Drew
Sabia que ha de estar queriéndome decir maldiciones lo cual me causo gracia y no pude evitar reír, y como respuesta golpeo la puerta con rabia. Ese mocoso me sacaba de mis casillas, pude simplemente darle una lección a golpes pero sus ojos no me lo permitieron, aquellos orbes azules siempre me hacen ver la parte humana que tengo y detesto eso. Quise retarlo, quería que me diera más pero sabia que iba a ser contraproducente y podría irse a mi lado.
Sin rumbo fijo sigo caminando hasta que llego a un bar concurrido dela ciudad. No le vi problema en meterme y en cuanto lo hice me arrepentí, había mucha gente y no se podía ni respirar, pero necesitaba pensar. Pedí una cerveza para pasar el trago amargo y suspire, no conocía a nadie lo cual era más frustrante. Camine hacia una chica que bailaba sola,junte su cuerpo con el mio y sin problema ambos comenzamos a bailar. No quería sexo, solo quería distraerme.
Más de diez cervezas después me encuentro con la misma chica en mis brazos, sus palabras no eran coherentes pero aun así insistía en algo. No coordine mi movimientos cuando sentí su manso en mi entrepierna tan solo la lance a algún lugar y camine hacia la salida. El sol de la mañana choco contra mi dejándome segado, mire el reloj y comencé a caminar hacia el instituto.
Subí por el ascensor, quería evitar cualquier desastre. En cuanto llegue a la habitación había olvidado la existencia del mocoso y que lo había dejado encerrado, por lo cual force la puerta para entrar. Quise ignorar su presencia pero en cuanto el verde desgastado de la caja hace contacto conmigo no pude evitar soltar un grito de molestia. Lo asuste, era obvio por como sus ojos se cristalizaron y lentamente se alejo de la caja.
Por impulso levante el puño dispuesto a hacer lo que debí haber hecho hace unas horas, pero una mano me detiene. El asombro de Andrés pero su mirada agradecida ante Jake hace que mi ira cresa. ¡Maldito traidor! Es solo mio
—¿Te hizo algo?—Suelta con brusquedad mi brazo y camina hacia el rubio, este niega y Jake suspira—Vuelves a tocarlo y te arranco la mano
—Claro su majestad—Me burle—El es mio, hago lo que se me da la gana,a hora dámelo—Trato de tomar la mano de Andrés pero Jake lo aparta de mi y me lanza una maldición. Quise golpearlo pero la voz alarmada de un chiquillo detrás mio hace que gire. Su mirada de pánico se transforma en una de terror, retrocede unos cuantos pasos.
—¡¿Que quieres enano!?
—¡Déjalo!— Grito Jake y salio del cuarto sosteniendo a Andrés de la mano— Estas advertido Martinez
Andrés
No me gusta para nada el comportamiento de Drew, más que ahora su control lo tiene el alcohol. Nunca espere verlo así. Quería quedarme a ayudarlo pero viendo las circunstancias es mejor tenerlos a metros. Esa caja, es caja contenía algo, algo que tal vez me ayude a saber porque es así con la gente. Un papel, un dibujo, una posesión cualquier cosa que me sirva. Descubrí como es el Drew agradable, el amable y divertido, no quiero que se vaya y por ello luchare. Es algo ilógico que luche por un tipo que me trata como animal pero soy así, no me gusta ver a la gente sufrir y más cuando supo y vio a Marcos. Se convirtió en alguien especial para mi desde que me defendió de ese patán.
Solo espero que no le haga daño.
La mirada del chico que vino con Jake era curiosa, tenia intriga y duda mezcladas con terror en sus ojos azules. Fruncí el ceño cuando se detuvo de forma abrupta haciendo que Jake le prestara toda atención que a mi me faltaba.
—Es él, Jake es él
— ¿De que hablas? — La mirada del chico hizo que Jake soltara un aire de asombro—¿Estas diciendo que él es...Que Drew es
— ¡Si!— Estaba paranoico
— ¿Que sucede?— Cuestione
—Nada importante— Habló Jake volviendo a su postura de antes y volviendo a caminar hacia la habitación. El tono que hizo hizo que me sintiera pequeño, nunca pensé que él me hablara de esa forma.