Con la mirada fija en la puerta frente a él, Baekhyun apretó su mandíbula y siguió moviendo sus pies en una clara expresión de nerviosismo. El ambiente y los nervios le estaban ocasionando mareos y ganas de vomitar, o tal vez solo eran los síntomas del embarazo.
Cada segundo se volvía más insoportable, esperando a Chanyeol en la estación de policía. Lo había acompañado toda la noche, desde la escena del crimen hasta la comisaría. Chanyeol no había derramado una sola lágrima, eso le preocupaba. Su madre acababa de morir y el chico parecía estar en una especie de shock que no lo dejaba entender su situación.
Finalmente, la puerta se abrió, revelando al oficial de policía saliendo al lado de Chanyeol. El hombre intercambió algunas palabras con él antes de golpear su hombro y abandonarlo. Baekhyun pudo notar la mirada llena de lástima que el hombre le regaló a su novio antes de cerrar la puerta de la oficina.
Se puso de pie y se acercó a Chanyeol, cuya mirada se perdía en algún punto invisible en el horizonte.
—¿Todo bien? —preguntó, sintiéndose estúpido al instante. Claro que nada estaba bien. Acababa de perder a toda su familia, su vida había sido trastocada en un abrir y cerrar de ojos. Era obvio que estaba destrozado.
—Solo me hizo preguntas de rutina.—comentó, sonriendo sin ganas.
—Vayamos a casa—le pidió, tomando su mano.
Chanyeol se soltó bruscamente, lo que lo tomó por sorpresa.
—Debo...debo quedarme aún para firmar mi declaración. Ve yendo.
El comportamiento extraño de su novio lo inquietó, pero no podía culparlo. Debía darle su espacio para que pudiera procesar su pérdida.
—¿Estás bien con eso? ¿ Puedo esperar si gustas?—preguntó, intentando mostrar su apoyo y preocupación.
—Estuviste toda la noche aquí. Ve a descansar.
Baekhyun asintió, robándole un beso antes de partir. Sin embargo, antes de que pudiera alejarse por completo, Chanyeol lo detuvo, intensificando el beso en un gesto desesperado.
Al separarse, acarició su rostro con delicadeza, tomando cada detalle en sus manos como si fuera la última vez que pudiera hacerlo.
La suavidad y ternura de sus caricias se entrelazaron con la tristeza. Los ojos de Baekhyun se llenaron de amor y preocupación mientras admiraba el rostro de su amado, tratando de memorizar cada rasgo que lo había enamorado desde el principio.
—Alista tus cosas. Nos iremos de aquí — susurró Chanyeol.
El corazón de Baekhyun se aceleró ante la afirmación. A pesar del dolor que los rodeaba, una chispa de esperanza se encendió en su interior.
—Chan...
—Te llamaré cuando salga de aquí.—el alto le sonrió otra vez, con esa expresión que hacía que su corazón se rompiera.
Baekhyun asintió y está vez abandonó la estación definitivamente.
Al llegar a casa, preparó su equipaje y esperó que Chanyeol le avisara para comenzar su nueva vida juntos.
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Chanyeol recostó su cabeza sobre la puerta del departamento de Baekhyun. El alcohol lo había conducido hasta ese lugar. Su valentía había salido a flote, era el momento de decir la verdad.
Gritó el nombre del hombre que llenaba sus pensamientos y golpeó la puerta sin importarle hacer un escándalo.
No pasó mucho tiempo para que Baekhyun apareciera frente a él con el ceño fruncido.
—¿Puedo saber por qué estás haciendo un escándalo fuera de mi casa ?
—Necesito decírtelo todo.
—Estás ebrio, Chanyeol.—se quejó, intentando cerrar la puerta.
—Espera—El alto impidió que la puerta se cerrara, interponiendo su pie y parte de su cuerpo.—Te lo diré todo, te lo juro.
El más bajo suspiró y volvió a abrir la puerta para dejarlo pasar.
No esperaba obtener ninguna respuesta clara esa noche. Ya lo había intentado antes y Chanyeol siempre evadia el tema, pero era mejor que dejara de hacer un escándalo antes que sus vecinos se quejaran.
Chanyeol se tambaleó hasta la sala y se recostó en el sillón, observando a Baekhyun acercándose con esa expresión de molestia en el rostro.
—Lo niños están durmiendo. Intenta ser silencioso.—le pidió
—Lamento ser un cobarde—empezó.
El silencio se apoderó del espacio mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas para confesarlo todo.
Era el momento indicado, mañana cuando el alcohol haya abandonado su cuerpo, el valor también lo hará y huirá como el cobarde que siempre a sido.
—Chanyeol...
—Nunca fue mi intención dejarte solo. Lo hice por tu bien.
—¿Vas a seguir diciendo eso? ¿Cuál es tu excusa para dejarnos ahora?—inquirió Baekhyun con cierta irritación en la voz.
La mirada de Baekhyun reflejaba una mezcla de molestia y decepción, esperando una explicación convincente.
—Luego de la muerte de Yoora, debí haberte hecho caso y habernos ido.—admitió con un suspiro cargado de arrepentimiento. La angustia y la culpa resonaban en cada una de sus palabras.
—Íbamos a irnos, Chanyeol.—le recordó.
—Lo sé...ese es el problema. Cuando creo que la cosas pueden salir bien y empezar de cero, todo se arruina. Primero fue la muerte de Yoora, luego mi madre y luego...—Su voz se desvaneció, y su mirada se desvió hacia un punto indefinido en la habitación.
—¿ Temiste que algo me pasara a mí? ¿Y ahora, temes que algo le pase a los niños? ¿Es eso, verdad?
Chanyeol mantuvo su mirada unida a la suya, admirando su expresión inocente que lo hacía querer llenarlo de besos.
—Nada de eso pasará —aseguró Baekhyun con suavidad—Ya todo pasó, podemos seguir adelante...
—¿Qué pasa si no soy distinto a él?—preguntó Chanyeol, refiriéndose a su padrastro.
La mirada de Baekhyun se mantuvo fija en él, con una mezcla de comprensión y ternura, escuchando la pregunta llena de miedo que acababa de formular. Su mano se posó con suavidad en la del contrario.
—Tú no eres como él. — aseguró, apretando su mano con suavidad, ofreciéndole un contacto reconfortante.
Chanyeol desvió la mirada, incapaz de sostener la mirada de Baekhyun. Sus manos temblaban ligeramente, dejó escapar un suspiro pesado, luchando contra la tormenta de emociones que lo asediaban.
—Creo que sí lo soy.—murmuró, desviando la mirada—Toda mi vida creí que era una víctima, que no merecía nada de lo que estaba viviendo. Pero tal vez no soy una buena persona y merezco todo lo que me pasa.
El recuerdo del pasado se hizo claro en su recuerdo y cada suceso le dolió como si acabara de ocurrir. Todo lo que había vivido hasta el día que abandonó el pueblo lo seguía atormentando.
—Deja de hablar así. Te conozco, tú no eres como SeungHo. Él era un tipo repugnante, además de un asesino...
Chanyeol levantó su mirada, escogiendo sus palabras y cargando valor para poder explicarle su situación.
—Lo siento, Baek... Siento tanto haberte causado tanto dolor —murmuró Chanyeol, dejando escapar un sollozo contenido mientras la culpa y el remordimiento lo invadían.—De verdad, iba a largarme de aquí contigo esa noche. Quizás simplemente debí haberte buscado directamente.
—Si fue por miedo...está bien. Lo entiendo, pero debes superar eso y seguir adelante. Tu pasado no define quién eres.—Baekhyun intentó consolarlo, sin comprender la profundidad de sus preocupaciones.
—No es solo eso—Chanyeol sonrió sin ganas.—No sabes lo que he hecho... de lo que he sido capaz —murmuró.
—¿A que te refieres?—Baekhyun se aferró a su mano, ofreciéndole su apoyo en silencio.
—Yo...—su voz se cortó y un llanto fue ahogado en su garganta, mientras sentía las lágrimas caer por sus mejillas.—Yo no quería hacerlo. No sé en qué estaba pensando. Salí de la estación cegado por la ira. Sabía dónde encontrarlo...—se detuvo un momento, analizando el rostro de Baekhyun, quien no entendía nada.
La mirada de Baekhyun se llenó de preocupación al verlo luchando con sus palabras y emociones.
El alto se aferró a su mano mientras intentaba encontrar la valentía para revelar la verdad, para compartir un peso que había llevado en soledad durante mucho tiempo.
—Sabía dónde buscarlo—repitió con voz temblorosa —. Se lo dije a la policía, pero me ignoraron. Entonces...fui a buscarlo yo mismo. Esa noche me di cuenta de que no era distinto a él.
—No estoy entendiendo nada.
Chanyeol inhaló profundamente, como si estuviera preparándose para sumergirse en aguas profundas y turbias.
—Soy igual que él. Un maldito asesino, Baek. Yo...maté a SeungHo esa noche.—lloró mientras se aferraba a él como si su vida dependiera de ello.
La confesión pesó en el aire, Baekhyun, eataba impactado, negándose a creer lo que acababa de oír.
—¿Qué?—preguntó incrédulo.
—No soy diferente a él. Soy un asesino también.
Su mirada se llenó de shock, e incredulidad al escuchar la confesión del alto. Chanyeol estaba destrozado a su lado, no dejaba de lloriquear como un niño.
Tenía miedo a preguntar más, eso no podía ser cierto. Su Chanyeol no era un asesino. El no pudo haberle hecho daño a nadie, aunque esa persona se lo mereciera.
—¿Ahora entiendes por qué me fui? Por qué no puedo quedarme... lo veo en cada rincón, acechándome. Lo veo en mi reflejo y cuando estoy a tu lado.
—No...no, Chanyeol, tú no lo mataste. Yo escuché que lo asaltaron y...
—Lo acuchillaron en el estómago... tres veces y luego una cerca al corazón.—Chanyeol se derrumbó en los brazos de Baekhyun, incapaz de contener su dolor y remordimiento.
Baekhyun sintió que su corazón se detenía por un momento, asimilando las palabras de Chanyeol. Las lágrimas no dejaba de escapar de su ojos.
Esperaba cualquier tipo de situación o excusa que explicará el porqué lo abandonó, pero la realidad era peor de lo que pudo imaginar.
—Chan...
—¿Me odias?—preguntó con lágrimas en los ojos.
Baekhyun acarició su rostro mientras movía su cabeza en negación, mirándolo con compasión y amor.
Como iba odiarlo, si podía sentir el dolor que le estaba causando confesar sus actos.
Recordó al adolescente que se escondía en su casa cuando su padrastro llegaba ebrio. Aquel que se acurrucada en un rincón mientras lloraba pidiendo ayuda.
—Mi pobre Chanyeol, tuviste que vivir con este dolor todo estos años.
—Lo siento, Baek. Lo arruiné todo, si hubiera sabido sobre tu embarazo jamás lo hubiera ido a buscar. Hubiera ido a verte y nos hubiéramos largado de aquí.
—Está bien...está bien. ¿ Cómo ibas a saberlo? No es culpa tuya.
Claro que no lo era, todo era culpa de ese hombre. Había arruinado la vida de esa familia, incluso había convertido a Chanyeol en un asesino.
—Todo está bien, Chanyeol. Ya no estás solo en esto. No tienes que cargar con ese peso tú solo —susurró, dejando escapar un suspiro cargado de tristeza.
Chanyeol levantó la cabeza, sus ojos rojos encontrando la mirada compasiva de Baekhyun.
—¿Cómo puedes mirarme después de lo que hice? —preguntó Chanyeol con la mirada baja—No merezco tu amor, Baek. No después de lo que hice.
—Porque te conozco, Chanyeol. Sé lo que haz sufrido y entiendo como llegaste a esa decisión. Tu mereces tanto amor como cualquier otra persona. Yo y los niños siempre estaremos aquí para ti, por que te amamos.
—¿Puedes perdonarme?
Baekhyun sonrió, acariciando su rostro con ternura.
—No hay nada que perdonar. Entiendo tus motivos. Sé que cometiste un error y debes dejar de atormentarte por eso. Déjalo en el pasado, tu no eres esa persona.
Chanyeol asintió débilmente, aún abrumado por la carga de su confesión.
Sollozó en sus brazos, sintiendo el peso emocional de su confesión levantarse lentamente.
Se aferró a él con fuerza, sintiendo la seguridad y el amor que le transmitía.
—Te amo, Baekhyun.
La noche transcurrió en silencio, solo interrumpido por el sonido de los sollozos amortiguados de Chanyeol.
Baekhyun se quedó consolandolo hasta que el alto cayó dormido. Apartó los mechones de cabello que caían sobre su rostro, observándolo con devoción.
El dolor y la culpabilidad seguían latentes en la expresión serena de Chanyeol, recordándole la inmensidad de la carga que llevaba consigo.
Aunque la confesión no había estado ni cerca de lo que imaginó que podría haber pasado, sentía un poco de alivio por Chanyeol. Cargar con un secreto tan fuerte por tantos años debió haber sido terrorífico. Ahora lo entendía y lo apoyaba.
Ya llegamos al clímax de la historia.
La verda a sido develada.
¿Se lo esperaban?