Christian
Siento como el cuerpo de Ana se relaja y al observarla mejor veo que está dormida. Suspiro pesadamente, esto va ser más difícil de lo que creí ¿debería yo también hablar con un terapeuta? Quizás. La acomodo mejor tratando yo también de dormir porque fue un día bastante largo
Siento como algo a mi lado se mueve con brusquedad, me levanto buscando la causa del movimiento viendo como Ana se mueve con violencia negando. Tiene una pesadilla
- Ana, nena – la muevo un poco pero no reacciona
- ¡No me toque! – grita abriendo los ojos mirando todo a su alrededor
- ¿Estás bien? – preguntó con cautela mostrando mis manos y la intención de tocarla
- Tenía una pesadilla – susurra con los ojos vidriosos
- Lo se trate de despertarte pero – no se como explicarlo
- Nunca había tenido pesadillas – me mira con miedo, la abrazo tratando de tranquilizarla
- Todo va a mejorar, estaré siempre contigo – susurro en su odio besando su cabello arrullándola en mis brazos
- Gracias – me abraza con fuerza
La atraigo a mi pecho tratando de volver a dormir, aunque creo que no podre dormir mas
***
Me termino de vestir viendo como Ana sigue dormida. Necesita descansar, anoche tuvo dos veces más pesadillas y siempre gritaba lo mismo, no sé hasta qué punto esto afectará nuestra relación, pero espero que no sea así. Me acerco a la cama acariciando su mejilla
- Nena – beso sus labios moviéndola un poco, abre poco a poco los ojos regalándome una sonrisa – buenos días preciosa – le saludo volviendo a besar sus labios
- Buenos días – me sonríe - ¿estás listo ya? – me mira de arriba hacia abajo
- Si nena, debo ir a la oficina, pero ¿nos vemos para almorzar? – propongo
- Claro que si – me levanta con una brillante sonrisa
- Perfecto, en dos hora tienes tu cita con la terapeuta, yo la tengo en – miro mi reloj – cinco minutos – abro los ojos notando que estoy con el tiempo justo
- ¿Irás a terapia? – parece sorprendida, pero siento que lo necesito al igual que ella, además quiero demostrarle que estoy hay para ella
- Claro, yo también lo necesito, nunca fui con lo de mi madre – me encojo de hombros – siento que hay cosas que no he sanado, además quiero estar contigo en este proceso – besos sus labios y la deseo tanto
- Me parece muy bien – sonríe abrazándome con fuerza
Su cabeza se esconde en mi cuello oliendo mi aroma suspirando en el proceso. Besa mi cuello y eso me activa de manera inmediata, pero no creo que sea el mejor momento. Deja otro beso subiendo por mi mentón haciéndome jadear. Me mira con intensidad besándome con pasión y amor, me dejo llevar porque la deseo con locura. Mis manos cobran vida propia tocando sus piernas y subiendo de manera instintiva. Siento como su cuerpo se tensa y me empuja levemente
- Lo siento – me disculpo de inmediato levantándome rápidamente – es que me besas así y no sabes cuanto te deseo y necesito
- Yo, lo siento – baja su mirada. Tomo su rostro en mis manos besando sus labios
- No tienes nada por que sentirlo, te amo demasiado y sabré ser paciente – beso sus labios con todo el amor que siento por ella – además eres la futura señora Grey – le guiño un ojo logrando que se sonroje y me sonría – debo bajar porque me esperan porque si no – suspiro logrando que ría
Salgo rápidamente suspirando con fuerza, debo hacerlo por ella, se lo merece. Bajo rápidamente encontrándome a Elena hablando tranquilamente con supongo el terapeuta
- Buenos días – saludó rápidamente
- Buenos días – me saludan los dos rápidamente
- Christian te quiero presentar al doctor John Flynn el terapeuta – me presenta
- Un gusto – extiendo mi mano recibiendo la de él
- Un gusto señor Grey – saluda formalmente - ¿quiere empezar? – inquiere y no pensé que seria tan pronto
- Podrían ir a la salita de fondo, nadie los molestara – habla rápidamente Elena señalándonos el camino
Caminamos en completo silencio, sintiéndome raro por hacer esto, mi padre me lo sugirió un par de veces después de lo que paso con mi madre, pero me negué diciendo que yo solo me iba a curar; pero bueno siempre hay una primera vez para todo
- ¿Te sentirás más cómodo llamándome John? – me mira con tranquilidad
- Si claro, dígame Christian – me siento extraño
- Muy bien Christian – sonríe cruzando sus piernas - ¿Qué quieres compartir conmigo? O bueno ¿Por qué la decisión de tomar terapia? – lo miro un tanto desconfiado – todo lo que se hable aquí queda entre los dos, confidencialidad paciente doctor – me aclara haciéndome sentir un poco mejor
- Bueno lo hago mas que todo por mi prometida – soy sincero – ella el día de ayer fue – suspiro porque Rodríguez debe estar más que muerto – abusada por un bastardo que debe de estar muerto – lo miró tranquilidad viendo como asiente
- ¿Heriste a esa persona? Me refiero al abusador – aclara y asiento
- Lo golpee y luego le saque todos los dientes y muelas – sonríe recordando su dolor
- ¿Te gusta lastimar personas o solo las que se lo merece? – hijo de su
- No disfruto lastimando – aclaró rápidamente – pero si se meten con mi familia o alguien que amo y se lo merece claro que si – suspiro – el se lo merecía y mucho no solo le hizo daño a Ana sino a muchas niñas mas – comento recordando el informe
- Muy bien Christian ¿algo más que te haya pasado en el que hayas lastimado a otros o asesinado? – parece muy tranquilo con estos temas, bueno es el terapeuta de Elena y ella es ella
- Violaron y asesinaron frente a mi a mi madre cuando yo tenía 14 años, mate a muchas personas en ese momento tratando de salvarla, fue la primera vez que maté – le comento recordando con amargura ese día
- ¿Cómo te sentiste? – idiota no será feliz
- Al ver morir a mi madre muy mal – niego levantándome – no tolero los violadores y nunca quise matar a nadie nunca – lo miro con tristeza – pero no quería morir y a veces hay que decidir y ayer al ver a Ana expuesta por ese – respiro
- ¿Recordaste a tu madre? ¿ves a Ana reflejada como tu madre?
- Claro que la recordé, si idee ese plan fue precisamente para que nada de eso le pasara pero las cosas no salen como uno las tiene planeadas, aunque no fue tan fuerte como lo de mi madre si le paso algo horrible por estar conmigo – susurro lo último entendiendo que quizás si ella no hubiera llegado a mi vida todo seria diferente
- ¿Te arrepientes de tener a Ana en tu vida por lo que pasó? – mierda no lo se
- No lo se – no lo había pensado
- ¿La amas? – mi mira detenidamente
- Demasiado, le pedí que fuera mi esposa por ello, con ella me siento libre, yo mismo – sonrió – con ella no hay malos momentos, podemos hablar de lo que sea o pelear y ella siempre verá lo positivo de las cosas, me escucha
- Es una mujer extraordinaria – sonríe
- Claro que lo es – me levanto caminando por la estancia – es bella, divertida, noble, considerada me ama a pesar de todo – susurro
- ¿su relación se dio muy rápido o se han tomado el tiempo de explorar diversas etapas de la relación? – poniéndolo así
- Todo fue muy rápido – y bastante
- Christian te daré una tarea – me sonríe – sal con ella hacer cosas triviales como ir al cine, de compras, un paseo, cocinar juntos lo que normalmente hacen las personas para conocerse y hay si te preguntas ¿debería dejarla ir o luchar por el amor que se tienen?
- Mierda – ríe fuertemente y asiente
- Bueno Christian nos vemos la próxima semana – se levanta despidiéndome
Salgo de casa un poco perdido y pensativo. Se que amo a Ana y ella me ama, vivió algo horrible pero se que juntos lo podemos superar, solo hay que tener un poco de paciencia. Me monto en mi auto encargándole a Taylor la seguridad de Ana y que la lleve sobre el medio día a mi oficina para llevarla a comer y ya se lo que voy hacer
Llegó a la empresa con seriedad saludando lo necesario. Al llegar a mi piso me encuentro a Andrea esperándome con su tableta lista para decirme mi agenda y asuntos atrasados
- Muy bien – miro mi computadora cuando ella termina de comentarme – necesito que llames a Ross para aclarar lo de los contratos, además sobre el medio día la señorita Anastasia Steele llegara déjala entrar directo, siempre que ella venga entra sin ser anunciada, ella es mi prometida – se asombra pero asiente rápidamente
- Entendido señor ¿algo mas? – quizás
- Si quiero unas rosas azules y blancas antes del mediodía – pido y ella sonríe asintiendo
- Muy bien
Sale rápidamente y decido enfocarme en el trabajo para pasar la tarde con mi nena, entra Ross y nos ponemos a trabajar.
***
Estoy revisando unos correos sobre un astillero que quiero adquirir cuando me siento levemente vigilado. Alzó la mirada encontrándome a Ana sonriendo sentada en el sillón mirándome detenidamente
- Nena – me levanto rápidamente acercándome a ella besando sus labios con ferocidad – que grata sorpresa – sonrió acariciando su mejilla
- Bueno me dijiste que viniera para ir a almorzar – me recuerda y no lo recordaba
- Lo siento nena estaba enfrascado en el trabajo – me encojo de hombros un poco avergonzado
- ¿Y esas flores? – me señala y estaba tan concentrado que no note cuando Andrea las dejo en la mesa
- Son para mi prometida – le sonrió acercándome a la mesa y tomando las flores – es una mujer hermosa de ojos azules que me tiene muy enamorado – le guiño un ojo haciéndola reír
- Vaya, que mujer tan afortunada – se acerca lentamente a mi – téngalo por seguro que ella también está muy enamorada – me mira con tanto amor que me hace suspirar
- Espero te gusten, es la primera vez que – rasco mi nuca entregándole el ramo – yo nunca había sido – no sé cómo expresarme. Toma las flores colocándose en puntitas besando mi mejilla
- Son hermosas gracias – me mira con intensidad oliendo las flores
- En ese caso vamos almorzar y tengo una tarde planeada para los dos – tomó su mano saliendo de la oficina – Andrea si surge algo a mi celular, hasta mañana – me despido tranquilamente
- Sí señor, hasta luego señor Grey, señorita Steele – se despide
- Tu secretaria me dijo que yo no necesitaba anunciarme – alza una ceja
- Porque eres mi prometida y el amor de mi vida, así que para que anunciar a mi mujer – me encojo de hombros haciéndola reír
- Te amo – besa mis labios
- Yo también te amo – la abrazo con fuerza sabiendo que todo lo podemos superar juntos