Alex fue el primero en despertar la mañana siguiente, él estaba abrazando a Nick por la espalda, con un brazo le rodeaba la cintura y tenía una de sus piernas sobre las del pelinegro.
Sonrió de forma traviesa y empezó a dejar besos en la espalda de su novio, viendo como la piel se erizaba.
Nick jadeó cuando Alex llego a su cuello, y dejo besos húmedos allí.
Nick hizo que Nick se diera la vuelta para besarle en los labios, y por supuesto que su novio encantado lo dejó hacer lo que quería, correspondiendo a sus besos.
—Buenos días— Susurró Alex en sus labios.
—Sí que son buenos— respondió Nick tomando el rostro de Alex en sus manos para un beso más profundo y delicioso, sus lenguas moviéndose en la cavidad ajena de manera lenta.
Alex se instaló sobre Nick, entre las piernas de este moviendo su pelvis, haciendo movimientos suaves y sensuales, las manos de Nick recorrían su espalda, mientras ahogaban sus jadeos entre sus deliciosos besos.
—Cariño a desayu... ¡Oh cielos! — La voz de una mujer los hizo separar.
Para ser más preciso la madre de Nick estaba justo en la puerta totalmente sonrojada y con los ojos muy abiertos.
Alex se quitó de encima de Nick lo más rápido que pudo y lleno de vergüenza, ¿Por qué la tierra no se abría y se lo tragaba ahora mismo?, ¡Esa no era la mejor manera de conocer a su suegra!
Nick tomó la manta tratando de cubrir los obvios problemas en sus entrepiernas.
— ¡Mamá!, ¿Por qué no tocaste la puerta antes de entrar? — Preguntó Nick un tanto avergonzado con su madre.
—Oh hijo, no sabía que estabas acompañado, Robert y yo llegamos hace un rato y prepare el desayuno para todos, venía a despertarte para comer juntos, tres meses sin ver a mis hijos fue suficiente, pero sigan con lo suyo bajen cuando hayan terminado, que guapo novio tienes hijo, eres muy atractivo cariño— dijo antes de cerrar la puerta dejando a Alex con la boca abierta y deseando desaparecer.
Alex se llevó las manos a sus mejillas coloradas, ¡por el diablo y todos sus jodidos demonios!
Esta era la vergüenza más grande que había pasado en toda su vida, y lo peor ahora tenía que bajar y enfrentarse a la madre de Nick para desayunar.
Alex suspiró tratando de calmarse, ¿Cómo la iba a mirar a la cara después de eso?
Por el contrario, Nick empezó a reír al ver la cara de su novio, reía como si le acabaran de contar las el chiste más gracioso del mundo.
Alex tomó una almohada dándole a su novio por la cara — ¡No te rías!, esto no tiene ninguna gracia, ella nos vio ¡Qué vergüenza! ¿Cómo voy a salir y desayunar con ella si…?
Nick lo miró un momento —Cálmate bebé, ella es relajada y está acostumbrada a esto—
Alex entrecerró los ojos — ¿Así que ya te ha encontrado en la cama con otros? — Preguntó indignado.
Nick abrió los ojos sorprendidos al darse cuenta de lo que había dado a entender —No, no, a mí no, a mis hermanos — explicó de inmediato.
Alex lo miró incrédulo y con una pisca de recelo, Nick lo tomó y lo tumbo en la cama subiéndose sobre él, y besándole todo el rostro —Eres el único al que amo, no hay nadie más hermoso, no hay nadie más perfecto para mí que tú — dijo mirándole a los ojos.
Alex no pudo evitar sonreír y relajarse un poco, pero cuando Nick se acercó a sus labios para darle un beso, Alex se colocó las manos sobre sus labios impidiéndolo.
Nick le hizo un mini puchero de protesta e intento quitarle la mano de la boca.
—No, Nick no vamos a seguir, tu madre está abajo esperándonos para desayunar—
—Solo un beso— se quejó Nick.
Alex estiro los labios y le dejó un piquito en los de Nick para rápidamente sacárselo de encima y ponerse de pie, bien, no podía quedarse en la habitación de su novio toda la vida, pero la sola idea de bajar le revolvía el estómago lleno de vergüenza.
— ¿Nos duchamos antes de bajar? — dijo dejándole un beso en la nuca a Alex.
—¡Nick! — Jadeó—Ya te dije que no— susurró en un gemido, empujo a su novio hasta la puerta del baño — Te darás un baño tú mientras yo busco que ponerme —
Nick abrió el closet de su novio como si fuera el suyo propio, sacó un pantalón de sudadera con dos franjas blancas a cada lado y un buzo negro con letras blancas en la espalda, y cuando Nick salió, se apresuró a entrar y darse un baño.
Entre más lo pensaba, más apenado se sentía, ¡No volvería a dejar la puerta sin seguro!
—¿Estas listo bebé? — Le preguntó Nick al verlo salir vestido del baño.
—No— Contestó Alex con sinceridad —¿Me puedo salir por la ventana? — Si, Alex estaba considerando seriamente esa opción.
Nick soltó una carcajada —No, vamos Alexander Park, capitán del equipo de soccer, ¿le tiene miedo a su suegra?—
—Ya deja de burlarte de mí, ya quiero verte cuando conozcas a mis padres — Murmuró.
—Tal vez me amen, porque definitivamente, no me van a encontrar sobre ti, entre tus piernas — Dijo riendo.
—Te odio…
—Me amas
Hola mis amores se que los he tenido descuidado, pero prometo terminarla.