Black & Blue (Español)✔️

By Ariana_Godoy

15.3M 1.7M 3M

Ella no debió mirarlo, no debió retarlo y mucho menos hacer todas las cosas que hizo después de eso. Una sola... More

Prologo
1. Blue
2. Black
3. Blue
4. RED & VIOLET
5. BLUE
6. VIOLET & BLACK
7. BLUE
8. VIOLET & BLUE
9. Black & Blue
10. Blue
11. BLUE
12. BLACK
13. BLUE
14. RED & VIOLET
15. BLUE
16. BEA
17. BEA
(18) BEA
19. Violet (Parte 1)
20. Violet (Parte 2)
21. BEA
22. Black & Blue
23. RED
24. BEA
25. BEA
26. Violet
27. BEA
28. Black & Blue
29. Amber (1)
30. Amber (2)
31. RED
32. Black & Blue
33. BEA
34. Black & Blue
35. BEA
[36] BLACK
37. BEA
38. Black
39. BLACK & RED
40. BEA
CAPÍTULO FINAL
Epílogo

41. BLACK

89.7K 13.7K 3.6K
By Ariana_Godoy

(41)

BLACK

Manejar mi moto después de semanas me hace sentir en casa.

Casa...

Supongo que eso es lo que la carretera siempre ha sido para mí. Cuando cumplí dieciséis y me gané la moto en una rifa del supermercado del pueblo, tuve mi primera aventura torpe por la calle y sentí el viento contra mi cuerpo, descubrí un escape, de los gritos de mi padre, del menosprecio de mi madre y hasta de las miradas prejuiciosas de mis profesores en la preparatoria. Honestamente, los adultos en mi vida nunca han tenido mucha fe en mí, no los culpo, yo tampoco tengo mucha, sin embargo, ahora mismo quiero tenerla y es por eso que estoy aquí.

Estaciono la moto frente a la casa de mi madre y me limpio el sudor de las manos en la parte frontal de mis vaqueros. Este lugar... ¿Siempre ha lucido tan pequeño? ¿Tan desgastado? No veo a mi progenitora desde hace semanas, por lo menos fue a verme al hospital cuando estuve internado. Quisiera decir que verme herido despertó algún tipo de instinto maternal en ella o causó que tuviera una epifanía y me dijera que me amara, pero al parecer la vida real es cruel con nuestras expectativas.

—¿En qué andas metido que te pasó esto?

Esa fue su primera pregunta en el hospital. Sí, yo también te quiero, mamá.

Es mi culpa, la verdad, por seguir esperando un cambio milagroso. Supongo que tendré mommy issues toda la vida. Quizás debería buscarme una sugar mommy, así obtengo cariño maternal y dinero, las dos cosas de las que más carezco.

Mi hermanita se asoma por la ventana y luego emerge corriendo de la puerta principal. Supongo que mamá le contó que venía.

—¡Black! —Ella salta a mis brazos y jadeo un poco porque, aunque mi herida ha sanado, aún duele ante movimientos bruscos—. ¡Ah, perdón!

Ella se aparta y se echa el cabello hacia atrás. Está cada vez más alta.

—Hola, loquita —digo juguetón, la extrañé mucho. Becca es una de las pocas personas que me hace tener fe en la vida, quiero que ella triunfe y me da tranquilidad saber que por lo menos, no creció en el ambiente tóxico de mis padres, que mi sacrificio sirvió para algo.

—No me llames así, ya estoy grande.

—Claro, claro, ¿entramos?

Ella duda, la culpa estrechando su rostro.

—Mamá dijo que no debías entrar porque ella no está, está en el trabajo.

Auch. Sigue desconfiando de mí, ¿eh?

—Tranquila, vamos por helado a la esquina.

Sus ojos se iluminan.

—Vamos.

Ella toma mi mano y caminamos calle arriba, a diferencia del pueblo de mis padres, aquí las casas están mucho más separadas y hay que caminar mucho más para llegar a algún lado. Sin embargo, mi hermana no se queja, ni yo tampoco, después de estar separados meses, disfrutamos de estar juntos. Ella me cuenta como le va en el colegio y cuantos amigos ha hecho. Le escucho atento porque me duele un poco estarme perdiendo tantas cosas de su vida.

—¡A ver! ¡Quiero ver! —Ella pide cuando nos sentamos en un banco de la plaza después de pedir nuestros helados.

—Es bastante fea y estás comiendo.

—Anda —suplica y me estiro hacia atrás, levantando la camisa para dejarle ver la cicatriz de mi estómago, es larga y cruza mi abdomen desde lo bajo hasta casi la mitad de mi pecho. Sus ojos se agrandan.

—Es inmensa, ¿te dolió mucho?

Finjo una sonrisa.

—Nah, sabes que soy fuerte.

—Mentiroso.

—Sí dolió un poco.

—¿Quién te hizo eso? —Su curiosidad infantil despierta—. ¿Por qué?

Mi mente viaja a esa noche, a las risas que causaban los chistes que estaba haciendo cuando empezaron los disparos. Recuerdo la cara espantada de Bea cuando vio la sangre en mi camisa.

—Porque querían herir a una persona que quiero y me puse en medio.

Becca arruga las cejas.

—¿Y nadie se puso en medio para protegerte a ti?

—Todo pasó muy rápido.

—Ya lo entiendo.

—¿Qué? —Le sigo el juego.

—Eres un superhéroe —afirma—. Proteges a los demás, y por eso sales herido, porque nadie protege al superhéroe.

Eso me hace sonreír.

—Tienes razón, es el peso con el que debo cargar por ser un superhéroe. Pobre de mí —suspiro dramáticamente.

Becca se pone seria.

—Yo te protegeré, cuando crezca —promete, segura.

—De acuerdo, solo debo resistir un par de años, entonces.

—Sí, resiste, quizás salgas herido otra vez, pero luego, estaré yo, ¿vale?

Le abrazo de lado y beso su cabeza.

—Vale.

Cuando regresamos a casa, mamá está sentada en el porche, aún lleva su uniforme de trabajo. Me despido de Becca para que entre y me quedo ahí, observando a la mujer que me dio la vida y que ahora parece no tener en interés en que sobreviva.

—¿Cómo está tu herida? —Su pregunta me toma por sorpresa.

—Bien, ya ha sanado en su mayoría.

—He pagado la mitad de la cuenta del hospital y la otra, la he puesto en un plan de pago con cuotas mensuales.

—Te pagaré en cuanto—

—¿Te he cobrado algo?

Eso me confunde porque mi madre es muy quisquillosa con el dinero. Cada centavo que me ha dado en algún momento, me lo ha echado en cara.

—Pagaré las cuotas por seis meses mientras consigues un trabajo y puedes encargarte de ello —explica—. Por ahora, enfócate en tu rehabilitación.

—¿Quién te lo ha dicho?

—Eso no importa, pero veo que lo que te ha pasado, te ha llevado a tomar una decisión sensata y quiero... —Su voz duda—. Apoyarte, una última vez.

—¿Por qué? —Tengo que preguntar. Este cambio me tiene completamente confundido.

—Mi nuevo trabajo incluye servicios de salud mental —Me confundo aún más—. He empezado terapia. No es fácil, hay muchas cosas en las que tengo que... el punto es que, aún no puedo mirarte a la cara sin sentir resentimiento por cosas que no fueron tu culpa, aún no puedo disculparme contigo... aún no puedo hacer muchas cosas, pero estoy trabajando en ello.

Se me aprieta el pecho porque no puedo creer que ella esté diciendo esto. La madre que se reía de terapia y que nunca daba una señal de querer mejorar como persona. Me siento en una broma de cámara escondida.

—Puedes pasar. —Ella señala la puerta y dudo—. Entra.

En el momento en el que pongo un pie dentro de la casa, me doy cuenta de que la razón por la que no me ha dejado entrar cuando no estaba no tiene nada que ver con desconfianza. La casa está organizada y hay notas con pegatinas por todos lados sobre pensamientos negativos, ha vuelto a poner las fotos donde yo salgo con ella y mi hermana. La vibra es otra por completo.

—Quería estar aquí cuando entraras para que entendieras un poco todo esto.

—No sé que decir.

—No te preocupes. —Ella pone su mano en mi hombro y el contacto me estremece y de inmediato, se me nubla la vista porque mi madre no me ha tocado con cariño en años.

—Sé que hay muchas cosas que aún no puedes hacer —digo, limpiándome las lágrimas con disimulo—. Pero... ¿Puedes abrazarme?

Ella extiende sus brazos y me inclino para envolver los míos a su alrededor. Lágrimas silenciosas brotan solas mientras entierro la cara en su cuello. Sí, quizás soy un idiota porque esta mujer me ha hecho mucho daño y un par de palabras no cambian eso, pero muy en el fondo, sigo siendo ese chico con la mochila que esperaba que ella lo llevara con ella cuando dejó a mi padre, sigo siendo un niño que necesita el abrazo de su madre.

#

La entrada al almacén abandonado es más tenebrosa de lo que esperaba. La noche ha caído y las pocas luces que funcionan apenas iluminan el lugar.

—Esto no se ve bien, Red.

Mi mejor amigo me ignora y sigue caminando con seguridad, cruzando un par de puertas oxidadas. Lo sigo porque no me queda otra opción, tuve que convencerlo para que me dejara venir porque quería hacerlo solo como el idiota imprudente que es.

Treyvon está sentado sobre un tubo inmenso oxidado en medio de todo, su grupo le rodea, manteniendo una distancia prudente. Está sin camisa, su torso completamente tatuado expuesto.

—No soy un perro para que me llames cuando te apetezca, rojo.

Red bufa.

—Sin embargo, aquí estás.

—Red —digo, porque provocarlo no es el plan.

—Habla —dice Treyvon de mala gana.

—Fueron dos de los tuyos —afirma Red y Treyvon abre la boca para protestar—. Ni intentes negarlo, lo sabes.

—Yo no tuve nada que ver.

—Lo sé, pero siguen siendo dos de los tuyos los que se vendieron por dinero de niño rico. —Treyvon se tensa—. Actuaron solos, ¿este es el tipo de control que tienes sobre tu banda?

Todos alrededor de Treyvon empiezan a murmurar.

—Ya me encargaré de ellos cuando salgan bajo fianza.

—Te encargarás de él, uno. —Red busca el arma del cinturón en su espalda y la levanta—. El otro lo maté yo.

Los murmullos continúan.

—¿Qué quieres? —pregunta Treyvon.

—Que el sobreviviente hable, diga todo, quien le pagó, cómo, todo.

—No somos sapos.

—Esa lealtad solo aplica a la banda, y tengo entendido que actuaron solos, ¿o estoy equivocado? —Treyvon no dice nada, así que Red se dirige a los del grupo—. ¿Hay que seguir el código de la calle con alguien que actuó solo?

—No —responde uno de ellos—. Que se joda, actuó solo, que se las arregle solo. Además de que falló.

Red vuelve a mirar a Treyvon, quien chasquea la lengua.

—¿Algo más?

—Si tú o alguno de los tuyos vuelve a herir a uno de los nuestros, se acaba la tregua.

Treyvon se levanta.

—¿Eso una amenaza?

Red se ríe y camina hasta que queda frente a Treyvon, al ser más alto, Red tiene que mirar hacia abajo para verlo a la cara.

—Sí, es una amenaza. —Es su respuesta sin miedo alguno—. Tengo muy buena puntería, Treyvon. Pregúntale al chico que no sobrevivió.

Y le da espalda con toda la seguridad del mundo, me limito a seguirlo. Joder, mi mejor amigo tiene un lado que da miedo. 

Continue Reading

You'll Also Like

33.1K 4.1K 18
Ron le propone matrimonio a Hermione, y Harry sigue buscando hombres. ¿Por qué? ¿Será que no le están dando lo que realmente quiere? ¿Y cómo juega un...
1.5M 109K 82
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
5.3K 327 8
Mulan x li shang ping x shan yu
476K 36.7K 54
El mundo da un vuelco cuando la primer mujer en la Fórmula 1 se hace presente en el Paddock. Camille Watson, hija del gran piloto de la F1 tendrá que...