—M e n t i r a D e s c u b i e r t a—
Midoriya POV
Shinso y yo decidimos mirar a nuestro profesor Aizawa desde un arbusto mientras él seguía parado enfrente de la puerta esperando a Mineta. El peli-negro estaba con su pijama color gris con gatitos incluidos, y a su derecha estaba el profesor Ectoplasm en un sueño profundo. Ya llevaban ahí ambos como media hora.
—¿Qué te dijo Todoroki?— Me preguntó el peli-morado.
—Aún nada, me dejo en visto.— Respondí preocupado.
—Deberías de llamarle.— Me sugirió
—Eso hice hace unos minutos y me colgó.
—Inténtalo otra vez. Dile que no estamos para cubrirlo hasta este punto. Nos va a meter en problemas.
—Metidos ya estamos y problemas ya hay.
—Si, pero estamos a tiempo de salvarnos.
Suspiré e hice caso a su sugerencia. Nuevamente llame a Todoroki pero extrañamente me mandaba directamente al buzón de voz. Estaba de rodillas enfrente de un arbusto y Shinso estaba a mi lado.
—Que extraño. Me manda directamente al buzón de voz. ¿Por qué será?
—Eso es porqué posiblemente tenga su celular apagado.— Me respondió el oji-morado.
—No puede ser. ¿Crees que le haya pasado algo?— Esto último lo dije en voz alta, y antes de seguir hablando, shinso puso la palma de su mano en mi boca.
—Baja la voz un poco.— Esto me lo dijo en voz baja.
Ambos levantamos un poco la cabeza para mirar, y nuestro profesor Aizawa estaba mirando a sus alrededores. Ambos bajamos la cabeza justo cuándo su mirada se dirigió hacía nosotros.
—Por poco y nos descubre.— Dije con el corazón acelerado.
Después de ese momento, empezamos a escuchar unas pisadas en el césped, eso era una señal de que el peli-negro se estaba acercando hacía nosotros. Shinso y yo nos empezamos a mover de lado para escondernos un poco. Ya estando casi al lado de nuestro arbusto, Aizawa se detuvo y enfrente apareció Iida.
—¿Me llamó Aizawa-sensei?
—Sí. Por curiosidad ¿Es mineta a quién tú viste salir hace 40 minutos? Iba a preguntárselo a su profesor Ectoplasm, pero esta totalmente dormido en la caseta de seguridad y no me escucha para nada.
—¿Mineta? La verdad no estuve muy al pendiente de quién salía hace menos de una hora, pero podría jurar que lo acabo de ver.
Aizawa, estando de brazos cruzados, observé una ceja alzada en su rostro. Parecía que a partir de aquí empezaría a sospechar de que algo no estaba bien.
—Dile a Mineta que lo veo afuera de los dormitorios.
—Eso estuvo cerca.— Dije con un sudor en mi frente. Ambos seguíamos detrás del arbusto.
—Sí, mi pulso se aceleró.— Shinso estaba sentado en el césped con una mano en su pecho.—Que estrés pese.
—Chicos no es buena idea que sigan hablando aún sentados ahí, Aizawa se va a dar cuenta.
Ambos escuchamos una voz detrás nuestro y soltamos un grito al mismo tiempo que nos movimos sorprendidos. Detrás nuestro estaba Uraraka.
—Yo creo que ya se dio cuenta.— Nos miro con una sonrisa avergonzada.
En efecto, nuestro profesor se dio media vuelta y nos miro con una cara de extrañeza. Lo miramos y yo me tiré encima de Shinso.
—¿Disculpa?— Él estando debajo mío, me miro con total extrañeza mientras alzaba su ceja.—Midoriya ¿Me harías el favor de quitarte de encima?— Él me miro con el ceño fruncido.
—¡Perdón Shinso! Me resbale.— Le dije en voz alta mientras me reía.
—Pero sí te acabas de...— Antes de decirlo, él captó el mensaje.—Oh, sí...claro. No te preocupes por eso Midoriya.— Respondió con una voz mucho más tranquila.
Seguido de este, me quite de encima y le extendí mi mano para levantarlo. Ambos nos miramos apenados y nervioso. Volteamos a dónde estaba el peli-negro y este seguía mirándonos fijamente.
—¿Qué hacen ahí? Entren los tres de una vez antes de que decida expulsarlos.— Nos dijo en un tono malhumorado.
Los tres hicimos caso y entramos a paso lento pensando qué es lo que podría hacer Aizawa después de darse cuenta que Mineta esta aquí presente.
—¿Qué vamos a hacer Shinso?— Le dije en voz baja mientras caminaba a su lado.
—¿Cómo que qué vamos a hacer? Pensé que tú podrías manejarlo. Lo siento Midoriya, pero si Aizawa se da cuenta tenemos que decirle la verdad.— El me miro con una cara seria.—La verdad me sienta mal que no podamos cubrirlo, pero eso traerá más problemas para nosotros. Ya cumplimos con nuestra parte, es hora de aceptar las consecuencias.
Dicho esto, tomé una respiración profunda y ambos entramos a la par. Todavía estaba la mayoría del grupo en la sala, mientras que Mineta no estaba presente. Me senté en un sillón y Shinso se dirigió hacía la cocina.
—Ahora vuelvo, iré por un vaso de agua.
—¡Señor Aizawa! ¿Qué hace despierto a estas horas?— Preguntó Mina.
—Eso no importa, lo que quiero saber es si su compañero Mineta esta con ustedes ahora mismo.— Nuestro profesor se paro en medio de todos y les dio el aviso.
—¿Mineta? Sí, lleva aquí un buen rato. Creo que ahora esta en la cocina.
En ese momento sentí un mal presentimiento, y fue ahí cuándo decidí que era hora de decir la verdad. Sentí mucha pena al delatar a mi amigo, pero Shinso tenía razón, ya habíamos cumplido con nuestra parte y no podíamos hacer más.
Justo cuándo iba a levantar la mano, Aizawa se dirigió hacía la cocina. Estando ahí, lo vi y parecía algo confundido. Se adentró más y un minuto después salio con una cara de enfado.
—¿Están ustedes jugando conmigo?— Cuándo dijo eso, la mayoría se asomo y Kaminari se acercó a él.
—No realmente.— Corrigió el rubio.
—¿Dónde esta Mineta?— Su voz cambió a una mucho más seria.
En ese instante me di cuenta de la seriedad del asunto y decidí pararme para dirigirme hacía el peli-negro.
—Señor Aizawa, yo...— Iba a hablar, pero él me callo.
—Ahora no Midoriya.— Me puso una mano enfrente.
—Debe de estar buscando dulces en el pequeño cuarto de la despensa.
Kaminari corrió hacía la cocina y el mayor lo siguió. Fui detrás de ellos y estando enfrente de la pequeña habitación dónde se guarda la comida, Kaminaria abrió la puerta y nos encontramos una escena algo extraña.
Sí, así es. Shinso sentado sobre sus rodillas y Mineta amarrado con vendajes que rodeaban todo su cuerpo y un pedazo de cinta pegado a su boca.
—Ya lo encontré.— Shinso sonrió.—De hecho estaba a punto de desata...
El peli-morado no pudo terminar la frase ya que el mayor lo jalo de las vendas sobrantes que rodeaban el cuerpo de Shinso. Lo jaló hacía él y lo miro fijamente.
—¿Acaso creen que soy idiota?— El mayor lo miro con el ceño fruncido.—No les hago caso a las recurrentes tonterías de mis alumnos, pero si piensan que no me he dado cuenta del raro comportamiento de Midoriya y tú, están completamente equivocados.— En ese momento me quede perplejo.—Es evidente que algo pasa, y Midoriya y tú me lo van a explicar en mi oficina ahora mismo.
Lo soltó de las vendas, se acercó a la puerta y se quedo parado viéndonos. Se cruzó de brazos y su cara tenía una severa expresión de molestia.
—¡Dije ahora mismo!
Entendimos el mensaje, Shinso se paro y yo lo seguí por detrás. Ambos salimos de la cocina y fuimos a la oficina de Aizawa que estaba en el edificio de los dormitorios.
[...]
La habitación estaba en silencio, estábamos sentados en un escritorio y nuestro profesor estaba sentado enfrente de ambos. Realmente estaba molesto.
—¿Y bien?— Alzó una ceja y nos miro. Tome aire y decidí hablar.
—¿De verdad no cree que Mineta estaba ahí atado cuándo lo encontré?— Shinso hablo antes que yo.
—Otra estupidez que salga de su boca y los dos irán directamente con el director.— Hablo seriamente.—No me hagan perder la paciencia, así que sean honestos y díganme ¿Dónde esta Todoroki Shoto?
—Un segundo ¿Cómo sabe que él es quién no esta?— Pregunté.
—No hace falta ser un genio para darse cuenta quién no estaba hace 5 minutos en la sala.— Comentó tranquilamente.—Y gracias por admitir que lo sabían desde un inicio. Ahora lo importante ¿Qué están intentando hacer? Saben perfectamente que ustedes tienen prohibido salir desde aquel incidente.
Ese era nuestro límite, ambos nos miramos y bajamos la cabeza. Le conté toda la verdad y intete asumir la responsabilidad de Shinso, aunque no sirvió de mucho. Finalmente le contamos dónde se encontraba y Aizawa fue a cambiarse de ropa para salir.
—¿A dónde fue?— Pregunto el oji-morado.
—Dijo que saldría para ir a buscar a Todoroki-kun ¿Crees que debamos de acompañarle?— Le mire.
—Estamos bien así Midoriya. Ya hemos hecho suficiente.— Me respondió serio.
—Esta bien.— Le respondí.—Lo bueno es que el castigo no será tan malo, 3 meses sin salidas.
—Uy sí, esta genial.— Respondió sarcástico.
—Aunque esta feo que el profesor Ectoplasm también cargue con las consecuencias de este patético plan.
—¿Quién le manda a dormirse en medio de su trabajo?— Agrego Shinso.—También tiene una pequeña parte de la responsabilidad.— Asentí.
Normal POV
Aizawa se dirigió a la entrada y sus alumnos se estaban preguntando a dónde iba tan apurado. Él no respondió, y cuándo abrió la puerta para salir, enfrente de él estaba el chico y su padre. El peli-negro se sorprendió un poco, pero se sintió tranquilo sabiendo que el joven estaba a salvo.
—Profesor Aizawa, disculpe la hora, pero decidí traer a mi hijo. Sabemos que es pasada la hora y me disculpo con usted por las complicaciones que le dio Shoto mientras estaba fuera. Por un lado asumo que fue una idea muy mala pedirle que saliera a estas horas, él y to estábamos tratando un asunto importante.— El gran héroe hizo una reverencia.—Sé que es tarde, pero ¿Nos permite entrar?
El peli-negro los observó y se movió a un lado para dejarlos entrar a ambos. Observó al joven, y viéndolo más a detalle, notó que algo no estaba bien. Miro su rostro y su cabeza estaba baja, sus brazos quietos a los lados y una expresión decaída. Cuándo entraron, él joven subió a su habitación y dejo a ambos adultos solos.
—Si me permite, necesito hablar de un tema muy importante con usted, no es algo que deba compartir con cualquiera; pero esto tiene que ver con Shoto.— El mayor también se veía bastante serio. Todo esto se lo había susurrado al oído.—Disculpe las molestias.
—No, tranquilo señor Todoroki. Adelante, pasemos a mi oficina.
Los chicos empezaron a hacer un alboroto al observar que el actual héroe número 1 estaba presente en sus dormitorios. El mayor los saludo, pero no se acercó demasiado, Aizawa los tuvo que apartar diciéndoles que no era momento para las bienvenidas, y obligatoriamente mando a todos a dormir. Les quito los controles de la televisión y les apago las luces. Los jóvenes protestaron, pero su maestro les lanzó una mirada asesina y en nada y menos cada uno ya estaba en su dormitorio.
—Si me permiten, pueden pasar a mi oficina, tenemos mucho de que hablar.— Hablo el maestro.—Por favor, siganme.
Aizawa los guío, y antes de dejarlos pasar, entró y hablo con los chicos. Shinso estaba relajado con los pies encima del escritorio, y Midoriya estaba mirando su celular.
—Primero que nada, tú baja los pies de la mesa. Y ambos por favor salgan, Todoroki llegó con su padre y tengo que hablar con ambos. No hagan preguntas, sólo salgan.
—¡¿Qué?!— Ambos se sorprendieron que el chico hubiese llegado.
—Cómo dije, sólo salgan y no hagan preguntas.
Dicho esto, ambos jóvenes salieron pasando a un lado de los Todoroki. El mayor estaba con la mirada hacía arriba, y el menor estaba detrás de su padre con la mirada baja.
—Buenas noches.— Saludó el peli-morado, pero ninguno respondió.
Ambos pasaron y se sentaron frente a frente del peli-negro. El chico todavía no levantaba la mirada, pero simplemente no podía, no se sentía capaz de mirar hacía arriba. No se sentía capaz de mirarlo a él, no por vergüenza ni odio, sino por pena.
Continuara...