40. Amor y ambiciones.
—Gracias por escucharme.— sonrió un poco apenado, se sentía un poco mejor, la presión en el pecho que lo acompañó esos días había desaparecido, aún así se sentía culpable y triste, pero ya no se detestaba tanto.
—No me agradezcas, estoy para apoyarte. Has pasado días duros, ten un poco más de cuidado. — le devolvió la sonrisa —¿te acompaño a casa?—
Dudo unos segundos, su departamento estaba completamente desordenado y lleno de polvo, un paso dentro de ese lugar y ollie se daría cuenta de las pésimas condiciones en las que se encontraba.
—Nah, estoy bien ya.—
—No puedo dejarte ir solo— su preocupación era clara, apretó un poco más fuerte su mano —Te acabas de levantar, ¿qué pasa si te desmayas en el camino?—
—No soy tan débil wacho, calmate.— aparto su mano del contrario, aunque estuviera enfermo y en la cama de un hospital no quitaba el hecho que no le gustaba el contacto físico.
Podría estar muriendo pero su espacio personal era lo más importante.
—Spreen...— insistío —si te pasa algo en el camino ¡viviré con la culpa!–
—¿Qué me va a pasar según vos?— se burló —Ya estoy bien, el doctor dijo que me podía ir, lo único que podría pasarme es que me atropelle un carro y no soy tan pelotudo, creo.—
—Spreen no bromees así— regaño para luego soltar un suspiro dandose por vencido —Esta bien , mandame un mensaje apenas llegues ¿Okay?—
—Claro mamá— bromeó.
—Si no resivo el mensaje voy a tu apartamento con todo y ambulancia, no es broma.— advirtió con seriedad.
—Dale, esta bien.— miró su brazo nuevamente con las agujas conectadas, ya quería quitarlas de una vez. —Que vergüenza que nos volvamos a encontrar así, dos veces... que mala suerte.—
Ollie asintió un poco triste pero luego bromeó, intentaba hacerlo sentir un poco mejor. —¿Seré acaso tu ángel guardián?—
—Que mal trabajo hacés entonces, voy a demandarte.—
Los dos rieron ante la broma, las horas pasaron entre risas y anécdotas, ollie contaba sobre su nuevo trabajo de pintor y sobre sus desastrosas citas y que estaba destinado a estar soltero, spreen lo escuchaba atentamente y de vez en cuando mencionaba detalles de su vida, principalmente sobre lo que pasó últimamente; la conversación fue agradable, nada se sintió forzado y los dos se desahogaron un poco.
El doctor vino tiempo después para darle de alta, le dio algunas recomendaciones que no presto atención, y finalmente pudo cambiarse, agarrar sus cosas e irse de ahí, claramente antes se despidió de ollie y se pusieron de acuerdo para salir un día de esos.
Tuvo que pedir un taxi, el hospital estaba algo alejado de su casa pero no había problema, en el camino pudo descansar un poco y despejarse, miraba atravez de la ventana a los otros autos pasar y a las personas caminar.
Queria dejar de pensar por unos segundos, sabía que se estaba lastimado pero era imposible, ahora su conciencia y sus recuerdos eran sus peores enemigos, ¿como luchar contra algo que está dentro de ti?
Amor, cerro los ojos al intentar describir esa sensación.
No era fácil describir un sentimiento tan grande, algunas personas no lo han sentido y no creen que se algo impresionante como dicen, otros en cambio lo han sentido tantas veces que a perdido lo especial.
El antes de conocer al hechicero era parte del primer grupo, amor, no era algo que buscará, no era algo que rondará por su cabeza, no era algo que lo emocionara, no era algo que deseara sentir.
El amor te volvía débil, hacia de hicieras locuras y cambiaras cosas en ti, te preocupaba y te mantenía despierto, te lastimaba y no había consuelo, eso pensaba.
Miraba a su madre y compraba esa idea que tenía, ella en el pasado fue hermosa e inteligente, nunca se callaba ante lo que no le parecía, siempre tuvo claro sus objetivos y su ambición solo podía ser compara con el gran sol, tenía planes y un futuro brillante, tenía todo a su favor hasta que un día conoció a su padre.
Su padre, un estudiante rebelde y demasiado soñador para seguir reglas, era muy inteligente pero su comportamiento "infantil" provocaba que sus maestros lo tacharan de inmaduro y una pérdida de talento, pasaba largas horas tocando en una banda con sus amigos, él no tenía planes a futuro, le gustaba vivir la vida un paso a la vez.
Cuando se conocieron, sus ideas totalmente diferentes hicieron que sintieran curiosidad por él otro, después de un veloz año se enamoraron perdidamente, tal vez ese fue el error de ambos, querían entregarse por completo y estar siempre juntos. Cambiaron sus ideas y metas, sus vidas dieron un giro de 360 grados, su madre dejó sus ambiciones y brillante futuro y las tiro a la basura para casarse, su padre dejó sus sueños y vida despreocupada de adolescente para formar una familia con ella.
Los dos, al final, terminaron odiando en lo que se habían convertido.
Desde que era un niño se dio cuenta, cuando lo dos hablaban del pasado podía notar un brillo en sus ojos, se notaba la tristeza y nostalgia que sentían, pero cuando ellos se miraban y lo miraban, no había rastro de ese brillo, parecía que el amor entre ellos se había apagado hace varios años ya.
Creció temiendo enamorarse, ¿sus ambiciones tornándose sin valor por alguien? era algo que lo aterraba y le generaba imnsonio, juraba que nunca se enamoraría, nunca haría nada para que eso siquiera pasara por su mente.
Quería ser alguien en la vida, alguien famoso que todos admiraran, estar en las conversaciones de todos y que hablaran de él con total admiración por lo que haría.
Eso pensaba, esas ideas tenía, y eso creía, hasta que encontró al hechicero, el cambio todo sus planes por completo, por primera vez entendió la expresión "el corazón no sigue reglas", vivió todo lo que juro evitar, sintió todo lo que juro nunca sentir, hizo las mismas cosas que tanto juro no hacer.
Amar y arriesgar todo por una sola persona le parecía ridículo hasta que se topo con ese lindo chicos de ojos miel.
Estaba enamorado.
Amor.
Algo que aborrecia y detestaba, pero que ahora tanto anhelaba volver a sentir y ser correspondido por ello.
—Llegamos.— la voz del conductor lo sacó de sus pensamientos, el antes de bajar del taxi pagó por el viaje.
Uan vez fuera se dirigió a su apartamento, uso el ascensor de ahí porque estaba seguro de que si usaba más escaleras tendría que visitar nuevamente el hospital.
Una vez frente a su puerta saludo cordialmente a una vecina que salía del apartamento continuo al suyo, cruzaron una par de palabras antes de que el entrará a su casa.
Una vez dentro se dio cuenta la gran diferencia de iluminación que había, prendió todas las luces que vio y se dirigió a la cocina, comenzó a desempacar todo y ordenarlas en donde correspondían, dejó afuera café de pasar y algunos huevos para prepararse una tortilla y finalmente darle algo a su estómago.
Luego de eso intentaría leer algo, mientras terminaba de preparar el café recordó lo que le había prometido a ollie, prendió su celular, tuvo que ignorar cierto chat que lo volvería a deprimir, busco a ollie entre sus contactos.
TOMATE ALIEN
Ya estoy acá. <<
ya has tus cosas tranquilos mamá XD<<
Casi de inmediatos el mensaje fue marcado como leído, no pudo evitar reír, al parecer su amigo estaba pegado al celular esperando su mensaje.
>>Que bueno hijo =)
Sonrió y apagó el teléfono, sirvió el café recién hecho en una tasa, tomó un sorbo, se sentía extraño, no se había percatado de lo seca que se encontraba su garganta, tenía sentido si recordaba que no había tomado nada de líquido.
El sonido de un mensaje recibido llamó su atención, prendió su celular, otra vez era de ollie.
>>¿Quieres ir a una fiesta?
>>Me invitaron pero me voy a
sentir sólito =(
Alzó una ceja, ¿esa era su excusa para sacarlo de su casa?
Una fiesta no era un idea llamativa, salir a un lugar lleno de luces de colores que golpeaban su rostro continuamente, gente en un espacio residuo bailando y bebiendo, olor alcohol... No era algo que le gustaría hacer ahora.
Pero eso era mucho mejor que volver a la misma rutina destructiva y descuidada que giraba en comer poco y dormir casi todo el día, aún no estaba cien por ciento convencido.
Uhm... ¿cuándo es? <<
¡HOLAAA! 💕💕
¿Cómo están gente bonita? Espero que bien.
No se salvan de mis actualizaciones 😈, ollie es el típico amigo que cuando te ve triste te invita a una peda JAKAJAKA.
Spreen modo : ¿deprimirme o ponerme pedo?
No tengo mucho más que decir, aparte de agradecerles por el gran apoyo a esta historia, ya somos 35k <3.
Hice una Playlist para honrar esta ocación (es adicto a la música y hacer Playlist para cualquier cosa)
https://open.spotify.com/playlist/1wR09uKOiwoQ8fzVXrDRu8?si=bStVqPujSsqaoXHIGidoXA&utm_source=copy-link
Puede encontrar el link directo en la bio de mi perfil <3.
Sin nada más que decir, me despido, les deseo un excelente día.
BAYYYY.
—Willi.