7.

116 10 9
                                    

─Hola gaviota. -habló primero Harry con una brillante sonrisa en su rostro al inmediatamente acercarse a la mesa del omega donde pudo divisar que también estaban varios de sus trabajadores bebiendo y relajándose.

─Ho-hola joven Styles. -sonrió de igual manera pero agregando que sus mejillas se pintaron de un bello tono rosado al reavivar los inolvidables acontecimientos pasados, eso sin contar que fue una gran alegría y sorpresa encontrarlo nuevamente, en el mismo lugar que él.

─Creo que nunca voy a lograr que me llames por mi nombre y me tutees, no es así gaviota? -preguntó alzando una ceja y una sonrisa ladeada.

─Yo... bueno, no creo que sea una buena idea, usted es mi jefe y bueno, ya sabe...

─Te vez preciosisimo cachorro. -cambió de tema de repente, sabiendo que no aguantaría el no alabar la belleza del omega que tenía la fortuna de observar. El nombrado se sonrojó al instante.

─Muchas gracias. -¿por qué de repente tenía que mostrarse tan tímido? El nunca había sido así. ─Usted también se ve muy bi...

─Gaviota. -llamó su atención Marie sonriendole ligeramente al alfa a modo de saludo, notando que este no despegaba ni por un segundo la mirada de su hijo frente a él.

¿Y como hacerlo? Tal y como una libre gaviota, el omega llevaba un sencillo pero hermoso vestido blanco que le quedaba a mitad de sus gruesos muslos y que le robó el aliento en cuanto lo vio desde lejos, este llevaba unos listones ajustando su delgada cintura por enfrente, dejando un moño en el centro. Había tanta perfección transpirando por cualquier poro en la piel del omega con cualquier cosa que usara o que hiciera, destilaba pureza y sensualidad al mismo tiempo de una manera interminable. Su hermosa piel tostada, sus brillantes ojos azules, esas tupidas pestañas, sus lindas mejillas rojitas y regordetas, y su hermosa sonrisa que hacía que su corazón revoloteara ante la más tímida de sus miradas.

Y su cuerpo... su cuerpo era la más exacta muestra de la combinación de cualquier obra o escultura vanagloriada hasta por el más exigente de los críticos.

Marie observó con detalle la mirada de ambos. Ella más que nadie sabía del significado de esas miradas.

─Ya es hora de irnos cachorro. -habló nuevamente y avanzó algunos pasos buscando salir de su lugar. ─Ya llevamos un buen rato aquí, tenemos que comprar algunas cosas y dijiste que me ibas a acompañar. -tomó el brazo de su hijo con delicadeza buscando que lo siguiera, aunque la mirada de este decayó levemente al recordar lo que había prometido y que se irían.

─Señora... -interrumpió el alfa sin querer sonar grosero en lo más mínimo. ─¿Cree que pueda dejar un ratito más a gaviota? Le prometo que yo me encargaré de llevarlo a su casa temprano y que lo voy a cuidar muy bien... aunque claro, primero que todo necesito saber si a él le gustaría quedarse un momento más conmi...

─Sí mamá por favor por favor. -respondió de inmediato mientras movía el brazo de su madre de un lado a otro. ─Solo un ratito más. Por favor por favor.

─Por favor señora. Le prometo que gaviota va a llegar sano y salvo. Jamás permitiría que algo le pasara o alguien le haga daño. -dijo esto último con un tono de voz mas bajo, mirando fijamente a los ojos del omega.

─Anda Marie, deja que gaviota pase un rato con el señor Styles. Necesita convivir con chicos de su edad. Sabes que la mayoría de jimadores y jimadoras son mucho más grandes que él.

Marie miró a Roland declarandole la muerte.

Para empezar... ¿de donde demonios había salido?

Al parecer todos los trabajadores habían decidido reunirse a descansar y a divertirse un poco en el mismo lugar y a la misma hora después de una agotadora jornada de trabajo.

Hai finito le parti pubblicate.

⏰ Ultimo aggiornamento: Feb 16 ⏰

Aggiungi questa storia alla tua Biblioteca per ricevere una notifica quando verrà pubblicata la prossima parte!

you & i ⤷ l.s (omegaverse)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora