El credo de asesinos, se dedican a matar a los malos, pero de igual forma siguen siendo asesinos después de todo. Ellos ven por los débiles, defienden entre las sombras a las personas, pero son una organización tan oculta, que muy pocos conocen de su existencia, pues no son aliados de las leyes ni el gobierno, solo trabajan para servirles a la gente con el fin de terminar con el mal
Incluso suena como una historia ficticia.
En la historia, ellos parecen ser los buenos, así que como siempre, debe existir su contraparte.
Están los asesinos a sangre fría, los criminales sueltos, los matones.
Ethan era un de ellos, a diferencia de algo.
Lo llevaron por la fuerza ahí, y como a muchos otros niños, torturaron y entrenaron para convertirlo en uno de ellos. Evidentemente él no quería estar ahí, así que en un atentado de el credo de asesinos contra ellos, encontró la forma de escapar, sin embargo jamás se libró de esa vida, puesto que años después volvieron por él.
Parece que el credo de asesinos contiene una base de datos de todos los buscados, él estaba en ella.
Ahora podía entender la razón del por qué Damon quería escapar junto a él, incluso les suplicó a nuestros padres para que se lo permitieran, con la excepción de que todos en este tiempo desconocíamos la razón. Pensábamos que no era más que el capricho de un niño enamorado. Ahora parecía tener más sentido.
La noche en la que planearon fugarse, Ethan fue asesinado, y hasta la fecha él desconoce quien fue. Lo más obvio es creer que fue uno de los perteneciente al credo, pero poco se sabe de ellos, ya que son muy sigilosos con su trabajo.
Damon no continuó contándome, debido a que las cosas que venían después eran atroces, prefirió no hondar en la vida de Ethan y dejar que sus secretos murieran junto a él. Aquello me hizo pensar en Ellie, en la imagen que tenía de su hermano, uno al que jamás conoció realmente, y jamás lo haría. Si antes pensé en protegerla de los secretos de Damon, quería hacer lo mismo con los de Ethan.
—Has estado muy callado desde que Damon vino. ¿Todo bien?
Me giré a ojos bien abiertos a él, finalmente parpadeando repetidas veces para despejarme de mis pensamientos.
—Sí, sí. Es solo que es raro reconciliarme con él —me reí—. Aun no me acostumbro.
Jaden sonrió.
—Desearía estar así con mi hermano.
Es cierto. Jaden tenía tiempo de no ver al suyo.
—¿Por qué no quedan en verse? —me hinqué de cuclillas en la cama, ensimismado—. Si quieres puedo irme, y dejarles la habitación.
—Ah, no, estoy bien en realidad. La última vez que nos vimos peleamos, así que no estamos muy bien ahora.
—Dijiste que si él te pidiera hablar lo harías, ¿pero por qué no lo haces tú? Quiero decir, si yo pude, que tú no. Damon es peor que Angel.
Jaden río entre dientes.
—Sí, seguro, pero por sus nombres son todo lo contrario.
Fruncí el ceño.
—Tienes razón. No entiendo por qué mis padres le pusieron Damon. De los cuatro siempre ha sido probablemente el que tiene el alma más pura. ¿Y el tuyo?
Jaden se recostó un poco más en la cama, pensando en su respuesta.
—Oh, es una historia tonta.
—Vamos, dime. De todas formas Angel no está aquí, así que no me reiré frente a él.
—Mmm, bueno, mamá decía que porque desde pequeños él siempre cuidó de la familia cuando papá ya no estuvo, además de que en el momento que nacimos ella no la pasaba muy bien, y fue como su luz.
—Ah, y tú solo eres Jaden.
Amos nos reímos.
—Bueno, creo que se notaba el favoritismo.
—Y sí. Ángel también siempre fue mi favorito.
—Ey.
—¿Qué? Tú no sumabas ni el dos más dos, él me ayudaba con mis tareas.
—Claro, seguro era más listo.
—Y más guapo —añadí.
—Eso no lo sabes —arrugó la nariz—. Ya ni siquiera lo recuerdas.
Fruncí el ceño.
—Tienes razón. ¿Tienes una foto?
—Mmm, no, las dejé en casa.
Hice un puchero para luego apretar los labios
—Lástima. Debemos ir a buscarlas.
—¡¿Qué?! —se alarmó y comencé a reírme.
—Es un chiste. Si lo traes, dile que Damián lo saluda —dije, saliendo de la habitación.
—Eso haré —sonrió sutilmente.
...
Justo cuando pensé que no podía estar Damon más presente en mi cabeza, mamá me llamó.
—Hola, cariño, ¿cómo estás?
—Quieres saber de Damon, ¿no? —pregunte aburrido a lo que mamá río.
—Sí, pero antes quería preguntarte cómo te la estás pasando.
Eso es nuevo...
—Amm, bueno, bien. Obtuve una buena nota.
—Felicidades.
Antes la única forma en la que obtenía la atención de mis padres era siendo rebelde y metiéndome en problemas, no por una...buena nota.
—Y ahora sobre Damon, ¿tu y él vendrán a pasar las vacaciones a casa?
—Yo estaré ahí, pero él...no lo sé. Tal vez vaya.
—¿De veras?
—Sí, creo que esta vez quizás sea diferente.
—Ay, gracias Damián. Cuídate. Nos vemos hasta entonces.
Ella sonaba amable...lo cual es raro, porque mamá es seria.
Inconscientemente comencé a sonreír.
—¿Soy yo o te vi sonriendo mientras hablabas con tu mamá? —esa voz que sonó a mi espalda me hizo reír.
—Por raro que parezca, ella estaba siendo amable.
Elai abrió la boca del asombro.
—¿Iras a verla en fin de año?
—Aun no lo sé —me encogí de hombros—. Ella espera que lleve a Damon, y honestamente no sé si lo logre.
—¿Dices que lo secuestremos y lo metamos al maletero? —preguntó, abriendo bien los ojos.
Me reí.
—Oye, espera —me tomó del hombro—. Te estás riendo de uno de mis chistes. Eso es nuevo —levantó una ceja, escaneándome de pies a cabeza, luego acercándose demasiado a mí para escudriñarme con la mirada—. ¿Te estás drogando de nuevo?
Le quité la mano de un golpe.
—¿No decían que debía sonreír más?
—Sí, pero...tú no sonríes sin razón —sus ojos azul pálido estaban estrechados hasta que se agrandaron al mirar por encima de mi cabeza—. ¡Jaden!
—No puede ser... —susurré, sintiendo escalofríos, ya imaginándome la incómoda conversación que podía salir de esto.
—No los interrumpo. Damián, solo quería decirte que voy a salir.
—Aja... —murmuré irritado, desviando la mirada. Ni siquiera podía imaginar la cara que estaba poniendo Elai en este momento.
—No tienes que decirle a dónde vas —la risa se filtró en su voz—, ni que fueras su... —cerró la boca, quedándose pasmado.
Jaden sonrió y yo no pude poner otra cara más que la de exasperación.
—¡¿Son novios?!
Salté los ojos.
—Cállate. C-claro que no somos eso. Las parejas salen y hacen cosas cursis y eso.
—¿Entonces ustedes qué hacen?
Tragué saliva.
—N-no te importa —tartamudeé, claramente nervioso—. ¿Por qué no vas a quitarle el tiempo a alguien más?
—Mmm —levantó el labio inferior—. Cuidar a mi hermanito menor es mi deber. Jaden me agrada, pero si ahora son algo, significa que ya no debe agradarme —estrechó los ojos.
Elai siguió diciendo sus tonterías como es típico de él, y Jaden se río de todas y cada una de ellas. Yo por mi parte, sin encontrarles el sentido, de igual forma sonreí al sentirme no tan ajeno a la situación.
...
Tenía un rato ya desde que Jaden había salido, así que había tenido el tiempo suficiente para ponerme al día con el arco de Gotham War, mientras esperaba a que Jaden volviera con el otro volúmen.
Me sumí en la historia, cuando de pronto un golpe en la puerta interrumpió el silencio y tuve que levantarme a abrir.
—Mikhail —exclamé al reconocerlo.
No lo había visto desde el incidente del vídeo.
—¿Puedo pasar? —preguntó con un gesto sombrío en su rostro.
Me hice a un lado para darle el paso, pero se quedó de espaldas sin mirarme, lo que me impulsó a hablar.
—¿Y cómo te fue con el trabajo? ¿Obtuviste una buena nota? —pregunté, mi vista viajó a sus manos que se enrredaban entre sí, apretadas en puños, generándome una sensación de inquietud..
—¿Recuerdas cuando te pregunté qué necesitaría alguien para que le dieras otra oportunidad?
Fruncí el ceño sin comprender del todo.
—Ah...que depende de quién sea, creo.
—Bien, pues ahora necesito que me digas si me la darías.
Mi confusión creció.
—No entiendo, ¿de qué hablas? Hablamos de ti, tú no harías...
—Sabía que eras hermano de Damon —soltó de repente.
Abrí los ojos de par en par, mientras sentía que el suelo desaparecía bajo mis pies.
—¿Qué...?
—Te dije que conocía el caso muy bien, lo investigué y supe que tenía hermanos, y cuando te vi, te reconocí.
—No, si eso es verdad, ¿entonces por qué me lo dirías?
Comenzaba a sentirme agobiado por la situación.
—Porque me encariñé contigo —declaró con una sonrisa amarga que no llegó a sus ojos—. Quería que lo supieras de mí.
Sentí un nudo formarse en mi garganta y mi cuerpo por autoreflejo comenzó a alejarse de él. Una telaraña de recuerdos de mi pasado se entretegió en mi corazón, los pensamientos en mi mente empezaron a pasar en cámara rápida. Él tuvo la intención de acercarse, pero no lo hizo. Mi mente divagó por un instante, hasta que mis labios se separaron ligeramente.
—¿O sea...que alguien más lo sabe?
—¿No me escuchas? Te estoy hablando por mí, no por los demás.
—¿Quién más lo sabe? —demandé ahora más firme, saliendo de mi transe.
Mikhail sonrió amargamente.
—Cuando Jaden lo supo me pidió que te lo dijera, pero no lo hice.
Retrocedí un paso, sintiéndome traicionado.
—Así que él...
—Pero ya veo que cuando se trata de él sí que te importa —acotó.
—¿De qué tonterías hablas? —vociferé, disminuyendo el tono, ahora sonando dolido—. Tú también me importabas. Tenías algo que él no. Confiaba en ti...
Él quiso acercarse, pero lo detuve.
—No —dije firme, esfumando toda vulnerabilidad de antes—. Querías que te viera como a él, ¿no? Pues ahora sabrás lo que se siente ser él, que te odie todos los días.
—¿Pero no me hace diferente? A diferencia de él, yo sí te lo conté. Tomé valor para estar frente a ti y decírtelo.
—Puede ser. Pero al menos con él sé lo que fue real, contigo no sé si algo en algún momento lo fue.
—Damián, ¿acaso nunca has mentido en tu vida?, ¿Significa que todo lo demás que hice no vale la pena solo por una cosa mala? —Mikhail buscaba desesperadamente una redención que parecía escurrírsele de las manos.
—Sí, pero al menos no finjo ser alguien bueno. Hago cosas malas y sé que lo son, no me arrepiento de ello. Desde que nos conocimos te dejé claro quién era, fui yo mismo contigo, creí que me aceptabas. Y en realidad solo eras tú burlándote de mí. Dime, ¿al menos sacaste buena información? —espeté, sintiendo mis ojos arder. Él pareció asustado ante mi reacción—. ¿Descubriste lo que querías?, ¿como que tengo pesadillas al dormir?, ¿que no puedo dormir con la luz apagada?, ¿que me gusta leer y emocionarme como si fuera un niño? Tú sabes todo eso de mí, y te atreves a decir que nunca te vi como a Jaden. ¿Por qué querrías que te viera como él? ¿Como a alguien a quien que detesto y nunca tengo claro lo que siento? Lo que me gustaba de nosotros es que no era complicado. Por una vez en mi vida, me sentí normal.
Cada palabra que pronunciaba Mikhail era como un puñal clavándose en mi corazón, revelando el dolor y la traición que habían estado latente en nuestra relación. Las lágrimas llenaron mis ojos, y la habitación se convirtió en un abismo de angustia. La confianza que alguna vez existió se había desmoronado por completo, dejándome con un vacío abrumador y el agónico peso de la traición en mi pecho. Había perdido la cuenta de cuántas veces me sentí así en mi vida, y no creí que una de esas veces fuera a ser a causa de él
Creí que después de Jaden, no podría volver a confiar en alguien como lo había hecho en él, pero Mikhail me demostró lo contrario, que había una parte en mí que aun deseaba formar una amistad con alguien, y ahora me recordaba el por qué había terminado con esa parte yo mismo.
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Nooo. Parece que ahora Jaden y Mikhail se cambian los papeles 😭
Tranquilos tod@s, que él no es malo, solo quiere ser él mismo jsjsjs ahre, no, pero se equivocó
Aquí entre nos, yo sí lo perdono, el problema es Damián
Pero recuerden bien lo que dijo en capítulos atrás "Cuando las cosas se compliquen, recuerda quienes son tus verdaderos amigos" 👿
Estamos a nada de la desgracia!!