Amateur ꩜ abo! larry

By tomlinhot

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Harry es un omega con un cachorro en casa y un trabajo que lo explota sexualmente. Louis quiere ser su único... More

Amateur
Guía
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39

Capítulo 32

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By tomlinhot

esta actualización existe porque una lectora me deposito para que actualizase jjsjaj, say thank u (y si quieres apoyar mi trabajo o tienes alguna petición comisionada, puedes comunicarte conmigo vía instagram <3)

  
 

La manera en la que Louis deja caer al omega en la cama con sus manos en la cadera del menor y sus labios aún unidos en un beso lento, es suficiente para robarle un suspiro a Harry.

La lengua tibia del alfa se abre paso por su cavidad arrebatando su aire y dejándole necesitado de más.

El sabor a vino se cuela en los besos que comparten y Harry termina jadeando cuando Louis toma su labio de prisionero y deja un par de mordidas en él.

Quizá su cabeza no puede concentrarse por completo, y más que sentirse embriagado por el alcohol, son las caricias del alfa que lo tienen ligeramente mareado y sintiéndose flotar entre suaves nubes.

—Louis —jadea al apartarse del mayor, tomando una bocanada de aire. Su pecho sube y baja con rapidez y no tarda en notar que el estado del hombre es exactamente el mismo.

En lugar de decir algo más, Harry toma el borde de su propia camisa y se deshace de ella sacándola por su cabeza y dejándola caer en algún lugar que ahora mismo no le importa. Deja que Louis le mire de esa manera que ha descubierto que tanto le gusta, y cuando ve que se el hombre se humedece los labios; termina por sonreír.

—Siempre tan bonito —dice Louis en un suspiro pesado.

Harry ensancha su sonrisa y deja que la mano curiosa de Louis llegue hasta su vientre para después dejar caricias lentas mientras sube hasta llegar a su pecho.

Con el alfa entre sus piernas, Harry solo puede jadear cuando éste empuja su pelvis hacia adelante, haciéndole sentir ese bulto en su entrepierna que le genera un escalofrío por la columna vertebral.

Al ver su reacción Louis no puede evitar sonreír con malicia. Harry deja que el otro comience a besar su pecho casi con desespero, permitiendo que su lengua tibia saboree todo lo que el omega tiene para ofrecer.

Un gemido alto se escabulle de los labios de Harry cuando Louis toma uno de sus pezones entre sus dientes y mordisquear un poco. La mano del muchacho viaja rápidamente hacia el cabello del hombre y tira de sus hebras con fuerza cuando el escalofrío se intensifica y la sensación de hormigueo en su vientre comienza.

Puede sentir la sonrisa de Louis incluso cuando no puede verle, y éste solo se dedica a succionar y morder siendo guiado por los gemiditos que salen del omega, demasiado atento de algún cambio en él que le advierta que no lo está haciendo correctamente.

En cierto momento Harry no puede soportarlo más. Recoge sus piernas y las envuelve en la cintura del hombre mayor, empujando su cuerpo más cerca de él en el proceso y gimoteando cuando los dientes de Louis continúan perforando la piel de sus pezones.

Hay algo ahí que provoca tanto dolor y placer al mismo tiempo en el omega que él ni siquiera puede explicarlo. Esa sensación de ardor que deja en él incluso días después es de sus cosas favoritas, y ni siquiera sabía que era tan sensible en ese lugar hasta que Louis comenzó a jugar de esa manera con él.

—Louis, Louis, Louis —Harry le llama con rapidez cuando el dolor es tan fuerte que no puede soportarlo más—. Louis, para, creo que voy a…

Sin embargo, el hombre ni siquiera se molesta en detenerse, conociendo a la perfección que este es el momento exacto en el que Harry siente mucho más placer.

Harry siente una de las manos del hombre deslizarse por su torso hasta que encuentra la tela de su pantaloncillo deportivo. Sin siquiera ver, Louis tira de él hacia abajo lo suficiente como para poder encontrarse con la ropa interior del muchacho y sentir su miembro erecto a través de la tela.

—No, Louis, no, no, no —chilla rápidamente cuando el alfa introduce su mano hasta tomar su miembro y juguetear con la punta de éste.

Los quejidos de Harry no son más que por puro capricho, Louis lo sabe. En realidad, ninguno de los dos quiere detenerse y ambos lo disfrutan lo suficiente como para estar tan duros y doloridos como se sienten ahora. Es por eso que, después de echar un vistazo hacia arriba y encontrarse con una expresión preciosa en el omega, el hombre mayor comienza a mover su mano en el miembro ajeno de arriba a abajo con velocidad regulada.

—Ay, Louis —Harry gime con fuerza tirando del cabello castaño del otro.

El mencionado sonríe con malicia cuando Harry comienza a elevar su pelvis en un movimiento desesperado al mismo tiempo que tira con más fuerza de su cabello.

Louis jadea al sentir el tirón cada vez más intenso, y solo por gusto acelera el movimiento de su mano en el miembro ajeno para también dejar de molestar uno de los pezones de Harry e ir rápidamente hacia el otro.

—No, Louis, voy a acabar, lo juro —dice tan desesperado como puede estar en una situación como esta.

—Hazlo —Louis incita—. Quiero verte hacerlo. Luces precioso.

Y ahí está ese tono de voz que es ronco y casi un susurro que a Harry tanto le gusta.

Toda la estimulación que recibe le hace chillar desesperado, y ahoga un grito cuando esa sensación tormentosa llega a su punto máximo para luego comenzar a derramarse en la mano de Louis y su propio vientre.

Los ojos de Harry se encuentran completamente cerrados, su boca abierta en una peña O, y la punta de sus pies contraídas por el orgasmo que acaba de atravesar.

Louis le deja en paz cuando todo lo que tenía que salir se encuentra fuera, y suelta el pene del omega solo para tomar el semen en el vientre del muchacho con dos de sus dedos y llevarlos hacia la boca de Harry, quien se sorprende en primer lugar, pero termina por tragar sus propios fluidos con un gemido de satisfacción al ver la mirada de Louis encendida por la pequeña acción.

Rápidamente Louis se aleja para tomar de la mesa de noche uno de esos pañuelos que han comprado especialmente para situaciones como éstas —Harry ya había expresado su descontento en que el alfa le dejase tendido en la cama para buscar una toalla en el baño con la que limpiarlo— y no tarda ni un segundo en limpiar su propia mano y los restos del líquido transparente de la piel pálida del muchacho.

Cuando los pañuelos se encuentran en alguna parte del suelo es cuando Louis finalmente se aparta y deja libre a Harry, quien tiene problemas para regular su respiración. Aún así, se deja mover por el alfa para que se deshaga del resto de la ropa que le cubre, y este no tarda tanto en volver a su lugar para unir una vez más sus labios con los del omega.

Harry se apresura a presionar a Louis contra él una vez más, solo siendo consciente de la humedad en su entrada cuando entra en contacto con la piel del mayor y siente su lubricante gotear de él.

Louis gimotea por la sensación y se aparta un poco del omega solo para repetir la acción. Harry le ve al rostro mientras lo hace y termina demasiado afectado por la expresión que invade al alfa cuando su miembro entra en contacto con los fluidos del menor.

—Tu lubricante huele tan bien —Louis dice con los ojos cerrados y las cejas fruncidas cuando repite una vez más el movimiento.

—¿Sí? —Harry cuestiona con una sonrisa en sus labios, llevando sus brazos hacia Louis para posarlos en su nuca.

—Me vuelve loco —murmura, olfateando—. Todo tú me vuelve loco.

El omega se ríe bajito. Aunque no lo admitiría nunca en voz alta, él sabe que esta es la parte favorita de Louis, cuando está tan excitado que ni siquiera piensa en lo que dice y sólo lo deja salir.

—Es algo bueno, ¿no es así? —agrega el ojiverde solo por gusto propio.

El alfa asiente una única vez llevando su mano hacia la entrada del omega. Solo con su dedo índice se atreve a tocar el borde del agujero del muchacho, conteniendo el aliento cuando su dígito se resbala por todo el lugar gracias a la cantidad exagerada de fluidos que se acumula allí.

Harry deja salir un gemido largo cuando ese mismo dedo es introducido con lentitud en su agujero, Louis ahogando un suspiro ante la sensación.

El muchacho de ojos verdes se nota desesperado cuando busca los labios del alfa, y solo cuando ambos se funden en un beso lento es cuando comienza a mover su cadera en busca de un poco más.

Uno no es suficiente, pero cuando Louis introduce un dedo más Harry tiene que apartarse del beso que comparten para alzar sus caderas y poder dejar salir un gemido completamente satisfecho.

Al verse uno al otro ambos sonríen. Louis luce tan satisfecho de solo generar placer en el omega y Harry ni siquiera piensa en hacer algo por el alfa porque realmente disfruta demasiado ser atendido de esta manera y que toda la atención se centre en él antes, durante y después de compartir intimidad con el mayor.

—Un omega tan bonito… —Louis murmura a la nada. Harry sabe que habla de él, pero no se está dirigiendo hacia él en este instante. El hombre mantiene su mirada perdida en el lugar donde sus dedos se pierden—. Un omega tan bonito como tú merece ser tratado de la mejor manera.

La forma en la que la excitación y satisfacción aumenta en Harry parece animar demasiado al alfa. Le besa de manera suave, párpados cerrados y jadeos entre besos cuando los dígitos se remueven en el interior del omega.

Sin siquiera avisar, Louis aparta sus dedos con brusquedad. Antes de que siquiera Harry pueda quejarse, él viaja con velocidad a la entrepierna del menor y deja que su lengua recoja todo lo que se encuentra a su paso hasta encontrar la entrada ajena.

—Oh, no, Louis —jadea el omega. Sus manos toman rápidamente las hebras de cabello del hombre y tira de ellas con fuerza moderada.

En una descarga de placer, cuando Louis comienza a mover su lengua con velocidad en la abertura resbaladiza, Harry hace un movimiento inconsciente con sus piernas. Sus talones tocan la espalda del alfa y su cabeza queda presionada entre sus muslos. Sin embargo, el agarre no es demasiado fuerte y todavía puede moverse con facilidad.

Harry tiene que atrapar su labio inferior con sus dientes por culpa de la increíble sensación que le arropa y le hace alzar la cadera y apretar su abdomen. Louis mantiene sus manos en la cintura del menor y solo se aparta por un segundo para tomar un poco de aire fresco y continuar con su trabajo.

El muchacho apenas puede respirar, se siente como si el aire faltase en la habitación y el sudor ya se ha hecho un lugar en su pecho y espalda. Eso parece no importarle ni un poco a Louis cuando deja sus manos viajar a través del vientre de Harry, pasando por su estómago hasta alcanzar su pecho. Allí, toma con la punta de sus dedos un pezón que ni siquiera puede ver y pellizca hasta escuchar los quejidos del omega.

—No, Louis, para —Harry logra decir luego de tomar aire—. Para, voy a acabar.

Louis ni siquiera se mueve de su lugar. Harry puede sentir la lengua ajena acelerar sus movimientos y ambos pezones siendo pellizcados con fuerza.

El orgasmo llega su avisar. Harry solo puede alzar más sus caderas y respirar profundo antes de que de su miembro brote todo el líquido blanquecino. El cabello de Louis es tirado con fuerza, y el alfa se aparta solo para ver la manera en la que las piernas del omega comienzan a chocar entre sí ante los movimientos que produce.

Todo su cuerpo termina respondiendo ante su orgasmo y Louis tiene la dicha de verle de esa manera.

Los ojos cerrados con fuerza, sus muslos con movimientos acelerados chocando el uno con el otro, y un brazo extendido sobre su cabeza tomando la almohada en un puño es lo que Louis puede observar.

Tan solo esa vista es más que suficiente para hacer que su vientre se contraiga.

Un par de segundos después Harry se detiene por completo. Su cuerpo se relaja y solo queda su respiración pesada y sus ojos cerrados. Louis sonríe antes de abalanzarse sobre él y comenzar a besar sus mejillas completamente sonrojadas.

—Louis… —dice apenas en un gemido bajo.

—Eres tan lindo —Louis murmura de regreso—. Luces precioso estando tan desesperado.

Cuando le besa, Harry le corresponde de la mejor manera, incluso deja su agarre en la almohada solo para llevar sus manos hacia la nuca del mayor.

Se siente perdido, con movimientos lentos y apenas consciente de lo que acaba de pasar. Ni siquiera reconoce la sensación que le atravesó momentos atrás, fue demasiado nueva como para siquiera asemejarse a un orgasmo común.

Louis se aparta para comenzar a dejar besos cortos en la comisura de sus labios, sus mejillas, y finalmente parte de su cuello. Harry puede sentir como apenas le roza la piel con sus dientes, y la sola sensación le envía cosquilleos hasta la punta de sus pies.

—Dame un descanso —Harry dice, su voz apenas escuchándose.

—Ya descansamos lo suficiente —responde el alfa.

El muchacho de ojos verdes jadea cuando el hombre mayor toma una de sus piernas para dejarla sobre su hombro. Allí tiene la oportunidad de besar la piel suave del otro, apenas con unos vellos saliendo de sus poros pues días atrás él mismo le vio depilarse en el baño antes de tomar un baño juntos.

Parece que solo besar no es suficiente, entonces deja también una mordida suave que ha dejado una marca rojiza, y todo lo que puede hacer Harry es removerse bajo el alfa por pura lujuria.

—Tu piel es tan sensible —murmura Louis con voz demasiado baja, como si realmente estuviese hablando con él mismo. Afortunadamente, Harry logra escucharle—. Apenas mordí suave y ya está completamente rojo y marcado.

Quizá Harry esté equivocado, quizá sus pensamientos le están llevando por el lugar equivocado, quizá Louis no tiene dobles intenciones con sus palabras. Aún así, hay una sensación en el omega que provoca un poco de emoción de su propio lobo.

—Bésame —pide el menor—. Y tómame.

Sería un mentiroso si dice que la sonrisa que aquel hombre le ha regalado no le provoca sensaciones extrañas en cada parte de su cuerpo.

—Todo lo que me pidas, te lo daré —Louis le dice en un murmullo—. Siempre.

Después de sus palabras viene un beso que parece sellar sus palabras como si de un juramento se tratase. Harry se deja llevar demasiado cuando la sensación le hace revolotear en su propio lugar, y apenas es consciente cuando el alfa introduce dos de sus dedos en su entrada.

Se siente tan diferente a lo que han hecho antes. No hay palabras obscenas, no existe la necesidad de volver la cama un lío en una hora, no hay ni un poco de sadismo en las acciones de ninguno.

Es diferente.

Los besos de Louis son tan lentos que parecen tortuosos, sus manos le acarician con cuidado y sus ojos están demasiado alerta a cualquier inconformidad de Harry, y él no sabe cómo sentirse al respecto.

—Tan bueno.

Pero ahí están esas palabras que a Harry tanto le gustan. Louis le recuerda una y otra vez todas esas cosas positivas que al menor le sienta muy bien escuchar. Es tan satisfactorio.

Cuando Louis parece seguro de que ha estirado a Harry lo suficiente, retira sus dígitos y los lleva directamente hacia su boca, bebiendo todo el nuevo lubricante que ha dejado salir el omega. La manera en la que lo hace es casi lasciva.

La intrusión llega demasiado rápido. Harry ve a Louis sujetar su miembro en la base con una mano mientras la otra se encuentra en el vientre del omega, impidiendo que pueda moverse. Tan solo la punta de abre paso en el menor, y este ya se encuentra tomando las sábanas en un puño.

—Oh, por Dios —comenta en un suspiro.

La manera en la que Louis se entierra en él es tan lenta que resulta tortuosa. Sus movimientos son delicados y está constantemente mirando los gestos de Harry en busca de alguna inconformidad, pero solo puede encontrar al muchacho con la mirada fija en la pelvis ajena mientras tiene su labio inferior atrapado entre sus dientes.

Cuando se encuentra completamente dentro de él, Louis deja salir un suspiro pesado y se acerca hasta dejar sus manos a cada lado de la cabeza de Harry. Allí, le sonríe, y recibe del otro un pico corto en sus labios.

—Se siente tan… —comienza, sin embargo, le cuesta encontrar las palabras—. Tan caliente por dentro.

Harry solo puede sonreír.

Louis no espera demasiado. Comienza a mover sus caderas lentamente, movimientos cortos y suaves solo para comenzar a adaptarse a Harry, a su cavidad y la sensación que está comenzando a nublarle la cabeza porque han pasado algo así como unos tres días desde que estuvieron juntos de esta manera y él simplemente había olvidado casi por completo lo bien que se siente estar en el muchacho más joven.

Todo lo que puede hacer Harry es llevar sus manos a los hombros ajenos y dejarlas descansar allí mientras su mirada sigue conectada con la de Louis. Ambos se sonríen porque la sensación es buena, están cómodos y no es necesario acelerarlo, se toman su tiempo apreciándose el uno al otro y está bien.

Harry realmente está bien con Louis empapando sus manos con sudor cada vez que las pasea por su blanquecino cuerpo y toca cada espacio de su piel, grabando su textura y esos rincones que aún no se había dado el chance de conocer.

—Eres el omega más bonito que he visto, Harry —Le dice en un instante. El mencionado se siente ruborizar de inmediato y no puede evitar sonreír—. Tan bonito. Me gusta todo de ti.

Las palabras se impregnan en Harry cuál fragancia de perfume. Él le cree, pese a sentir que no es así. Confía en la palabra de Louis como nunca antes en la de nadie más.

Besa en hombro del mayor cuando tiene la oportunidad y empapa sus labios de sudor. Cuando pasa su lengua por allí, el sabor salado llena su cavidad y por alguna razón a él no le molesta.

Los movimientos de Louis aceleran en cuestión de segundos y no pasa demasiado tiempo para que Harry comience a mover sus caderas intentando llegar un poco más allá, obtener más del alfa.

Más, más, más.

No importa cuánto le dé, no será suficiente.

Hay palabras que comparten en medio de los besos fugaces que le roban al otro. Hay caricias que perforan la piel del omega y uñas que crean un camino en la espalda del alfa. Hay gemidos en voz baja, otros que suenan casi como un grito.

Hay tantas emociones, tantos sinónimos en los sentimientos que comparten en lo que parece ser un solo segundo, y no hay nadie que pueda interrumpirles.

El tiempo parece ser perfecto cuando solo se preocupan por ser ellos mismos delante del otro.

En algún instante, después de que Louis se derrama en el interior del omega con un gemido y besos en el cuello ajeno; Harry se deja besar, y con eso confirma lo que ha estado en su mente desde instantes atrás.

Harry realmente no tiene planes de alejarse de Louis.

   

   

——☆——

   

   

La luz del mediodía se cuela por la cortina un poco corrida cuando Harry sale del baño.

Cierra la puerta detrás de él y le lanza un vistazo a la habitación antes de avanzar hacia la cama para unirse a Louis. Las sábanas están arrugadas y dos de las almohadas se encuentran en el suelo, pero ni siquiera tiene energía para levantarlas.

—¿Qué hora es? —pregunta cuando su cuerpo se encuentra con el de Louis bajo las mantas, y no tardan ni un segundo en abrazarse una vez que sus pieles se juntan.

Louis abre los brazos para Harry, quien deja caer su cabeza en el pecho desnudo del otro. Cierra los ojos al mismo tiempo que una sonrisa pequeña aparece en sus labios ante la calidez que encuentra de esa manera.

Ahora que se ha limpiado y ha ordenado un poco el desastre que ambos han hecho, es cuando se detiene a pensar cuán cómodo siente compartiendo un momento como este junto a Louis.

Y sí, claro que se ha recostado otras veces en su pecho —usualmente Louis es quien lo lleva hacia allí—, y claro que en muchas ocasiones el alfa se dedica a acariciar su cabello después de haber tenido sexo. Sin embargo, todo se siente tan diferente hoy.

Harry ocupa un segundo de su tiempo solo para cuestionarse si es que acaso está imaginando todo y sacando conclusiones apresuradas de la situación.

—Las once.

Pasan unos minutos de esa manera. Son conscientes de que el otro está despierto, pero solo abrazarse parece ser suficiente para ellos.

El silencio se siente cómodo, pero ahora Harry tiene cosas en su mente.

—¿Cómo le diremos a los cachorros? —dice al cabo de un buen rato.

—¿Que estamos juntos? —Louis inquiere. Harry asiente, su cabello moviéndose al mismo tiempo y rozando la barba de días del alfa—. No lo sé… ¿Deberíamos salir hoy?

Harry niega con la cabeza.

—Fueron al Zoológico, estarán agotados.

Desde su lugar, Harry puede darse cuenta de que Louis está asintiendo.

—¿Cómo crees que se lo tome Nimbe? —pregunta después de unos minutos.

Escucha a Louis reír con la nariz muy cortamente, y los dulces movimientos de los dedos ajenos en su espalda ascienden hasta su cabeza.

—Sé que va a estar muy feliz.

El menor sonríe sin mostrar sus dientes, pero termina mordiendo su labio inferior cuando una sensación que ni siquiera puede describir se cuela por los dedos de sus manos y llega hasta su pecho.

—Es una muñeca —Harry agrega.

La idea de Nimbe estando verdaderamente feliz de que Harry esté con Louis, hace que el omega se sienta tranquilo. Si ella está feliz, ¿significa que Alexander no presentará problema?

Aunque la única vez que se encontró con él le demostró ser una persona tranquila —y extremadamente hablador—, a Harry termina inquietándole un poco que sea una de esas personas molestas y entrometidas.

—¿Kenai? —Louis dice sacándolo de sus pensamientos—. ¿Crees que lo tome bien?

Harry larga un suspiro y sonríe.

—No lo sé… —murmura con inquietud—. Una vez… Una vez dijo que quería un novio para mí. Pero no sé cómo pueda reaccionar cuando se lo diga. Siempre hemos sido solo nosotros dos junto a Zayn.

Louis larga un suspiro, lo que provoca que Harry alce su cabeza solo para verle. Cuando el alfa encuentra su mirada, algo se revuelve en el pecho del menor.

—¿Y… El padre de Kenai?

Harry parpadea al ver el azul claro en los ojos de Louis; una sonrisa pequeña aparece en sus labios, quizá siendo culpa del vino que tomaron con anterioridad y pintó sus pensamientos de un color rojo intenso una vez más después de haber drenado gran parte de su energía momentos atrás.

—¿El papá de Ken? —repite el omega. Louis asiente completamente atento al muchacho—. Él… —Se interrumpe dejando caer la vocal en el aire.

Ni siquiera sabe que existe.

Aunque las palabras no logran escapar de su boca, Harry puede sentir el sabor amargo que deja el rastro de la oración.

—¿Estás…?

—Cuando me embaracé no volví a verlo —responde el omega interrumpiendo al hombre antes de que siquiera lograse formular una pregunta.

Al echar un pequeño vistazo a su rostro, Harry se encuentra con una expresión neutra.

Louis no está juzgando. O si lo hace, no permite que su mirada le delate. Esa pequeña señal es la que acelera aún más el corazón del omega.

—Él no sabe de Kenai, entonces —dice Louis como si estuviese buscando llenar algún vacío entre las palabras del menor. Harry niega con la cabeza y se toma de un solo sorbo los dos dedos de vino que aún quedan en la copa, sin siquiera dejar que una mueca aparezca en su rostro.

—Creo que no.

Louis alza las cejas antes de volver a dejar retomar los movimientos de sus dedos en la espalda desnuda del menor.

—¿Por qué no sabe, Harry? —cuestiona el hombre.

Harry sabe que ambos están demasiado embriagados como para siquiera tomar demasiado en serio su conversación; sin embargo, él de alguna manera necesita dejar salir aquello y liberarse apenas un poco de la carga que siente en su pecho con más constancia de la que debería.

—Oh, porque me mudé de ciudad antes de saber que estaba embarazado de Ken —responde al cabo de unos segundos.

—¿No pensaste en buscarlo y, ya sabes, decirle?

Harry se toma el atrevimiento de removerse en los brazos del hombre hasta que su cabeza descansa sobre su pecho una vez más. Ahí puede escuchar los latidos acelerados del alfa.

Sin poder evitarlo, Harry deja caer sus párpados y suspira. Se siente tan tranquilo, sus dedos revoloteando fuera de su control y sus ideas completamente calmadas.

Secretamente, en su cabeza se ha reproducido esta conversación un par de veces, cada una diferente a la anterior, en situaciones tan alejadas la una de la otra. Pero en todas tuvo ese presentimiento de que estaría agitado, sin embargo, se siente tan tranquilo como cuando habla con Zayn al respecto.

—Era demasiado joven para entender que Ken merecía también un papá, ¿sabes? —responde sin detenerse a organizar todas las palabras que vienen a su cabeza—. Y fueron, uh, ya sabes… A veces las cosas se complican un poco.

—Oh… —Es todo lo que Louis puede responder.

Harry sonríe y asiente solo esperando que Louis realmente le entienda, comprenda su razón, por muy carente que parezca, y quizá, solo quizá, el omega también está deseando que aquel hombre pregunte un poco más al respecto.

Louis comienza a acariciar el hombro del menor con cuidado mientras bebe un poco más del vino, humedeciendo sus labios bajo la atenta mirada del omega, quien tiene su cabeza inclinada hacia arriba.

—Sí tuvieras la oportunidad, ¿se lo dirías?

El omega toma fuertemente su labio inferior antes de cerrar los ojos suavemente por unos segundos. Repasa un poco en su cabeza antes de abrir sus párpados una vez más y tomar un bocanada de aire.

¿Será prudente…?

—Creo… —comienza con la voz entrecortada, deteniéndose un segundo para aclararse la garganta—. Creo que solo si es necesario.

Él puede adivinar que el alfa ha fruncido sus cejas.

—¿Solo si es necesario?

Harry asiente.

—Sí —murmura una vez más—. Si su vida está bien sin que él lo sepa, entonces no se lo diría, no sería necesario.

Louis hace un pequeño ruido con la garganta que Harry no puede descifrar, le pesan demasiado los párpados.

—¿Kenai no te ha preguntado sobre su papá?

Ante la interrogante, Harry quiere soltar una pequeña risa.

—Lo ha hecho dos veces en toda su vida —responde en cambio—. La primera vez entré en pánico porque ni siquiera sabía que él tenía una idea de lo que era un papá. La segunda vez lo veía venir.

—¿Qué le dijiste, entonces?

Harry sonríe al recordarlo ahora como algo tan gracioso, aunque en aquel entonces le tocó los nervios con la punta de una tijera.

—Cuando sucedió por primera vez, le dije que algunas personas tenían dos mamás, o dos papás, incluso uno de cada uno o ninguno —responde con la voz baja—. Parece que entendió perfecto que en nuestra familia solo éramos mamá, cachorro, y un adolescente que a veces parecía un tío y otras veces un hermano mayor.

Escuchó a Louis soltar una risa pequeña y le sintió negar con la cabeza.

—Pero él se refiere a Zayn como tío, ¿no es así? —inquiere, curioso.

Harry vuelve a morder su labio inferior con menos fuerza esta vez.

Él ha decidido que hablar un poco no está mal. Ahora que realmente ha empezado con Louis, tiene que aceptar que el hombre también merece ser parte de su vida más privada, de Kenai, y quizá de Zayn también.

—Llamarle tío es algo que hace desde hace muy poco tiempo —responde finalmente el omega—. Años atrás, incluso antes de estar embarazado, Zayn solía llamarme mamá, y lo hizo durante mucho tiempo. Kenai comenzó a llamarme de esa manera solo porque escuchaba a Zayn hacerlo.

—Oh… —Louis deja salir de sus labios. Hay algo más en la punta de su lengua que él quiere dejar salir, pero no sabe si con ello estaría acercándose a los límites de Harry.

El omega se da cuenta de ello casi enseguida.

—Ya, pregunta, no te lo guardes.

Louis se mueve solo para ver su rostro con una sonrisa en sus labios. Se atreve a tomar el mentón del menor y buscar su boca solo para dejar un beso simple y delicado en el lugar, con un sonido tan bajo pero tan íntimo.

Al regresar a su posición inicial, Louis se siente con un poco más de confianza.

—No me malinterpretes, pero… ¿No era raro que te llamase de esa manera cuando apenas eres unos años mayor que él? ¿No tiene veinte?

Harry niega con la cabeza un par de veces con una sonrisa en su rostro.

—Diecinueve —corrige rápidamente, tomándose un segundo para humedecer sus labios antes de retomar—. Cumplirá veinte hasta dentro de unos meses. Pero está conmigo desde que tenía… ¿Ocho o nueve? No estoy seguro, era bastante pequeño en ese entonces —sonríe ante el recuerdo de aquel cachorro desconcertado que llegó hasta él en la casa de los omegas por pura casualidad.

—¿Fue…? —Louis quiso comenzar, sin embargo, no había notado que realmente no es lo suficientemente valiente como para mencionar aquello por cuenta propia.

Sin embargo, Harry asiente.

—Sí, ambos estábamos en la misma situación en aquel entonces —concluye con simplicidad—. Creo que cuando lo vi por primera vez sentí lástima porque lucía exactamente como yo, pero más pequeño.

A Louis se le erizaron los vellos de los brazos tan rápido como Harry comenzó a hablar.

—¿Estaba en ese lugar estando tan pequeño? —Cuestiona con la voz ahogada.

Harry imita una sonrisa triste porque eso es lo que pasa por su mente cada vez que lo recuerda. Solo tristeza. Un poco de impotencia también al pensar en la manera tan injusta en la que la vida los ha tratado, pero la tristeza nunca abandona su corazón.

—Uhm —Harry responde con un sonido en la garganta que suena como una respuesta afirmativa—. No sabemos siquiera cómo es que llegó allí. Zayn no recuerda nada más que su nombre, apellido, y la ciudad donde nació.

—Oh —Louis alarga la vocal. Harry no puede evitar que una sonrisa triste se apodere de él. El alfa jamás lo entendería—. ¿Su cerebro lo bloqueó o algo así?

—No lo sé. Zayn se ha rehusado por años a ir con algún especialista que le ayude a lidiar con todo lo que pasó.

Hay un silencio pequeño donde solo se escuchan las respiraciones de ambos yendo casi a la par.

—¿Y tú? ¿Has tratado con eso? —pregunta el mayor.

Harry sabe que Louis lo ha pensado demasiado antes de cuestionarlo, y solo por eso decide que no le dejará con dudas al respecto.

—Ah, yo… Yo no lo necesito.

Pese a que no hay ningún temblor temblor su voz, Harry se siente morir por dentro al decir aquello.

¿Está siendo completamente honesto con Louis?

—¿No?

Harry niega con la cabeza. En este instante agradece no tener que verle a los ojos.

—No. Tampoco tengo tiempo.

Ante sus palabras el alfa se remueve. Sin embargo, Harry no tiene intenciones de abandonar el lugar que ahora ocupa, y solo puede comenzar a jugar los vellos en el pecho del hombre mayor.

—¿A qué te refieres?

Un suspiro sale sin que Harry pueda detenerlo.

—Uhm… —Harry comienza, sin embargo, se detiene para aclararse la garganta—. Tengo que encargarme de Kenai, sus tareas, comprar las cosas que necesita y también de Zayn, su universidad, sus útiles, ayudarle en sus tareas y todo lo que necesite —Su voz es baja. No porque quiera, sino realmente no puede hablar más alto—. Solo… No he tenido un verdadero descanso en años como para ocuparme en cosas que no son realmente necesarias ahora mismo.

Cuando termina, el silencio es tal que Harry piensa repetir lo que ha dicho solo en caso de que Louis no le haya escuchado. Pero antes de preguntar si le ha entendido, el alfa se adelanta.

—Ya veo —murmura—. ¿Y tú no has tenido que encargarte de tus estudios?

—Oh, no —responde el omega enseguida—. Yo no he estudiado.

Louis deja pasar unos cuantos segundos antes de volver a hablar. Cuando lo hace, Harry se da cuenta de que suena diferente.

—¿Por qué?

—Bueno, no lo sé —Harry dice. Alza su cabeza para poder encontrar su mirada con Louis, quien no aparta su vista de sus ojos verdes—. Mi madre me retiró de la escuela primaria y cuando pude irme del hogar de omegas tuve que buscar un sustento para Zayn y para mí. Y no mucho tiempo después quedé en estado, entonces…

Las palabras quedan en el aire, no dice nada más porque realmente no es necesario.

Louis frunce ligeramente sus cejas.

—Entonces solo te encargas de que Zayn y Kenai estudien, pero no lo haces tú.

Harry deja que sus labios se conviertan en una sonrisa pequeña.

—Exacto.

Antes de poder evitarlo, Louis se mueve hasta que sus labios tocan la frente del menor. Allí deja un beso corto y se sonríen sonríen uno al otro cuando el alfa se aparta.

—¿No te gustaría retomarlo? —Le pregunta cuando vuelve a dejar su cabeza sobre la almohada.

—Ah, claro que sí. Tengo en mente hacerlo cuando Zayn se gradúe de la universidad.

—Pero eso es en años, Harry.

El muchacho asiente.

—Estoy bien con eso. Quiero asegurarme de darle todo lo necesario para que se titule y después buscaré donde yo pueda concluir la primaria, al menos.

—Uhm…

Hay silencio.

Harry no deja de sentir las caricias en su espalda, pero solo hay silencio. El pecho de Louis sube y baja con tranquilidad, el aire se siente fresco y el aroma del alfa le hace sentir cómodo.

Pero hay mucho silencio.

Justo cuando Harry abre la boca para emitir un sonido, Louis se adelanta.

—¿Qué te parece si buscas toda la información para que retomes tus estudios cuanto antes?

—¿Cuanto antes? —repite.

Louis asiente.

—Hazme saber apenas tengas toda la información para que comiences a estudiar.

—Oh… —Es todo lo que Harry puede decir mientras baja la mirada.

—Por favor, encárgate de eso. Yo me preocupo por los gastos.

Cuando alza la mirada y se encuentra con los ojos zarcos del hombre mayor, el pecho de Harry parece que va a estallar de felicidad.

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