Estaba empezando a cansarme de esto. Estaba demasiado asustado y las manos de Jimin sobre las mías no dejaban de temblar y de sudar.
-Saldremos de esta, no te preocupes , solo necesitamos que nadie haga ninguna tontería así nadie saldrá herido...- intentó calmarme Jimin.
La pareja que teníamos delante estaban, ambos, llorando desconsoladamente. Tenían el mismo miedo que nosotros. ¿Saldríamos vivos de ahí' ¿Con un hombre armado que parece tener una esquizofrenia olímpica? Empecé a rezar a todos los dioses que conocía, hasta a Poseidón.
Solo quería salir de ahí.
De pronto una música empezó a sonar de mi bolsillo. Mierda, no había sacado el reproductor de mi bolsillo y le había dado un golpe sin querer. Rápido le di otro golpe y lo apagué. Pero él ya se había dado cuento.
-Tú. ¿Qué te crees que haces? - pero no me estaba hablando a mí. Estaba hablándole al chico de delante. Al de la pareja.
-Y-Yo no he hecho nada.- dijo al borde del llanto, de nuevo.
-Mira, vete a tocarle los huevos a tu puta madre.- lo apuntó en la frente y , sin piedad ninguna, disparó. Delante de su chica.
Ésta empezó a llorar como si le fuera la vida en ello.
-¡CÓMO HAS PODIDO!- empezó a chillarle al conductor mientras zarandeaba el cuerpo moribundo de su novio.
-Tú cállate si no quieres que te...- y se desplomó en el suelo. Pudimos ver al conductor levantado tras él, con un bate en la mano. Estático y con los ojos como platos tras ver la escena que acababa de formarse.
-Todos fuera. Ya.- dijo aun estático sin apartar la vista del hombre tirado en el suelo.
Jimin se levantó rápido, cogió las cosas y me agarró del brazo para salir pitando de ahí. Cuando bajamos del autobús respiramos de nuevo. Como si hubiésemos nacido otra vez.
-Dios mío, llega a pasarnos algo y...-Empecé a decir.
-¡TÚ! ¡TODO HA SIDO TU CULPA!- Jimin y yo nos giramos y vimos a la chica de antes, solo que ahora empuñaba la pistola del secuestrador. Y me estaba apuntando a mí directamente.
-¡LO SIENTO, NO FUE MI INTENCIÓN!- mi voz temblaba.
-Ojo por ojo, bala por bala .- dijo seria y... disparó.
Mi mochila cayó al suelo. Mi vista se nubló y lo último que vi fue la cara de Jimin gritando el que supuse que era mi nombre.
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-¿Aun nada? - me preguntó Jin, quien estaba también esperando a recibir señales de Jimin o de Jungkook.
-No... ¿Será que no quiere hablar más conmigo, Jin? - ¿podría ser eso?
-¿Tú te oyes? Claro que no. A ese enano se le ve desde kilómetros que siente algo por ti. Y tú por él. Se os nota demasiado. ¿Cómo sois tan...así? Eres un asaltacunas, por dios, que está aún en el instituto.
-Me da igual. Creo que Jungkook es lo mejor con lo que he podido toparme en mucho tiempo. Y pensar que tenías razón cuando dijiste que a lo mejor gracias a Youtube conocería a mi amor... - dije sonriendo a Jin quien me sonrió de vuelta.
-Fíjate, a veces aquí el viejo dice cosas interesantes e inteligentes.- dijo tirándose flores así mismo.
De buenas a primeras mi móvil empezó a sonar. Era Jimin.
-¿Qué tal, Jimin? ¿Estáis bien?
-HAN DISPARADO A JUNGKOOK, JODER- gritó Jimin.
Mi sangre se heló por momentos. Mi pulso dejó de existir y mi móvil cayó al suelo.
-¿V? ¿Qué pasa? - dijo Jin mientras cogía el teléfono.- ¿Jimin? ¿QUÉ QUÉ? ¡DÓNDE COJONES ESTAIS, VAMOS AHORA MISMO! ¡VALE, AHORA NOS VEMOS! - y lo vi colgar. - V, date prisa. Nos vamos ahora mismo al hospital , van a llevar allí a Jungkook en cero coma. VÁMONOS.
Yo no concebía las palabras de mi amigo, pero él era rápido, así que me pegó un tortazo en la cara.
-¡ESPAVILA, JUNGKOOK VA AL HOSPITAL! ¡Y NOSOTROS TAMBIÉN! ¡NO HAGAS QUE TENGA QUE COGERTE!
Jin cogió su móvil y llamó a alguien.
-¿Suga? Déjate de parranda, ven ahora mismísimo a por nosotros. Tenemos que ir ahora mismo al hospital. Han disparado a Jungkook. ¿Te crees que esto es para hacer una broma? ¿Qué eres? ¿Subnormal? ¡que muevas tu culo y nos recojas! - Jin se estaba poniendo incluso más nervioso que yo.
Miento. Yo no estaba nervioso. Yo estaba al borde del colapso mental. Jungkook. Un disparo. Al hospital. No recuerdo la última vez que oí que alguien iba al hospital después de un balazo y salía vivo de ahí...
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Tenía su cuerpo inconsciente en mis brazos. Muchas personas me rodeaban y otras iban detrás de la chica que había disparado.
-Chico, tranquilo. La ambulancia está casi aquí.- me intentaba tranquilizar un hombre.- Y tú aguanta, que eres demasiado joven y apuesto.Aun tienes que casarte y tener hijos, joder. - dijo zarandeando los hombros de Jungkook al borde del mismo colapso que yo.
Hice una llamada rápida, tenía que avisar a V. Era lo mínimo que se merecía... Él iría corriendo al hospital más cercano.
Al poco tiempo llegó la ambulancia.
-Necesito los datos del chico.- dijo el médico que venía en la ambulancia mientras ayudaba a subirlo en una camilla.
-Jeon Jeongguk, 18 años... - dije temblando. ¿Podría ser este su último cumpleaños?
-¿Y tú quién eres?- preguntó mientras seguía a lo suyo.
-Soy su amigo. Por favor, dense prisa.
-Haremos lo que podamos, chaval.- dijo mientras cerraba las puertas de la ambulancia y salíamos disparados hacia el hospital de Daegu.
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No podía esperar más. Llevaba tres cigarros seguidos, me acabaría por dar un cáncer de pulmón aquí mismo.
-V, tranquilízate por favor.- decía Suga para tranquilizarme.
Aunque yo sabía que él estaba igual de nervioso que yo, agarraba la mano de Rap Monster con fuerza, quien había venido con Suga en cuanto se enteró de lo que había pasado. No sin traerse consigo a J-Hope también. Él estaba callado, sentado. Sin saber qué hacer, junto a Jin.
De pronto empezamos a escuchar sirenas de ambulancia.
La veía.
Estaba llegando.
Jin y J-Hope se levantaron como resortes y se reunieron con nosotros. La ambulancia paró y el conductor salió deprisa abrir y pudimos verles. Más bien a Jimin. Cogía con fuerza la mano de alguien tumbado en la camilla. Alguien...
Por 2 segundos tuve la esperanza de que la persona que hubiera en la camilla no fuera él.
Pero lo era.
Pude distinguir la camiseta tan llamativa que llevaba, la última que le vi puesta antes de despedirse de mí. De despedirse...
¿Podría ser para siempre? ¿Podría no escuchar nunca más su voz tan asquerosamente dulce?
Lágrimas empezaron a salir de mis ojos conforme fueron bajando la camilla a toda prisa. Jimin pegó un salto y bajó de la ambulancia sin percatarse de que estábamos ahí. Él también lloraba y no soltaba la mano de Jungkook.
Me gustaría haber podido estar ahí con él. Haber podido estar en esos 5 minutos anteriores a esta mierda. Haber evitado que esto pasara. No pude evitar odiar un poco a Jimin por no haber podido evitar esto, pero hasta yo sabía que él no tenía culpa de nada y que esto no podría haberse evitado, a no ser que él mismo se hubiese interpuesto entre la bala y Jungkook.
-No puedes entrar, vamos directamente a quirófano.-gritó el médico a Jimin, no permitiéndole que entrara siquiera al edificio.- Quédate con ellos y descansa.- dijo señalándonos.
Parecía que nos hubiera reconocido.
Jimin se dio cuenta por fin de que estábamos ahí y vino corriendo. No sabía qué hacer cuando estuvo lo suficientemente cerca así que se tiró al suelo a llorar. No podía más con esa imagen, se me descompuso la cara y acabé arrodillado en el suelo y llorando a su lado.
-No hagáis de esto un drama. Hasta yo sé que el pequeño saldrá de esta, ¿os creéis que es débil? Es más fuerte que toda nuestra fuerza multiplicada por diez. Hacedme el favor y no os deshidratéis más, o acabaré igual.- pidió RapMonster, quien aún no había soltado la mano de Suga, quien aguantaba las lágrimas, lo pude notar por su barbilla, no dejaba de temblar.
Acabé por aceptar lo que Rap Monster decía, porque tenía razón. Él era fuerte. Saldría de esta. Nos queda mucho por hacer, no hemos podido pasar por nada aún, no hemos podido andar de la mano por la calle si quiera...
Jimin seguía sollozando en el suelo y apostaría lo que fuera a que se maldecía a sí mismo por no haber podido impedir esto.
Miré a J-Hope que lo miraba con pena, pero hasta yo sabía que no podía acercarse. O no quería.
Me acerqué a él y le susurré en el oído.
-Acércate. Te necesita. No me jodas más.
J-Hope asintió y se acercó a Jimin. Le agarró la barbilla, lo hizo mirarle y le quitó las lágrimas que caían por sus ojos cual cascadas.
-Jimin, tranquilo. Escucha las lecciones de Rap Monster. El pequeño es fuerte, una bala no va a tumbarle. Él es un chico antibalas. Un bulletproof boy, como diría Rap Monster.- dijo mirándolo y sonriendo, sacando la primera sonrisa del grupo.- Así que por favor, levántate y... Recemos por él. Es lo menos que podemos hacer, llorar no hará que se recupere más rápido. Porque en 24 horas lo tendremos en una habitación de hospital recuperándose, estoy seguro. Y en 3 días, ya lo tendremos de vuelta en la casa de Suga, todos juntos. Jodiendo la marrana. ¿Me equivoco? - dijo levantando los brazos. No sé cómo lo estaba haciendo, pero estaba haciendo que mi corazón se llenara de alegría al querer creer que todo eso fuese verdad, pero a la vez de pena, solo de pensar en la posibilidad de que esta hubiese sido la última vez que he visto a Jungkook, y ha sido tumbado en una camilla inconsciente.
No toleraría que esto pasara. Teníamos que salir de aquí los 7 juntos. Los 7 . Ni uno más ni uno menos.
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¿Era yo? ¿O todo lo que veía era negro? Negro. Negro. ¿Me había dado un golpe en la cabeza y me había quedado ciego? Probaría con dejar de pensar y hablar, de una vez por todas.
-¿Hola? ¿Hay alguien ahí?-la gracia era que no sentía mi cuerpo. Era como si estuviese flotando, en una nube.
-¿Jungkook?-oí su voz.
-¡V! ¿Dónde estás? No puedo verte. ¿Qué ha pasado?- empecé a querer buscarlo, sin resultado.
-Tranquilo, estás en una operación, bebé. - Bebé... ¿Operación?
-¿Qué? ¿Cómo que una operación?- empecé a ponerme nervioso.- ¿Qué ha ocurrido?
-Te han disparado, en el autobús en el que viajabais tú y Jimin. Te han dado en una zona crítica. Estás en estos momentos entre la vida y la muerte, pero mi vida depende de la tuya, así que más te vale cambiar eso y estar entre la vida y la vida eterna, porque si no, es que te mato. No sé cómo, pero lo haré. Haré que resucites y te mataré, no sin antes haberte besado, te echo de menos Jungkook.
El solo poder escuchar su voz después de todo me reconfortaba y ya ni estar ciego ni estar en una operación me importaba.
-Quiero abrazarte, V. Pero no te encuentro.
-Ni vas a encontrarme. Porque no estoy aquí. Ahora, Jungkook, saca todas esas fuerzas que tienes, que yo sé que tienes. Y consigue salir de esta, haznos ese favor a todos, en especial a mí. Y a tus padres. Por favor. Sal de esta...- y su voz empezó a desvanecerse.
Y yo solo empecé a escuchar un pitido seguido en mi cabeza.
¿No era ese pitido lo que en las series que suele ver mi madre indicaba que el paciente había... muerto?