Samay Meyer
—¿Sobria? —preguntó confundido Areu, separándose rápidamente de mí. —¿Estás borracha? —pregunto con cara de espanto.
—Muy borracha. —me reí como típica mala copa.
Azariel y Lucian también se alejaron mucho de mí.
—Ya decía yo que esto fue demasiado fácil. —suspiro Lucian, peinándose el cabello, estresado.
Me reí.
—No besan mal. —sonreí y ellos también, algo tensos. —Pero Rex, lo hace mejor. —me reí más, a ellos se les borró la sonrisa y apretaron la mandíbula.
—Ya vámonos mejor. —suspiró, otra vez frustrado Lucian.
—¿Besaste a Rex? —preguntó Azariel, con la mandíbula apretada.
—Siiii. También a Rin-rin, un día que estábamos borrachos. —me quedé pensativa. —¡Justo cómo hoy! —exclame feliz. —Voy a tener una buena noche. —me reí otra vez.
—No. No vas a tener una buena noche.Te irás con nosotros. —ordenó Lucian, con una voz dominante.
—Mmm... no, no quiero. —sonreí. Me bajé del mesón y me tambaleé un poco, haciendo que Areu me sostenga. —Eres mi angelito, Areusito. —le dije con un puchero y le toqué la nariz. Él me miró debatiéndose entre sonreír o no.
—Gracias, pero me gustaría más que me lo dijeras sobria.
—¡Ni muerta! —chille y me separe de él.
—¿Por qué nos odias tanto? —preguntó Areu y yo lo mire.
—No congeniamos bien. —respondí. Me di la vuelta y me miré en el espejo. Se me había corrido el labial, tenía los labios hinchados, las mejillas rojas y los ojos dilatados. Estaba excitada.
Pero antes me caso con un troll que dejar que ellos me toquen.
Saque una toallita de mi bolsa y me limpie todo el labial corrido.
—Deberían de limpiarse. —comente, mientras me ponía solamente gloss.
—¿Por qué? —preguntó a la defensiva Azariel y yo rodeé los ojos.
—Porque cuando nos vean salir juntos y ustedes todos llenos de labial, se van a malinterpretar las cosas. —dije.
—Como dijo Domani: no me importaría estar en un escándalo contigo. —bromeo Lucian y lo mire extrañada.
—Pues a mi si. Después me van a relacionar a mi con ustedes—los mire despectivamente. —y yo no quiero eso.
—Limpiamos tu. —dijo Azariel, después de que nos inundamos en un silencio. Yo lo mire más confundida que nunca.
—¿Disculpa? —el alcohol no ayudaba para que mis tres neuronas funcionara y me hacía mas idiota e ida.
—Tu hiciste esto, te toca hacerte responsable. —dijo Areu y yo gruñi.
—Ni loca. —me acerque a la puerta, pero el de ojos azules se interpuso en mi camino. Mire hacia su arriba y detalle su cara: sus ojos azules estaban brillando y dilatados, y su cabello castaño estaba revuelto.
—Con permiso. —pedí amablemente. Él sonrió, pero no se movió.
—No. Ya te dijeron la condición para que salgas. —dijo Lucian. Nos quedamos en silencio unos segundos.
Si no me va a dejar salir por las buenas, será por las malas.
Me acerqué, con el ceño fruncido y le di una fuerte patada en la entrepierna, donde claramente, se vio afectado. Se le fue todo el aire y se encogió en su lugar.
—¿Por qué fue eso, Samay? —chillo adolorido. Vi como los otros dos se acercaban amenazadoramente hacia mí.
—Si se acercan, los voy a dejar peor. —señalé a Lucian, que todavía se estaba retorciendo de dolor. Los dos hombres de ojos grises, pararon de caminar abruptamente.
Azariel se rió.
—Si que eres todo un enigma, linda. —le sonreí sarcásticamente. Cruce sobre Lucian, le quite el seguro a la puerta y salí.
La borrachera me hacía más impulsiva y grosera, además de que impulsaba mucho mi fuerza.
Esa patada si le debió de haber dolido mucho al castaño. Si de por sí sobria tengo mucha fuerza en la pierna (por el fútbol), no me imagino cuan más fuerte soy borracha.
Iba saliendo del área de los baños, cuando iban entrando Cobain, Rayan y Jano con dos mujeres a su lado cada uno. Los mire con asco, porque todos aquí sabemos a que se dirigían al baño.
Ellos me miraron sorprendidos y después miraron detrás de mí. Sus ojos demostraban satisfacción. Miré tras de mí y observé como los tres desvergonzados salían con toda la boca llena de labial rojo.
—¿Por qué no me invitaron? Nos hubiéramos divertido los cuatro. —mire con asco a Jano.
—No me relaciono con basuras.
Digamos que desde un inicio Jano no me agrado mucho. Bueno, todos.
Se le borró la sonrisa e hizo una mueca.
Rayan iba a hablar pero lo interrumpí antes de que hablara.
—No me importa. —pase entre ellos y todas las mujeres que llevaban. Choque hombros con Cobain que solo me miraba con los ojos brillosos divertidos.
—¿Por qué hablan con ella? —alcance a escuchar a una de las mujeres que traían.
Sonreí satisfecha.
Me acerque rápidamente a la mesa, donde Rex y Darín seguían tomando.
—¿Por qué te tardaste tanto, Rosita? —preguntó mi amigo de ojos avellana.
—Que te importa. —solté toscamente con un sabor amargo en la boca. Me dejé caer en el sillón.
—Uy, cuidado feria. —lo miré confundida.
—¿Fería? —pregunto extrañado Rex y Darín se soltó a reír como loco. Negué con la cabeza.
—Ya vámonos, estoy cansada. —Rex asintió y le hizo una seña a la mesera para que se acercara.
—¿Todo bien? —preguntó amablemente.
—La cuenta, por favor. —dijo Rex, la mujer asintió pero antes de que se retirara, alguien la sostuvo del hombro.
—¿Por qué no mejor nos esperamos y dialogamos un poco? —dijo el hijo de Dios. Sonreí, amargamente. —Todavía no traigas la cuenta, linda. Danos unos minutos. —la pobre mujer asintió asustada.
Holaaaa. Siento que pasaron 1000 años JAJAJAJA.
¿Cómo están? ¿Les gusto el capítulo?
Recibí comentarios que odiaron a Samay por ser tan impulsiva y no hacerse del sufrir, pero tengan paciencia gente. Nuestra Sam no es la protagonista común. En el próximo capitulo van a ver cuan borracha estaba. ☠️
Quiero preguntarles. Estamos a nada de llegar a los 100k, ¿quieren un capítulo especial como celebración? Si dicen que sí, den ideas. O sea, ¿quieren hacerles preguntas a los personajes? ¿o alguna reacción a alguna escena que ha pasado en la historia? Déjenme ideas, bonit@s. 😽
Tenia algo mas que decirles, pero se me olvido JAJAJAJAJ
Disfruten su lectura. 😸
Gracias por leer, comentar y votar.🤝🏻
🎃🫶🏻