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Cuando Superman derribó las puertas de titanio de la oficina de Luthor, completamente preparado para tomar una hoja del libro de Batman y sacarle las respuestas que necesitaba, se sorprendió al ver al joven en el escritorio en lugar del genio malvado.
El chico parecía perfectamente relajado y tenía sus pies apoyados sobre el escritorio de Luthor. Unos ojos azules brillantes miraron al hombre de acero y sonrió levemente ante la expresión de sorpresa de Superman.
"¿Esperas a alguien más?" preguntó el niño en voz baja con un ligero acento que Superman no pudo identificar, y de inmediato reconoció que no era un niño común y corriente.
Aterrizó con cuidado en el suelo (porque había estado flotando) y dio un paso adelante, notando cómo los ojos del niño se entrecerraron ante el movimiento.
"¿Quién eres?" preguntó, sin quitarle los ojos de encima al más joven, y el chico arqueó una ceja.
"Richard", afirmó, como si fuera la cosa más obvia del mundo. Supermán frunció el ceño; Obviamente este niño estaba decidido a ser difícil.
"Muy bien, Richard, ¿por qué estás aquí? ¿En Lexcorp?"
"Vivo aquí la mayor parte del tiempo".
Superman no pudo ocultar su confusión y el niño soltó una carcajada, sorprendiendo al último kryptoniano.
"Soy de Luthor..." aquí hizo una pausa, como si buscara la palabra correcta, "...pupilo".
De repente, Superman se sintió sorprendido al reconocerlo. Ahora recordaba: Luthor, sin explicación, había tomado a un niño huérfano del circo donde sus padres habían sido asesinados. El hombre de acero había sospechado de esta acción antes, pero Lex había mantenido al niño fuera de la vista del público durante tanto tiempo que Superman honestamente había olvidado que estaba allí.
"Bueno, Richard-" comenzó, pero fue interrumpido.
"Dick", interrumpió Richard, y Superman se congeló por una fracción de segundo antes de fruncir el ceño.
"Eso no fue muy-"
De nuevo, Richard interrumpió.
"Es un apodo para Richard. Prefiero que me llamen así".
"Oh."
Por un segundo, Superman se quedó sin palabras. Luego recuperó la compostura y le dedicó a Dick una sonrisa vacilante.
"Mis disculpas, Dick. No fue mi intención-"
"Está bien", dijo Dick, y Superman suspiró molesto. ¿Qué pasa con este niño? "Lo entiendo mucho".
Se quedaron en un silencio incómodo una vez más.
Finalmente, Superman apartó sus ojos de Dick y dejó que sus ojos vagaran por el escritorio, intentando en vano ver el contenido; Luthor se había asegurado de que su escritorio estuviera revestido de plomo cuando lo compró.
"Dick", dijo, y el niño se tensó al oír su nombre, "Necesito algo de tu..." luchó por encontrar el término correcto, "...padre adoptivo. ¿Está por aquí?"
"¿Te refieres a Lex?" Preguntó Dick, estirándose en la silla de una manera que hizo estremecer a Superman, el chico era increíblemente flexible. "Está fuera del país. Se supone que no regresará hasta el martes".
Ahora Superman estaba enojado.
"¿Te dejó solo aquí?" Gruñó, y Dick se enderezó ante el tono enojado, sentándose derecho y entrecerrando los ojos con cautela. "No", respondió el joven acróbata, "S-Slade y Wintergreen también están aquí".
"¿Quiénes son?" Superman cuestionó: "¿Y dónde están? No deberían dejar a alguien tan joven como tú-"
"No soy tan joven como crees", siseó Dick, repentinamente a la defensiva. "Cumpliré diez años la semana que viene y soy bastante capaz de cuidar de mí mismo".
"No lo dudo", aseguró Superman, intentando calmar la ira del chico, "pero-"
"Están por aquí en alguna parte, si eso es lo que quieres saber. Y para responder a tu pregunta anterior, Wintergreen es mi cuidador, mientras que Slade es mi... entrenador, supongo".
Había algo en la forma en que lo dijo, algo amargo en su tono, que hizo que Superman entrecerrara los ojos con sospecha. Parecía que Dick estaba ocultando algo. Comenzó a avanzar, acercándose al escritorio.
"Dick-" intentó, y se sorprendió cuando dicho chico se volteó sobre el respaldo de su silla y le gruñó. Espera, así es, había crecido en un circo.
"No te acerques más", gruñó Dick, retrocediendo lentamente. "Slade me dijo que no confiara en ti en absoluto. Me dijo que intentarías algo".
Superman gruñó por lo bajo. Un año y Luthor ya estaba corrompiendo al niño. Había que hacer algo. ¿Y qué había estado ocultando Dick antes?
Un pensamiento repentino lo asaltó y frunció el ceño. Era posible, pero... ¡no creía que Luthor se rebajaría a ese nivel ! Aunque, el hombre de acero había conocido que el genio había hecho cosas terriblemente crueles en el pasado.
Orando por estar equivocado, parpadeó, activó su visión de rayos X y le dio a Dick un escaneo rápido, con el corazón hundido ante lo que vio.
Debajo de la piel de Dick aparecieron moretones multicolores, algunos viejos y casi curados, y otros frescos y brillantes. Al mirar más de cerca, se dio cuenta de que cada uno estaba hecho con precisión para que permanecieran ocultos incluso con ropa diferente. Mientras continuaba su inspección, notó la leve capa de maquillaje que cubría el rostro de Dick.
Casi no quería mirar, sabiendo lo que encontraría, pero lo hizo de todos modos, apenas conteniendo su jadeo ante el enorme hematoma negro y azul bajo el maquillaje en la mejilla izquierda de Dick. Apretó los dientes, obligándose a mantener la calma.
"Dick", se obligó a decir, "¿quién te golpea?"
Ante esto, los ojos de Dick se abrieron y dio un paso atrás del kryptoniano.
"¿Qué-como- qué..." farfulló, luego se calló, dándole a Superman una mirada enojada.
"La visión de rayos X", murmuró, "debería haberlo sabido".
Esto sólo confirmó los temores de Superman.
"Dick, ¿quién te golpea? Es Luthor, ¿no?" acusó, y Dick arqueó una ceja neutralmente, pero Superman pudo escuchar su ritmo cardíaco acelerarse.
"No", dijo Dick, " El no me golpea".
"Había un tono de verdad en sus palabras, pero aun así dejaban la verdadera pregunta sin respuesta.
"¿Quién te golpea entonces, si Luthor no lo hace?" preguntó, y hubo un destello de emoción que cruzó por el rostro del niño: ¿miedo? Pero desapareció más rápido de lo que Superman pudo darle sentido.
"Entreno mucho", intentó el niño, "practico mis acrobacias y lo que sea. No puedo dejar que la tradición familiar muera, ¿verdad? A veces me lastimo. Gran cosa".
Superman lo dudaba mucho. No te salían moretones en forma de puño en las costillas al caerte de un trapecio.
"Dick..."
Ahora estaba justo frente al escritorio y Dick lo miró peligrosamente.
"No te acerques más, Superman", exigió, pero el hombre de acero lo ignoró y los ojos azules de Dick se abrieron cuando Superman se acercó. Abrió un cajón del escritorio principal de Luthor, buscó dentro y levantó un pequeño objeto justo cuando el kryptoniano lo alcanzaba: algo pequeño, verde y brillante.
Kriptonita.
Superman no pudo contener el grito de dolor que se le escapó cuando Dick le tendió la piedra, con el rostro desprovisto de toda emoción.
"Te lo advertí", dijo mientras Superman se alejaba a trompicones. "Traté de ser razonable, pero Lex me dijo que eso no funcionaría. Debería haber seguido su consejo desde el principio". Se acercó un poco más y el hombre de acero luchó por no colapsar en ese mismo momento.
"D-Dick", gimió, "e-esto no es-"
Dick hizo un suave sonido de "tch" y colocó un pequeño objeto en el suelo.
"Lex te dejó un mensaje", pronunció en voz baja, y luego presionó el pequeño botón rojo en el objeto. De repente, apareció un holograma del propio Lex Luthor, siendo proyectado por el objeto.
Superman respiró hondo, preparándose para gritarle al genio, pero antes de que pudiera, Lex habló.
"Me gustaría hacerte saber, Superman, antes de que empieces a gritar sin pensar, que este es un mensaje grabado. No puedo oírte, no importa lo fuerte que grites", afirmó Luthor sarcásticamente, con un gesto despectivo con la mano. Superman gruñó ante el nervio de Lex, pero no pudo encontrar la fuerza para hacer nada más.
"Ahora, si estás viendo esto, supongo que has hecho algo tonto, como siempre, y has irrumpido en mi oficina buscando los planos de las armas iónicas más nuevas de Lexcorp. Espero que no derribes mi puerta. "De nuevo", ante esto, Superman miró con bastante culpabilidad el agujero donde antes había estado la puerta, "y te encontraste con Richard, aquí".
"Ahora, conociéndote, probablemente intentaste sacarle alguna información al chico. Le dejé un regalo para que te lo diera junto con este mensaje; espero que haya podido dártelo". Dick arrojó la kriptonita al aire y la atrapó casualmente ante estas palabras. "Sin embargo, Superman, lamento informarte", su sonrisa implicaba lo contrario, "que tus preocupaciones sobre las armas son incorrectas. Por una vez, no he incluido ningún elemento terriblemente tortuoso o que infrinja la ley en el paquete, ni tampoco vendo los productos a un maníaco psicótico. Los planos están perfectamente limpios, puedes revisarlos tanto como quieras. Los encontrarás libres de cualquier engaño.
"Yo seré el juez de eso", jadeó Superman, olvidando por un segundo que Luthor no podía oírlo.
"Los planos están en el cajón superior izquierdo de mi escritorio, Superman. Y te aseguro que esta vez no hay trampas ni trucos involucrados. Ah, ¿y Superman? Deja en paz al pobre Richard. Ya tiene suficiente de qué preocuparse sin tus acusaciones". . A menudo se toma demasiado en serio su entrenamiento y, como resultado, se lesiona accidentalmente. Buen día."
El holograma se apagó y Superman tardó un momento en darse cuenta de que ya no podía sentir los efectos de la kriptonita. Parpadeando y poniéndose de pie, miró con cansancio hacia donde había estado Dick segundos antes.
El niño y la kriptonita se habían ido, y una risa espeluznante que resonó en la habitación fue la única prueba de que habían estado allí.
Superman se sacudió su inquietud, reunió los planos y se elevó hacia el cielo nocturno.
...
Dick nunca había sentido tanta aprensión ante un martes en toda su vida.
Cuando Luthor regresó, fue llamado a la oficina de Lex por primera vez desde que llegó. Bajó respetuosamente la mirada mientras Lex lo miraba.
"Bueno, Richard", dijo Lex después de una larga pausa, "Tengo que decir que estoy muy impresionado con la forma en que manejaste a Superman mientras yo no estaba. Deathstroke ni siquiera tuvo que intervenir".
La cabeza de Dick se levantó bruscamente, con una mirada esperanzada en sus ojos. Luthor estaba... ¿ impresionado con él?
"Supongo que no se pudo evitar que Superman notara los resultados de tu entrenamiento", suspiró Lex, rodeando el costado de su escritorio y acercándose a Dick lentamente. "¿Y qué puede probar? De todos modos, casi todo el mundo ya se ha olvidado de Richard Grayson".
Dick hizo una mueca ante sus palabras y luego se puso rígido cuando Luthor apoyó una mano en su hombro.
"Excelente trabajo, muchacho", dijo Lex, dándole una palmadita cordial y luego con un evidente despido. Dick sintió que su corazón se aceleraba ante esas cuatro palabras; ¡Por fin Luthor le estaba prestando atención! ¡Y estaba orgulloso de él, nada menos!
Se giró para irse, pero justo en la puerta, miró hacia atrás y vio a Lex mirándolo.
"Gracias, señor", susurró, desviando sus ojos de la mirada del genio, y luego continuó saliendo de la oficina hacia el gimnasio. Tenía más entrenamiento que hacer.
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