Epílogo

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Epílogo

BLACK

—Llorarás y llorarás sin nadie que te consuele... —canto a todo pulmón, barriendo el piso del café donde estamos trabajando por el verano—. Así te darás tú cuenta que si te engañan duele...

—¿Puedes barrer sin cantar? —Se queja Violet mientras organiza las tazas limpias detrás del mostrador.

—No, además. —La señalo con la punta del palo del cepillo—. Ya casi termina mi turno.

—Afortunadamente —murmura.

—¿Qué?

—Nada, nada. —Me sonríe y entrecierro los ojos.

—No sabes apreciar el arte de mi voz.

Ella hace una mueca.

—Lo que uno tiene que aguantar por dinero —bromea.

—No es tan malo, recuerda... —Sostengo mi cara con ambas manos, haciéndome el tierno—. Ser pobres es nuestro aesthetic.

Violet voltea los ojos y me ignora.

Tuvimos suerte de que el café de la universidad comunitaria nos contratara por el mes de verano. Estamos reuniendo dinero para irnos de viaje un fin de semana a la playa. Nos lo merecemos después del año que hemos tenido. Bueno, Amber no necesita trabajar, tampoco Red, así que somos Bea, Violet y yo los asalariados.

—¿Tú no tenías una cita hoy? —pregunto a mi amiga mientras ella sigue con su trabajo.

—Seh, es la cuarta cita con este chico, le tengo fe.

—¿Ese es el que parece a un protagonista de esos dramas que ves? —Vi asiente.

—Sip.

Espero que esta vez resulte, porque Violet ha empezado a salir con chicos hace poco y no ha tenido mucha suerte. Nuestra amistad está mas fuerte que nunca, y una de las cosas que aprendí en terapia fue a tener una conversación plena con ella y la tuve, y ambos estuvimos de acuerdo con que lo más sano para ambos era ser amigos.

—¡Buenas! —La voz de Bea resuena después de la campanita de la entrada. La sigue Red con su cara usual de culo, disimulada por una pequeña sonrisa.

—Llegas temprano —dice Violet saludándola—. No me quejo, Black estaba con la cantadera otra vez.

—Por suerte, no tienen clientes —comenta Red, sentándose frente a la barra mientras Bea se une a ayudar a Violet con las tazas.

Le saco el dedo a mi mejor amigo.

—No soy apreciado en este grupo.

—Black, ¿en algún momento terminarás de barrer? —Violet se cruza de brazos—. Llevas media hora en ese pedazo.

—Tampoco entiendes el arte de barrer, Vi.

—¿Quieres entender el arte de mi puño? —Ofrece levantando la mano.

Gruño de mala gana y sigo barriendo.

Entonces, la campanita de la puerta suena otra vez. Es raro tener clientes a mitad de tarde, las horas más concurridas son mediodía y después de las cinco cuando la gente sale de clase de los cursos de verano. Levanto la mirada para ver entrar a una chica alta, pelirroja que lleva un vestido que probablemente cueste más de lo que ganaríamos trabajando meses aquí, ¿cómo lo sé? Los estampados que tiene son obvios, el ruido de sus tacones cuando camina llena el silencio y se acerca a la barra para ordenar. Es muy bonita, pero su cara de culo supera a la de Red, así que no gracias.

Black & Blue (Español)✔️Where stories live. Discover now