Nueva Vida

Por Rari_Mbl

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Draco recien iba a tener 15 años cuando desmaya y aparece en otro mundo. En un mundo nuevo, un mundo entre mu... Más

Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5
Parte 6
Parte 7
Parte 8
Parte 9
Parte 10
Parte 12
Parte 13
Parte 14
Parte 15
Parte 16
Parte 17
Parte 18
Parte 19
Parte 20
Parte 21
Parte 22
Parte 23
Parte 24
Parte 25
Parte 26
Parte 27
Parte 28
Parte 29
Parte 30
Parte 31
Parte 32
Parte 33
Parte 34
Parte 35
Parte 36
Parte 37
Parte 38
Parte 39
Mi príncipe

Parte 11

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Por Rari_Mbl

"¡Orcos!" Legolas gritó con disgusto.

Las flechas silbaron en el aire sobre ellos y varias llovieron sobre los botes. Uno hizo que Frodo gritara cuando lo golpeó, pero salió ileso, salvado por su camisa de mithril. Otro atravesó la capucha de la capa de Aragorn solo para aterrizar en el agua. Otro incrustado cerca de la mano de Merry. Solo una flecha logró dar en el tercer bote. Golpeó contra la proa y Draco lo desvió con un grito ahogado.

Su corazón saltó a su garganta e instintivamente uso su magia como armadura "¿Cómo diablos nos encontraron?"

"¡Gollum lo está haciendo, apuesto!" Sam gritó con amargura. "¡Y un buen lugar para elegir también! ¡El río parece estar listo para entregarnos directamente a sus brazos!"

Más flechas silbaron en lo alto, pero ninguna alcanzó a ninguno de los botes. En cambio, no alcanzaron sus objetivos y aterrizaron en el agua.

Aragorn, Boromir y Legolas lucharon contra la corriente. Después de lo que pareció una eternidad, pero en realidad fueron solo unos momentos, los botes se liberaron de los rápidos mortales y se dirigieron río abajo, donde el agua estaba más tranquila. Con prisa, los dos hombres y el elfo remaron hacia la orilla occidental y se detuvieron bajo la copa de los árboles. Todos respiraban con dificultad, excepto Legolas, que no parecía afectado por el extenuante trabajo.

El elfo del Bosque Negro dejó su remo y tomó su arco Lórien en sus manos. Colocando una flecha en la cuerda, apuntó primero a la costa este y luego rápidamente hacia el sur.

"¿Qué ves Legolas?" Aragorn gritó con ansiedad.

Pero el elfo no respondió. No había necesidad. Un miedo paralizante se apoderó de la compañía con sus dedos helados. Permanecieron inmóviles, con la boca abierta y los ojos muy abiertos por el horror abyecto. Hacia el sur, sombras oscuras taparon las estrellas mientras se movían rápidamente hacia ellos.

Frodo y Draco sintieron un escalofrío repentino, pero Frodo se agarró el hombro, donde la herida del Nazgûl le palpitaba de repente. Aragorn puso una mano preocupada sobre su hombro y luego volvió a mirar al cielo.

La flecha silbó cuando salió del arco de Legolas. De la oscuridad salió un grito agudo cuando el rayo dio en el blanco a una distancia increíble. El cielo se aclaró de nuevo. Las sombras habían huido. Lo que sea que había venido a atacarlos se había ido.

"¡Ese fue un tiro poderoso!" Gimli dijo con asombro en su voz.

"Pero, ¿quién puede decir lo que golpeó?" Legolas respondió consternado.

Ni siquiera sus ojos élficos habían sido capaces de determinar qué había sido la sombra, aunque su maligna malicia había sido inconfundible.

"¿Importa?" Boromir intervino y se estremeció. Parecía conmocionado, su mano agarró la empuñadura de su espada por reflejo. "Sea lo que sea, se ha ido. ¡Y buen viaje también!"

"De hecho", estuvo de acuerdo Aragorn. "Esta madrugada todos debemos estar despiertos porque quién sabe cuántos más vendrán, si es que vendrá alguno. La oscuridad nos oculta ahora, pero nadie sabe qué mal caerá sobre nosotros durante el día. ¡Tengan sus armas a mano!"

Draco sintió que una frialdad familiar se asentaba en su cuerpo.

La mayoría se acurrucó en busca de calor y una sensación de comodidad. Todos excepto Legolas, que estaba de pie, cerca de la línea de árboles. Su gran arco en sus manos y sus ojos ni una sola vez dejando la costa este.

Los sonidos de los orcos y otras criaturas asquerosas se habían apagado, y luego se desvanecieron por completo. Las horas restantes pasaron dolorosamente lentas.

Cuando llegó el alba, el grupo aturdido se lanzó al río y remó a toda prisa. Para el mediodía, Aragorn los alertó sobre los poderosos Argonath, enormes estatuas que se elevaban a cada lado del río. Eran formidables. En sus manos había poderosas espadas, y cada uno tendió una palma hacia el norte como diciendo que no pasen.

Más tarde en el día, Legolas gritó que podía escuchar la caída de Rauros en la distancia cercana. Se acercaban al final de su viaje por el gran río.

Aragorn condujo a la compañía a la orilla occidental donde había una playa de arena no muy lejos de las rugientes cataratas. Un bosque se cernía detrás de la orilla y subía una gran colina. Había una ruina de piedra de lo que parecía ser un muro que estaba tristemente abatido sobre la arena.

"Esta noche descansaremos aquí, porque esto es Parth Galen, un hermoso lugar en los días de antaño". Aragorn les dijo. "Esperemos que ningún mal haya llegado hasta aquí todavía."

Frente a los hobbits y Draco estaba sentado Gimli. Parecía brusco e inquieto mientras clavaba un palo largo en las llamas. De hecho, gran parte de la compañía estaba apagada, pero Draco lo atribuyó al agotamiento más que a otra cosa. Esta vigilancia constante desgastaría incluso al soldado más resistente.

Cuando la comida estuvo lista, el menor descubrió que solo podía soportar un poco, su estómago estaba retorcido en nudos de ansiedad. Le lanzó una mirada encubierta al príncipe. El elfo estaba de pie, rígido, con la mirada fija en los árboles. Sintiéndose cansado, se movió para despejarse un poco. Sam se durmió, y el resto de la Comunidad deambuló o se quedó.

Despues de caminar por un rato Draco se paró en la orilla para mirar con asombro las cataratas. Eran enormes, al menos tres campos de quidditch de ancho. Deseaba poder verlos desde abajo. Se quedó allí por un tiempo, pensando en que relación tenía su mundo con este. Quizás era el mismo, solo antes de que los magos cobraran más fuerza. La frustración se arremolinaba dentro de él, con un suspiro pateo una pequeña piedra, y despúes de quince minutos decidió regresar  al campamento, pero un grito alto lo alerto.

Dando unos pasos más, vio a Boromir  y un poco más alejado de él a Frodo. Centro su atención en ellos mientras se apoayaba contra un árbol. Los vio hablar, pero era evidente que no era una conversación normal, por los gritos sin sentido, parecían dos hipogrifos a punto de pelear.

"¡Es un regalo, un regalo para los enemigos de Mordor! ¡Seríamos insensatos si no lo aprovechamos, si no lo utilizamos contra el enemigo! ¡El temerario, el audaz. Solo ellos tendrán la victoria! ¡¿Qué podría hacer un guerrero en esta hora, un gran jefe?! ¡¿Qué no podría hacer Aragorn?!" grito Boromir consumido en la locura "¡Y si Aragorn se rehusa, el anillo me daría poder de mano! ¡¡Ah, comó perseguiría yo a las Huestes de Mordor y cómo todos los hombres servirían a mi bandera!!" grito con más fuerza

Todo un Gryffindor, con corazón de león y queriendo ser el heróe. Penso Draco. Pero viendo que esto no terminara bien, dejo salir un suspiro y se dirigió a ellos, y como lo imaginaba, era culpa del anillo. Boromir dio un salto y se precipitó hacía Frodo. Sus ojos estaban consumidos por la codicia y por un fuego de furia.

Frodo lo esquivó, saco su espada asustado que lo atacará otra vez.

Draco los detuvo a ambos con un hechizo paralizante antes de que se hieran, viéndolos con lastima y molestia.

Frodo no podía moverse, era como si estuviera atado con cuerdas duras e invisibles, se sentía como si su cuerpo fuese de roca sólida y no conociera la movilidad.

"Espero ya hayas pensado en tu respuesta" dijo viendo a Frodo "tengo que tratar con un viejo león" libero al mediano viéndolo con advertencia. "Este humano está bajo el influjo del anillo, así que vete, pero si te separas mucho te amarrare con una cuerda" amenazó sin mirarlo "y no uses el anillo, tu frágil mente no lo aguantara"

"Que tipo" gruño el mediano levantándose, el alivio recorrió su cuerpo al verse libre, alejándose de allí. El niño era un tipo increíble, pero era muy bipolar. Chirreo el Hobbitt molesto dando grandes pasos, no quiere estar cerca. Miro el anillo, y lo apretó con fuerza. No podía refutar o contradecir la afirmación del ojigris.

En el momento que liberó a Boromir este grito. "¡¿Por qué los dejaste ir?!" gruño el castaño tomando del cuello al menor "Ese anillo es mío...con eso podré, liberar a mi pueblo, con ese anillo podré ayudar a mi padre y liberar Gondor de los orcos" chirreo furioso, levantándolo unos centímetros del suelo

Draco se sintió humillado por ser levantado como un trapo, lo golpeo con fuerza en el rostro quitándoselo de encima. El hombre era más fuerte y grande que él así que no le afectó tanto.

"Tu bondad es admirable" miro al hombre "pero tu corazón está siendo contaminado por el anillo" dijo acomodandose la manga del cuello "Deja clara tus metas, es la única manera de eludir su poder. De lo contrario ella te consumirá como lo está haciendo con ese pobre Hobbit" 

"¿Cómo sabes tanto?" pregunto.

"De donde vengo, los objetos malditos son bastante comunes, incluso en mi casa hay muchos, por eso se cómo tratar con ellos" respondió tranquilamente "Sí, tu voluntad es débil ellos te consumen, sin importar tu poder. Pero si eres fuerte, tú los consumirás. Siendo sinceros casi siempre ganan los objetos"

"¿Dices que no soy tan fuerte como para consumir el anillo único?" rio sin gracia. Sabe que es asi. Sabe que actuó de esa forma por influencia del anillo

"Sabes la respuesta" indico Draco

"Gracias" agradece sin hacer el amago de levantarse "¿De dónde vienes?" pregunto ya no queriendo hablar del tema. La culpa lo embarga, la culpa de romper su promesa de proteger y guiar al anillo hasta la montaña del destino

"De Wiltshire, en el sureste de Inglaterra" respondió con su mirada en el cielo "Ponte en guardia" gruño con advertencia.

...

"Cruzaremos el lago al anochecer", dijo Aragorn cargando algunas provisiones de los botes y depositándolas en la orilla. "Escondan los botes y continúen a pie. Nos acercamos a Mordor desde el norte".

"¿Oh sí?" Gimli intervino, perturbado. "¿Solo una simple cuestión de encontrar nuestro camino a través de Emyn Muil? Un laberinto infranqueable de rocas afiladas como navajas".

Pippin hizo una pausa en su masticación luciendo bastante poco entusiasmado por esta información.

"¡Y después de eso, se pone aún mejor!" Gimli se quejó. "Pantalón enconado, hediondo, hasta donde alcanza la vista".

"Ese es nuestro camino". Aragorn dijo de una manera directa. "Le sugiero que descanse un poco y recupere sus fuerzas, Maestro Enano".

Gimli farfulló ante la sugerencia. "Recupera mi..."

"Deberíamos irnos ahora" interrumpio el elfo en voz baja.

"No. Los orcos patrullan la costa este. Debemos esperar al amparo de la oscuridad" respondió el hombre.

Legolas miró inquieto hacia los árboles. "No es la costa este lo que me preocupa".

Ante esas palabras, Aragorn dejó de empacar y se concentró en el elfo.

"Una sombra y una amenaza han estado creciendo en mi mente. Algo se acerca", se volvió hacia Aragorn, aburriéndolo con sus agudos ojos. "Puedo sentirlo."

Merry volvió de recoger leña. Se sacudió las manos en los pantalones y miró a su alrededor. "¿Dónde está Frodo?" Preguntó con el ceño fruncido.

Ante la pregunta de Merry, Sam se despertó y miró a su alrededor con gran preocupación. "¿Dónde está? ¿A dónde fue?" Preguntó asustado.

Todos comenzaron a buscar pistas que pudieran señalar la dirección del Portador del Anillo. Entonces Aragorn se quedó muy quieto, sus ojos se dirigieron a un petate vacío y un escudo. Boromir también estaba desaparecido. "¿Cómo se escabulleron ambos sin que nadie se diera cuenta?" dijo molesto e inquieto

"Draco tampoco está" aviso Legolas con desespero "Deberíamos dispersarnos para encontrarlos".

"Debemos encontrarlos. No quiero a Boromir a solas con Frodo" Entonó gravemente Aragorn

...

Legolas y Gimli buscaron en la ladera durante más de media hora sin éxito.

"¿No puedes oírlos?" pregunto el enano

"No, no oigo ninguna señal de ellos, ni veo ninguna pista". Respondió exasperado el elfo ¿De qué servía tener una audición superior si no podía encontrar a quién buscaba? Las cejas de Legolas se fruncieron. "Algo no está bien"

"Tienes talento para decir lo obvio, elfo" Gimli le dijo secamente. El enano caminaba penosamente usando su hacha como bastón.

Legolas se congeló. "Prepara tu arma" dijo en voz baja "Vienen"

...

Legolas corrió bajo las ruinas arqueadas de Amon Hen disparando su gran arco Lórien con una precisión mortal. Las bestias cayeron bajo una lluvia de flechas doradas. Los ojos de Legolas brillaron mientras giraba usando sus flechas para afectar mortalmente. Estas criaturas eran casi el doble del tamaño de las que había visto en el pasado. Y eran mucho más fuertes. Pero no eran rival para el guerrero elfo.

Aragorn estaba cortando a los monstruosos orcos con golpes viciosos. Estos uruk-hai, como los había llamado Celeborn, no fueron intimidados por Aragorn ni por Legolas. Ellos invadieron la ladera de la colina en números alarmantes.

"¿Dónde están? ¡Déjame a ellos!" Gimli rugió mientras saltaba a la refriega. Su hacha giraba y cortaba con asombrosa destreza para alguien tan bajo. Él era su propia vorágine de muerte. 

Legolas sintió un poco de alivio al saber que Gimli lo respaldaba. Sin importar sus diferencias, Legolas sabía que podía contar con el corpulento guerrero. ¡Es mejor que te cubra un enano que una hoja de orco!

Moviéndose en un ballet continuo de intenciones mortales, su arco cantó con el acento de la batalla. Al mirar hacia arriba, Legolas vio a Aragorn tratando de separarse de la manada que los rodeaba. Sin duda pretendía ayudar a Frodo y a los hobbits que Legolas había visto descender de la colina. Abrió un camino despejado para el hombre.

"¡Aragorn, vete!"

El hombre se apartó rápidamente del camino mientras sus compañeros mantenían al enemigo ocupado.

Uso sus flechas como cuchillos, Legolas apuñaló a cualquier uruk que se acercó demasiado para disparar. El enemigo cayó ante su hazaña. El elfo miro a todos lados para encontrar a la persona que buscaba era una esbelta máquina de matar. Nada podía acercarse a él.

...

"¡Frodo!"

Frodo parecía tan perdido. Sus brillantes ojos azules estaban muy abiertos y estaba sin aliento. "¡El enemigo está en el bosque!" Jadeó

"¡Te dije que te fueras hace rato!" Dijo con urgencia Draco "Baja la colina sin mirar atrás"

El Hobbit lo miro con duda y miedo, quería correr, pero sus pies no se movieron.

"¡vete Frodo!" grito Boromir dándole la espalda.

"Te alcanzaremos después. ¡Vete ahora!" ordeno Draco viendo como Boromir corría comenzaba a luchar.

Frodo tembló, aún desconcertado, pero se fue.

Boromir y Draco se separaron, Draco se alejó luchando mientras el león se quedó protegiendo a los Hobbits que se había encontrado.

...

No importaba cuántos uruk-hai matara, seguían llegando más. De las flechas, Legolas cambió a sus largos cuchillos con empuñadura de haya. El afilado acero élfico mordió fácilmente la carne, cortando gargantas y partiendo las secciones medias expuestas.

Gimli continuó golpeando con entusiasmo a cualquier uruk que se acercara demasiado. 

Aragorn luchó con una resistencia increíble, abriéndose camino cuesta abajo. Pero la gran cantidad de enemigos le impidió alcanzar su objetivo.

Legolas corría ágilmente, agarrando flechas de sus víctimas y colocándolas en su carcaj. Una vez que tuvo suficiente, comenzó a disparar de nuevo. Eventualmente lograron avanzar, o tal vez su enemigo simplemente siguió adelante sin estar muy interesado en derribarlos. Gimli se enfrentó a dos a la vez mientras uno se aferraba al cuello de Aragorn, tratando de asfixiarlo.

En un instante, Legolas disparó una flecha en la nuca del uruk-hai. Aullando, cayó al suelo donde Aragorn le cortó la garganta. Hubo un respiro momentáneo cuando el uruk-hai esquivó a los guerreros y se movió cuesta abajo.

De repente, un cuerno sonó unas pocas notas cortas y profundas. Las orejas de Legolas se aguzaron.

"¡El Cuerno de Gondor!"

"¡Boromir!" Aragorn exclamó sin aliento. Pasó a empujones al elfo y al enano, y corrió colina abajo, ahora despejada.

Ese cuerno nunca sonaría a menos que hubiera un peligro terrible. Quizás Frodo no había logrado escapar y Boromir pidió refuerzos. En cualquier caso, Aragorn se fue como un galgo, el miedo empuja su cuerpo a nuevas longitudes.

Gimli dejó escapar un gemido y bajó su hacha, tomándose un momento para recuperar el aliento. Mirando alrededor a la destrucción, frunció el ceño. Se dio la vuelta y miró detrás de él, luego escudriñó el bosque a su alrededor. Entonces sus ojos se posaron en Legolas.

"Hasta ahora no he visto a Draco"

El elfo se tensó y comenzó a buscar también. No había señales del chico. Legolas sintió un puño frío de pavor envolver sus entrañas. Sacando una flecha, luchó contra el pánico repentino que amenazó su compostura. La consternación se apoderó de su corazón sin piedad y ni por un momento se preguntó por la fuerza de su miedo.

"¡Ven, Gimli!" Se lanzó por el lado este de la colina.

Gimli lo siguió rápidamente, temiendo lo peor.

...

Boromir recibió un flechazo en el pecho, y otro en el estómago, protegiendo a los medianos, siendo lo menos que podía hacer después de lo que le hizo a Frodo

Lucho, y continúo luchando con más fervor, esas heridas jamás lo detendrían, no a un guerrero de Gondor como lo era. Derroto a los enemigos, recibiendo otra flecha en la clavícula, aun así lucho hasta que sus rodillas no aguantaron y cayeron, ese fue el momento en que los orcos decidieron ignorarlo y procedieron a capturar a los Hobbits y dejarlo con el orco de las flechas para que lo remate.

¿es este mi final? se preguntó sin poder mover un solo musculo, cerró los ojos con ironía, al final no pudo hacer nada, fue un inútil, con esfuerzo toco el cuerno de Gondor. Espera que su padre no se entere de tan miserable final, sería una vergüenza para Gondor y su pueblo, pero sobre todo para su padre.

Rió sin fuerzas, ojalá le vaya bien a ese niño que le rescato de la oscuridad. Volvió a tocarlo el cuerno, pero sus casi inexistentes fuerzas lo abandonaron.

...

Los Orcos eran grandes con cuerpos musculosos, con una piel de color negro grisáceo y cubiertos de pelo sarnoso. Largas y desagradables rastas caían sobre sus hombros. Su armadura era una mezcolanza de cuero y hierro, y otras cosas que no se atrevía a identificar.

La mayoría lucía una mano blanca primitiva que parecía haber sido toscamente pintada por sus propios dedos con garras. El olor de ellos era pútrido, y Draco tragó la bilis que quemaba en la parte posterior de su garganta.

Agarrando su varita con fuerza comenzó a lanzar maldiciones. Golpeo al orco, pero no era suficiente para vencerlo. Con un movimiento saco su espada y la agito hacia el orco con todas sus fuerzas. Él atrapó la hoja fácilmente, sonriéndole. Draco le devolvió la sonrisa por un momento y luego se echó hacia atrás brutalmente, cortando la mano y el rostro de la bestia. Con otros movimientos y hechizos, derroto al orco.

Dos uruk aparecieron, y uno con una mueca de disgusto escupió "¡Arte de elfos!"

Draco miro a las dos criaturas con asco. Antes de que pudieran golpearlo, les lanzo un Sectumsembra. Uno cayó al suelo. Pero el otro lo empujo con tanta fuerza, que lo tiro a unos metros e hizo caer en un golpe seco haciéndole perder su varita. El Uruk le agarró del cuello. Lo apretó duro y levantándolo, lo arrastró cerca de su cuerpo.

Inmediatamente, los dedos de Draco se clavaron en los suyos, tratando desesperadamente de quitárselos. Lo sacudió como un muñeco y luego la estrelló contra el árbol detrás de él. Su cabeza golpeó asquerosamente contra el tronco. Todavía luchando, Draco se amordazó y jadeó. Pateando, golpeó sus piernas y rodillas con los pies, pero sus luchas no afectaron al demonio. Él no lo soltó. En todo caso, apretó más fuerte.

"No eres un elfo, pero eres muy bonito, y hueles delicioso. Tal vez te mate, solo por diversión" se rió en su cara.

Una risa infernal resonó a su alrededor. Él lo sacudió de nuevo. Draco comenzó a sentir que el mundo se cerraba a su alrededor. Mareado, tomo la daga que le dio Lady Galadriel, y con su último aliento de fuerza le clavo la daga en el rostro.

La criatura chilló y lo soltó. Draco se derrumbó en el suelo tosiendo y ahogándose. Mirando hacia arriba aturdido, vio de la frente del orco salir sangre negra. El cuerpo de la criatura tembló y luego quedó inmóvil.

Todavía tirado en el suelo, Draco trató de alejarse y recuperar su varita. Con arcadas, tosió y escupió mucosidad. Tenía la garganta en carne viva y le dolía respirar y tragar.

A lo lejos escuchó un cuerno.

Draco se dirigió al lugar donde oyó el cuerno. Con disgusto e ira se sobo el cuello. Pero antes de seguir avanzando oyó unos pasos. Sin pensarlo lanzo un Expelliarmus. Lanzando a quien quiera que sea a unos metros.

"¡Soy yo!" Dijo una voz profunda y familiar.

"Oh" se atraganto con las palabras "¿Gim-li?"

"Sí" respondió adolorido mientras se levantaba "No tenías por qué tirarme"

Legolas se acercó con rapidez hacia Draco, su rostro mostraba suma preocupación. Pero a los segundos después sus cejas oscuras se juntaron y sus ojos azul claro se clavaron en los grises de Draco. Había una expresión de culpa mezclada con su preocupación y miedo, y ahora con alivio.

Legolas observo cada detalle del cuerpo del menor, y para su horror pudo examinar la obra del uruk-hai. Grandes marcas en forma de dedos se estaban convirtiendo en un vicioso color azul-púrpura estropeaban el cuello del chico. Su mejilla derecha estaba de un rojo pálido. "Temía esto" dijo en voz baja. Sin saber Legolas había temido que algo le pasara a Draco. Pero Aragorn había confiado en su entrenamiento e incluso él había dejado de lado sus dudas sobre su habilidad. Sin embargo, ahora que se enfrentaba a su rostro magullado, su corazón ardía. No supo cuando sus dedos habían ido a explorar suavemente el cuello y el rostro del niño.

Draco hizo una mueca cuando le tocaron la mejilla. Legolas frunció el ceño.

"¿Dónde habías ido?" pregunto Gimli. Ver al chico con vida fue un gran alivio para su corazón, pero ahora se enojó. ¿Por qué no se mantuvo al día?

"No..." graznó y luego tragó saliva con dificultad.

Legolas inmediatamente puso una mano en su hombro. "Le duele la garganta. No la hagas hablar" Le ordenó al enano bruscamente.

Draco no intentó terminar la oración. El elfo estaba molesto, incluso enojado. Su tono era estridente y él no se atrevió a cruzarlo. No estaba seguro de si alguna vez había visto al príncipe realmente enojado antes. De repente se tensó. Los músculos a lo largo de su mandíbula se contrajeron y sus ojos se lanzaron detrás de él.

"¿Qué es?" Gimli preguntó con cautela.

"Debemos ayudar a Aragorn y a los demás. Nos necesitan", respondió Legolas con urgencia.

"Ve tú. Iré con Draco. Tú llegaras más rápido"

Legolas frunció el ceño, pero no discutió. Levantándose rápidamente, agarró su arco con mano firme. Dio unos pasos ligeros y luego se detuvo. Girando, dirigió una mirada severa a Gimli. "No lo pierdas de vista". Ordenó estrictamente, lanzando una sola mirada persistente a Draco.

Sin esperar a que el enano respondiera, partió rápidamente. Draco lo vio irse hasta que desapareció de la vista.

"¿Por qué est...?"

"¡Ahora no hables! El elfo está de un humor violento y no me atrevo a enemistarme con él permitiéndote que te hagas más daño".

Sacudió la cabeza y luego asintió hacia los cuerpos muertos y ensangrentados que yacían esparcidos sobre las hojas del suelo del bosque. Draco se sintió demasiado entumecido para sentir nada mientras miraba la carnicería. A algunos de los uruk les faltaban extremidades. A otros les atravesaron la carne con flechas. Sangre y entrañas cubrían el suelo del bosque. Sintió que la bilis le quemaba la parte posterior de la garganta.

Draco apartó la mirada. Iba a vomitar si no lo hacía. Con voz áspera pregunto "¿Quién... quién hizo eso?"

Gimli le dirigió una mirada severa. "¡Se supone que no deberías estar hablando! El elfo tendrá mi cabeza, al igual que los orcos, si te hacen más daño".

"¿El príncipe hizo e-eso?" miro con incredulidad. El elfo siempre estuvo tranquilo, fresco y sereno. Si esta era su reacción cuando estaba enojado...un escalofrío le recorrió la espalda.

"Sí, ese es su trabajo" Gimli suspiró.

Draco no sabía qué pensar.

"He estado viajando con el elfo durante meses y nunca antes lo había visto matar tanto, ni con tanta saña. Esa criatura allí fue particularmente brutal" dijo señalando con la cabeza al uruk decapitado.

"Le quito la cabeza mientras decía que unos de los suyos ya se había hecho cargo de ti"

Gimli miró a Draco sombríamente entonces.

"Si quieres mi opinión, creo que el elfo estaba descargando su culpa con el enemigo. Los elfos sienten las cosas con mucha más fuerza que nosotros los mortales, aunque por lo general lo ocultan bien" Gimli se frotó la barba pensativamente. "El dolor y la culpa, incluso el dolor más profundo del corazón, pueden paralizarlos. Creo que el muchacho dejó que sus sentimientos se apoderaran de él"

Draco frunció el ceño con curiosidad "Interesante" dijo, pero al momento siguiente se tocó la garganta, el dolor le picaba mucho. Era curioso, Draco no era de soportar el dolor, pero desde que llego aquí era como si su cuerpo supiera que iba a sufrir y sentir mucho dolor. Así que se adaptó para aguantarlo.

"Ahora lo haces. Pero simpatizo con él, porque yo también me siento culpable por todo esto. No nos dimos cuenta de que te habías ido, tampoco lo hicimos con Boromir y Frodo. Lo siento"

Draco asintió lentamente en aceptación. Un silencio descendió sobre el bosque mientras caminaban un poco más rápido. Sintió que algo andaba mal. Estaba todo demasiado tranquilo. Sus ojos se lanzaron a través de los árboles con recelo. Cuando irrumpieron en un pequeño claro, vieron docenas de cuerpos de uruk-hai. También hubo restos de estructuras de piedra y estatuas de hombres. Todo se estaba derrumbando. La quietud de los muertos hizo que Draco se detuviera.

Inmediatamente vio al elfo que estaba de pie mirando hacia la pendiente del terreno. Arco en mano, con la cabeza ladeada como si escuchara atentamente, permaneció inmóvil. Al oír que se acercaban, se volteó gradualmente.

Draco lo miro extraño por la mirada de pura angustia en el rostro del príncipe. Inquisitivamente volteo donde había antes mirado el elfo. A Varias metros más adelante estaban Aragorn... y Boromir. El hombre de Gondor había recibido disparos. Tres veces. Las flechas negras tintineaban con cada respiración desesperada que tomaba. Aragorn se arrodilló sobre él, sosteniendo su mano entre las suyas.

"Por Merl..." susurró con voz ronca.

Legolas lo miró, los labios apretados por la aspereza de su voz.

Draco, sin embargo, corrió hacia los hombres y sin pensarlo empujo a Aragorn con más fuerza de la que quiso "Tú..Idi..ota" murmuró intentando respirar con normalidad y soportar el dolor de su garganta mientras se arrodillaba a su lado.

"Lo siento... amigo mío" se disculpó el hombre con una risa forzada, sosteniendo con fuerza su espada. La espada entregada por Aragorn, el legítimo heredero del trono de Gondor, el único con la sangre de Isildor, heredero de Elendil. "Perdó...name por lasti...marte"

Draco negó con la cabeza, mientras murmuraba hechizos, y sin piedad extraía las flechas del cuerpo del hombre. Estaba tratando desesperadamente de mantener a Boromir entre los vivos. Por mucho que no le gustaran los muggles. Boromir, le agradaba hasta cierto punto, por más Gryffindor que sea, era buena persona y él nunca le desearía la muerte.

Legolas y Gimli fueron detrás de Draco cuando este corrió, pero se detuvieron en silencio sin interrumpir en lo que sea quería hacer el niño. Arrastrándose, el elfo se acercó a Aragorn "Hemos perseguido y matado a muchos orcos en el bosque"

Aragorn salió del shock. Estaba molesto por el empuje del menor, pudo haberlo matado creyendo que era un enemigo

"Tranquilo" lo sostuvo Legolas. No está seguro de lo que hacía el ojigris, pero no existe forma que sea algo peor que la muerte.

"Deja al niño" susurro Gimli.

Draco estaba convencido de que Boromir se perforó un pulmón y que se estaba llenando de sangre. Estaba haciendo lo posible para que no se ahogaría en sus propios fluidos. Pronunció algunas palabras moviendo su varita y luego... nada. Draco cerró los ojos, incapaz de soportar la vista. Tenía que funcionar, se dijo así mismo. Intentando que el miedo y la tristeza se desvaneciera.

Legolas noto los sentimientos de Draco y por un momento quiso abrazarlo y rogarle que no debía temer, que él estaba para mantenerlo a salvo, que haría lo que fuese para que ya no sintiera tanta angustia. Él, Legolas Greenleaf, príncipe e hijo de Thranduil, el rey de los elfos silvanos del Bosque Negro le daba su palabra de protegerlo. Pero Legolas se abstuvo cuando escucho un grito y una profunda respiración del hombre que supuestamente yacía muerto.

"Boromir. Estúpido león, me asus...taste" le reclamo Draco mientras le agarraba el rostro al hombre.

Boromir solo arrugo su rostro, podía ver una sombra oscura delante de él diciéndole algo. La luz hacía que la sombra resplandeciera como algo maravilloso. Quizo seguir observando a lo había frente de él, pero un profundo sueño y cansancio lo vencieron, con un suspiro cerro sus ojos.

Gimli con los ojos bien abiertos grazno "¡Un milagro!" silbo con admiración "Pequeño mago eres un enviado de los cielos para protégenos y salvarnos hasta de la cruel muerte"

Legolas también estaba totalmente sorprendido. Miro a Draco con un brillo en los ojos, que él ni siquiera se había dado cuenta que tenía. Estaba extasiado por lo maravilloso y misterioso que era Draco.

"¿Qué le hiciste?" pregunto Aragorn frunciendo el ceño. Miro al niño y a Boromir. Estaba igual de sorprendido por lo que veía. Las heridas mortales del hombre en el suelo fueron cerradas, el único indicio de ello eran esos ropajes manchados de sangre

"Ahora sobrevivirá, déjenlo descansar un po...co" dictamino Draco tocándose la garganta. Por murmurar y conjurar muchos hechizos, el dolor que sentía se había duplicado. Se levantó y dio unos pasos, pero el cansancio y el fuerte mareo hizo que se agarrara de un árbol para estabilizarse.

"¿Estás bien?" preguntó el elfo que había llegado a su lado. Legolas se apoyó en él para ayudarlo. No podía dejar que algo le ocurriera no después de fracasar miserablemente hoy.

Draco no respondió.

"Recoged sus armas y las de los enemigos" ordeno Aragorn.

"¿Dónde están los hobbits?" Gimli preguntó por fin.

Draco abrió los ojos. Se sintió aturdido por el cansancio y el dolor, pero la pregunta de Gimli lo sacó de la bruma en la que descendió.

"No sé dónde está Sam. Los uruk-hai se llevaron a Merry y Pippin", reveló Aragorn "Boromir murió...casi muere tratando de salvarlos"

"¿Qué?"

"No hables" pidió Legolas soltando con cuidado al niño para que pueda caminar solo.

Draco se apartó, pasando su mano por su cabello para relajarse un poco.

Aragorn estudió su rostro notando por primera vez las oscuras marcas en su cuello y el moretón rojo en su rostro. Sus heridas no eran graves. Doloroso, pero no debilitante. Miró a su amigo que miraba al niño con gran preocupación. "Llevemos a Boromir" dijo.


Boromir, era el Capitán de la Torre Blanca y portaba un cuerno del que se decía que su sonido atemorizaba a los enemigos, el Gran Cuerno de Vorondil. Su fuerza y su ánimo le convirtieron en un gran comandante que protegió su pueblo. Incluso Éomer de Rohan, le admiraba por su arrojo y liderazgo.

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[Es una traducció] Los derechos le pertenecen a @thelittleblackghost.
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