A través del Cristal [Cristal...

By QueenElsiFrost

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ADVERTENCIA: NO ENTENDERÁS ESTA HISTORIA SIN HABER LEÍDO LA PRIMERA PARTE En la superficie la gente mira el... More

Sinopsis y Aclaraciones
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11. Parte 1
Capítulo 11. Parte 2
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18. Parte 2
Capítulo 19. Parte 1
Capítulo 19. Parte 2
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38. Final Damon y Ellie
Capítulo 39. Final
Epílogo
Extra. Hasta que nos volvamos a encontrar
Agradecimientos y ¿Secuela?

Capítulo 18. Parte 1

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By QueenElsiFrost


AÑOS ANTES

No solía entablar muchas conversaciones con Damon; de hecho, prefería evitarlo en la medida de lo posible. Sin embargo, repentinamente, surgió en mí la necesidad de compartir mis pensamientos con alguien. La única persona con la que me sentía cómodo hablando era Jaden, pero evidentemente, no iba a confesarle mis sentimientos hacia él. Así que, cuando escuché a Damon discutir acaloradamente con Elai por su falta de concentración en los entrenamientos debido a su tiempo con Ethan, pensé que era la oportunidad perfecta para hablar con él. Sabía que Damon comprendería mi situación, a diferencia de Elai, que era un perro solo.

Elai salió molesto de la habitación, y me asomé por la puerta, indeciso sobre si entrar o no.

—¿Damián? ¿Qué haces? —preguntó Damon al ser consciente de mi presencia, luego haber maldecido durante un buen rato.

—Perdón, escuché la discusión entre tú y Elai —me senté en el pie de la cama—. ¿Todo esto lo haces por un chico?

Él esbozó una sonrisa como si encontrara ingenuidad en mis palabras.

—Eres muy pequeño para andar en esos temas.

—No creo —me encogí de hombros—. Te entiendo, a mí también me gusta alguien.

Sus ojos se abrieron sorprendidos y pareció atragantarse con su propia saliva, pero decidí continuar.

—¿Te puedo pedir un consejo?

Se sorprendió y, al mismo tiempo, se notó emocionado. Aunque pensaba que no lo veía, apreciaba cada gesto por el rabillo del ojo.

—Sí —respondió finalmente.

—Bueno, él y yo somos amigos, ese no es el problema; la cosa es que él es la persona más heterosexual que conozco, si es que eso existe. A veces cuando pienso en que no me querrá es porque soy hombre, pero la verdad es que ni siquiera considero que le agrade como persona, incluso si fuera una mujer. Quiero decir, no soy como las chicas en las que él suele fijarse. ¿Entiendes? —lo miré y él asintió mientras sonreía, haciéndome ver que realmente no lo entendía.

Estaba a punto de enojarme y salir de allí, cuando sonó el timbre, y él bajó corriendo las escaleras. En poco tiempo, regresó a la habitación con otro chico a su lado, sosteniéndole la mano.

—¿Quién es él?, ¿es tu novio? —pregunté directamente.

—No —contestó rápidamente.

—¿Entonces por qué lo tomas de la mano? —señalé, haciendo que él se exaltara, rápidamente soltando su mano. Parece que Damon ni siquiera se daba cuenta de cosas que claramente todos notábamos a simple vista.

—Así que eres el pequeño de los Lerman —el chico se inclinó hacia mí, aunque éramos casi de la misma altura, pues yo era alto para mi edad.

—Tengo 13 años —respondí, asumiendo que él era Ethan, el sujeto del que Damon no paraba de hablar.

—Oh, ya veo, entiendo, es la edad en la que te empiezan a gustar las chicas.

—En realidad es un chico.

Él dejó de sonreír por un instante, pero pronto recuperó la gracia en su rostro.

—Sé lo que se siente que te guste alguien —dijo.

—¿Por qué?, ¿Te gusta mi hermano? —pregunté bruscamente.

Ethan abrió los ojos, como si no hubiera esperado esa pregunta.

—Aunque tu hermano no tiene nada de malo —comenzó—, no, no es mi tipo.

Además tiene sentido del humor. Bueno, creo que podría agradarme.

—Pues yo creo que tú sí eres el suyo. Sinceramente no entiendo cómo piensan ayudarme a resolver mis problemas amorosos si ni si quiera resuelven los suyos —comenté aborrecido.

—Nadie mencionó que tuviéramos problemas amorosos —difirió Ethan.

—Es lo que diría alguien que los tiene —secundé.

—Creo que lees muchas novelas —él se río.

—Sí, me gustan las novelas, en especial si son de ciencia ficción.

Claro que me gustan, cualquiera que me conozca sabrá lo mucho que adoro las novelas gráficas y los comics.

—¿Y has pensado en prestarle alguno de tus libros a ese chico que te gusta? —propuso.

—No, ¿por qué lo haría? Ni siquiera le gusta leer.

—Pues si se interesa por lo que te gusta, significa que también está interesado en ti.

—¿Dices que con un libro se va a enamorar de mí? —soné incluso ingenuo al decirlo.

Ethan se río.

—No, pero es el primer paso.

—Mmm —me toqué el mentón—. Tiene sentido, Ackerman.

Él levantó las cejas.

—Ah, ya hasta sabes mi apellido.

—¿Cómo no hacerlo? Damon habla tanto de ti que es molesto. En realidad, creí...que serías tan molesto como él, pero parece que me equivoqué.

—¿Ah sí?

—Sí, tú me agradas, no eres como los otros amigos idiotas de mi hermano.

—En algo estamos de acuerdo —me dio la razón. Tenía una forma de ser que no me hacía sentir sofocado.

De pronto se abrió la puerta de golpe.

—Oigan, ¿ustedes dos ya terminaron de hablar? —Damon estaba alterado; seguro el muy metiche debió estar escuchando nuestra conversación, algo que a ambos nos hizo reír—. ¿Ahora de qué se ríen? Damián, te juro que si le contaste algo vergonzoso a Ethan no te lo perdonaré —me señaló acusatoriamente, pero pronto se perdió en la risa de Ethan.

Esa tarde, siguiendo el consejo de Ethan, dejé uno de mis cómics favoritos afuera de la puerta de Jaden con una nota. Aunque me sentía un poco avergonzado, pensando en lo ridículo que debía parecer, como un adolescente enamorado. Él nunca mencionó nada al respecto, y asumí que jamás lo había leído. Después de dos años de intentos, finalmente decidí rendirme.

...

—¿Quieres venir a una pijamada hoy en mi casa? —preguntó Jaden.

—No —respondí a secas.

—Vamos, Dam —se situó a mi lado, pegando su hombro con el mío.

Hice una mueca de descontento.

—¿Y dormir contigo?

—No me moveré mucho, lo prometo.

—¿Vamos a festejar o algo así?

—Mmm, no, solo quiero hacer una pijamada.

Levanté una ceja, escéptico.

—¿Nosotros y quiénes más?

—Ah bueno...invité a muchos otros chicos, eso seguro —desvió la mirada.

Resoplé, pasando a su lado. Era obvio que ninguno querría estar ahí si sabían que yo iría.

—Y seguramente de todos ellos ninguno irá. No tienes que preocuparte por mí, ¿okey? No iré

—Pero eres mi mejor amigo, claro que tienes que ir —se puso frente a mí, bloqueándome el paso—. ¿Qué importa si no va nadie? Eres el invitado de honor.

Me reí por lo sorprendente que me resultaba su amabilidad.

—Además, haremos cosas súper entretenidas que ni siquiera ellos entienden —volcó los ojos.

Bufé, por la manera en la que siempre buscaba no hacerme sentir mal, aunque eso no me afectara realmente.

Por la tarde pasé a mi casa a recoger un par de cosas, como un pijama y mi cepillo de dientes antes de ir a la casa de Jaden. Sin embargo, cuando toqué el timbre nadie respondió, así que esperé un rato en el pórtico, hasta que atisbé por el rabillo del ojo un árbol de nueces en el patio trasero. ¿Siempre había estado ahí?

Me acerqué con curiosidad, dejando mis cosas a un lado.

Realmente no creo que a Jaden le moleste que tome unas.

Intenté alcanzar la nuez en el árbol, parándome de puntillas, pero no era lo suficientemente alto, así que me recargué del tronco para estirarme.

—Eso no parece ser muy seguro, niño —comentó una voz detrás de mí.

—No me distraigas.

Escuché sus pasos al caminar por el pasto.

—Jaden me dijo que me encargara de su amigo mientras llegaba, imagino que eres tú.

—¿Y tú eres? —gruñí por el esfuerzo.

—Soy su hermano. Angel.

—¿Qué...? —me distraje, volteando a verlo y en ese preciso instante mi pie resbaló del tronco, llevándome de bruces contra el suelo si no hubiera sido por los brazos que sentí sostenerme.

Al abrir los ojos, una mirada afilada de impresionantes ojos ámbar apareció frente a mí.

—Ya entiendo por qué me dijo que te cuide. Te encanta meterte en problemas —enarcó una ceja de sus oscuras cejas en un gesto de soberbia. Él y Jaden eran demasiado similares, casi podría jurar que estaba viendo doble; la misma tez color oliva, los ojos y el cabello oscuro, a diferencia que este último, Jaden lo tenía más corto y lo peinaba en un copete revuelto, haciéndolo ver diferente a su hermano. Si no los conociera, pensaría que son personas diferentes.

Me hice a un lado, sin quitar la expresión de rechazo en mi rostro, esa que le pongo a todo el mundo.

Él estiró el brazo por encima de mi cabeza, arrancando de la rama una nuez para después ponerla frente a mí.

—Para ti.

Me quedé mirándola por un instante, entre él y la nuez y la tomé con desconfianza.

—Gracias —mi voz sonó reacia sin despegar mis ojos de esa mirada que chisporroteaba diversión.

—Oigan, ¿ya se conocieron? —la voz de Jaden me trajo de vuelta a la realidad. Estaba de pie, cargando una gran bolsa de chetos que casi le tapaba toda la cara—. ¿Qué hacen ahí parados? Vamos, entren.

—Fue un gusto conocerte, Damián —Angel me sonrió antes de darse la vuelta.

—No puedo decir lo mismo —susurré.

Pasé al cuarto, botando en la entrada mis pertenencias.

—Espero que tu hermano no nos descubra cuando nos droguemos —dije.

Jaden se giró a mi horrorizado.

—Es broma, si nos descubre le invitaré.

Él abrió los ojos.

—Ya, está bien, no traje droga. Pero solo digo que así habría sido más divertido.

Jaden puso una expresión seria. No le gustaba cuando bromeaba con esas cosas, mucho menos cuando me veía con el idiota de Parker. Dijo que si se me volvía a acercar, él mismo lo golpearía.

—Okey, no —dije.

—Bien, tenemos toda la tarde para jugar videojuegos —se dejó caer en la cama.

—¿Eso es a lo que tú le llamas "algo super divertido"?

—Perdóname por no invitarte a asaltar un banco.

Sonreí, sentándome a su lado.

—¿En serio quieres pasar toda la tarde perdiendo? —levanté una ceja.

Jaden consiguió dormirse más rápido que yo, pues llevaba rato roncando, así que me levanté de la cama sin poder conciliar el sueño y bajé a la cocina. La comida siempre me daba sueño.

En la planta baja, encontré a su hermano sentado en el sofá, leyendo un libro, apenas con poca luz.

—Lo siento, no podía dormir —dije con la voz pastosa.

—¿Tienes hambre?

—En realidad no, pero nunca rechazo una comida.

Angel se río dulcemente y se levantó para ir a la cocina. Sí que parecía mucho más mayor de lo que era.

—No sabe mal —admití una vez terminé.

—Obviamente no, lo cociné yo.

Sonreí un poco.

—Mi hermano mayor también cocina, pero la verdad es que apesta en eso.

Él se rió.

—Bueno, no todos podemos ser buenos. Además, llevo perfeccionando esta receta hace mucho.

—¿Quieres ser chef? —pregunté.

—Quería, pero no lo seré.

—¿Por qué? Es tu sueño, ¿no?

—Bueno, los sueños no son para personas como yo. Debo ocuparme de mi hermano y mi madre.

—Creo que Jaden puede cuidarse solo —dije, restándole importancia.

—Tienes razón, Damián —sonrió.

...

Después de la escuela, Jaden se con algunos amigos, y hubiera ido a mi casa, de no haber sido porque la madre de Elai vendría hoy. Cuando esa mujer nos visita nada bueno salía de ello; sería escucharla a ella y a mi mamá discutir sobre quién era el mejor de nosotros como hijo. Evidentemente yo ni siquiera entraba en la categoría de concursante. Así que como el rebelde sin causa que soy, decidí no llegar a casa e ir directo a la de Jaden, el cual me había dejado las llaves.

—Achu —escuché estornudar a Angel en cuanto entré.

—¿Estás contaminando toda la comida? —me acerqué a él, observando la barra repleta de ingredientes—. ¿Estás enfermo? —inquirí, notando el color rosado en su nariz.

—Jaden quería ir a la playa el fin de semana. ¿Pero qué haces a....achu

Volqueé los ojos.

—No tienes que hacer todo por él. Ahora mírate, deja de cocinar.

—No puedo. Mañana es su cumpleaños y pensaba prepararle algo especial.

—No le gustará si sabe cómo estás.

No era mi idea pasar mi día cuidando de Angel, pero sé que Jaden me mataría si lo dejo ahí a su suerte, o al menos es lo que creo él haría, ya que suele preocuparse demasiado por los demás. Yo por mí mismo ya era lo suficientemente desinteresado, pero tampoco podía ser tan malo.

—Tú no cuidas mucho a las personas, ¿no? —Angel se rió. Se había recostado sobre el sofá y le puse un trapo húmedo en la frente debido a su alta temperatura—. Debe ser raro para ti preocuparte por mí.

—Eres importante para Jaden, lo que significa que eres importante para mí... —murmuré.

Sujetó mi muñeca en cuanto estuve por quitarle el trapo para humedecerlo de nuevo.

—Oye, puedo hacerlo solo, ¿sí? Es lo que tú siempre dices.

—Sí, digo que yo, no tú.

Escapó una risa de sus labios. ¿Cómo podía seguir sonriendo, aun enfermo?

—Ahora descansa o te golpearé para que te duermas —amenacé.

—Uy, sí que eres rudo. Debes ser el bully de la clase.

—¿Y tú?, ¿no estudias?

—Solía hacerlo, pero dejé la escuela cuando mamá enfermó. Quería ayudarla...

—¿Y en serio le dejaste la oportunidad a Jaden? Es un bruto.

Ángel se río.

—Tal vez, pero alguno de los dos tenía que graduarse.

—¿Y....no dudaste cuando decidieron que fuera él?

—No realmente. Siempre he sabido que todo lo que tenga, me lo quitaría con tal de verlo mejor.

—Yo no. Creo que es mejor pensar en sí mismo, al final tú eres el afectado.

Una sonrisa se dibujó en sus labios, enternecido por mi comentario.

—Damián, cuando encuentres a alguien que te importe más que tú mismo, lo entenderás.

¿Importarme alguien a mí...? Sé que quiero a algunas personas...un poco, pero no es algo que me haya detenido a pensar.

—¿Ahora me vas a decir por qué estás aquí y no en tu casa? —su voz se tornó autoritaria. Sí que le salía muy bien el papel de hermano mayor.

—¿En serio piensas echarme después que cuidé de ti?

Su risa se convirtió en un tosido.

—Hablo en serio, Dam, tus padres deben estar preocupados.

Hice una media sonrisa.

—¿Tú qué sabes de mis padres? —susurré.

—Tienes razón, no los conozco, pero a mí me gustaría que estés bien, en tu casa —dijo sin perder la calma en su voz.

Lo miré a los ojos.

—Eres un fastidio, ¿lo sabías?

Él sonrió orgulloso.

Ese día no fue tan malo volver a casa; parece que no fui el único en escaparme. Damon recibió el castigo mayor, aunque todos sabemos que no le importará y volverá a ser castigado las veces que sean necesarias con tal de ver a Ethan. Y creo que por primera vez lo entendía, yo también tenía razones para regresar a la casa de Jaden. En realidad, no sé por qué iba, ¿para escapar? No era que realmente lo viera todo el tiempo. Tal vez era simplemente porque estar ahí me hacía sentir un poco más en casa.

—————————♡—————————

Esta ha sido la primera parte, espero les haya gustado ♡

El primer flasback con Ethan y el cómo era una de las pocas personas que a Damián no le desagradaba (tanto)

Qué opinan de Angel? Los leo 🙃

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