Limerencia. [Vkook] Omegavers...

Od Shiindechan

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-¿Sabe que es lo único que no me permite cortejarlo como se debiera?-a su alteza se le ocurrieron muchas resp... Více

Uno.
Dos
Tres
Cuatro
Cinco
Siete
Ocho.
Nueve
Diez
Once
Doce
Trece
Catorce
Quince
Dieciséis
Diecisiete
Dieciocho.
Diecinueve
Veinte
Veintiuno
Veintidos.
Veintitrés.
Veinticuatro
Veinticinco.
Veintiséis
Veintisiete
Veintiocho
Veintinueve
Final

Seis

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Od Shiindechan

Taehyung se disculpó con la mirada después de atreverse a besarlo al comprobar que no estaba en medio de un episodio alucinatorio, bueno, eso era mucho decir, apenas se trató de un choque entre sus labios patrocinado por la emoción que los envolvió al momento de su confesión, pero para el alfa fue ambrosía.

Por su parte su alteza con los labios vibrantes y las mejillas sonrosadas quería más, pero unos repentinos golpes en la puerta hicieron que volvieran a la realidad y por tanto a su papel. Jungkook se levantó con velocidad moderada, acostumbrado a disimular sus emociones alteradas rectificó que su aroma no hubiera cambiado gracias a todas las emociones que sintió, embarró un poco del neutralizador en su cuello y autorizó la entrada del sanador que se había anunciado.

—Su alteza, es hora de la medicina para el joven soldado—se escuchó la voz ahogada del sanador al otro lado de la delgada puerta.

—Adelante—autorizó con solemnidad—yo ya he de retirarme—y el príncipe salió sin mirar atrás, pero con los labios ardiendo y todo hirviendole con fuerza.

Era la primera vez que Jungkook se sentía en alguna medida afortunado de ser un... omega y nunca contó con que algo así ocurriera, la efervescencia de la emoción recién descubierta le hacía creer que el suelo era de nubes, pues sentía que caminaba entre algodón mientras los labios le ardían con viveza. Pero no iba a ser ni de lejos la única, al día siguiente su alteza volvió a visitar al alfa con "la suerte" de que esta vez también el soldado estaba solo.

—Buenas tardes—saludó su alteza con cortesía y las mejillas rojitas de anticipación. Consideraba un tanto inmaduro el sentirse tan tímido más no podía evitarlo por lo que pese a la vergüenza que sentía actuaba con toda la dignidad que su rango requería.

—Su alteza—Taehyung sonrió grande,desde el fondo del alma, porque ayer cuando terminó de beber del té medicinal que le traían y el aroma de Jungkook ya se hubiera desvanecido de la estancia se preguntó si todo lo que sucedió había sido real, si realmente tuvo el privilegio de rozar la textura de esos labios, y la presencia avergonzada del omega en el umbral lo confirmaba ¡que dicha sintió en el corazón! —¿Cómo hace para verse tan hermoso?—iba a decir radiante, pero ¡Al carajo! Ese omega era precioso.

Jungkook no creyó que alguna vez se iba a sentir tan complacidamente intimidado, nervioso, excitado, su omega no había dejado de agitar la cola desde la mañana más cuando soñó ese beso toda la noche, lo veía detrás de sus párpados—Qué cosas dice, ¿Cómo se siente?

—Feliz de que venga a verme—fue brutalmente sincero.

Su alteza se encogió un poco en vergüenza—siempre se conduce de esa forma tan desvergonzada—regañó con amabilidad, dando a entender que le sorprendía más no le molestaba, como tampoco lo hacía que el alfa se olvidara por completo de los "protocolos" con los que debía tratarle.

Taehyung sonrió, le gustaba mucho provocar esa expresión de perplejidad en su alteza, casi estaba seguro de ser el único que viera esas expresiones, no creía que hubiere en el reino alguien más que tratara a su alteza con esa soltura, que pudiera ver sus mejillas como fresas maduras y sus ojos tan brillantes como la noche más despejada—tengo que confesar que me complace ver algo de rubor en sus mejillas, y que yo sea quién lo provoque—dada la confesión del día anterior el alfa se sentía con más confianza frente a su alteza y al tenerle nuevamente cerca resolvió ir a por él con todo lo que tenía.

—Cuando se recupere voy a darle otra paliza—declaró Jungkook con una actitud juguetona.

—Auch—el Alfa hizo un gesto como si le doliera el pecho—mi orgullo.

Su alteza dibujó una enorme sonrisa en su rostro y el soldado fue testigo de como unas arruguitas se le formaban en las esquinas de los ojos, una serendipia de lo más afortunada. ¿Cuánto más podría verse atractivo?

Adorable.

Majestuoso.

Taehyung se encogió un poco cuando la sorprendentemente suave mano del contrario le acunó una mejilla, que acto seguido, junto con su compañera se pintaron de un furioso rubor al verse tomado por sorpresa.

—Tiene razón, se llena uno de un sentimiento gratificante al constatar el poder que tiene sobre el otro—declaró el príncipe en una actitud que se podría llamar vengativa. Era Omega más no estaba acostumbrado a "actuar como uno".

Era un omega de temer. No por nada le había pateado el culo, pensó el ahora comandante de la guardia real.

Y ¿Qué esperaba Taehyung de un omega como su alteza? Jungkook siempre fue osado y aguerrido en lo que sentía. En definitiva, el soldado no llegó a considerar que fuera esta vez su alteza el que se atreviera a besarlo sin la mínima anticipación.

El príncipe fue un poco más atrevido en su intento que el alfa, porque poco se conformó con el roce trémulo de sus labios del día de ayer, estos quemaban desde hace ya varios días por probar los del soldado si era exacto y con la certeza de no recibir a cambio un rechazo era lógico dar rienda suelta a lo que sentía, ese deseo incontenible que provocaba que las entrañas se le recogieran.

Un deseo sexual, una curiosidad, una emoción que lo embebia. Lo más cercano fue la emoción que sintió el príncipe al empuñar por vez primera un arma, pero esto lo sobrepasaba por mucho.Era un cosquilleo en el vientre que lo impulsaba a abalanzarse sobre el contrario.

Con más valentía que técnica el príncipe se animó a saborear los labios del alfa, que superó rápido la impresión generada y correspondió al beso del omega despegando un poquito sus labios y chupando el inferior del contrario para guiarlo, ya que estaban determinados a hacer que fuera algo más que el roce de sus labios.

—No abra tanto la boca—susurró el alfa sobre los labios de su alteza, mientras lo observaba como la más deliciosa de las fresas y lo empujaba un poquito desde la nuca para fundirse mejor con él.

A Jungkook poco le importó ser corregido, acató la sugerencia, era la primera vez que besaba a alguien, resolvió cederle el control al alfa para imitar la forma en la que este le lamía y le chupaba los labios con cuidado, por lo que los besos eran lentos y largos, la forma en la que deslizaban la lengua sobre la carnosidad de los labios del contrario le erizaba los vellos a ambos. Bastante placenteros si le preguntaban a ambos, porque como todo lo que el príncipe se proponía y hacia lo aprendía muy bien.

El príncipe en lo personal se encontraba encantado de escuchar los suspiros del alfa desde cerca, de respirar sobre la boca y sentir el vaho de su aliento acariciarlo como consuelo antes de que la piel de sus bocas se volviera a encontrar ansiosa. Se separaron después de varios minutos con los labios brillantes y ardientes, además de las pupilas dilatadas por completo debido a la estimulación.

—¿Cómo lo hice?—preguntó Jungkook emocionado, besar a otra persona, ser besado se sentía muy bien, mucho más de lo que jamás imaginó.

Taehyung sonrió de costado—aprende muy rápido su alteza.

Jungkook reveló una sonrisita de orgullo, escuchó uno que otro suspiro por parte del alfa en medio de los besos y la forma en cómo sus dedos se hundían en su nuca y mejilla, pero quería asegurarse, estaba francamente emocionado—¿Lo cree?—Taehyung asintió—yo... yo nunca había hecho algo así.

—Es fácil deducirlo, no hay persona digna de usted, yo cuento con mucha suerte de que me permita tocarle—declaró el alfa con la emoción vibrandole en la punta de los dedos que todavía le cosquilleban debido al contacto con el cuerpo de su alteza.

—¿Se ha besado con muchas personas antes?—preguntó Jungkook con genuina curiosidad, aunque no tenía una experencia previa con la cual compararle estaba seguro de que la técnica del alfa era muy buena, la efervescencia en su vientre era una prueba fidedigna.

—¡Su alteza! ¿Por qué propone esos temas tan bochornosos entre nosotros?—inquirió el alfa ante la pregunta hecha sin dejarse de impresionar por la personalidad osada del contrario. ¡Le encantaba!

—Usted parece hacerlo muy bien.

Taehyung se aclaró la garganta para disimular el orgullo que le estalló en el pecho, estaba determinado a dejar una excelente opinión para el omega—No gastemos nuestro escaso tiempo a solas hablando de esas cosas, más bien comentenme a qué se dedica cuando no entrena—era su verdadero interés conocer más aspectos del principe que por lo general estaban ocultos a los demás.

Jungkook hizo un leve puchero al parecer de decepción porque no se continuó con el tema que él propuso, otra expresión que el alfa registró como novedosa y fascinante—¿Hay alguien aquí que no sepa lo que hago?—preguntó su alteza con ligero desánimo de que su pregunta no fuera resuelta, ahora tenía más curiosidad sobre el tipo de vida que llevó el alfa hasta ese momento.

—Cuénteme de aquellas cosas que nadie más sabe.

Su alteza pensó bien que podría decir, tenía este gesto de mirar levemente hacia el lado mientras ubicaba lo que iba a decir—No me gusta escribir poesía ni leer a los clásicos—confesó como si se tratara de una travesura ya que todos lo felicitaban por eso y se creía que era una actividad de su completo agrado—me gasto la mayoría de la tinta dibujando—otra risa—en medio de las meditaciones suelo dormirme, soy bastante más distraído de lo que parece...

Taehyung le brindó una gran sonrisa. ¡Era más magnifico de lo que creía! cuando hablaba de forma despreocupada su voz adquiría una tonada distinta, más juguetona y jovial, se podría decir que más acorde a sus rasgos "aniñados".

—No soy alguien tan interesante como todos piensan, o puede deberse a que la mayoría de la gente sabe de mí lo suficiente. Ahora dígame usted esas cosas que nadie más sabe.

El soldado lo pensó—mi vida es bastante más sencilla que la suya, entre las jornadas de guardia y el diálogo con mis camaradas no me queda mucho tiempo para mí, pero si hay algo de lo que disfruto hacer es observar el cielo estrellado. Y me acabo de dar cuenta del porque—el príncipe lo miraba con atención—es porque me recuerda sus ojos, voy a confesarle que usted me atrae desde antes de saber que era un omega.

Jungkook se ahogó y cuestionó al contrario con sus enormes y bonitos ojos apenas elogiados hace unos instantes. Ese alfa tenía la habilidad particular de robarle el aliento.

—Siempre lo he observado, siempre lo admirado, en muchas formas, creo que me cautivo bastante la forma tan apasionada en la que lucha-

—Pero es diferente la admiración por la nobleza que la atracción que se siente por un omega—interrumpió, incapaz de contener la impresión que le generaron las confesiones del alfa.

—Eso tendría sentido si se pensara que usted me atrae solo por ser omega, pero va más allá de eso, su persona, su forma de ser, el tono de su voz, sus ojos, todo en absoluto es atractivo de usted.

El príncipe se volvió a sonrojar con viveza, ese estúpido alfa lograba poner en evidencia emociones bochornosas haciendo que los ojos se le volvieran más grandes debido a la impresión—¿por qué nunca hizo nada?

—¿Con qué?

—Con eso de que yo le atraía—aclaró más enfurruñado de lo que quería.

Una risa que sonó como un gorjeo se escuchó desde el pecho del alfa, ¿qué era ese comportamiento tan adorable por parte del principe?—¿Quería usted que me cortaran la cabeza? Para nosotros los vasallos es un poco más complicado relacionarnos con la realeza, su alteza, con su indulgencia me permito decir que el primer paso sin duda lo tendría que dar usted—el príncipe bajó el rostro reflexionando—Acaso ¿Qué pensaba de mí antes de que yo descubriera que su alteza era omega?—le devolvió el "ataque" y de repente su conversación como el beso que se dieron recientemente se volvió una lucha.

La pregunta lo tomó por sorpresa, otra vez, pero fiel a sus convicciones el príncipe respondió con honestidad—No mucho para serle franco, yo tenía claro que usted era el mejor combatiente de la unidad, pero jamás me permití pensar en usted ni en nadie de esa forma.

—Le creo, fue hace poco, pude notar el cambio de su aroma—una vez más los ojos de su alteza ampliaron su tamaño por el asombro—yo estaba muy atento a lo que pudiera detectar de su lobo—admitió el soldado sin vergüenza, más bien complacido por ver los leves respingos que daba el cuerpo de Jungkook al escucharle—y puedo afirmar que hubo un punto en el que su aroma comenzó a llamarme.

—¿Y qué se supone que le decía?

Los ojos del soldado se dilataron casi hechizando a quien los observaba—lo mismo que en este instante, que me desea.—Una bomba de calor estalló en el vientre del omega y el soldado detectó como el aroma de este comenzó a tomar más protagonismo en medio de la naftalina, el alcanfor y la menta.

—¿Y usted me desea a mí?—casi jadeó, dando por sentado las afirmaciones del alfa.

Los ojos verdes en jade del soldado se encendieron—No se imagina cuánto su alteza.

Al príncipe todavía lo confrontaba el que un cuerpo, un porte "tan alejado" del estereotipo, de la casta a la cual pertenecía le fuera tan atractivo como sus ojos le decían a ese alfa, le daba una mirada tan intensa que si no estuviera sentado el otro se percataría del temblor en sus piernas.

—¿Quiere que se lo haga entender?—Y la voz a ese alfa le sonó tan gruesa que el príncipe la sintió hasta sus partes más privadas.

El omega desconocía por completo cómo comportarse ante una situación como esta, por lo que se quedó con cierto rezago de perplejidad.

—Venga—le tendió la mano al futuro soberano que la tomó para ser llevado otra vez más cerca del alfa—pasemos a una segunda lección—un surco se formó entre las cejas del omega—así como disparar flechas tiene su técnica, besar igual—sonrió de forma muy seductora—y ¿Qué cree? Llegamos a la segunda lección, vamos a usar la lengua.

Jungkook se emocionó y estuvo seguro de que algo de lubricante que únicamente brotaba en su celo humedeció su entrada en un sentimiento de anticipación que por primera vez en su vida le recorría el cuerpo.

Taehyung acunando el rostro del contrario besó los labios de este con suavidad pero los lamió con fuerza. Su alteza se sorprendió pero siguió el beso como bien aprendió hace unos instantes, hasta que el alfa aprovechó uno de los suspiros del más joven para recorrer parte de la boca del príncipe con la lengua, este jadeó de satisfacción y aumentó la distancia entre sus labios para que el alfa hiciera lo que deseara usando su lengua.

Jungkook se agarró de los hombros del soldado cuando tembló por la forma en la que se sentía esa lengua foránea explorándolo, exitándolo, adorándolo, en un punto enterró los dedos entre los cabellos del alfa e imitó como bien pudo lo que el otro hacia, apretando los ojos con fuerza. Tratando de no sucumbir ante la reacción en cadena que este contacto le producía, miles de explosiones en su vientre que desataban otras, generando una reacción en cadena que activaba lo más primitivo de su alma y podía ver como su omega se echaba mostrando la panza, en una actitud sumisa y tal vez desvergonzada que la más pueril de las excitaciones generaba.

Un sonido obsceno se escuchó cuando se separaron definitivamente, Taehyung se regocijó en los ojos púrpura y el aroma provocativo del contrario—¿Le quedó claro?

—No—respondió el príncipe con descaro, sin quitar los ojos brillantes de los labios del alfa.

Y a Taehyung no le quedó más que complacerlo con otro profundo beso para "que entendiera".

—Yo pensaba que su alteza era más tímido— confesó el alfa en lo que limpiaba con su pulgar algo de saliva de la comisura de la boca en el contrario después de otro fogoso beso.

—¿Le parece que le doy palizas a los demás con timidez?—razonó Jungkook.

—Lo notaba bastante más tímido en nuestros entrenamientos con el arco—señaló con delicadeza.

El príncipe chasqueó los labios y miró hacia un lado—eso era porque no tenía claro cómo sentirme, ni mucho menos lo que usted pensaba de mí, es más no terminaba de entender que era lo que me sucedía al estar cerca suyo.

Un suave golpeteo en la zona de la entrada que Jungkook se aseguró de dejar cerrada interrumpió la conversación, su alteza se incorporó de inmediato, sacó un poco del ungüento que siempre utilizaba y lo embarró en su cuello con algo de aprehensión, porque no había considerado que la sensación "se saliera de las manos" tan rápido.

El deseo era una fuerza más poderosa de lo que consideró en un momento.

—Tranquilo alteza, su aroma es muy sutil—declaró el alfa al notar la expresión angustiosa en el contrario que se alivió al escucharlo.

—¿Está seguro?

—Claro, mi lobo está resentido de apenas poder notarlo.

—Adelante—indicó su alteza más confiado, aunque haciendo un poco de coraje, al menos para él mismo, por lo determinado que estaba ese alfa en agitar sus emociones. ¿Le parecía atractivo el olor que él siempre buscó esconder a toda costa?

Quien los interrumpió esta vez era Jimin que venía con unas mantas de casa, el día anterior Taehyung le dijo que pasó un poco de frío esos días—su alteza—el omega hizo una reverencia profunda en dirección a Jungkook sin evitar sorprenderse por encontrar al príncipe una vez más allí y a Taehyung con una actitud tan relajada.

—Buenas tardes, puede enderezarse—indicó Jungkook

El recién llegado se limpió delicadamente un poco de hollín que traía pegado en sus ropas por haber estado en las estufas de la casa—gracias su alteza.

El príncipe se volvió hacia el soldado, sacó un objeto brillante de uno de los bolsillos de sus ropajes, la medalla que le había dado al alfa y le fue retirada después del combate. El alfa la cargaba debajo de su ropa, al ser un objeto tan valioso le fue consultado al príncipe si el soldado tenía autorización de usarla y al afirmar decidió que se la entregaría una vez más, en persona. Su alteza le dio una mirada significativa al soldado que yacía en la cama, Taehyung entendió perfectamente lo que quiso decirle.

"Ve a verme"

Y Jungkook se retiró con paso elegante de la habitación.

Jimin tomó lugar al lado del alfa cuando el sonido de los pasos de Jungkook ya no pudo escucharse habló—puedo preguntar ¿Por qué el príncipe te visita tanto?

—Te dije que se siente culpable por el daño que me hizo, quiere verificar que me sienta bien.

—No pensé que se tomara tantas molestias—señaló el omega sintiendose satisfecho con la explicación— y bien, ¿Cuándo sales de aquí?

Taehyung agradeció que el omega cambiara de tema—creería yo que en dos o tres días.

—¿Vas a asentarte por completo en el palacio?—el omega lo preguntaba porque Taehyung iba y venía entre la casa de Nam y Jimin y el palacio.

—Lo más seguro es que permanezca más tiempo aquí, pero no te preocupes, no dejaré de visitarte—Taehyung le acarició el rostro a su amigo, sabía que este se sentía solo debido a las largas ausencias de Namjoon—igual ya voy ser yo el que permanezca con la familia real.

Jimin blanqueó los ojos—Joon no pudo negarse a volverse miembro del concejo, eso es casi lo mismo—se quejó.

—Sabes que lo hace por ti, la gente te respeta porque eres esposo de Nam Hyung.

El omega arrugó su entrecejo—no me importa lo que hablen de mí, yo estoy orgulloso de ser omega.

[...]

Después de salir de la enfermería su alteza comenzó a caminar con más prisa, la humedad que sentía en su entrada era fastidiosa, además de que gracias a esta podría tener "demasiado" de su aroma.

Por un ínfimo instante el joven príncipe se sintió culpable. Por años mantuvo a raya cualquier "cosa" que hiciera que los demás sospecharan de él como omega y hoy suspiró sobre los labios de un alfa, lo besó y lo peor de todo es que no estaba satisfecho ni tampoco lo suficientemente asustado como para detenerse.

¿Qué era este impulso a permanecer cerca de ese alfa?

¿Es porque era el único alfa que lo veía como omega?

Lo peor es que no había cómo dialogar esto con nadie, su madre se pondría histérica si le comentara toda la revolución de sensaciones y emociones que le agitaban el corazón. Ya fue difícil el que aceptara dejar con vida a Taehyung, todavía se sentía recelosa de que ese soldado conociera el secreto del joven príncipe, pero complacida en la utilidad que brindaba al recoger las hierbas que necesitaba Jungkook para mantener a raya la necesidad de su lobo, que por cierto era muchas más ya que sus feromonas estaban descontroladas y le tocó re ajustar las dosis y los viajes que tenían que realizarse para ellos aumentaron. Hubiera sido muy sospechoso que el príncipe o su madre salieran con mucha frecuencia.

Su alteza quiso ponerle un freno a esta situación pero tenía claro que ante cualquier aproximación del alfa, él cedería sin chistar.

[...]

Su alteza no volvió a visitar al soldado, quizá para no levantar sospechas, por lo que Taehyung se sentía un poco ansioso por verlo después de tres días sin encontrarse, pero a la vez estaba aterrado, no sabía cómo tratar con él, con esa personalidad elegante pero aguerrida. Además de que en esos tres días había tenido tiempo para pensar en que una "relación" entre ambos no era tan fácil de llevar, dentro del palacio habían muchos ojos,muchas forma de meterse en problemas.

¿Qué esperaban ambos de todo esto?

¿Hasta dónde podían llevarlo?

Pese a las dudas el alfa aferraba con fuerza la medalla que le permitía adentrarse en las habitaciones reales sin que se le realizaran muchas preguntas cuando finalmente se decidió por volver a ver al omega que tironeaba de su cordura, en la medida que atravesaba las partes del palacio que siempre fueron lejanas para él recitaba: "Su majestad, el primer príncipe me pidió que viniera" y así todos se hacían a un lado para darle paso.

—El general Kim Taehyung dice que usted mandó a llamarle, su alteza—habló en voz alta a unas puertas que permanecían cerradas uno de los guardias que en ese momento custodiaba la entrada a la habitación del príncipe.

Y ahí Taehyung pensó una vez más en lo que estaba haciendo pero lo mandó al fondo de su cabeza, él solo quería volver a perderse en la espesura de esos ojos negros. Quizá los días acumulados sin verle hicieron la ausencia algo más apremiante. Eso o el reclamo de su alfa lo iba a volver loco.

—Dígale que pase.

El nudo que Taehyung no sabía que llevaba en las entrañas se desató para volver a anudarse cuando atravesó la puerta y se encontró con el onix de esos ojos negros.

—Su alteza-

El príncipe se acercó a grandes zancadas y sin mediar palabra u honrar las costumbres de la etiqueta y el protocolo estampó con ímpetu sus labios contra los del soldado que trastabilló al ser tomado por sorpresa, pero en segundos se estabilizó y pudo corresponder al demandante y delicioso beso que le proponía el príncipe al que tomó por la cintura con firmeza para pegarlo a su cuerpo.

Jungkook ya sabía usar su lengua muy bien.

Apenas se separaron respirándose sobre los labios pero sin soltarse.

—¿Ya se siente mejor?—su alteza fue el primero en hablar.

—Ahora que estoy entre sus brazos lo estoy.

El príncipe chasqueó los labios—¿Cómo se las arregla para decir tantas sandeces juntas?—no iba a hablar del cosquilleo bajo que sintió al escuchar esas palabras ni de lo gratificante que se sentía la forma en la que Taehyung rozaba su nariz con la propia.

—No me reprenda por decirle la verdad.

Su alteza blanqueó los ojos, y a Taehyung le encantaba verlo actuar de una forma tan suelta y despreocupada, ¿Cuánto más le ocultaba el chico entre sus brazos?—me refiero a las heridas que recibió en combate—aclaró aunque no hiciera falta.

—Ya no me duele nada—Jungkook suspiró de alivio al escucharlo—¿Por qué no volvió a verme?—y no se guardó el leve tono de reproche con el que lo preguntó.

—Creo que estaba llamando la atención, usted no es la primera persona a la que golpeo hasta dejarla convaleciente y yo no había ido a visitar a nadie más antes.

Las preguntas que se hizo esos tres días brotaron en la cabeza del alfa, cuando el anhelo de tener a su alteza entre los brazos se cumplió ¿Qué era lo que exactamente debía ambicionar después de probar el sabor de esos labios?

—¿En qué piensa?—inquirió su alteza ante el mutismo del contrario.

—En lo bonitos que se ven sus ojos tan de cerca—evitó darle más peso a esas preguntas, por el momento disfrutaría el poder tocarlo con las manos y los labios.

El aludido llevó su vista hacía el techo en una expresión de hastío y prefirió seguir besando esa boca que extrañó por tres días apretándose como nunca antes contra el cuerpo de otra persona.

Para Jungkook era abrumadora la forma en la que ese soldado le había cambiado la percepción sobre la vida misma, encontrar placer en el tacto de su piel y sus labios era una sensación adictiva, experimentar pequeños infartos o cosquilleos placenteros con solo escuchar palabras era una aventura, por lo que se encargaría de explorar hasta quedar satisfecho.

Disfrutó de los besos que ahora con osadía el alfa le daba por la cara y la barbilla, por su cuello, donde sentía ramalazos de placer que le bajaban por todo el cuerpo.

Taehyung probó correr un poco la prenda que cubría el cuello de su alteza para exponer más de esa deliciosa piel de leche y se sintió complacido cuando el príncipe no le impidió tocarlo como quisiera. Al parecer lo deseaba tanto como él.

—Mgh...Ah—el omega soltó un jadeo de placer cuando la lengua del alfa se pasó por la zona en donde le tendrían que hacer una marca. Se aferró con más fuerza al cuerpo del contrario porque le temblaron las piernas, el alfa succionó en la zona y su alteza gimió complacido en la gloriosa sensación que ese tipo de tacto le brindaba.

—¡Alteza, su majestad viene a verle!—se escuchó en la entrada y las puertas que resguardaban la estancia del príncipe sonaron cuando tiraron de ella. 

🤸‍♀️😊❤️

No sé cual personalidad me gusta más, si la de Th o la de Jk sajdhkjdshfkjfdh.

Gracias por leer votar y comentar :) 

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