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Dick respiró hondo antes de entrar a la pequeña cafetería.
Era más tarde en la noche, tal vez las 7 o las 7:30… no tenía reloj encima en ese momento. Antes, Roy lo había invitado a pasar el rato en esta pequeña tienda. Dick se alegró de que no fuera algo extravagante… era tedioso evitar a la prensa, incluso si era un asesino. Aún así, llevaba gafas de sol y una sudadera con capucha.
Pero había otra razón para ello. Esta cafetería en particular era un lugar de reunión común de un hombre llamado Anthony Jones, quien también resultó ser su próximo objetivo, y no podía ser reconocido como Dick Grayson mientras mataba a alguien.
Fue pura coincidencia, pero estaba feliz por ello. Pudo pasar el rato con Roy sin meterse en problemas con sus amos.
Echando un vistazo a la pequeña y acogedora tienda, vio a Roy en una de las mesas traseras haciéndole señas, también con gafas de sol y un traje ligeramente estilo gueto. Alguien más estaba sentado a su lado, un pelirrojo con ojos verdes y suficientes pecas para competir con las estrellas en el cielo nocturno. Con cautela se deslizó en la cabina junto a Roy, mirando al recién llegado con recelo.
"¡Oye, Dick!" Saludó Roy alegremente, moviéndose ligeramente para que Dick pudiera tener más espacio, "¿Qué te tomó tanto tiempo?"
Dick ocultó una sonrisa. La verdadera respuesta a eso fue que había estado guardando su rifle de francotirador y su katana en un callejón cercano, pero por supuesto no había manera de decirle eso a Speedy .
"Lo siento", dijo. "Lex me retuvo, ya sabes cómo son las cosas". Era fácil para él fingir que todo estaba bien, actuar como si nada estuviera mal en su vida, como si no fuera un asesino. Sorprendentemente fácil.
Roy asintió, con diversión arrugándose en sus ojos.
"Sí, lo entiendo", aseguró, encogiéndose de hombros para mostrar que no se había hecho daño. "De todos modos, este", le hizo un gesto al pelirrojo, "es uno de mis otros amigos, Wally West. Espero que no sea demasiado problema que haya venido".
"No, está bien", respondió Dick. "Cuantos más, mejor, supongo".
"Asteroso".
Dick se rió, complacido de que Roy usara esa palabra mientras Wally parecía extremadamente confundido.
"De todos modos, un placer conocerte, Wally. ¿De dónde eres?" Extendió su mano y Wally la estrechó, la confusión se disipó para mostrar calidez en su mirada.
"Central", respondió, recostándose satisfecho en su asiento. "Sólo estoy visitando a Star".
"Oh, qué bien", sonrió Dick. "En realidad soy de Metrópolis. Sólo vengo a Star cuando Roy me invita".
"Vaya", susurró Wally con reverencia, con una leve sonrisa en su rostro. "Metropolis. ¿Alguna vez has conocido a Superman?"
Roy le lanzó una mirada divertida que Dick no creía que debía ver, pero respondió a la pregunta de todos modos con una ceja levantada.
"Sí", dijo, recordando un encuentro anterior, "pero sólo un vistazo de él. Nunca lo he visto de cerca, además de los informes de noticias que hace Lois Lane". Eso era una mentira rotunda...se preguntó si Speedy alguna vez había conocido a Superman. Él era sólo un compañero, pero aun así… quién sabía.
Roy soltó una breve carcajada.
"¿Alguno de ustedes se ha dado cuenta de que Superman solo hace entrevistas privadas con esa chica Lane? Yo diría que algo está pasando con ellos... ¡Y de verdad! ¿Quién necesita ser salvado tanto? Juro que esa chica organiza la mitad de sus incidentes para que su caballero en ¡La armadura brillante podría rescatarla!"
Dick y Wally resoplaron al mismo tiempo y luego se congelaron, mirándose el uno al otro por un momento antes de estallar en risitas completamente inmaduras. Cuando Roy también resopló por sus payasadas, ellos solo se rieron más fuerte.
Finalmente, una camarera se acercó a su mesa, interrumpiendo sus discusiones sobre zombis y vampiros ("Amigo, ¡preferiría luchar contra zombis! ¡Son súper lentos y realmente estúpidos!" "Pero solo hay unos pocos vampiros. Solo ¡Tienes que eliminar un par, demasiados zombis te abrumarían!" "¿Pero qué pasa si hay todo un ejército de vampiros?" "Por favor, ¿cuáles son las probabilidades de que eso suceda?").
"¿Hmm? Oh, lo siento." Roy se disculpó con las mujeres exasperadas una vez que la notó. "Uh, chicos, ¿quieren hacer un pedido? Tomaré un chocolate caliente. Hace frío afuera".
Dick lo miró y se lamió los labios.
"Eso suena totalmente abrumador, en realidad. Yo tomaré lo mismo".
Wally miró a Roy por un segundo.
"Está bien, tomaré siete..."
Se detuvo ante la mirada feroz de Roy.
"¿Seis?"
"..."
"Cinco…?"
"..."
"¿Tres...? ¡Por favor, Roy! ¿Por favor?"
Roy gruñó y Wally sonrió felizmente.
"Bien, ¡tres chocolates calientes también!"
Dick miró a Wally con asombro.
"¿Realmente podrías haber comido siete chocolates calientes?" preguntó, y Wally comenzó a responder, pero fue interrumpido cuando Roy respondió por él.
"No", declaró el mayor de ellos, arqueando una ceja ante la mirada molesta de Wally. "Sus ojos son mucho más grandes que su estómago".
"Diré…"
Wally se rió nerviosamente, frotándose el estómago mientras éste, justo a tiempo, gruñía muy fuerte. Volvieron a su discusión, esta vez con los viejos enemigos, ninjas y piratas.
"Lo siento, pero los ninjas ganarían totalmente. Pueden acercarse sigilosamente a los piratas, cortarles el cuello y marcharse sin que nadie se dé cuenta".
"Excepto los piratas..."
"¡Pero están todos muertos!"
"Está bien, ¡pero los piratas tienen barcos! ¡A menos que tus ninjas tengan un barco ninja súper secreto para usar contra mi barco pirata, entonces no tienes nada contra ellos, Dick!"
"Wally, los ninjas no necesitan naves ninja súper secretas. Son así de buenos".
"Pero bueno, ustedes dos, los piratas se quedan con todo el oro y esas cosas. Los ninjas simplemente matan gente".
"¡Roy! ¡Pensé que estabas de mi lado! Y a los ninjas se les paga... a veces..."
"¡Ja! ¡En tu cara!"
"... Pero, por otro lado, los ninjas tienen trajes más geniales... Prefiero estar completamente de negro con una máscara facial que con un estúpido sombrero con una pata de palo".
"¡Ja! ¡En tu cara!"
"¡Oye! ¿De qué lado estás?"
Dick miró alrededor de la pequeña tienda por un segundo por costumbre, dejando que Roy y Wally discutieran y casi saltando del shock cuando vio a su objetivo, Anthony Jones, sentado en una mesa justo frente a ellos. Se maldijo a sí mismo por distraerse y casi olvidar su misión.
"¿Hola Dick? ¿Estás bien?"
Se giró para ver a Wally y Roy mirándolo con curiosidad. Rápidamente se aclaró la garganta.
"Lo siento, me perdí en mis pensamientos por un segundo". Volvió su atención a la nueva conversación, observando atentamente a Jones, que acababa de pedir algún tipo de café.
Sus propias bebidas llegaron poco después, y fiel a su palabra, Wally sorbió el primer chocolate caliente en un tiempo récord, casi chillando cuando la bebida humeante le quemó la lengua. Lanzó una mirada herida a la taza vacía, como si fuera culpa suya que se quemara.
Roy le sonrió al chico que hacía pucheros mientras mezclaba cuidadosamente la crema batida en la parte superior de la taza con el líquido. Dick tomó un sorbo con cuidado, sin ánimo de quemarse él mismo. En los pocos segundos de silencio que siguieron mientras todos probaban sus bebidas, Dick escuchó algo que lo dejó paralizado.
"...otra muerte más. El millonario Brad Tennyson fue encontrado muerto en su casa particular ayer por la mañana. No hubo testigos, pero la policía cree que el joven asesino Renegade está detrás del asesinato..."
Se giró y miró la pequeña pantalla plana que había junto al mostrador, mientras aparecía una imagen borrosa de él mismo con su traje Renegade, aparentemente tomada desde larga distancia y ampliada. Hubo silencio por un segundo.
"... Caray..." Murmuró Wally, bajando la mirada. "¡Ese es como el quinto chico de este mes!"
El rostro de Roy estaba oscuro, como si estuviera recordando algo doloroso, y Dick supo que estaba recordando su encuentro anterior.
"Sí…" murmuró, tratando de que perdieran interés en el tema, pero la suerte no lo acompañó esta noche.
"No puedo creerle a ese tipo", suspiró Roy, moviéndose en su asiento. "¡No puede tener más de diez años!"
Dick se sintió insultado porque, en realidad, ¡no parecía tan joven! ¡Tenía 12 años!
Vale, tal vez sí parecía tan joven...
"En realidad, ¿por qué mataría a toda esa gente? ¿Está trabajando para alguien o tiene su propia lista de objetivos personales?"
Realmente necesitaba cambiar de tema.
"Oigan, ¿ustedes creen-"
Wally interrumpió.
"Sí, de todos modos, ¿cuál es su problema? ¿Y por qué la Liga no lo ha encerrado todavía?"
Lo intentaron y fracasaron , pensó Dick triunfalmente, recordando sus encuentros con Superman, Batman y las Flechas. Roy gruñó profundamente en su garganta como si estuviera recordando exactamente lo mismo.
"No lo sé", forzó Roy, y le dio a Wally una mirada que parecía decir: hablaremos de esto más tarde. Dick los miró entrecerrando los ojos. Algo estaba pasando... ¿Wally también estaba en el negocio de los héroes?
"Tal vez Renegade simplemente no lo entendió", intentó, y Roy se burló.
"¿Entonces está matando gente porque está... tratando de llamar la atención?"
"¡No!" Dick replicó rápidamente. "Eso no es lo que quise decir. Pero-"
"¿Quizás lo está haciendo para sobrevivir?" Wally cuestionó, arqueando una ceja, y la cabeza de Dick se levantó de golpe, porque técnicamente tenía razón. Pero ahora que lo pensaba...
¿Por qué mató ?
¿Por qué siguió las instrucciones de Luthor y Slade?
Diablos, ¿por qué seguía con ellos?
Porque son tus amos , y saben lo que es bueno para ti, siseó una pequeña voz en su cabeza que sonaba sospechosamente a Deathstroke, y Dick se pellizcó el puente de la nariz, porque la voz tenía razón, Slade tenía razón, pero...
¿Por qué todavía sentía que estaba mal?
De repente levantó la vista y vio que su objetivo se estaba moviendo.
Anthony Jones estaba de pie, dejando la taza de café vacía en el suelo y buscando en su bolsillo cambio para pagar.
Dick se levantó de su asiento y se deslizó hacia afuera, ignorando las miradas curiosas que los otros dos (¿se atrevería a llamarlos amigos?) le lanzaban.
"Lo siento chicos", dijo, estirándose dramáticamente y colocando un billete de cincuenta dólares sobre la mesa, "Me tengo que ir, no me di cuenta de qué hora era".
Wally y Roy asintieron entendiendo.
"Nos vemos, Dick."
"¡Adiós amigo! ¡Espero que podamos volver a salir pronto!"
Dick sonrió y se giró, pero mientras lo hacía, "accidentalmente" bajó el brazo y tiró la última taza de chocolate caliente de Wally de la mesa.
Lo que pasó después fue tan rápido que apenas lo vio (si no tuviera ojos de asesino no los tendría), pero el brazo de Wally voló hacia abajo a una velocidad imposible, y de repente estaba sosteniendo la taza a centímetros del suelo. , donde seguramente se habría hecho añicos.
Roy y Wally lo miraban con horror como si acabaran de condenarse a muerte, pero Dick simplemente puso una expresión de sorpresa en su rostro antes de sonreír una vez más.
"Wow... buen partido, Wally", se rió, fingiendo que no había visto nada fuera de lo común (¿desde cuándo su vida se había convertido en una gran simulación?), y luego se giró de verdad, enviando un "hasta luego". " por encima del hombro y siguiendo a Jones hasta la puerta. Sus sospechas fueron confirmadas. Wally era un meta, probablemente un velocista o un manipulador del tiempo según la velocidad con la que se movía.
Sólo le tomó un segundo quitarse la ropa para revelar el traje de Renegado debajo y luego recuperar sus armas y su cinturón del callejón. Jones se estaba moviendo rápido, ya que se había corrido la voz de que los enemigos de Luthor estaban siendo atacados y Anthony Jones era definitivamente uno de los enemigos de Lex. Aparentemente había estado intentando pasar desapercibido y estar a salvo.
No fue lo suficientemente rápido.
Ni por asomo.
De hecho, Dick apenas tardó diez segundos en encontrarlo corriendo por otro callejón más una vez que había subido a lo alto de un edificio, con todo el ruido que hacía. Saltó desde el techo en el que estaba sentado con facilidad y aterrizó perfectamente en la parte baja de la espalda del hombre.
Jones se estrelló contra el suelo con fuerza y Dick dio un salto justo antes del impacto, rodando sobre sus pies y desenvainando su espada en el mismo movimiento.
Anthony retrocedió mientras se acercaba.
"¡Qué... no-espera! Renegade..." jadeó, su expresión era de puro terror al darse cuenta de quién era su atacante.
Dick enseñó los dientes en una sonrisa salvaje.
"¡Espera, no soy una amenaza para Luthor! ¡Por favor, no me hagas daño!" suplicó, pero Dick avanzó y lo silenció antes de que pudiera volverse molesto.
Se llevó una mano a la oreja y tocó su comunicador.
"Aquí Deathstroke", respondió Slade, "¿Cuál es tu estado, Renegade?"
Dick respiró hondo.
"Maestro. El objetivo ha sido neutralizado. No hay complicaciones".
Casi podía oír la expresión de satisfacción de Slade.
"Excelente trabajo, Renegade", ronroneó el mercenario, y Dick se estremeció ante el tono. "Estoy muy satisfecho con su trabajo de hoy. Regrese a Lexcorp de inmediato".
"Por supuesto", dijo Dick, soltando la mano del comunicador y envainando su espada antes de girarse para seguir sus órdenes. Pero mientras lo hacía, la conversación de antes pareció resonar en su mente, dejando su pregunta sin respuesta:
¿Por qué mató? ¿Por qué siguió órdenes?
¿Cuál fue la respuesta?
...