él gruñó. "¡Tengo información de que Lexcorp ha estado proporcionando armas a ambas Rhealasias! Te estás beneficiando de esta guerra. Entonces, ¿cuál es tu ángulo?"
Lex sonrió y se acercó, bajando la voz para que la gente a su alrededor no pudiera oírlo.
"Los ingresos de guerra son calderilla en comparación con los miles de millones que se ganarían invirtiendo en una Realasia pacífica y unida. ¿Y no es mejor tener paz? ¿Incluso si ese sinvergüenza Lex Luthor se beneficia de ello?"
"Es posible que ese sinvergüenza no sobreviva para obtener ganancias", dijo Roy. "Y además, he visto de primera mano de qué se puede sacar provecho."
Lex levantó una ceja.
"¿Qué quieres decir, joven?"
"¿El nombre Renegade significa algo para ti?"
Luthor se congeló por un segundo y Roy no pudo evitar sonreír ante su pequeño triunfo.
"Conseguiste crear un monstruo y un asesino a partir de un niño inocente del circo", gruñó. "Te beneficiaste de su pena y dolor. ¿Qué te impide hacer lo mismo aquí?"
Lex se recuperó rápidamente, pero parecía un poco inquieto.
"Nada, supongo", dijo, y Roy le frunció el ceño. "Pero, como dije antes... los ingresos de guerra son simplemente calderilla. Lo creas o no... Estoy aquí para crear un tratado de paz".
Se dispuso a irse, pero Roy volvió a hablar antes de estar fuera del alcance del oído.
"Cheshire fracasó", recordó. "La Liga de las Sombras no se detendrá hasta que se cumpla el contrato".
Luthor lo miró.
"Lo que plantea la pregunta... ¿Quién contrató a la Liga?"
Los ojos de Roy se abrieron como platos.
"Y... ¿realmente eras tú el objetivo?" se preguntó en voz alta. "¿O fue tu muerte sólo una manera conveniente de sabotear la cumbre?"
"Permíteme contratarte para descubrirlo... ya que actualmente me falta cierto asesino mío".
Roy gruñó.
"No estoy aquí para ganar dinero".
Luthor se rió en voz baja y puso una mano sobre su hombro.
"Entonces, brindarás tus servicios... ¿pero gratis? Puedo vivir con eso, héroe".
Roy se quitó la mano de encima.
"Ahora discúlpeme", continuó Lex, "tengo un hemisferio que salvar". Pasó junto a Roy y se acercó a los dos líderes del país.
"Caballeros, ¿intentamos algunas sonrisas para las cámaras?"
Roy miró su espalda mientras caminaba. ¿Ese era el hombre que había creado a Renegade, que había convertido en un asesino a partir de un niño afligido?
Ya no sabía qué pensar.
...
La esfera rodó detrás de ellos, zumbando y pitando tristemente. Superboy sonrió y se giró, acariciando la bola de metal.
"¿Muy celoso?" preguntó el clon, y Esfera pitó indignada.
"¡Bien, bien!" Dijo Superchico. Él y Dick habían estado trabajando en la bicicleta de Superboy, que había resultado gravemente dañada la última vez que la usaron, en la misión contra Amazo. Dick no tenía nada mejor que hacer, así que se ofreció a ayudar. También estaban casi terminados: la motocicleta parecía casi nueva.
"¿Listo para ir a la escuela?" La alegre voz de M'gann vino detrás de ellos, y Dick se giró, sonriendo mientras ella llegaba volando, justo en frente de Aqualad, Red Tornado y Martian Manhunter. "¡Hice nuestros almuerzos!" Levantó varias bolsas de papel.
"El primer día de la temporada escolar conlleva una gran residencia cultural", dijo Martian Manhunter. "Queremos desearles lo mejor a ambos". Dick hizo una mueca: no era como si quisiera ir a la escuela, ¡pero al menos sería un cambio con respecto a la cueva!
"Supongo que no es algo kryptoniano", dijo Superboy con tristeza, y Dick puso una mano en su hombro, enviándole una mirada comprensiva antes de regresar a la bicicleta.
"Er... es posible que deseen cambiarse antes de partir", dijo Aqualad a los dos extraterrestres. M'gann de repente saltó de emoción.
"¡Oh, pasé horas eligiendo este atuendo!" jadeó, cambiándose la ropa por una falda rosa y una blusa blanca con una chaqueta rosa a juego encima. "¿Qué piensas? ¿Puede M'gann M'orzz pasar por una chica terrestre ahora?" Se volvió hacia Aqualad esperanzada.
"Um... bueno..." comenzó el atlántico, mirando su piel verde, y Miss Marciana le sonrió.
"¡Es una broma!" dijo, dándose vuelta, y de repente su piel verde se transformó en caucásica. "¡Conoce a Megan Morse! ¿Cuál es tu nuevo nombre?" le preguntó a Superboy, y el medio kryptoniano pareció sorprendido.
"¿Mi qué?"
"Elegí el nombre de John Jones", intervino Martian Manhunter, "y sugerí a John Smith para Red Tornado. Tú también podrías ser un John..."
"Paso", gruñó Superboy.
M'gann de repente se sonrojó y puso su mano sobre el hombro de Superboy.
"Connor siempre ha sido mi nombre favorito", anunció, y Dick se animó. En realidad encajaba... Connor. Superboy se encogió de hombros, pero no protestó.
"También será necesario un apellido", dijo Aqualad, y de repente Dick tuvo una idea.
"Kent", dijo. "Connor Kent."
Los ojos de Martian Manhunter se abrieron por una fracción de segundo al reconocerlo, luego asintió en silencio. Dick había pasado suficiente tiempo con Superboy para comprender el problema del clon con el Hombre de Acero: Kent era perfecto.
"¡Oh! ¡En memoria del Dr. Fate!" -exclamó la señorita marciana. "¡El difunto Kent Nelson!" Dick parpadeó- ¿quién ahora? Él no había estado en la misión del Dr. Destino, había estado ocupado con Batman ese día… pero lo que ella quisiera pensar.
"Uh, claro", le dijo, captando la mirada divertida de Martian Manhunter.
"Está bien, claro. Supongo que sería... un honor, o algo así", dijo Superboy.
"Bueno, Connor Kent, ¡es hora de cambiarte de camisa!" dijo M'gann alegremente. "¡No quieres revelar tu identidad!" Superboy parecía reacio, pero procedió a quitarse la camisa, justo en frente del sonrojado marciano. Le dio la vuelta y suspiró.
"¿Esto funcionara?"
Parecía que M'gann estaba a punto de desmayarse.
"Hmmm... funciona para mí", dijo, y Dick sonrió, levantando la vista de la bicicleta de Superboy. ¡ Oh, algo estaba pasando totalmente entre esos dos!
Cuando Aqualad, Red Tornado y Martian Manhunter se dieron vuelta para irse, M'gann se dirigió a él.
"¿Has ido alguna vez a la escuela, Renegade?"
Dick frunció el ceño, se puso de pie y recordó.
"No", dijo. En el circo sus padres le habían enseñado, y Luthor y Slade le habían educado en casa cuando estaba con ellos. "Pero dudo que la Liga de la Justicia me deje ir de todos modos."
M'gann de repente jadeó.
"¡Me acabo de dar cuenta! ¡Te dejaremos aquí solo todo el día! ¡Vas a estar tan solo!"
Dick sonrió.
"Tengo Aqualad para hacerme compañía y Sphere", dijo. "No se preocupe, señorita M. ¡Diviértase!" Ella sonrió y levitó sus mochilas en el aire mientras comenzaban a caminar hacia la salida de la cueva.
"¡Adiós, Renegade!" gritó por encima del hombro y luego se fueron.
Dick suspiró y se giró para regresar a la sala de misiones.
Quizás Aqualad tenía algo que hacer.
...
Fue más tarde esa noche cuando finalmente consiguió algo que hacer.
Se escuchó un pitido del comunicador de Aqualad y, de repente, Roy estaba hablando; parecía exhausto.
"Soy yo. Puedo... posiblemente... estar fuera de mi cabeza."
Aqualad arqueó una ceja.
"¿Qué puedo hacer por ti, amigo mío?"
Roy respiró hondo.
"Necesito tu ayuda. Transmite Zeta a donde esté más cercano a mis coordenadas. Estoy en Taipei. Yo... no puedo hacer esto solo".
Aqualad asintió.
"Estaré allí en un momento, amigo mío", dijo, y colgó. Comenzó a dirigirse hacia el rayo zeta, y Dick bajó de su parada de manos (había estado haciendo acrobacias para pasar el tiempo) y saltó frente a él.
"¿Puedo ir contigo?" preguntó, y Aqualad frunció el ceño.
"No estoy seguro de si eso está permitido", dijo, y Dick hizo un puchero.
"¡Vamos, Kaldur! ¡Estoy aburrido, lo cual no es nada asteroso! ¿Por favor?"
Aqualad suspiró.
"Roy no apreciará-"
"Oh, bueno, entonces", dijo Dick con firmeza. "Tendrá que vivir con eso".
Aqualad todavía parecía inseguro, pero luego suspiró y asintió de mala gana.
"Puedes venir. Pero si intentas algo..."
Dick hizo una mueca y tiró de su cuello.
"Sí, sí, lo entiendo. ¿Podemos irnos ahora?"
Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Aqualad.
"Muy bien. Vámonos."
...
"¿QUÉ ESTA HACIENDO ÉL AQUÍ?"
Dick hizo una mueca ante el fuerte grito y le frunció el ceño a Roy. Aqualad parpadeó hacia el arquero.
"Me acompaña Renegade", dijo. "Hemos venido a ayudarte".
Estaban en un callejón abandonado, por lo que no había nadie alrededor. Se habían encontrado con Roy hace unos momentos.
Roy frunció el ceño.
"No quise decir traerlo " , dijo, apretando los dientes en un intento de bajar el volumen. Dick sintió una oleada de ira.
"Estoy aquí, ¿sabes?", gruñó. "Puedes dirigirte a mí si tienes un problema, no a Aqualad".
Hubo un momento de silencio, y luego Roy lentamente bajó la mirada para encontrarse con los ojos de Dick a través de las gafas de sol en su rostro.
Dick pudo ver dolor en sus ojos. Traición, como Wally.
"Lo siento", dijo Dick honestamente. "No quise lastimarlos. Ustedes realmente eran mis amigos... Se lo demostré a Wally, y te lo demostraré también".
Roy miró hacia otro lado.
"Lo dudo", gruñó el chico mayor. "¡Tuviste muchas oportunidades de cambiar, de contarnos lo que estaba pasando! ¡Y ahora es demasiado tarde!"
"¿Por qué tan seguro? Wally no lo cree así-"
"No soy Wally."
Dick aprieta los dientes.
"¡Mira, Roy, no tenía otra opción! ¡Me estaban usando, manipulando para hacer lo que Luthor y Deathstroke querían! ¡Y tenía nueve años! Soporté palizas constantes simplemente porque a veces no estaba de acuerdo con ellos, y era más de lo que podía soportar, ¡así que hice lo que ellos querían! ¿POR QUÉ NO PUEDES VER QUE ESTOY INTENTANDO CAMBIAR?"
"¿PUEDES RECUPERAR TODAS LAS VIDAS QUE TOMASTE AL CAMBIAR?"
"¡NO, PERO AL MENOS PUEDO INTENTAR HACER ALGO DE BIEN EN EL MUNDO PARA COMPENSAR ESO!"
"¿QUÉ TE HACE PENSAR QUE VAS A HACER ALGO? ¡ERES UN ASESINO!"
Dick hizo una mueca ante eso y bajó la mirada.
"Tienes razón", susurró. "Lo soy. Y no tengo ninguna excusa. Lo mínimo que puedo hacer es tratar de ayudar a la gente ahora, porque no puedo recuperar las vidas de esas personas que maté. Tienes razón... y yo lo siento."
Roy lo estudió por un segundo y su mirada se suavizó ligeramente, no del todo, pero sí un poquito. Aqualad se interpuso entre ellos.
"Creo que usted pidió nuestra ayuda. Deberíamos ponernos manos a la obra".
"Pedí tu ayuda, no la suya", espetó Roy. "Pero... él puede ayudar. Has luchado contra Cheshire antes, ¿verdad?"
Dick asintió, pensando en uno de sus trabajos hace un tiempo.
"Sí. Ella es dura. Y difícil de derrotar. ¿Es ella la razón por la que pediste ayuda?"
"Más o menos", dijo Roy, entrando en modo héroe. "Sígueme."
Roy los lleva a las calles de Taipei y hacia un edificio enorme.
"Así es como va a funcionar", instruyó Roy. "Hoy hemos visto a Cheshire y Sportsmaster, ambos persiguiendo el mismo objetivo".
Dick frunció el ceño. Padre e hija... esto no iba a ser fácil. Tuvieron suerte de que Artemisa no estuviera allí.
"¿Quién es el objetivo?" Preguntó Aqualad mientras entraban al edificio, y de repente Roy se quedó helado.
"Oh, no. Tienes que estar bromeando", gimió. "¿Cómo pude haber sido tan estúpido? ¿Cómo no me di cuenta antes?"
Dick le dirigió una mirada confusa.
"¿De qué estás hablando?"
Roy miró a su alrededor, pareciendo presa del pánico.
"¡No deberías haber venido, Renegade! ¡Aargh, no puedo creer esto! ¡Por qué no... me escondí!"
Su voz era tan frenética que Dick instintivamente desapareció entre las sombras.
"¡Ah, Flecha Roja!" Una voz terriblemente familiar dijo: "Supongo que este compañero es tu respaldo al que llamaste".
Y entonces Dick lo vio...
Lex Luthor.
Lex, el maldito Luthor.
Dick se quedó paralizado y sus ojos se abrieron con horror. Imágenes de su pesadilla pasaron por su cabeza, de Roy cayendo al suelo, con sangre saliendo de la puñalada en su pecho, de los ojos acusadores de Aqualad mientras Slade-
¡NO! ¡No, no, no, tenía que sacarlos de allí! Dondequiera que fuera Luthor, ¡Slade no se quedaba atrás!
¡ Y no iba a volver!
Roy recuperó la compostura mientras se giraba hacia Luthor.
"Sí", dijo. "Este es Aqualad. Vamos a protegerte".
Lex era el objetivo.
Lex era el objetivo.
"Excelente", dijo Luthor con esa suave voz suya, la manipuladora. "Entonces no tengo nada de qué preocuparme." Puso su mano brevemente sobre los hombros de Roy y caminó hacia la mesa. Dick se estremeció y trató de calmar su respiración.
Roy y Aqualad miraron a su alrededor buscándolo, y Dick emergió cautelosamente de las sombras; estaban fuera de la línea de visión de Luthor por ahora.
"¡Qué diablos, Roy!" siseó. "Cómo no te diste cuenta que yo... él..." Las palabras le fallaban, y eso no era bueno, porque las palabras nunca le fallaban...
"Yo... yo no hice la conexión", susurró Roy. "Lo siento. No hagas esto."
Dick apretó los puños y maldijo, ignorando la mirada de desaprobación de Aqualad.
"¡Idiota, Roy! ¡No puedo irme ahora, ustedes dos podrían necesitar mi ayuda! Y no puedo... si..." Hizo una pausa y respiró hondo. "Necesitamos descubrir dónde está Deathstroke", dijo Dick, tragando saliva. "Luthor rara vez está en algún lugar sin Slade hoy en día, y si me ven..."
Aqualad entrecerró los ojos.
"Renegade..."
Dick giró sobre sus talones y miró al atlante.
"¡No! ¡No voy a volver a la cueva! ¡Y no voy a volver con Luthor, así que puedes quitar la mano del estúpido control remoto!"
Aqualad lo miró a los ojos.
"No iba a sugerir eso", dijo tranquilamente. "¿Y puedes culparme por ser cauteloso?"
Los hombros de Dick se hundieron, porque no, no podía.
Roy examinó a la multitud.
"Iré a ver si Deathstroke está aquí", dijo Roy. "Aqualad... encuentra un lugar entre la multitud y trata de mezclarte. A pesar de nuestros desacuerdos con Luthor-" Dick resopló ante eso, "-necesitamos defenderlo. Si lo matan, entonces Rhealasia del Norte y del Sur descenderán a guerra civil. Renegade... toma las vigas, pero detrás de donde esté Aqualad. Si necesita hacer un escudo, tú debes estar en él. ¡Pero no te reveles a menos que te necesiten!
Dick apretó los dientes con tanta fuerza que le dolió la mandíbula. ¡Por supuesto que Lex encontraría una manera de meterse en la situación en la que parecía que estaba ayudando! Por mucho que le encantaría vengarse de Luthor... demasiada gente moriría si los Rhealasianos fueran a la guerra.
No valió la pena.
Se movió entre las sombras y se colocó en las vigas encima de la mesa, observando cómo Aqualad se posicionaba entre la multitud y Roy ocupaba un lugar detrás de la mesa, casi directamente debajo de él. De repente, Roy tocó a Lex en el hombro y el genio se giró para mirarlo. Dick usó sus oídos altamente entrenados para escuchar su conversación.
"Hay un rumor circulando", dijo Red Arrow. "Algunos dicen que estás bajo la protección de Deathstroke the Terminator".
Lex levantó una ceja.
"Es cierto", dijo. "Y debo preguntarme cómo llegaste a enterarte de este rumor".
Roy lo ignoró.
"¿Está aquí esta noche? Me vendría bien su ayuda".
Dick gimió en voz baja. ¿Roy podría ser más obvio? Pero Lex solo parpadeó ante la pregunta.
"Esta noche no", dijo, y Dick sintió una oleada de alivio. Su torturador no estaba allí.
De repente se oyeron gritos cuando los rhealasianos del norte y del sur tomaron asiento y comenzaron las negociaciones.
Dick tuvo que admitir que Lex era un muy buen negociador.
Pronto llevaban unos treinta minutos de debate.
"¡Una unificación es impensable!" Gritó el líder de North Rhealasia.
"¡Nuestros pueblos ya no tienen nada en común!" Gritó el líder de South Rhealasia.
"Caballeros, cálmense", interrumpió Lex. "A pesar de sus diferencias, todavía comparten el aprecio por muchas cosas... como el exquisito arte de la ceremonia del té de Rhealasia".
Una mujer que empujaba un carrito de té entró en la habitación; llevaba una gran cantidad de maquillaje y un vestido rojo tradicional, pero había una sonrisa en su rostro.
Oh, era totalmente Cheshire.
Se acercó a la mesa -casi a Aqualad- y el atlante se giró, sacando a uno de sus aguadores y apuntándolo hacia el asesino.
"Eso es lo suficientemente lejos... Cheshire", amenazó, hablando lo suficientemente alto como para ser escuchado, y hubo gritos ahogados por parte de la gente a su alrededor. La sonrisa de Cheshire desapareció y un ceño molesto la reemplazó. Dick sacó con cuidado uno de los cuchillos arrojadizos de su cinturón (Aqualad lo había devuelto antes de llegar a Taipei), y debajo de él, Roy tomó una flecha.
Con un fuerte empujón, Cheshire empujó el carro directamente hacia ellos.
El mundo se desaceleró.
El agua de los vasos sobre la mesa se elevó ante la orden de Kaldur, volando hacia adelante para obedecerlo mientras el carro se acercaba cada vez más...
Roy soltó una flecha y se conectó con el carro... en el momento exacto en que se formó el escudo de Aqualad.
El mundo volvió a acelerarse.
Y la habitación fuera del escudo de agua explotó.
Aqualad se preparó y luchó por mantener su escudo mientras el fuego lamía a su alrededor. Cheshire salió disparado hacia atrás, fuera de la vista. La pared trasera de la habitación estalló en pedazos.
Lentamente Aqualad bajó el escudo, jadeando. Parecía que había requerido mucha fuerza, y Dick no quería nada más que ayudarlos, pero no podía, no con Luthor sentado allí.
Red Arrow y Aqualad se acercaron a Cheshire. Roy sacó otra flecha y Aqualad arrancó los restos de su camisa hecha jirones.
"Se acabó, Cheshire", gruñó Roy. Dick resopló: realmente amaba las líneas cliché...
"Creerías que sí..." ronroneó Cheshire, poniéndose de pie, y de repente un helicóptero apareció detrás de ella, revelando a Sportsmaster y docenas de otros asesinos.
Alguien gritó y entonces todo lo que Dick conoció fue el caos.
"¡Toma a Sportsmaster!" Roy ordenó Aqualad. "¡Cheshire es mío!" Aqualad asintió y sus portadores de agua formaron mazas gemelas mientras cargaba hacia adelante.
"¡Mmm, qué territorial, y sólo nuestra tercera cita!" Dijo Cheshire, y Roy le frunció el ceño y soltó su flecha. Ella lo bloqueó y Aqualad se volteó sobre ella, corriendo hacia su padre y el resto de los asesinos.
Varios de los guardias de seguridad intentaron atacar a Sportsmaster y fueron eliminados con facilidad. De repente, Sportsmaster lanzó una andanada de discos de metal al aire y los ojos de Dick se abrieron cuando los vio dirigirse directamente hacia Roy, que estaba ocupado luchando contra Cheshire.
Sin pensarlo dos veces, saltó hacia adelante y arrojó su propia andanada de cuchillos, interceptando los discos en el aire y salvando a Roy. El arquero lo miró, pero afortunadamente estaba demasiado ocupado para reprenderlo. Dick no se atrevió a mirar hacia la mesa; realmente esperaba que los guardias de seguridad hubieran evacuado a Luthor.
Aqualad contrató a Sportsmaster y Dick se encargó de eliminar a los pequeños. Los otros asesinos eran un juego de niños, no rival para las enseñanzas de Slade. Inmovilizó a dos contra la pared con una andanada de cuchillos y noqueó a otro con un puñetazo en la mandíbula. Girando, se agachó cuando una espada pasó sobre su cabeza, y luego reaccionó con una rápida patada, enviando al asesino volando hacia atrás.
Cheshire estaba diciendo algo que resonó en la habitación.
"¡Llamaste a algunos de tus pequeños amigos compañeros! ¿Pero no dijiste que no estaban en tu liga?"
Aqualad vaciló momentáneamente, distraído por sus palabras, y no pudo evitar un fuerte golpe de Sportsmaster. Cayó al suelo. Sportsmaster sacó su propia maza y la hizo girar, lanzándola hacia Aqualad, quien no pudo evitarla. Dick cruzó la habitación de un salto y pateó la bola de metal lejos de la cabeza del atlante. Le dolió mucho el pie, pero salvó a su amigo, quien lo apoyó agradecido. Sportsmaster lo estaba mirando.
"¡Tú!" gruñó. "¿Convertirse en traidor a Deathstroke?"
Dick sonrió.
"Más o menos", dijo, mirando a Aqualad, y luego cargaron.
Aqualad atacó primero, lanzando su maza hacia el pecho de su enemigo. Sportsmaster lo esquivó y devolvió el golpe, pero Dick se agachó debajo del arma y le dio una elegante patada al estómago, obligándolo a retroceder. Dick se alejó cuando Sportsmaster le dio una patada, y Aqualad saltó hacia adelante con un grito, balanceando sus mazas en una danza mortal.
Continuaron así durante unos minutos, manteniendo a Sportsmaster alerta y luchando por resistir su poder combinado. Formaban un equipo decente, notó Dick mientras daba volteretas hacia adelante y arremetía contra el villano.
Un grito repentino desde el otro extremo de la habitación donde Roy y Cheshire estaban peleando de repente llamó su atención. Aqualad notó su preocupación.
"¡Ve! ¡Ayuda a Roy!" ordenó, y Dick asintió mientras Sportsmaster y Aqualad sacaban sus espadas y continuaban su lucha. Giró sobre sus talones y corrió hacia la asesina, girándose hacia adelante y dándole una patada voladora al costado de la cabeza del asesino. Ella gritó y cayó al suelo.
"¡Oye, Cheshire!" dijo, y ella se levantó, mirándolo.
"Renegade. Qué bueno verte", dijo arrastrando las palabras, y cargó contra él, cortando una de las flechas de Roy en el aire. Sus dagas cortaron el aire y Dick se puso a la defensiva, esquivando y girando frenéticamente mientras ella hacía todo lo posible para ensartarlos.
"¡Roy!" gritó: "¿Dónde estás?" De repente, el héroe mayor estaba allí, lanzando un puño a la cara de Cheshire. Ella gruñó y saltó hacia atrás, aterrizando en cuclillas y de repente arrojó su daga directamente al corazón de Roy.
Dick lo vio como en cámara lenta, y también pudo ver los ojos de Roy agrandándose al darse cuenta de lo que estaba sucediendo: ¡su arco no iba a bloquearlo a tiempo, y luego Dick se obligó a moverse ! poniéndose entre los dos-
En lugar de matar a Roy, el cuchillo se hundió en su hombro hasta la empuñadura.
Dick dejó escapar un grito de dolor cuando el cuchillo se estrelló contra él y golpeó el hueso. La fuerza del golpe lo hizo tambalearse hacia atrás y se balanceó sobre sus pies de manera inestable cuando el dolor comenzó a registrarse en su mente. Lentamente miró su hombro. La sangre manaba de la herida y sentía como si su brazo estuviera ardiendo. Roy gritó y saltó hacia adelante, empujando agresivamente a Cheshire hacia atrás aún más que antes.
"¡Ya son dos veces que te he salvado hoy, Flecha Roja!" Dick llamó, luchando por ignorar el dolor punzante. "¿Qué más necesitas?"
Roy no respondió de inmediato, pero cuando lo hizo, ni siquiera fue con palabras, pero el arquero le envió una mirada llena de agradecimiento, y era todo lo que Dick necesitaba por el momento.
"¡Aqualad! ¡Terminemos con esto!" Gritó Red Arrow, lanzando una flecha hacia el techo. Dick no estaba seguro de por qué al principio, pero luego vio los aspersores y sonrió.
El agua brotó del techo, empapando la habitación. El ceño de Aqualad se frunció en concentración, y luego levantó a sus portadores de agua, y una serpiente marina gigante se formó a partir del remolino. Rugió y se lanzó hacia Sportsmaster por orden de Aqualad, deslizándose por el suelo y abriendo mucho la boca.
Cheshire saltó delante de su padre antes de que Dick pudiera parpadear. Se colocó su máscara de gato sonriente en la cara antes de arrojar una bomba de humo justo antes de que la serpiente de Aqualad pudiera alcanzarlos. Aqualad soltó el agua de su alcance y se dispersó.
Dick tosió y se tapó la boca con la capa usando su brazo bueno. Un ruido repentino le hizo fruncir el ceño: ¿pies corriendo?
De repente, desde entre el humo, un asesino saltó hacia adelante con un grito de guerra, saltando sobre sus cabezas con su espada en alto.
"Merced."
Luego se escuchó el zumbido de una máquina, el sonido de una explosión y luego un ruido sordo cuando el asesino cayó al suelo.
Dick sintió que se le helaba la sangre. Reconocería esa voz en cualquier lugar. Luthor todavía estaba allí. No se había ido con seguridad. Había visto todo.
"Le da un nuevo significado a la carrera armamentista , ¿no?".
Los rhealasianos charlaban con asombro y emoción, y Luthor seguía hablando.
Dick no podía soportar esto. Sabía que Lex lo había visto, tenía que salir de allí. Ahora.
"¡Flecha Roja, Aqualad!" siseó. "¡Salgamos de aquí, apúrate!" Lo miraron preocupados, pero lo acompañaron mientras corría hacia la puerta. Su hombro estaba empezando a dolerle mucho y necesitaba tratamiento médico.
Dick fue el último en salir; no debería haberlo hecho, pero lo hizo de todos modos.
Miró hacia atrás y vio a Luthor mirándolo fijamente.
Sus ojos se encontraron.
Los ojos de Lex eran fríos y peligrosos. Prometiendo venganza, prometiendo castigo...
Prometiendo la muerte de sus amigos.
Dick rompió el contacto visual y se dio la vuelta para salir por la puerta.
Esta vez no miró hacia atrás.
...