Oliver fue sorprendido por Scott una mañana a finales de agosto, el beta le pidió que prepare su maleta en menos de una hora y que pusiera todo lo necesario, no le dio ninguna indicación. Tan solo le dijo que debía llevar ropa cómoda y fresca, algo que se pusiera mojar y por último le dijo que no podía preguntarle nada.
-¿Qué pasa, Scotty? – el beta lo observaba con una gran sonrisa. - ¿Para qué es todo esto?
-Nada de preguntas, Oli. – le advirtió y le dio un beso en la mejilla. – Por cada pregunta que me hagas tendrás que darme un beso. – eso no era una gran amenaza. – Si me haces más de tres preguntas seguidas, golpearé tu trasero. Y si insistes en que responda a alguna le diré a Woody y Junior que te llenen de babas, quedas advertido.
Scott salió de la habitación burlándose de él, no le había dicho nada de lo que iban a hacer. Se preparó antes de que Oliver se despierte, el beta se asustó al ver dos maletas. Oliver le imploro que no le dejará, no sabía que había hecho para molestarlo, pero iba a hacer todo lo posible para arreglarlo. Así que Scott uso eso contra Oliver, ordenándole que hiciera su maleta.
-Scotty... - el beta lo ignoro deliberadamente. – Scotty, no es una pregunta, así que no me puedes besar. – sonrió con picardía. – Sabes que te quiero ¿verdad?
-Lo sé, pero eso no significa que te tenga que decir porque estás haciendo la maleta. – Oliver lo miro de reojo, escondiendo sus intenciones. – Te quedan cuarenta minutos, deja de hablar. – cruzó sus brazos enfadado. – En este tiempo también te tienes que vestir, no te olvides de llevar algún pijama. – le recordó. – Y chanclas.
Woody se sentó al lado de Oliver para vigilarlo, le habían pedido que cuidara al beta para que no hiciera trampa. Scott preparó algunos bocadillos para el viaje, mientras le enviaba un mensaje a Lily diciendo que ya había empezado su misión y estaba vigilando a Oliver.
"No seas malvado con él." – Lily le envió un montón de caritas que demostraban que pensaba lo contrario.
"Se asustó cuando vio las maletas en el pasillo." – sonrió.
"Me pidió que no me fuera. No sabía que era lo que había hecho, pero necesitaba que lo perdone. He tenido que aguantarme la risa para que no sé diera cuenta."
"Woody lo está vigilando, Junior cuida que haya bocadillos para todos."
"Pasároslo bien. Envíame alguna foto cuando lleguéis, quiero ver la cara de mi hermano."
Comenzó a tararear una canción al mismo tiempo que guardaba lo último, no quería que Oliver lo descubriera antes de tiempo, así que actúo como siempre. Junior lo siguió hasta la habitación de nuevo, olisqueando las manos del beta. Scott cubrió sus ojos cuando vio lo que estaba haciendo Oliver.
-Tan solo le probaba mi ropa. – sonrió. – A Woody le sienta bien el color rosa. – llamó a Junior para que se acercase. – Creo que a le quedará bien un azul, o tal vez el rojo, ven Junior.
-Oli, te queda media hora... - le recordó. – No puedes jugar, cuando el tiempo se termine nos iremos con lo que hayas preparado, no acepto quejas.
-Solo me queda la ropa interior. – se burló. – Woody me ayudo a elegir las sandalias, fue un buen chico, solo las mordisqueo un poco. – se rio. – Junior, estás hermoso ¿A que sí, Scotty? – lo miró con picardía. - ¡Uy! He hecho una pregunta sin darme cuenta, creo que Scotty debe castigarme. – le enseño su mejilla. – Me quedan dos preguntas, tendré que tener cuidado.
De algún modo, Oliver había iniciado también un juego en contra de Scott. Estaba esperando el momento indicado para molestarlo. Más o menos se hacía una idea de lo que quería hacer el beta, pero quería que él siguiera pensado que no era así.
-¿Te gusta esto? – cubrió su boca. – Otra vez, no puede ser Scotty, no tendré más remedio que hacer esto. – el beta le gruño antes de besar su mejilla. – Este gorro lo compramos el año pasado, creo que es tuyo, pero da igual.
-¿Estás listo? – negó con la cabeza. – Estás vestido, tienes la maleta lista, incluso vestiste a Woody y Junior ¿Qué más necesitas?
-No he desayunado, y tampoco me he peinado. – sonrió. - ¿Crees que me dará tiempo a hacerlo? – sin decirle nada le señalo su mejilla. – Me he quedado sin preguntas.
-Tienes veinte minutos para hacer todo lo que necesites, después nos iremos. – asintió. – Woody, Junior. Ya no podéis ayudar a papá Oli, creo que está haciendo trampa.
Escucho la risa de Oliver delante de él, antes de que entrara en la cocina, los canes se prepararon para recibir algún premio, movían sus colas a la vez mientras observaban al beta. Scott suspiro al ver la facilidad que tenía Oliver para engañarlo.
-Scotty ¿te preparó algo? – lo miro de reojo. – Lo siento, mi cupo de preguntas ha terminado.
Scott le gruño antes de golpear su trasero, Woody relamió los dedos de Oliver cuando le entrego su chuche favorita, Junior lo imito antes de irse al sofá, podrían usarlo mientras ellos estaban ocupados. No les regañaban si lo hacían cuando no había nadie.
-Espero que no estés preparando ningún secuestro. – acarició su mejilla. – Soy policía, eso te pondría en serios apuros, Scotty.
-No pasaría nada. – inflo sus mejillas. – Si nadie se entera, todo estará bien, podré llevarte a cualquier sitio. Lo tengo todo controlado.
-Tendrás que ser bueno conmigo. – mordió una de sus magdalenas para ocultar la sonrisa. – Mis padres dicen que soy bastante exigente, así que tendrás que tenerme paciencia.
-Me aseguraré de enterarte bien, para que no te encuentren. – bromeo. – Woody y Junior saben cavar buenos agujeros. – Oliver lo besó. – No hables y come más rápido, si me haces enfadar más, no dudaré en torturarte, Oli.
Oliver se pavoneo de él, yendo hacia el baño. El beta estaba tratando el asunto con demasiada tranquilidad, tan solo se había asustado al ver las maletas, no tuvo que haberle dicho que no se iba a ir, ahora se arrepentía no haberle hecho sufrir más. Oliver lo llamó en un par de ocasiones para que asome, Scott lo vigilo desde la distancia para comprobar que no fuera ninguna trampa.
-Scotty... - canturreo, mientras se ponía crema. – Scotty, sé que me estás escuchando y también me estás viendo. – se burló. – Mi pequeño escandaloso me quiere secuestrar y yo tengo miedo... - sonrió. – No me ha dejado ni despedirme de mi familia, está pensado en enterrarme en algún lugar remoto. – Scott suspiro. – Por si no vuelvo, Woody, Junior, papá Oli os quiere mucho. – le respondieron con un aullido. – Mis pequeños, vosotros seréis cómplices de los crímenes de mi pequeño escandaloso. – bromeo al ver al beta. – Se aprovechará de que no podéis hablar, es un malvado.
-Deja de ser dramático, te quedan cinco minutos. – inflo sus mejillas. – Si sigues así me iré sin decirte nada.
Scott espero a tener a Oliver cerca para darle su maleta, era parte de su castigo por haberlo culpado de algo que sabía que no iba a hacer. La de Woody y Junior llevaba ruedines, así que la podía llevar él perfectamente.
-Adoro a mi Scotty misterioso. – pellizco su mejilla. – Es muy tierno.
Oliver siguió molestando mientras iban al parking, Woody y Junior iban pegados a ellos sin necesidad de una correa. Woody llevaba su ranita por si acaso, Junior había adquirido un dragón de algún, no sabían dónde lo había encontrado, lo vieron entre sus juguetes hacía unos días. Scott sospechaba que se lo había quitado a alguien, pero no sabía a quién.
-Ahora pon las maletas en el maletero. – le ordeno. – Vamos, llegaremos tarde.
Scott puso unas mantas en los asientos traseros para que Woody y Junior estuvieran cómodos, mientras se aseguraba de que los cinturones estaban bien para protegerlo. Los canes habían adquirido la manía de intentar pasar donde estaban ellos mientras conducían, así que habían comprado una maya para que no pasaran.
-No será mucho tiempo. – les prometió. – Debéis ser buenos y quedaros aquí sentaditos, podéis jugar con la ranita y el dragón, pero nada de enfadarse. – les advirtió. – Eso lo digo por ti, Woody. – él aplasto sus orejas. – Sé que sois unos chicos buenos, por eso confió en vosotros, voy a poner el aire acondicionado para que no tengáis calor. Junior no molestes a tu hermanito.
Antes de que Oliver se siente en el asiento del conductor, Scott cubrió sus ojos con un pedazo de tela. No iba a permitir que el beta condujera en el viaje, lo guio hasta su asiento y le dijo que no podía moverse.
-Ni siquiera me dejarás ver mi último paisaje. – Scott sonrió. – Está era la última vez que te iba a ver, haberme avisado. – se quejó. – Si lo hubiera sabido antes, te hubiera admirado mejor...
-Sigue hablando y te pondré cinta en los labios. – Oliver se rio. – Lo digo enserio, la tengo guardada en el maletero, no dudaré en usarla.
-Entonces me quedaré callado, su señoría. – el beta lo beso con cariño. – Quiere darme el último dulce antes de partir, que bueno es mi Scotty, que lastima que ya no puedo verlo.
-Lo de la cinta iba enserio, Oli. – lo amenazó. – Soy capaz de hacerlo, te lo aseguro.
Scott estaba nervioso, era la primera vez que conducía después de mucho tiempo, las primeras semanas de recuperación le recomendaron que no condujera, así que Oliver debía llevarlo a todos lados. Se había acostumbrado a que Oliver fuera el conductor.
-¿Cuál es tu último deseo? – Oliver giro la cabeza hacía su dirección. – Lo cumpliré si me da tiempo.
-Aumentar la familia, junto a mi pequeño escandaloso. – su sonrisa era brillante. – Tal vez un bebé estaría bien, un bebé que sea nuestro.
-Será muy caro. – el beta asintió. – Puede que doloroso y molesto. – Oliver encogió los hombros. – Nuestra vida cambiaría mucho, un bebé humano es mucha responsabilidad.
-Confió mucho en mi Scotty, su señoría. – se burló. – Estoy muy seguro de lo que quiero hacer.
A mitad de camino Oliver se puso a cantar tan solo para molestar a Scott, sabía que no le iba a responder a ninguna pregunta, así que su intención era hacerle hablar por su cuenta. Por el momento, Scott iba resistiendo muy bien. Oliver tenía dos acompañantes que le hacían los coros, estaba decidido a llegar hasta el final.
Se rindió al escuchar que Scott se unía ellos, necesitaba algo más. Así que empezó a molestarlo golpeando el cristal, sabía que eso ponía de los nervios a Scott, no tardó en oír algunos gruñidos de su parte, pero no le dijo nada.
Su último plan consistía en quedarse dormido, a Scott no le gustaba viajar en silencio, Woody y Junior habían dejado de cantar así que era el momento de hacerlo. No sabía exactamente cuándo tiempo llevaban de viaje, podía calcular una hora más o menos, creía que podía ser un poquito más.
-¿Oli? – el beta hizo como si roncara. - ¿Te has quedado dormido? – no le respondió. – Oli, despierta, por favor. – intento no sonreír. – Oli, por favor, no me gusta esto, sigue molestándome, pero no te quedes callado.
Scott toco su mejilla para que reaccionará, Oliver seguía roncando. Así que decidió rendirse, pensaba que su acompañante estaba demasiado cansado, la noche anterior había llegado tarde a casa y apenas había dormido.
-Oli, siento haberte despertado tan pronto. – se lamentó. – No tenía tanta prisa, tan solo quería llegar un poco antes. Duerme tranquilo, yo te llevaré al lugar con seguridad.
Oliver intento mirar debajo de la tela, al sentir la mano de Scott sobre su muslo. Ninguna de sus ideas había dado resultado, Scott seguía sin molestarse ni siquiera un poquito. Si hubiera pasado en otra ocasión, él hubiera armado un gran escándalo para que se despierte, o le hubiese gritado que parase cuando golpeo la ventana.
Scott detuvo el coche cerca de la casa rural, era más grande de lo que recordaba. Cuando fue con Tania, Orión y Lily parecía más pequeña, estaba seguro de que la habían agrandado, aunque no veía nada nuevo al menos en la fachada.
-Oli, hemos llegado. – el beta se quedo dormido de verdad. – Oli, despierta, puedes dormir un poco más dentro, tu cuello dolerá si sigues así. – beso su mejilla, pudo ver una pequeña sonrisa de parte del beta. – Te voy a quitar la tela, puede que te moleste un poco la luz, mantén los ojos cerrados un momento. – asintió. – Cuando cuente hasta tres podrás abrirlos.
Oliver aprovecho la cercanía de Scott para acariciar su trasero, noto como le temblaron los brazos al notarlo, sonrió con picardía cuando él dijo que no lo podía volver a hacer. No le hizo caso, Scott le pidió que parara, ahora lo toqueteaba con las dos manos, hasta que consiguió que se siente encima de él.
-Casi me golpeó la cabeza. – se quejó. - ¿En que estabas pensando? ¿Cuánto te has vuelto así? Yo no te enseñado estas cosas.
-Tenía miedo de que te fueras, ya que no te puedo ver. – se burló. – Iba a asegurarme de que mi pequeño escandaloso estaba aquí.
-Serás mentiroso. – Oliver se rio. – Aprovechado, toquetear a un pobre beta mientras este te ayudando.
-Es el mismo beta que ha intentado secuestrarme. – sonrió. – Sabes que un beta, con una voz parecida a la tuya ha intentado enterrarme, la verdad es que tenía mucho miedo.
Scott se apoyó en el hombro de Oliver antes de morder su cuello, el beta tembló levente antes de quejarse, se sentía según sus palabras, desprotegido al lado de un beta malvado. Scott golpeo su nuca antes de decirle que abriera los ojos.
-Tania me ayudo a conseguir este lugar. – sonrió. – Aquí es donde veníamos en verano, me gusta mucho, así que quería compartirlo con vosotros también.
-Scotty, esto es... - el beta beso su mejilla. - ¿Cuándo lo hiciste?
-En el hospital, se lo dije a Lily y ella se lo dijo a Tania, ellas me ayudaran a alquilarlo durante esta semana. – lo abrazó con cariño. – No quería que te enteraras, así que fue Lily quien hizo la mayor parte de las cosas, si lo veías en mi móvil ibas a hacer muchas preguntas.
-¿Aquí es donde quieres que hagamos...? – toco su vientre. – No podemos, yo aún...
-A veces pareces muy tonto, Oli. – se burló. – Hemos venido aquí para relajarnos, han pasado muchas cosas, es un buen lugar para desconectar. Incluso hay una pequeña piscina para Woody y Junior. Así que levanto tu trasero del asiento. – el beta hizo una mueca de tristeza cuando Scott se levantó. – Arriba, Oli. Debes bajar las maletas, yo me ocupo de Woody y Junior.
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Oliver adora molestar a Scott. Es uno de sus pasatiempo favoritos, junto a hacer rabiar a Woody cuando esconde sus peluches, o jugar con Junior mientras Lily intenta mantenerlo tranquilo.
Espero que os haya gustado :)
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