Capitulo 22

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Samay Meyer

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Samay Meyer

Continuamos con el recorrido, igual que en el inicio: yo los ignoraba y ellos intentaban acercarse a mí (especialmente Domani, Milos, Laban, Brais e incluso un poco Emeric y Eron).

Ahora nos encontrábamos en la recepción, donde les darían de desayunar,  hablarían un poco con la gente de poder del distrito y luego volveríamos a otras tres horas de recorrido.

Yo ya estaba harta. Nunca pensé que ignorar gente fuera tan exhausto.

A pesar de que se supone que tienen que estar todos platicando, con la gente aquí, la mayoría tiene su penetrante mirada sobre mí. Siento que me están juzgando hasta los pecados.

—Señorita Samay. —llamó una voz que me alertó a todo mi cuerpo. Ay Dios, no de nuevo. Me volteé, observando a los dos grandes hombres, líderes del mundo. —Creo que no hemos tenido una presentación ni conversación decente. —mire extrañada al hombre de ojos verdes. Él y su compañero ya se habían presentado, ¿por qué volver a acercarse a hacerlo?

—Señor Frensby Ajax

—La verdad, señorita, tenía curiosidad de la mujer que tiene de cabeza a mis compañeros de fracción. —se excusó él solito, sin yo preguntar algo. Me miró de arriba, abajo y sonrió coquetamente. —No los culpo por fijarse en usted. Es muy atractiva, señorita Meyer. —me extendió la mano, esperando que la tomara, pero no la tome, solo la barri.

Mire al otro de los dos hombres frente a mí.

Sus facciones mostraban frialdad, pero sus ojos me analizaban, con un brillo.

—Me disculpo por el promiscuo de mi compañero de fracción. Soy Yael Fresnby Ajax, general de la OM. —dijo extendiéndome la mano. Esta vez, si tomé la mano en modo de saludo.

—Chica difícil. —se burló el otro, ambos lo ignoramos, mirándonos fijamente a los ojos. Le sonreí.

—Soy fanático del trabajo científico de su madre y social de sus padres. —sonreí más, él aliviano sus facciones, viéndose más relajado. Ambos, seguimos sin soltarnos.

Ay Santa Cachuca, me estoy volviendo a sentir así. Sentía espasmos por todo mi cuerpo y mi cabeza no reaccionaba.

Me sentía igual de extraña que el día que ayer, cuando conocí a Bastian, Anxton, Lucian, Areu.

—Ya bésala, si quieres. —dijo el hombre a nuestro lado. Yael y yo lo volteamos a ver, fulminando.

—Señor Frensby Ajax, le pido respeto para mi y su compañero de fracción, no hay una razón coherente para que haya dicho su comentario, muy fuera de lugar. —dije, mirándolo fríamente.

Sus ojos brillaron en diversión.

—Lo siento, señorita Meyer. Soy muy confianzudo. Espero que ambos nos podamos llevar bien. No me gustaría terminar en una relación como la que tiene con Domani. —mis expresiones cambiaron a una sonrisa enojada.

5 están bien, pero, ¿15?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora