Desde que te fuiste [Chanbaek]

By yeoligth

2.1K 232 10

A Chanyeol no le gusta recordar el pasado, desearía borrar todo los recuerdos relacionado a aquella etapa de... More

[00]
[01]
[02]
[03]
[04]
[05]
[06]
[07]
[08]
[09]
[11]
[12]
[13]
[14]

[10]

127 13 0
By yeoligth

Advertencia:
Este capítulo puede contener temas fuertes como el suicidio que podrían resultar incómodo para algunas personas leer bajo responsabilidad.

Yoora sintió el peso del cuerpo de sus hermano sobre ella, abrazándola protectoramente, mientras no dejaba de llorar.

—Lo siento—El mayor lloraba sin control disculpándose por algo que estaba fuera de su control.

Lo miró de reojo, envidiando su capacidad para sentir dolor y llorar. Hacía mucho tiempo que las lágrimas se le habían agotado,  junto con las ganas de vivir. Llorar no servía de nada, lo había hecho tantas veces, rogando que todo se detuviera, pero no había funcionado.

—No tienes que disculparte, Chanyeol —susurró, tratando de calmarlo —. No es tu culpa, nada de esto lo es.

—Debí de hacer algo. No debería haber esperado tanto tiempo para tomar valor.

Pudo sentir la culpa y la tristeza en cada palabra y, aunque quería consolarlo, se sentía incapaz de hacerlo. No había forma de hacerlo sentir mejor después de lo que acababan de vivir.

El alto se enderezó y la miró como si de un tesoro preciado se tratara.

—Tenemos que salir de aquí—susurró, como si estuviera pensando en voz alta—Eso es, vámonos.

—¿Irnos?— preguntó asustada.

Él asintió, sin dejar de mirarla fijamente. Aunque intentaba ocultarlo, se notaba que también sentía miedo.

—Si, iniciemos una nueva vida lejos de este lugar. Nosotros y mamá. Prometo que estaré a su lado y no permitiré que nadie les haga daño nunca más.

Yoora miró a su hermano con incredulidad, sin poder creer lo que estaba proponiendo. ¿Abandonar todo y empezar de cero? ¿Cómo sería posible?

Aunque sonaba tentador y esperanzador en los labios de su hermano, pronto la realidad volvió a golpearla con fuerza.

Nunca se libraría de esa vida, incluso si huían nunca volvería a ser la misma.

Aun así, le regaló una sonrisa que, aunque no pudo ocultar por completo su angustia, logró de tranquilizar a su hermano.

—Mamá llegará en cualquier momento, iré a darme una ducha—se puso de pie, fingiendo que nada había ocurrido—. Deja de llorar o se preocupará.

Chanyeol asintió y se puso de pie frente a ella, colocando sus manos en sus hombros.

—Esta será la última vez que tendrás que soportarlo —prometió seriamente antes de dejarla sola en la habitación.

Ella suspiró profundamente. Deseaba llorar, pero ya no tenía la capacidad. Solo experimentaba un profundo vacío y una sensación gélida en el estómago que la hacía sentir aún más miserable.

Quería creerle, confiar en que las cosas podrían mejorar, pero hacía mucho tiempo que había perdido las fuerzas para luchar.

Se encerró en el baño y abrió el grifo de la bañera. Mientras el agua corría, se desnudó y observó su figura en el espejo.

Su reflejo mostraba una figura frágil y cansada. Su delgado y pálido cuerpo, que aún mostraba las marcas de el daño infrigido tanto por ella misma como por aquel monstruo, la obligaba a subir la mirada, incapaz de seguir observándose. Encontró en sus propios ojos a alguien que había perdido toda la esperanza y ganas de vivir.

Tomó  la cuchilla que se encontraba en el lavadero, se había vuelto una rutina para ella provocarse daño, buscando una forma de lidiar con su dolor emocional. Solo intentaba sentir algo, pero hace mucho que había dejado de funcionar.

En su mente, las palabras de su hermano resonaban como un eco constante. Él había prometido protegerla y mantenerla a salvo. Se sentía culpable por ser una carga para él y para su madre. La idea de que ellos tuvieran que abandonar todo por su culpa la atormentaba aún más.

Su hermano sería padre pronto, no podía seguir dependiendo de él. Tenía que dejarlos seguir adelante.

Miró nuevamente su reflejo en el espejo, tratando de encontrar alguna señal de la persona que solía ser. Aquella niña llena de alegría que no conocía la maldad, hasta que el demonio fue introducido a su vida de la mano de su madre.

No iba culparla, ella solo estaba intentando rehacer su vida y sentirse amada. Cuando se dio cuenta del error que había cometido era muy tarde.

Había tomado una decisión y esperaba pudieran entenderla.

Cerró el grifo de agua y se sumergió. Una vez en la bañera, cerró los ojos y respiró profundamente, tratando de encontrar el valor para lo que tenía planeado.

Miró la cuchilla una vez más sintiendo las lágrimas correr por su rostro por primera vez en mucho tiempo.

A lo lejos escuchó la voz de su madre informándole que ya estaba en casa.

Con el corazón latiendo con fuerza, acercó el objeto a su cuello mientras buscaba una vena con lo dedos. Cerró los ojos fuertemente, apretando el objeto entre sus manos temblorosas y empujándolo hacia ella.

Sintió su piel rasgarse y la sangre caliente brotar. En medio de la desesperación de sus últimos instantes pudo ver a hermano junto a ella, jugando en el campo cuando solo eran unos niños.

Era su último recuerdo feliz.

   ━━━━━━━༺༻━━━━━━━


Chanyeol caminaba por la animada plaza, sumido en sus pensamientos mientras se dirigía a la casa de Baekhyun.

Había dejado de pensar en el futuro y en lo que sucedería cuando la casa esté vendida.

Se había propuesto vivir el momento, disfrutar del tiempo con sus mellizos y del amor que Baekhyun le proporcionaba.

Mientras caminaba, divisó un hermoso vestido con estampado de mariposas en el escaparate de una tienda. Las mariposas le recordaron a su hermana, Yoora, quien amaba esos delicados insectos.

Se preguntaba, si su Yoora también las amaría.

Decidió comprarlo, al imaginar cómo se vería la niña usándolo.

Al llegar a casa, fue recibido por los mellizos, quienes estaban tan emocionados de verlo, como si no lo hubieran visto en años, cuando apenas ayer habían cenado juntos.

Baekhyun junto a la puerta lo miraba con timidez y su mejillas sonrojadas. Sonrío y dejó un tímido beso en sus labios, lo que hizo que el rubor en su rostro se intensificara.

Una vez todos estuvieron cómodos en el sofá, Chanyeol mostró el vestido a la niña con entusiasmo. Sin embargo, para su sorpresa, ella no reaccionó como esperaba.

—¿No te gusta?—preguntó, preocupado.

La niña miró el vestido por un momento y luego levantó la mirada hacia su padre.

—Son mariposas...—susurró en voz baja— A Chanhyun le asustan las mariposas.

Chanyeol miró a su hija con ternura y sorpresa ante la revelación. Aunque disfrutaba descubrir nuevas cosas sobre los mellizos, también sentía una profunda tristeza por no haber estado presente en sus vidas desde el principio.

Asimismo, le conmovió profundamente ver el amor y la empatía que su hija mostraba hacia su mellizo, incluso sacrificando su propia ilusión.

—¿ Te preocupas por tu hermano?— le preguntó con voz suave, acariciando su cabello.

—Sip, el abuelo dice que somos dos pedazos de una sola alma. Nacimos juntos y siempre debemos estar juntos.

Las palabras de la niña llenaron su corazón de una mezcla de ternura y tristeza. Admiraba la conexión que compartían, y podía sentir el amor incondicional que fluía entre ellos.

Recordó a su hermana y como no pudo protegerla. Le había fallado como hermano y aún no se podía perdonar por ello.

—Así es— dijo con la voz entrecortada —, siempre debes proteger a tu hermanito y él cuidara de ti de igual manera.

La niña asintió con una sonrisa dulce, sin darse cuenta del torbellino de emociones que su padre experimentaba en ese momento. Chanyeol la abrazó con ternura, sintiendo un nudo en la garganta mientras recordaba el pasado.

Cerró los ojos intentando calmarse. No quería tener un ataque de pánico y asustar a los niños.

Afortunadamente, Baekhyun apareció en la sala sosteniendo una bandeja con refresco.

La niña se giró y corrió a mostrarle el vestido a su otro progenitor.

Baekhyun miró el vestido con una amplia sonrisa y asintió a todo lo que la niña comentaba con emoción.

Se sentó al lado de Chanyeol una vez los niños se distrajeron en algún juego en su tablet.

—No tienes que regalarle algo cada vez que vienes a verlo—le comentó.

—Lo siento, pero vi el vestido y la imaginé. Me fue imposible no comprarlo.

Baekhyun acarició suavemente el brazo de Chanyeol con una sonrisa comprensiva.

—Está bien, de todas formas, son solo niños. A ellos no le importa lo material, solo quieren ver a su padre.

Chanyeol se acercó más y le dio un tierno beso en la mejilla.

Desde que habían compartido aquel beso en la calle, habían actuado como una pareja aunque no hubieran tocado el tema. Preferían ignorarlo y seguir adelante.

Baekhyun lo miró con ternura y  acarició su mejilla suavemente. Él también se sentía abrumado por todas las preguntas que su cabeza no dejaba de formular, pero tenía miedo a soltarlas y salir herido con la respuesta.

Dejaría las cosas fluir, su hijos eran felices y de una u otra forma tenía a Chanyeol a su lado. Luego se preocuparía por sus miedos, por ahora disfrutaría de esa etapa.

El resto de la tarde transcurrió en un ambiente cálido y familiar. Cenaron juntos, mientras lo niños parloteaban sobre su día o alguna ocurrencia y Chanyeol los escuchaba atentamente.

—Papá, ¿cuando iremos a Seúl?—la pregunta del niño sorprendió a los dos adultos.

Era la primera vez que alguien en esa mesa  mencionaba el tema, y no fue ninguno de los adultos el que se había atrevido.

Baekhyun escuchaba atentamente, esperando la respuesta con expectación. Sus ojos se encontraron con los de Chanyeol, buscando pistas en su expresión mientras aguardaba su respuesta.

—¿Seúl? ¿ Quieren ir a Seúl?—Respondió el alto finalmente.

—Nos gusta el pueblo, pero un niño de la guardería visitó Seúl en primavera. Queremos ir también —Aportó Yoora.

—Claro, les encantará Seúl. Podemos llevarlos algún día. —respondió con una sonrisa cálida y sincera ante la emoción de los niños. —Seguro a Kyungsoo le encantaría conocerlos.

Baekhyun dejó de sonreír y se tensó al escuchar el nombre de un tercero. Se puso de pie y tomó los platos dejándolos sobre el lavaplatos.

—A lavarse los dientes—Ordenó a los niños, quienes obedecieron rápidamente.

Chanyeol notó el cambio en el ambiente y se sintió confundido. No había dicho nada fuera de lugar, había cuidado sus palabras para no herir a nadie.

No entendía por qué estaba molesto.

—Baekkie...

—No me llames así —pidió sin mirarlo.

—¿Qué sucede?

—¿Le presentarás a mi hijos a un extraño? ¿ Quién es KyungSoo?—El tono de Baekhyun era de frustración y dolor—. No, olvidado, no quiero saber a quién a metes a tu cama.

Chanyeol lo miró  y no pudo evitar soltar una carcajada que enfureció más al castaño frente a él.

—¿Soy un chiste para ti?

El alto se apresuró a tomar sus manos  entre las suyas, tratando de calmarlo, aunque este no dejaba de batallar para que lo suelte.

—No, Baekkie...

—Deja de llamarme así.

—Baek, KyungSoo no es mi novio o lo que sea que hayas pensado. Es solo un amigo y el novio de mi mejor amigo.

—¿Lo es? —El rostro del más pequeño se llenó de rubor y se liberó de su agarre para cubrirse avergonzado por la escena que acababa de hacer.

—Estudia Educación Inicial, por eso comenté que le agradaría conocer a los niños.—se acercó suavemente, intentando disipar la tensión entre ellos—No tienes que preocuparte por KyungSoo, ni por nadie. Tu lugar está reservado desde hace cinco años, solo tú puedes ocuparlo.

Los ojos de Baekhyun se encontraron con los suyos, y poco a poco la tensión en su cuerpo comenzó a disminuir.

—Eres el único y siempre lo serás, Baekkie—unió sus labios en un beso tierno pero apasionado que fue subiendo la temperatura de ambos.

Cuando se separaron, sus frentes se apoyaron una contra la otra, tratando de transmitir en silencio todo lo que sentían y no podían decir en voz alta.

—Iré a ver a los niños—Comentó Baekhyun antes de huir.

Chanyeol se quedó en la cocina, pensando en lo sucedido. Le gustaba vivir en esa fantasía de ser una familia perfecta, pero sabía que al salir por la puerta y volver a casa, la culpa y los fantasmas lo atormentarían nuevamente.

Cuando decidió volver, sabia que podía encontrarse con Baekhyun. Creyó que le resultaría más fácil mantenerse al margen, pero el castaño seguía teniendo ese encanto que lo hacía actuar como un adolescente. Si solo hubiera sido una aventura para recordar el pasado, podría sobrellevarlo y volver a Seúl sin problema.
La existencia de los niños lo cambiaba todo, no podía simplemente alejarse y fingir que nunca existieron, tampoco deseaba hacerlo.

Decidió seguirlo a la habitación de los niños. Al entrar, vio a los pequeños en la cama, listos para dormir. Baekhyun los estaba arropando con ternura, y cuando notó su presencia, le regaló la sonrisa más dulce que jamás existió.

Eso fue suficiente para desarmarlo. Al diablo con todo, viviría el momento y se permitiría ser feliz por un tiempo. Al menos hasta que la vida le recordara que no lo merecía.

—¿Todo bien ?—preguntó Baek, cerrando la puerta de la habitación.

Asintió con una sonrisa sincera y se acercó para rodearlo en un abrazo necesitado.

—¿Chan?

—Te necesitó, Baekkie —Susurró, besando el lóbulo de su oreja.

El más pequeño se estremeció y se encogió tímido ante la insinuación del contrario. Sintió los labios del alto descendiendo por su cuello y llegando a su quijada. Estaba asustado y Chanyeol lo notó.

—¿Hace cuánto no te tocan?—preguntó —¿Fui el último, acaso?

Baek no respondió, pero el evidente color rojo en sus mejillas le confirmó sus sospechas.



Lamento que el inicio del capítulo sea tan fuerte, espero que no las haya incomodado mucho.

Y también lamento dejarlos en la mejor parte de la escena del Chanbaek.

Con suerte, podré actualizar durante la semana.

Continue Reading

You'll Also Like

49.7K 2.4K 34
CONTENIDO G!P Camila Cabello de las mejores doctoras cirujanas de la cuidad, con 29 años es una mujer independiente, soltera y bisexual, tras tener...
444K 45.1K 113
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
10.4K 1K 16
Yifan se enamora apasionadamente, pero su corazón será lastimado al punto de llenarse de desprecio contra la persona que ama. Culpable o no, Tao deb...
499K 68.8K 43
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!