─¿¡En enserio Gonzalo!? Es de no creerse ¡Te pedí el agua desde hace horas! ¡Los jimadores tienen sed! -exclamó Roland muy molestó al ver llegar al nombrado en su camioneta con garrafones llenos de agua helada en la parte de la caja.
Era común que la hacienda Styles siempre brindara el mejor trato y paga de todo el pueblo, siempre hecho así por ordenes de don Andrew el tenerles agua y alimento a las horas adecuadas y correspondientes.
Todos los jimadores y jimadoras se acercaron a la camioneta dejando de lado sus coas y machetes, para por fin recibir el preciado líquido que sus cuerpos exigían.
Ordenadamente hicieron una fila con sus termos y botellas en mano para uno por uno ir recibiendo el agua por parte de Gonzalo.
Después de unos cuantos minutos fue el turno de gaviota.
─Que quedé totalmente lleno por favor. -el omega dijo mientras entregaba su botella y terminaba de secar sus manos con su pañoleta.
─Por supuesto precioso, pero dime... eres de por aquí? -dejó la botella de lado y se acercó al omega.
─No, no soy de aquí. -dijo cortante sintiendo repulsión por el tipo que se veía que pasaba los 40 años.
─¿Y si te llevo a dar una vuelta? -intentó tocar su mano. ─Para que conozcas el lugar... después de eso podemos ir a donde tú quieras. -se acercó totalmente al de ojos azules invadiendo casi por completo su espacio personal.
─Sabes qué?... -Louis se acercó más al tipo y habló en voz baja. ─Conozco más este pueblo que tú, conozco a mucha gente, entre ellos conozco a tus primos, a tu madre enferma que no atiendes, a tus hermanos, a tus hijos y hasta TU ESPOSA. -dijo esto último en voz alta. ─Creo que ya es hora que ella sepa que su esposo es un rabo verde. -sin dejarlo responder empujó al tipo con fuerzas hasta hacerlo caer en el lodo.
Las burlas de todos los jimadores alrededor no se hicieron esperar dejando al hombre completamente humillado y lleno de lodo por doquier.
─¡Otro que bautizan este año! -gritaron Marie y algunos otros jimadores mientras se carcajeaban nuevamente.
─Esta me las pagas. -Gonzalo dijo para si mismo sin lograr que nadie lo escuchara, viendo al omega con odio, mientras esté se reía.
-ˏˋ ♡ ˎˊ-
L
a lectura del testamento de Andrew Styles fue dada, causando disconforme en casi todos. Antes de que cada Styles siguiera con su estilo de vida, tenía que darse lectura al tan esperado documento. Ya todos tenían sus vuelos listos para sus respectivos viajes.
El asunto quedó de la siguiente forma...
Las empresas, las fábricas tequileras y todo relacionado a lo administrativo habían sido dadas a Bruno Styles, mientras que todo el lado ganadero, tierras de cultivo, terrenos, haciendas y todo lo agrícola había sido para Edward Styles.
Para Lucia había sido testificado que todas las casas de la ciudad y campo serian puestas a su nombre. Además de una jugosa fortuna que Andrew había dejado solamente para ella en el banco, serían otorgadas a la hora que ella quisiera y cuando quisiera.
Mientras que para sus 4 y únicos nietos se les sería entregado una mensualidad todos los meses para que pudieran seguir viviendo con todos los lujos a los que estaban acostumbrados.
¿Entonces de donde se generaba el disconforme?
La gran sorpresa que todos se llevaron es que al final de la lectura hubo un apartado en el que decía que el primer hijo varón siendo únicamente de Adrien o Harry iba a heredar todo el imperio de la fortuna de Andrew Styles. Esto claramente incluia lo que habia logrado a lo largo de todos los años de trabajo desde sus inicios hasta el final. Todo esto se trataba de millones y millones y más millones, dejando en claro que era para prolongar el apellido y la imagen de la familia... y claro, también un poco de ¿machismo?
También en el testamento se dejó advertido y ordenado que ninguna persona que no llevara el apellido Styles podía hacerse cargo de los bienes, por lo cual, a la muerte de Bruno o Andrew, solo Adrien y Harry se quedarían a cargo de todo y así sucesivamente con todos los primogénitos de los primogénitos. (Claro estaba que solo si eran alfas hombres).
Ah, y aparentemente las sorpresas no dejaron de llegar ya que en otro documento se les indicó que dentro de 4 años se abriría otro sobre muy importante que se encontraba en una notaria espexifica.
Cosa que la familia no le dio mucha importancia.
Primer error de muchos.
-ˏˋ ♡ ˎˊ-
─No has dejado de sonreír desde que dieron lectura al testamento... estás muy feliz al saber que a nuestra familia le tocó la rebanada de pastel más grande ¿no es así? -Jenn se acercó a besar a Adrien mientras ambos se encontraban tomando una copas en el despacho de la hacienda. Su vuelo saldría en un par de horas.
─No puedo mentirte cielo. -sonrió en grande y tomó a la omega de la cintura. ─Claramente el viejo nos dejó la mejor parte. -tomó un sorbo de su vaso de tequila. ─Pero lo mejor de todo es la fortuna que hay para el primer alfa primogénito que claramente será el que tú y yo tendremos. -besó a la chica. ─¿Te casas conmigo Jenn?
─¡Mi amor! ¡por supuesto que sí! -saltó a sus brazos comenzando un beso apasionado.
Adrien tenía todo perfectamente calculado y a su favor. Tenían la mejor parte del imperio Styles, se casaría con una omega sana que estaba seguro le daría ese alfa varón que necesitaba y por si fuera poco, Harry era un caso perdido, jamás habría un omega en la tierra que quisiera estar con un alfa impotente como él y mucho menos tener hijos.
Ya sentía el elixir de la victoria correr por sus manos.
La guerra apenas estaba tomando terreno.
─Te amo tanto Adrien, no sabes lo feliz que haces, te juro que...
─Perdón, no sabía que estaba ocupado. -Marianne interrumpió sin querer. ─Solo vine por un libro. -tomó el objeto y salió a toda prisa.
Si así iban a ser las cosas y los bandos ya se habían dividido pues perfecto. Que así fueran.
-ˏˋ ♡ ˎˊ-
─Mamá mamá, mira -jaloneó con rapidez el brazo de su madre. ─Carlos Daniel ya va a descubrir a Paulina ¡va a saber que ella no es Paola! -dijo entre dientes sin despegar la vista de la pantalla.
El esconderse entre las maceta a plenas horas de la noche tal vez no era la mejor idea de todas, pero simplemente no podían perderse una de sus telenovelas favoritas.
La pequeña casa en la que vivían Louis y su madre no contaba con televisión y era obvio que jamás pedirían una tele después de tantos años de amabilidad por parte de don Andrew al dejarles una pequeña casita cuando llegarán a la hacienda a jimar, ya era demasiado que aún después de su muerte todavía seguirían teniendo ese lugar exclusivamente para ellos como para exigir comodidades y beneficios siendo solo unos empleados más.
Así que lo mejor por lo que optaron era entrar a escondidas a la hacienda, adentrarse al patio donde tenían una terraza con televisión y vista al patio y ver la telenovela "muy bien escondidos".
Bueno, tal vez detrás de unas macetas no eran el mejor escondite, pero era lo que había.
Afortunadamente para gaviota y Marie, la mayoría de la familia Styles había vuelto a su vida cotidiana dejando la hacienda.
Anabelle y Bruno habían vuelto a New York.
Jenn totalmente entusiasmada y alegre se fue a recorrer las mejores tiendas del mundo a ver todo lo mejor y necesario para su boda.
Edward y Felix estaban a pocos días de irse en avión para resolver algunos asuntos.
Daniella dentro de días regresaría a su academia en Los Angeles.
Adrien había vuelto a Londres.
Y Marianne y Harry pronto lo alcanzarían allá para seguir con su vida y estudios.
Por ahora solo estaban en la pequeña terraza Felix, Lucia y Harry. Este último leyendo un libro ya que en su opinión esa novela era muy tonta.
─Si gaviota lo estoy viendo, es solo que estaba pensando que Carlos Daniel debería quedarse con Paola. Son tal para cual. Carlos Daniel es un...
─¿¡Como crees mamá!? -Louis se alzó de su escondite por la euforia y por accidente pisó el pie de la omega haciéndola dar un grito ahogado y retroceder sin querer haciendo por accidente que una maceta se cayera y se estrellara en mil pedazos.
─¿Escucharon eso? -Félix preguntó alarmado poniéndose de pie de inmediato.
─Se escuchó muy cerca. Están detras de las macetas. -dijo Lucia.
Louis y Marie se miraron con ojos en grande para luego agacharse a "limpiar" el desastre que habían causado. Era cuestión de tiempo para que vieran que eran ellos.
─Voy a llamar a... -Félix con la intención de buscar al alfa avanzó unos cuantos pasos siendo detenido por Harry.
─Tranquilo mamá. Yo iré a ver que pasa.
Sin dejar responder a su madre, avanzó a pasos agigantados a donde provenía el ruido.
─Así que son ustedes. -sonrió levemente al ver a Louis de rodillas en el suelo, manchado de tierra de sus manos, piernas y vestido, echando desesperadamente puños de esta a un pequeño bolso que Marie llevaba.
Los omegas voltearon asustados al oír aquella voz que ya reconocían haciendo que se pusieran de pie de inmediato para dar la cara.
─Joven Styles, le juro que no es lo que parece. -explicó con rapidez el omega, moviendo sus manos nerviosamente. ─Nosotros no somos ladrones y jamás lo seremos, tampoco vinimos a ocasionar desastre, solo queríamos ver la novela. Tampoco iba a robarme la tierra o esconderla para no dar la cara, yo sólo quería llevármela para comprar una nueva maceta y llenarla nuevamente con lo poco que quedo de esta y luego comprar mas tierra y...
Harry guardó silencio viendolo y escuchando su relato totalmente fascinado con sus gestos y por ser él... simplemente él.
─Yo le juro que vamos a pagar la maceta con nuestro sueldo y también vamos a pedirle disculpas a la señora Styles... -nuevamente se colocó de rodillas para tomar algunos pedazos del la maceta rota y...
─No no no, deja eso ahí. -el alfa se había arrodillado también para detener las inquietas manos del omega, tocando el dorso de estas en el proceso.
Nuevamente esa sensación se apoderó de todo su cuerpo y pensamientos. El calor se expandió, haciendo que el frío de la noche se disipara por pequeños momentos que se harían eternos.
Ambos volvieron a verse a los ojos al mismo tiempo, y es ahí cuando por fin comprendieron y aceptaron lo que estaba pasando.
Esto no era solo de ahora. Desde la primera vez que se vieron en esa iglesia, todo había cobrado sentido. El primer amor de ambos se reflejó en la pupila y alma de sus ojos.
─¿Qué pasa Harry? -gritó Lucia preocupada.
Ambos reaccionaron reventando su burbuja.
─Lo mejor es que se vayan. -se levantó a toda prisa. ─No quiero que mi abuela los regañe. -ayudó al omega a levantarse del suelo y volvió a sonreír con ternura agachando su cabeza para no ser visto al notar las rodillas y la falda del vestido del omega manchadas de tierra.
─Si pero la mace... -Marie trató de tomar un pedazo del suelo siendo negado por el alfa.
─Tranquilos, váyanse ya. Yo veré que le digo a mi abuela. -escucharon los pasos de la mujer acercarse a ellos. Los omegas corrieron a toda prisa.
─Harry, ¿quienes eran? -alcanzó a ver un poco las personas que corrían despavoridas. ─¿Que hacian aquí? Solo vienen a causar destrozos.
─Tranquila abuela. No pasó nada.
─¿Pero y el ruido que se escuchó? -por fortuna la mujer no había prestado atención a la maceta rota.
─No te preocupes solo eran unas personas de limpieza que se había tropezado, pero fue todo. -sabía que su mentira era sumamente estupida, pero era lo primero que se le ocurrio. ─Ya los ayudé a levantar lo que se les había caído. -besó su cabeza y tomó el brazo de la mujer mayor. ─Ven, vamos adentro. No hay nada de que preocuparse.
-ˏˋ ♡ ˎˊ-
A la mañana siguiente...
─¿Y si nos despiden gaviota? -Los omegas se encontraban muy temprano arreglando todas sus cosas para el día de jornada de hoy, aunque después del susto de la maceta, Marie y Louis seguían aterrados de que se dieran cuenta que habían sido ellos los culpables y que al llegar al campo de agaves fueran recibidos con la noticia de que los querian fuera de la hacienda Styles.
─N-no creo mamá. No creo que nos corran solo por una maceta rota... ¿o si? -preguntó asustado. Estarían perdiendo el trabajo que les aseguraría comida por un par de meses.
─Ay gaviotita, no lo sé. Solo espero que nos dejen explicarnos, tal vez si les contamos como fueron la cosas no se moles... -fue interrumpida por unos golpes en la puerta.
Guardaron silencio por unos segundos y al no escuchar nada, Louis por fin se atrevió a preguntar. ─¿Quién es?
─Harry Styles. -respondieron al otro lado de la puerta.
Sin pensarlo mucho, el omega se dirigió con rapidez a abrir la puerta encontrándose al alfa tan guapísimo como siempre, cargando una pequeña televisión en sus manos cosa que no le tomó la suficiente atención.
─Buenos días. -saludó el ojiverde con una gran sonrisa.
─Buenos di... ¡ya sé que lo que hicimos no estuvo bien, y tal vez venga a echarnos pero tengo derecho a explicar todo. Nosotros creemos que si...
─¿Y quién está hablando de echarlos? -interrumpió.
─No viene a...?
─De ninguna manera, yo solo vine a traerles esto. -alzó un poco la televisión haciendo que Louis por fin la notara. ─Es para que puedan seguir viendo su telenovela o lo que ustedes quieran.
─¿De verdad? -preguntó Marie totalmente anonadada.
─Así es ¿donde quieren que la coloque?
─Aquí está bien. -Louis guió al alfa a una mesita cercana donde dejaron el aparato.
Louis se agachó para conectar el cable a la corriente de luz y al hacerlo su vestido se alzó levemente dejando al descubierto sus gruesos muslos bronceados.
Harry volteó hacia otro lado al notarlo sin querer faltarle el respeto al omega.
Pero...
Era hermoso, cada centímetro de el marcaba una perfección infinita.
Era la primera vez que admiraba a una persona más allá de su belleza.
Era deseo...
─No sabemos como agradecérselo, ¿está seguro que no va a haber problema con su abuela? ¿Y si se molesta? ¿Es de ella? -preguntó Marie alarmada.
─No para nada. No se preocupen. Solo les pido que por favor ya no se busquen problemas con mi abuela. Es una mujer mayor y bueno, ya saben... aún es muy reciente la muerte de mi abuelo.
─Muchísimas gracias joven. -respondió Marie ya muy concentrada en su telenovela de las mañanas.
─No es nada señora. Bueno yo... tengo que irme, que tengan un excelente día. -se dirigió a la salida pero antes de que saliera completamente, Louis lo tomó por el brazo.
─Yo... muchas gracias. Nunca habíamos recibido un regalo así, y menos después de romper algo.
Ambos rieron.
Dile dile dile dile dile dile dile dile.
─No tienen nada que agradecer. Yo queri... ya me tengo que ir. Que tengan buen día. -sonrió por última vez para salir por la puerta dejando al omega con un corazón aleteando en su pecho.
La sensación era la misma.
-A+