Anastasia
Caminamos en absoluto silencio por los pasillos de la casa. No puedo creer todo lo que me ha pasado. Solo de pensar que mi cuerpo fue tocado e invadido por ese maldito animal, siento asco. Por más que me bañe me siento tan sucia. Christian me sigue mirando con amor y veneración, pero yo simplemente no puedo. Llegamos al lugar de tortura y practica hay se encuentra amarrado a una silla José, su ojo tiene un parche. Solo mirarlo siento asco y una tristeza enorme
- Buenas noches – saludo animada Elena soltándome de su agarre. Christian toma su lugar atrayéndome a su cuerpo
- Si quieres irte en cualquier momento puedes hacerlo – me susurra besando mi cabello
- Gracias – le sonrió un poco forzada
- Rodríguez ¿eres consciente de lo que va a suceder? – le cuestiona Christian caminando junto a mi y mirando con tanta rabia a José que siento que puede hacerlo conmigo por lo que paso – no solo secuestraste a mi mujer – se tensa – la tocaste – su tono es tan bajo y amenazador – así que iniciaré yo
Besa mis labios diciéndome lo mucho que me ama. Se acerca a la mesa donde se encuentra un alicate sonriendo en el proceso. Dos de los hombres de seguridad cogen la cara de José obligándole abrir la boca, es en ese momento se que las palabras de Christian no eran solo por la ira, sino que eran reales. Inicia a arrancarle los dientes uno a uno sin ningún tipo de consideración, se que se lo merece pero se que no está bien. Los gritos de José son desgarradores, mientras cada uno de sus dientes y muelas son arrancados por Christian. Al finalizar siento que en cualquier momento voy a vomitar, pero a su vez siento un poco de alivio por que pague por lo que me hizo y por lo que escuche de Elena le gustaba raptar niñas y violarlas solo por el placer de ser el primero.
- Sin dientes hasta se ve más simpático – se burla Elena fumándose un puro mirándolo con asco. Quisiera saber que llevo a Elena a ser así – Ana ¿algo que quieras hacer? – me propone con una macabra sonrisa
- Si no quieres hacer nada no te sientas obligada – me dice rápidamente Christian limpiando sus manos y dándome una cálida mirada
- Solo quiero hacer una cosa – susurro con un poco de rabia y asco – podrían dejar sus manos abiertas – pido y veo que todos entienden que quiero hace
No estoy segura de que sea lo correcto, pero solo recordar sus manos en mi cuerpo, sus dedos dentro de mi moviéndolos con brusquedad. Necesito hacerlo, necesito sentir que está sufriendo para sentirme un poco menos miserable y asqueada. En la mesa hay muchos artefactos para poder hacer lo que quiero, pero no podría arrancarle un dedo, no soy así. Pero siento que necesito hacerlo sufrir, me siento tan perdida
- Nena – llega a mi lado Christian tomando mis manos - sientes que debes hacerlo sufrir pero tu no eres así ¿verdad? – me sonríe con ternura y yo asiento con los ojos lleno de lagrimas – déjame ayudarte – besa mi cabeza – podrías clavarle los dedos a la mesa con puntillas – me muestra sintiendo un escalofrío pasar por mi cuerpo – también solo podrías machucárselos con un martillo – me sugiere sintiendo que esa quizás sea la mejor forma – si fuera por Elena le clavaria cuchillas en los dedos hasta hacer que ellos mismos se caigan – niega logrando que una sonrisa sincera me salga del alma – si fuera por tu padre Ray – suspira negando – ese es peor que Elena – se encoge de hombros logrando que suelte una carcajada – le arrancaría primero las uñas y luego le rebanaría los dedos – hace caro de asco y me siento mucho mejor, por eso lo amo – por Franklin – piensa un momento – quizás todo lo anterior – le resta importancia – pero lo importante es ¿tu que prefieres? – me sonríe besando mis labios
- Creo que me quedo con el martillo gracias – me vuelvo a tensar, pero no me siento tan mal como hace un momento
- Perfecto señorita, él está bien amarrado y sostenido – me guía Christian acompañándome en el proceso – puedes golpearlo o hacerle lo que a ti te parezca conveniente – me mira y asiente
Todos a mi alrededor solo asienten en aprobación. Me mira con odio y dolor, la boca le debe de estar doliendo bastante al igual que el ojo. Niego sacando esos pensamientos de mi cabeza tratando de serenarme y por alguna razón recuerdo una charla que tuve con Luke donde me contó que había tenido que someter a una mala persona y aunque no quería debía hacerlo "cuando la persona se lo merece por todo lo malo que ha hecho, no hay que rebajarse a su nivel porque siempre debemos ser mejores que ellos, pero sí sacar un poco de frustración ya que el tiempo no se puede recuperar, me sentí como la mierda, pero eso no me va hacer cambiar mi forma de ser y pensar, son momentos únicos que debemos afrontar" y se que tiene razón. Tomó una respiración profunda lo miró sin ningún tipo de sentimiento y golpeó con fuerza uno de sus dedos, el grito de dolor que emite es ensordecedor pero solo me aviva para darle en el siguiente dedo, su sangre salpica la mesa y sus lágrimas no tardan en bajar, doy un último golpe y los tres dedos que usó conmigo están explotados por la fuerza que hice al golpearlo. Suelto el martillo con un poco de miedo y horror por lo que hice. Me alejo rápidamente tropezando con el cuerpo de Christian
- Salgamos de aquí – susurra y asiento porque me siento muy aturdida
- Descansen, nosotros nos encargamos – sonríe con compresión Carrick
- Ve hija, nunca más tendrás que ver a este animal – me anima Franklin
Solo asiento y salgo sin mirar atrás de ese cuarto. Mi respiración es rápida e irregular. Mis lágrimas no tardan en llegar y mis piernas me fallan. Christian me alza encaminándome a la habitación. Al llegar me deja en la cama encaminándose al baño. Escucho como el agua corre y sé que está preparando el Jacuzzi. Llega a mi lado quitándome toda la ropa, pero no quiero que me vea así
- No – golpeo su mano sorprendiéndolo
- Tranquila, yo solo te voy a cuidar, no haré nunca nada que tu no quieras – me sonríe con compresión - ¿puedo quitarte la sudadera? – me pregunta con dulzura y me siento miserable, pero tengo vergüenza – no sientas pena ni mucho menos vergüenza conmigo, te amo y siempre lo haré, lo que te pasó fue horrible y no puedo ni imaginar como te debes de estar sintiendo, pero eres una guerrera una de las mujeres más fuertes del mundo y se que juntos podremos superar esto – acaricia mi mejilla limpiando mis lágrimas – tengo mucha paciencia y amor para darte, solo quería darte un baño en el jacuzzi, los dos juntos, secarte y descansar
- Esta bien – susurro aun teniendo miedo que en algún momento me deje de amar o le ocasione asco – por favor – lo sollozos no demoran en llegar – no me mires con asco – suplico me mira con confusión y enojo
- Nena jamás haría tal cosa – toma mi rostro en sus manos para que lo mire directamente a los ojos, esos hermosos grises que tienen mil emociones en este momento – solo siento amor y deseo por ti, jamás en mi vida jamás Anastasia que te quede bien claro – me acerca a su rostro – sentiría asco de ti y no repitas eso porque me lastima – toma una respiración profunda besándome con deseo y amor
Quita la sudadera con mucha paciencia sin llegar a tocarme mas de lo debido. Me conduce al jacuzzi y sin meterse conmigo me comienza a bañar masajeando mi cabello sacándome un gemido de placer y tranquilidad relajándome bastante en el proceso. Toma la esponja de baño e inicia a tallar mis uñas, luego la mano y va siguiendo pidiéndome permiso con la mirada en cada uno de los actos. Al llegar a mis nalgas y vagina me mira con intensidad pidiéndome permiso y las lágrimas no tardan en salir con la amargura que siento en este momento. Me limpia con paciencia besando mis labios y susurrándome que todo va a estar bien. Me enjuaga y soy secada con mimos y paciencia colocándome una de sus camisetas y sonriendo al ver que estoy lista para dormir. Me deja arropada encaminándose al baño. Escucho la bañera y yo solo me quedo mirando el techo con tristeza reviviendo esos horribles momentos en esa cama enorme
Inicio Flash Back
Me despierto bastante desorientada, no recuerdo muy bien que pasó, pero sé que cosas muy malas. Trato de mover mis manos pero no puedo al igual que mis piernas, al mirar mi alrededor estoy en una fría y desolada habitación amarrada de manos y pies a una cama que no conozco. Llegan los recuerdos de lo sucedido como una ráfaga de viento logrando que me preocupe e intente soltarme. La puerta se abre de golpe entrando José con una macabra y retorcida sonrisa
- Hola Anita – se burla entrando con tranquilidad al cuarto
- ¿se supone que estoy? – espero que sea en su casa, así se que ya todos están actuando y estaré a salvo
- Oh disculpa mis modales – niega con una falsa preocupación – mi hogar donde te follare tan duro que olvidaras a Grey – se encoge de hombros logrando que sienta miedo por lo que puede hacer, pero debo mantener la calma y ganar tiempo
- ¿solo esos son tus planes? – lo cuestionó mirándolo sin ningún tipo de expresión – suponiendo que así sea – veo como se enoja - ¿Qué pasará después? – inquiero alzando una ceja
- Quizás te preste a Jack, se que te tienes una ganas – se burla y siento ganas de vomitar – luego Víctor y después los tres te podríamos follar al tiempo – lame sus labios y es enserio que necesito salir de aquí
- Interesante – suspiro mirando el techo rogando que entren en cualquier momento a salvarme - ¿pasara? – y ese es el detonante para que se suba encima mío y comience a lamber mi cuello
Saca una navaja de su pantalón sonriendo con malicia. Inicia a cortar mi pantalón cortando mi piel, no duele lo suficiente, pero si quiero que me encuentren pronto debo gritar y así lo hago, por cada rasgadura de mi pantalón grito como si me estuviera cortando la piel profundamente
- Oh nena como me pone de cachondo tus gritos – restriega su entrepierna en mi cuerpo sintiendo asco y ganas de vomitar.
Abre mi blusa de un solo tirón comenzando a chupar y morder mi cuerpo, quiero vomitar y creo que en cualquier momento lo haré, trato de moverme pero estoy tan bien amarrada y expuesta que temo lo peor. Corta nuevamente las mangas de mi chaqueta porque el imbécil no me la quito dándome una nueva oportunidad de gritar
- Si grita que rico – me muestra tres de sus dedos lambiéndolos e invadiendo mi cuerpo moviéndolos una vez y eso es todo
Abro los ojos y veo como Christian lo golpea, siento alivio al saber que todo termino, pero asco de lo que acabo de pasar
Fin Flash Back
Limpio mis lágrimas tratando de normalizar mi respiración notando una caricia en mi mejilla. Me corro bruscamente asustada por el tacto
- Soy yo – alza las manos Christian preocupado
- Lo siento, no sentí cuando – trato de hablar pero me siento avergonzada
- No te preocupes, no quise molestarte, pero cuando iniciaste a llorar supe que estabas recordando y – trata de explicarse, pero el no
- No – tapo mi cara llorando por lo patética que debo de estar comportándome
- No quiero incomodarte ni molestarte, perdóname – se levanta rápidamente dándome el espacio que no quiero que me de – dormiré en el sillón y si necesitas lo que sea – alzo mi mano respirando un par de veces
- No me dejes en esta cama tan grande sola por favor, abrázame y perdóname – sollozo más fuerte sintiéndome miserable y triste
- No mi amor – me atrae a sus brazos y lloró con tanto dolor y tristeza, ni con mi madre llore así, lloro sacando todo lo malo – llora todo lo que quieras, aquí estaré yo, cuidándote – besa mi cabello moviendo su mano de arriba hacia abajo por mi espalda de manera tranquilizadora, no se cuanto estamos así pero me siento mucho más liviana y poco a poco me dejo llevar por los brazos de Morfeo