—cielo; ¿puedes meter a lavar la ropa? Regresare con la comida en un rato.
—si muñeca, no te preocupes.
Dick aventaba la ropa hacia la lavadora, hasta que vio uno de tus sostenes, su favorito, ya que era color azul.
Con una idea en la cabeza, se quitó la playera.
[•••]
Cuando llegaste a casa dejaste la comida en la mesa y entraste al cuarto para avisar a Dick.
Pero el habla se te fue cuando lo viste luchar contra tu brasier, lo traía puesto y al parecer no podía quitárselo ahora.
—pero que...
—amor...amor no es lo que crees, es que, quería ver cómo se sentía y ahora no me lo puedo quitar de encima.
Riendo a carcajadas te acercaste a él.
—amor yo creo que tú más bien eres copa B.
—ja ja que chistosa.
Riendo aún más fuiste a su espalda y le desabrochaste el sostén.
—¿como es posible que no te lo pudieras quitar? A mi me lo quitas en un segundo.
—eso es diferente–dijo enojado mientras se lo sacaba por completo.
—aww no te enojes, la próxima vez que vayamos a Victoria Secret podemos comprar unos igual y así iremos combinados.
—será mejor que no, por que cuando vayamos te voy a coger en el vestidor a ver si se te quita lo graciosa.
Lo miraste sorprendida por su abrupto comentario y el cambio radical de su voz y mirada.
—ahora, ¿ya está la comida? Tengo hambre.
Y salió del cuarto como si nada hubiera pasado.