♡MARIPOSSA♡

By y_onntta050

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Jeon Jungkook, un alfa respetado, pandillero e intimidante. Jeon Jimin, un omega que es su médico personal... More

●Prólogo●
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●20●

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By y_onntta050

¡AVISO!

Este capítulo contiene:
Torturas.
Manipulación.
Drogas.

Violencia.

Y mucho drama.

Si no les gusta o son temas que les incómodo, pueden saltar a otra historia, pero si quieren seguir tengan cuidado, no quiero que se sienten mal :(


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"Lamentamos decirle que el teléfono que has marcado, no está disponible, deje su mensaje después de la señal"

". . ."

El móvil cayó sobre la cama, era la quinta vez que llamaba y nada, suspiró llevándose las manos a la cabeza, desordenando su cabello y cerró los ojos buscando tranquilidad, no sabía nada de Jennie desde hacía un mes y estaba apuntó de darle algo.

Lisa miró su móvil, la pantalla permanecía en negro, sin ninguna notificación y menos las de ella, suspiro triste, preguntándose cuando se había arruinado todo.

¿Por qué Jennie no le respondió...?

¿Ya no quería verla...?

La peli morena se levantó de su capa respirando con dificultad, sintiendo las lágrimas caer por su mejilla y su corazón romperse de nuevo en miles de pedazos, esto de la ley del hielo la estaba volviendo loca y en serio necesitar saber qué hizo mal, tal vez hablando podía arreglarlo.

Se miró en el espejo de cuerpo completo alado de su armario, no tenía el mejor de los aspectos, ropa sucia usada como pijama, el maquillaje corrido por su cara y sus ojos rojos de no haber dormido en días, frente al móvil esperando, una llamada o un mensaje.

Algo que le indicara que su amada estaba bien...

Verse de aquella manera bajo aún más su ánimo, sintiéndose insignificante y pequeña en aquella habitación.

Tal vez ya había encontrado a alguien...

Un alfa, con quien podía salir a la calle y tener citas, sin tener que esconderse, fingiendo ser amigas cercanas, sin máscaras...

Alguien con quien ser libre.

Aquel pensamiento fue el que terminó de derrumbar a Lisa, cayó de rodillas sobre la alfombra azul marino, rompiendo a llorar, ocultándose en sus manos.

¿Por qué el amor dolía así...?

¿Acaso no podían amarse?

¿Qué había mal...?

Si tan solo hubiera sido Alfa...

Li...

La llamó su beta, sintiendo a su humana abrazarse a si misma con fuerza, perdiendo las fuerzas.

Hasta que sintió un hilo rozar su brazo, dirigió su mirada hacia el culpable y abrió los ojos al ver la pulsera que Jennie le regaló.

Su regalo de cumpleaños.

Con tristeza acarició aquellas mini trenzas hechas pulseras, de colores pasteles y decorada con un osito rosa tierno, una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, recordando el día en que se la dio...

~Flashback~


Había recogido todo para volver a casa, las clases de piano habían terminado y deseaba llegar a su hogar, pero no tuvo en cuenta las noticias de la mañana, donde anunciaban lluvia y ahora se encontraba mojada bajo el toldo de una pequeña tienda, esperando a que la lluvia cesará.

No era su mejor día, como siempre fue despertada por los gritos de sus padres hacia su hermana Jisoo, quien había olvidado su compromiso de permanecer soltera hasta su boda con Jeon, ella no quería y se negaba, ya que había encontrado el amor, pero padre y madre no pensaban igual.

Lisa paso de largo, con la cabeza agachada para no verlos a la cara, ni siquiera la felicitaron por su cumpleaños...

Una vez en la escuela de música, había vuelto a sentarse sola, ella lo prefería a si, ya que era algo tímida y le agobiaba hablar con más de una persona.

Aun sabiendo que era su cumpleaños, nadie la felicitó, ni siquiera su abuelita la había llamado, como hacía todos los años.

Parecía nadie acordarse de ella...

-¡Hey, hola! -dijo una voz femenina a su lado, ella se giró a ver y abrió los ojos al saber que se trataba de Jeon Jennie, su compañera de piano.

La beta se acercó con un paraguas extra en su mano y con una sonrisa la extendió hacia Lisa, quien la miraba confundida, sin saber qué hacer.

-Te he visto salir sin paraguas y te compré uno, toma- dijo Jennie, sonriendo y teniendo las mejillas un poco rojas, parecía que había corrido una larga distancia, por que respiraba con algo de dificultad- No quiero que enfermes, así que toma es para ti.

La peli morena finalmente agarró el paraguas con dudas, viendo como la beta seguía mirándola sonriente.

-¿Ocurre algo...? -pregunto Lisa, hablando por primera vez, aunque su voz salió algo temblorosa.

Jennie negó con la cabeza riendo.

-No, no pasa nada, solo quería darte esto también- dijo metiendo la mano en su bolsillo para sacar una pequeña bolsa rosa y dársela.

Miro la bolsa en sus manos y la abrió con cuidado, su corazón empezó a latir y pudo sentir sus mejillas poniéndose de color rojizo, con sus dedos agarro aquel pequeño regalo, una pulsera hecha a mano y con un hermoso osito en ella.

Levanto la mirada hacia la beta, sin saber qué decir o hacer en ese momento.

-Es mi regalo por tu cumpleaños - dijo algo nerviosa, desviando la mirada a otro lado- no te dije nada en clase porque me daba vergüenza y no sabía cómo dártelo...

Lisa quedó en blanco mirando a la beta, ver cómo sus mejillas se ponían más rojas y sus ojos brillaban como estrellas.

La burbuja que se había formado, se rompió debido a que el teléfono de la peli negro empezó a sonar, lo sacó y vio que era su madre, suspiro para guardar de nuevo el aparato, sonrió de vuelta a la beta.

-Creo que debo irme a casa, que pases un buen cumpleaños y ojalá ser amigas -dijo con hermosa sonrisa.

Iba a despedirse igual hasta que sintió los labios de la beta sobre su mejilla, dejando un dulce beso que no duró mucho, pero le hizo sentir miles cosas y más unas hormigas en su estómago

Para cuando despertó de su trance, la peli negro corría lejos, despidiendo se con el brazo en alto, diciéndole adiós a los cuatro vientos. Llevo la mano donde sostenía la pulsera y el paraguas a su pecho, notando los latidos fuertes y rápidos de su corazón, la cara le ardía como el fuego y una extraña sensación en su interior.

Como si una ola la hubiera arrollado a un montón de mantas suaves y blandas, siendo envuelta en una relajante sensación de calidez y tranquilidad.

Se había enamorado...

~Fin del flashback~

Después de aquel día empezaron a hablar, a salir y al principio se hicieron amigas, pero después de meses, el amor floreció en sus corazones, llegando en cumpleaños de Lisa, donde consiguieron la valentía para confesarse y empezar su noviazgo.

Lisa amaba a Jennie.

Ella le había mostrado tantas cosas y le había ayudado con su timidez, había conseguido hacer amigos y conocer nueva gente.

Quería estar con ella.

En verdad ella quería a Jennie, no, mejor dicho, la amaba y pensaba ir a por ella.

Lisa bajó rápidamente las escaleras, con su abrigo marrón puesto y las llaves en su mano, dispuesta ir por el amor de su vida, llegó hasta la sala principal, donde vio a su padre reír alegremente con el señor Kim, esta simplemente los ignoro.

Su padre se dio cuenta de su presencia, dejando de reír para mirar la directamente.

-Hija, ¿no saludas a tu tío?-dijo su padre sonriendo, mirando al señor que tenía al lado y asentir.

A regaña dientes detuvo sus pasos y se puso al frente de los mayores, inclinándose a hacer una referencia y saludar como era debí, eran familia de buen apellido y debían mantener su elegancia.

-Hola tío Kim, me alegra verlo por aquí ¿puedo conocer la razón de su visita? -dijo Lisa sonriendo, siguiendo el protocolo que inventó su padre, repitiendo como un loro la forma de hablar.

El señor Kim hizo también una reverencia, pero sentado en el cómodo sofá, mirando a la hija de su amigo, ya crecida y le sorprendía el cambió que había hecho, le gustaba.

-He venido a contarle a tu padre que voy a encontrarme con un viejo amigo, uno del cual tu padre también se alegra saber, verdad? -dijo apoyando su mano en el hombro del otro y los dos empezando a reír.

-Si, todavía recuerdo esos tiempos -dijo el padre de la beta, con una sonrisa nostálgica, pero volviendo a mirar a su acompañante- ¿Se lo has contado ya a Park? A él también le encantará saber de tu vuelta con Jhope.

-Cuando le llamé me atendió su esposa, me dijo que se encontraba con un omega ocupado y que estaría ocupado todo el día -dijo levantando los hombros indiferente.

-Ay Dios, él nunca cambia sus hábitos- dijo entre risas, uniéndose le el señor Kim.

Lisa simplemente río nerviosa, sin entender nada ay con unas ganas de irse de ahí, aprovecho el momento en que los altas empezaron a hablar de nuevo, para irse hacia la puerta sin hacer ningún ruido, pero en ella encontró la mirada preocupada de su madre, con los brazos cruzados.

-Madre...

-¿Piensas ir a por ella? -dijo la mujer de golpe, mirando a su hija con el ceño fruncido e impidiéndole el paso hacia la puerta, no la dejaría salir.

Lisa bajo la mirada sabiendo lo que le esperaba, conocía a su madre y sabía que volvería a sacar el tema, estaba harta de tener que escuchar su discurso sobre el honor o la importancia de la familia.

-Debo de ir a hablar con ella madre -dijo con una voz calmada, no quería discutir, solo salir lo antes posible.

-No entiendo tu fijación por esa chica, cuando tienes mucho mejores hombres en tu escuela y en tu clase de piano, no comprendo-dijo la mujer arrugado su frente, marcando más sus patas de gallo y haciendo su expresión más marcada.

Se notaba desde lejos su molestia, su postura era de ataque, con los hombros rectos y brazos cruzados mostrando su molestia, sus cejas unidad y arrugadas, más la notoria mueca en sus labios, los cuales estaban algo torcidos.

-Mama, a mi me gustan las mujeres y es algo que deberías ir aceptado-dijo en un suspiro, mientras cerraba los ojos lentamente, conociendo la reacción de su madre ante aquello.

Sus brazos se soltaron cayendo hacia cada lado de su cadera, su rostro se volvió pálido, pero su expresión cambio a una más agresiva, ahora con los ojos algo rojizos y sin que su mano temblará, golpeo con ella la mejilla de su hija, haciendo que su rostro se girará hacia otro lado, dejando la marca de sus dedos en su piel, con la respiración algo alterada se quedó mirando a su hija, con dolor en sus ojos.

-No pienso aceptar que mi hija es una maldita fresca y menos una enferma-dijo sin ningún remordimiento, haciendo énfasis en cada palabra, como si estuviera veneno a través de ellas.

La peli morena quedo mirando el suelo unos segundos, queriendo procesar lo que había ocurrido, su madre la había golpeado por primera vez, antes únicamente eran gritos y palabras hirientes, donde dejaba en claro lo mucho que la repudiaba y deseaba que fuera como su hermana, pero nunca llegó a ese extremo, donde sentía la zona de su cara caliente y con cierto escozor.

Llevo su mano lentamente hacia aquel lugar, pasando la punta de sus dedos por su mejilla, sintiendo como le dolía cada vez que apretaba un poco, el calor de su piel y el escozor fueron lo que la dejaron en shock, pero más le sorprendió la mirada de odio de su madre, cuando levantó la mirada aturdida y sin entender por qué de aquel golpe, encontrando los ojos rojizos de su progenitora, asesinando la con esa mirada.

Diciéndole " Te odió " con esos ojos brillantes.

-Me duele ver como mi hija menor se pierde en el camino de la depravación y echa a perder su vida por una etapa, tu apellido merece más que ser mandado por tus estupideces- dijo la mujer con una expresión de dolor y enfado combinados, levando sus manos a su pecho como si en verdad le doliera y lo hacia, aquello le dolía de verdad en el alma, pero lo por su hija,sino por el honor de la familia y mas si golpeaba sus creencias.

Aquellas palabras fueron las detonantes para que Lisa perdiera la paciencia, borrando la regla de respetar a tus padre de su mente y tirando toda la casa por la ventana, harta de todo, miro a su madre fijamente y con una expresión fría, sin mostrar cobardía.

-Te duele antes que yo sea lesbiana, que las infidelidades de papá con la vecina? -dijo mirando sin poder creer lo que escuchaba, vio como su madre se quedaba callada, mirándola fijamente abriendo los ojos sorprendida.

Sabía que aquello golpeo el orgullo de su madre, había escuchado las discusiones de ellos por las veces que lo encontró con la vecina y ella se volvió loca, preocupada aún más por el que dirán o por lo que pensaría de ella, que por lo que ocurría es un horrible matrimonio.

La mujer respiro hondo, tratando de calmar sus impulsos de gritar o golpear a su hija.

-Él es un alfa, ellos tienen otras necesidades -dijo con la voz más neutra que pudo, fingiendo que aquello no le dolió, con la cabeza en alto.

-Lo que tienen es el ego muy alto y todos los habéis puesto en la cima, papa es un infiel de mierda y encima quiere hacer como si nada-dijo Lisa sin apartar la mirada de su progenitora, con valentía paso por su lado y abrió la puerta- A ya tu si quieres vivir una mentira, yo no pienso quedarme aquí para verte derrumbada en los escombros de tu orgullo madre.

La mujer no dijo nada, Lisa suspiro sin esperar una respuesta de ella estaba dispuesta a cruzar la puerta, entonces es cuando su madre se giro a verla con el ceño fruncido, señalando la con el dedo de una forma no muy agradable.

-¡Si sales por esa puerta perderás tu futuro Lisa y ya no tendrás una casa a la que volver! -dijo en un gritó, el cual se escuchó en toda la casa, dejando en shock a las sirvientas que se encontraban limpiando.

Lisa se detuvo unos segundos, suspiro para girarse a ver a su madre una última vez, con una mirada de pena miro a esa mujer y suspiro de nuevo.

-Mi futuro es Jennie, madre y no pienso perderla.

La mujer únicamente se quedó mirando a su hija, sin decir ninguna palabra, pero con aquella triste mirada, expresaba su decepción ante la actitud de la beta, rompiendo así la conexión madre hija, si alguna vez había existido.

Sin decir más cerro la puerta tras de sí, sabiendo que ahora sería más odiada por su progenitora, pero poco le importó cuando empezó a correr hacia la ciudad, con miles de lágrimas recorriendo su rostro y sus pulmones trabajando el doble, respirando con dificultad y sintiendo sus pies doler, pero poco le importó, tenia un objetivo fijo en una persona, la persona en quien podía ayudarlo y ese era ;

Jeon Kai.

















»»--⍟--««


En la enfermería, Jimin mecía al pequeño Taehyung entre sus brazos, plácidamente sumergido en sus sueños, bajo la mirada cálida de su padre, quien por primera vez sonrió desde el corazón, con pequeños brillos en sus ojos, acariciando con cuidado las mejillas del pequeño, apreciando su rostro como si fuera un sueño, desconectado de lo que ocurría a su alrededor, ignorando al joven omega que preparaba un biberón para Taehyung, utilizando la leche que Hoseok había dejado, ya que Jimin se encontraba muy débil y no odia darle pecho, algo que puso triste al peli rosa.

Sentía que estaba volviendo a fallar como padre, aparte causándole molestias al omega, sintiéndose una carga para todo y todos.

Jimin volvió a la realidad, cuando sintió un peso sobre la camilla, hundiéndola un poco, se giro lentamente encontrando la sonrisa cálida de Han, quien le entrego el biberón y este lo agarro con algo de duda, coloco al pequeño sobre sus pierna, moviéndolo un poco para que despertara abriendo sus ojitos y una vez empezar a darle de comer, no se podía ver, pero Taehyung estaba sonriendo, le agradaba tener comida suficiente.

Ya no le dolía la pancita y no tenia ganas de llorar.

Ahora tenía una familia y comida, estaba tan feliz.

Han sonrió de una manera triste, observando al peli rosa concentrado en alimentar a su bebé, en su pálido rostro, se veían los rastros de lágrimas secas cayendo por sus mejillas y sus ojos se veían irritados, cansados, miraban con una pequeña sonrisa al pequeño en sus brazos, mientras hacia un brillo en sus ojos.

Era una imagen tierna, pero con un aura demasiado tristes, pareciera que Jimin observara a Taehyung después de mucho tiempo, asombrado acariciaba las regordete mejillas de este, notando como había subido de peso, recordando las veces que lo había cargado y no pensaba nada.

Taehyung era un saco de piel y huesos, a veces no podía ni ver lo, cuando los huesos sobresalía bajó su piel y el pequeño llorando pidiendo comida, mientras Jimin lo abrazaba entre lágrimas pidiéndole perdón.

Aquélla imagen en el orfanato vino a su mente, haciendo que sus ojos se cristalizar an, sintiendo un nudo en su garganta, deseando haber podido darle una mejor vida a su pequeño.

Mientras por otro lado, Han sentía algo de envidia ante aquello, no conocía al omega frente a sus ojos, pero verlo con su cachorro, cuidando de él y protegiéndolo, creando un vínculo entre ellos...

Lo hacia sentir envidia.

Envidia, ya que él soñaba también tener eso algún día, tristemente nunca iba a pasar.

Su corazón se encogió un poco, sintiendo ganas de llorar, pero simplemente suspiro para después sonreír.

-Tienes mucha suerte Jimin -dijo Han, mirando ahora al pequeño bebé.

Sus palabras confundieron al peli rosa, quien no pudo evitar mirarlo con duda, siendo mirado de vuelta por el omega, mientras este le sonreía como si nada.

-¿Suerte...?-dijo en un murmuro, confundido y con dudas, colocando bien a Taehyung en sus piernas, para que estuviera más cómodo.

-Si, tienes un hijo y un alfa que os protege ante todo -dijo con una sonrisa, pero sus ojos mostraban un aura de tristeza, mientras sus manos pasaban por sus rodillas, quitando el sudor de ellas- Ojalá yo pudiera tener eso...

Su voz salió muy suave, casi ni se podía escuchar, su mirada se perdió en algún punto de la habitación, aquello llamo la atención de Jimin, quien miraba al omega confundido, notando el aroma a hierba mojada recién cortada, reflejando la tristeza de Han.

-Ojalá yo tuviera un alfa como Jungkook, que me defendiera de todo y todos. -dijo con una sonrisa algo apagada, jugaba con la tela de sus pantalones y después río un poco- La pelea estuvo muy reñida, pero no se dejó vencer, es increíblemente fuerte.

¿Pelea?

¿Acaso había escuchado mal?

¿De qué pelea hablaba?

-¿Qué pelea...?-pregunto mirándolo aún más confundido.

¿Qué había pasado mientras estaba inconsciente?

-¿No lo sabes?-lo miro sorprendido, con los ojos bien abiertos y el peli rosa negó con la cabeza con duda- Jungkook se peleó con los alfas de antes, el peli plateado de la pandilla Kim.

Han se sentó de una manera más cómoda sobre la camilla, siendo seguido por la mirada de Jimin, quien esperaba la respuesta a sus dudas, lo miro de vuelta.

-Según lo que escuche decir al señor Min, Jungkook encontró a los alfas hablando de forma asquerosa de ti y los golpeo -dijo con una cara de asombró, abriendo los ojos y exagerando sus expresiones- Uno a uno los obligó a subir al rin, donde peleó contra todos y ganó, llevando casi todo de las ganancias de las apuestas, es un hombre impresionante.

Dio un suspiro con la mano en el pecho y una sonrisa de enamorado en la cara, recordando cono fue la escena, donde el peli marrón se veía tan fiero, pero sexy a la vez, había quedado impresionado por el alfa, mientras que Jimin trataba de procesar toda la información, perdiéndose en su mente y pensamientos, cuando una imagen llegó a su cabeza, creando un nudo en su garganta.

Hacia unos minutos el peli negro estaba en aquella habitación, llena de heridas y sangre, mirándolo con un brillo en los ojos y en su rostro se notaba un ligero cansancio, sus nudillos sin carne y su ceja partida en dos, derramando sangre por su cara, llegando hasta su mandíbula y caer por su cuello.

-Entonces...las heridas de Jungkook...-dijo mirando al omega frente a él, quien asintió sin pensarlo dos veces.

Ahora todo tenía sentido...

Pero....

¿Por qué?

¿Por qué Jungkook hizo eso...?

¿Por qué...?

No lo entendía...

Han asintió bajando la mira.

-Sus heridas eran peores, por suerte pudimos coser las puñaladas-dijo mirando el bote de basura a una esquina de la habitación, la cual estaba al punto del desborde,de lo llena que estaba de pañuelos llenos de sangre.

-¿Pu-puñaladas?...

La expresión de susto del pelo rosa parecía un cuadro, el brillo de sus ojos se había perdido y sus pensamientos estaban revueltos, mientras en su pecho se juntaban miles de sentimientos, los cuales despertaron al escuchar aquella palabra, sintiendo su corazón alterarse.

Por alguna razón la preocupación nació en él, aunque aquello era normal, al fin de acabo era un ser humano.

Pero por qué sentía su alma escapar de su cuerpo, de solo pensar en que fuera Jungkook...

-La única norma en las peleas aquí, es no matar a nadie, todo lo demás esta permitido, incluso las armas -dijo como si nada, como si aquello ya fuera algo de todo los días, en si era cierto.

Jimin no sabía que sentir en ese momento.

Simplemente tenía un sabor amargo en su boca y una presión en su pecho, mientras el pequeño Taehyung lo miraba curioso, viendo las manos de su padre temblando.

¿Qué había pasado?

¿Por qué su papá estaba temblando?


















»»--⍟--««



Jin entro en aquel lugar con la cabeza agachada, siendo escoltado por unos hombres vestidos de negro, llevándolo hacia una habitación a oscuras y solo era alumbrada por luces rosas, dándole aquel ambiente cálido y cómodo para los que estaban en el, descubriendo escondites secretos del cuerpo humano.

En medio de todo estaba el hombre a quien Namjoon lo había vendido, riendo y abrazándose a otros dos hombres, los cuales parecían tener edades parecidas, a su alrededor vestidos de manera sugerentes se encontraban omegas encadenados a los bancos, pero una sonrisa, claramente forzada en la cara.

No entendía por qué lo había traído a ese lugar, sacándolo de su casa casi con prisas, bajo los gritos de su mujer y los llantos de sus hijos, pero al señor poco le importó, subiendo lo a su camioneta y llevándolo a aún edificio a la afueras, donde ellos esperaron unos hombres en negro.

Estaba viendo la decoración, cuando sintió una mano sujetar fuerte su cintura y acercarlo a un cuerpo ajeno, levanto la mirada y encontró la sonrisa orgullosa del señor, también escuchando los pasos de sus amigos acercarse a ellos.

-Este es el omega, no es hermoso?-dijo acercando lo más hacia él y pasar su lengua por sus labios.

Los hombres delante de él no se cortaron en nada, a la hora de mirar a Jin, ni siquiera respetaron su espacio personal, llegando a colocar su nariz en su cuello y olfatear lo, poniéndolo nervioso y volviendo la situación incómoda para el peli morado, llegando a causarle terror por como lo miraban.

¿Qué iban a hacerle...?

-Woa Park, esta vez sí te luciste con tu conquista -dijo uno de los hombres acercándose a Jin y empezar a acariciar le el hombro por debajo de la camisa que tenía- Además se ve muy sumiso, te has ganado la lotería.

-Déjalo Marcus, que seguro van a querer divertirse los dos solos -dijo el señor Kim, Jin lo reconoció ya que se parecía mucho a Namjoon, hasta tenía sus mismos hoyuelos.

Dicho y hecho los dos señores se fueron, entre risas, iban de camino a pasar la bien con otros omegas, mientras el señor Park llevaba a Jin agarrado del brazo hasta el segundo pisó, susurrando le cosas al oído y rozar su nariz en su cuello, pero este no sabía lo que le decía, su mente había quedado en blanco, dejándose llevar por sus piernas.

Entro en la habitación siguiendo las ordenes del alfa mayor, sumiso permanecía con la cabeza agachada, fue desprendido de todas sus prendas, quedando semi desnudo en medio del lugar, bajo la mirada fija del señor Park, quien se lamia los labios y tensaba su mandíbula, se le fue entregada una bolsa al omega y en ella había una prenda especial, del color de la seda pura un vestido semi-corto, con un escote de encaje y detalles de flores en los hombros, al igual que en las mangas, aquello fascino al peli morado, abriendo los ojos en grande, cuando sintió la suavidad de la tela y su brillo lo dejo un poco aturdido, era un prenda cara y fue comprada para usarla de la peor forma.

Para cumplir la turbia fantasía del señor...

No habían abierto la boca desde que subieron, el anciano únicamente usaba sus manos para ordenarle moverse, señalando en donde debía ir o si debía acercarse, la verdad era demasiado incomodo, sobre todo por los gritos de los omegas de fondo, aquellos gritos que al oído de los alfas o betas serian gemidos, pero Jin los conocía, eran gritos de auxilio.

Cerró los párpados, apretándolos con fuerza, intentando concentrarse en otra cosa que no fuera aquello, sentía muchas ganas de llorar y inconscientemente llevo sus manos a su barriga, murmurando un "lo siento" el cual salía de su alma y esta se encontraba rota en mil pedazos.

-Te queda tan bien el vestido, resalta tus hermosos hombros- dijo el señor, susurrando cerca de su oído con los ojos cerrados, pasando sus manos por los hombros del peli morado, deslizando sus dedos hasta su espalda baja y después meterlas bajo el vestido.

Jin quería llorar.

La piel de sus palmas era áspera, parecía que tenia cuchillos en ellas, estas fueron recorriendo sus muslos, aprontándolos con morbosidad, mientras su cuello era devorado por el alfa, quien mordía y lamia cada zona, causando ruidos muy asquerosos y respirando cerca de su piel, subió hasta llegar a su vientre abultado, empezando a aplastarlo con algo de fuerza, alterando a Jin quien detuvo las manos del señor, sujetándolo rápidamente de las muñecas.

Gesto que no le gusto al alfa.

Gruño rozando sus colmillos en el cuello del peli morado, mandándole el primer aviso de que estuviera quieto, por instinto el omega de Jin obedeció, bajando la cabeza sumiso, mientras por dentro rezaba de que no le hiciera nada

-¿Qué crees que estas haciendo pequeño?- dijo con una voz gruesa, con su boca tras la nuca de Jin y golpeando con su caliente aliento, sentía unas inmensas ganas de morderlo, para marcarlo como suyo- ¿Acaso quieres que use la tortura Jhile contigo o tu bebe?

La sangre de Jin se congela, sintió una ráfaga de aire frío golpear su espalda, empezando a temblar bajo las manos del señor Park, mientras este lo seguía besando hasta quitarle el vestido, dejando expuesto su pecho.

-Por favor...

De sus labios temblorosa y junto a un desesperado llanto, suplicó con los ojos cerrados, no quería ver lo que aquel alfa le iba a hacer, sentía demasiado miedo, pero eso no impidió que las manos del hombre no se detuvieran, siguiendo su camino hasta llegar al pecho de Jin, en ese momento dejo de respirar por unos segundos, sintiendo como las garras del alfa se empezaban a hundir en su piel, mordió su lengua con fuerza para no gritar.

-Deténgase...Por favor -suplico Jin asustado, mientras una lágrima caía por sus rojos ojos y sus labios temblaban un poco, al igual que su pecho al respirar.

No quería seguir en ese lugar, odiaba los lugares así...

Estaba odiando el simple hecho de haber nacido...

El omega se estaba rompiendo en un llanto silencioso, desgarrando su interior con el peor de los dolores, uno el cual nada podía curarlo y la terrible sombra del señor Park sobre él, quiero sin hacer nada, simplemente respirando contra su cuello y rozar sus colmillos en su piel.

-¿Quién te crees que eres?- dijo el hombre con una voz gruesa y mostrando su molestia, gruñendo en bajo.

¿Por que los omegas no obedecían y ya?

Siempre tenían que ser tan molestos...

Le molestaba que fueran tan frágiles e inútiles.

El cuello de Jin fue apresado por sus manos, comenzando a ahorcarlo con fuerza, lo empujo haciendo que cayera hacia delante, abriéndose las rodillas contra el suelo, la piel del peli morado era muy fina, eso era debido a la falta de nutrientes y su mala alimentación, quedo en el suelo, tosiendo y quejándose del escozor que sentía en sus piernas, respirando intranquilo, mirando como la sombra del señor paseaba a su alrededor, como si fuera un depredador asustando a su presa.

-Jhile -dijo usando su voz de mandó, empujando al omega con su pierna, haciendo que cayera sobre su barriga y golpeara el suelo con su cara, llenándose de la suciedad de este.

Aquel alfa se alejó para acercarse a una puerta en la esquina de la habitación, aquel pequeño instante el omega pudo levantarse de alguna forma, no sabia de donde consiguió la fuerza para hacer lo, pero corrió hasta la puerta principal, tratando de abrir la a toda costa, pero esta estaba bajo llave, aunque no se dejo rendir empezando golpearla con las manos y arañando la madera desesperado, desgarrando su garganta con gritos de auxilio, sabía lo que le esperaba y no quería estar ahí.

No quería sufrir más...

-¡Ayuda! ¡Por favor alguien me ayude! ¡Va a matarme!...¡MATARA A MI BEBÉ!-gritaba mientras golpeaba la puerta sin parar, sintiendo en su frente un dolor incesante y su cuerpo temblaba entre sollozos.

De la fuerza que usaba, aunque fuera en vano, sus nudillos se abrieron en pequeñas, pero dolorosas grietas, chorreando pequeños hilos de sangre, que recorrían toda su mano hasta caer por su muñeca, pero no le importó, siguió golpeando de mil formas aquella maldita puerta, tirando del pomo con todas sus fuerzas y apretar sus dientes al punto de casi romper los, quería salir de aquel lugar, sus fosas nasales se abrían y cerraban al ritmo que sus pulmones respiraban, llegando a marear lo, sintiendo su vista nublarse y empezar a perder el equilibrio.

No.

No podía derrumbarse ahora, su bebé lo necesitaba y no podía fallar...

Levanto sus manos temblorosos y golpeó lentamente la madera de nuevo, sintiendo su cuerpo perder las fuerza, bajando los niveles de adrenalina en su interior, terminando por derrumbarse sobre la puerta, llorando en silencio escuchando los latidos de su pequeño, pidiendo perdón.

Shhff

Su corazón, el cual todavía latía a mil por hora, se detuvo de golpe, cuando escucho el ruido de un filo ser destapado y lentamente giro su rostro hacia su origen, encontrando la brillante hoja del cuchillo, en la mano del anciano alfa, quien lo miraba con los ojos ligeramente rojos y una sonrisa terrorífica dibujada en su rostro, acercándose lentamente hacia Jin, quien no pudo reaccionar, cuando su cabello fue apresado entre los dedos del señor y este lo derrumbó contra el suelo.

-No por favor... Lo lamentó, pero por favor no haga daño a mi bebé...-pedía Jin entre sollozos, mientras era arrastrado por el suelo y llevarlo hasta los pies de la cama.

El alfa simplemente lo ignoró, comenzando a desabrochar su cinturón lentamente, haciendo que el miedo y angustia de Jin fueran más grandes, mirándolo con ojos inquietos cada movimiento que hacía, la mirada del alfa se había vuelto fría, casi un témpano de hielo y eso solo era la guinda del pastel, su verdadero dolor empezó con solo un rápido movimiento, donde su cuello fue rodeado con el cuero del cinturón, siendo apretado con fuerza, rompiendo casi su cuello de inmediato.

Milagrosamente eso no pasó, pero también fue una desgracia, ya que el omega se encontraba retorciéndose con las manos en su cuello, tratando de quitarse aquel cinturón, fuera lo que fuera, arañando su piel, hasta el punto de arrancarse la primera capa de esta, empezando a sangrar, pero eso no se comparaba a la sensación de presión sobre su cabeza, sentía que en cualquier momento iba a explotar, el color de su rostro se fue oscureciendo al pasó de los minutos, sus ojos también estaban a nada de salir de su lugar y el aire escapaba de su interior, se estaba ahogando y sintiendo el terror de no poder respirar.

-Mira lo que pienso hacerte, abre bien tus ojos, quiero que lo veas perfectamente -dijo el señor, cortando el cinturón de un movimiento y haciendo que Jin diera una bocanada de aire, respirando de nuevo.

Pero apresar de su mareo, el miedo era más fuerte en esos momentos.

-¡No...Por favor! ¡Piedad...! ¡Piedad!... -los gritos de Jin, eran lo único que se llegaba a escuchar del todo en aquella habitación, sus intentos fallidos de liberarse, hacia que el dolor fuera peor.

Parecía que nada iba a detener aquello, sus manos fueron a pasar a sus partes íntimas, donde no tuvieron piedad, sin preparación y menos sin conocer sus intenciones, los dedos del anciano entraron en él de golpe, sin poder tener tiempo a reaccionar estos empezaron a moverse, abriéndose en tijera o simplemente hacia todos lados.

De la boca de Jin podrían salir gemidos, peros sun ojos derramada lágrimas de dolor, su cuerpo temblaba ante la sangre que caía de esa zona, acababa de tener un desgarró y pareció no importarle al señor Park, quien con una sonrisa siguió torturando al omega, excitando se ante la expresión de sufrimiento del otro.

-Si fueras un buen omega, tu alfa no te hubiera vendido como si fueras un objeto- dijo mientras lo tiraba del cabello y metía otro dedo más en su interior, haciendo la herida más grande aún, un chillido salió de su garganta-Si fueras buen omega no tendría que tratarte así.

¡Mentira! ¡Namjoon nos quiere!

¡Jin no le hagas caso, Namjoon nos quiere...!

Gritaba su omega desde su interior, negándose ante la idea de que el moreno no los amara.

Namjoon los amaba.

Se había hecho cargo de ellos y los saco del orfanato cuando se enteró de mi embarazo, eso me puso tan feliz, por fin iba a tener la familia que siempre había soñado, iba a ser libre, pero Namjoon no estaba sólo, él estaba comprometido con Rose, aquello destrozó su corazón, ya no quería estar en aquella casa, sintiendo como el alfa hacia el amor todas las noche y a veces llegaba a ignorar lo...

Pero sus besos...

Los abrazos...

Y a veces las pequeñas caricias lo hacía quedarse, se sentía amado cuando eso ocurría.

Namjoon lo amaba.

Él lo sabía.

-No... -negó con la cabeza, no queriendo aceptar la realidad, el moreno lo había dejado ahí, solo, pero él seguía pensando lo mismo - Él me quiere... Me quiere... -repitió entre lágrimas, tratando de hablar bien, pero su garganta estaba dañada y está se cerraba involuntariamente.

El anciano alfa rio, acercándose hacia el rostro del omega, colocando el filo del cuchillo frío, sobre una de sus mejillas, pasando la parte cortante por esta, haciéndole una larga línea roja, sus miradas se conectaron y una escalofriante corriente recorrió su espalda, empezando a temblar.

-Si tú alfa te ama, por qué dejaría que yo hiciera esto? -dijo mientras levantaba el cuchillo y apuntaba al vientre del omega, asustando lo, Jin trato de empujarlo, apartarlo de él, pero era demasiado débil para pelear contra el.

-¡No por favor no!... ¡Mi bebé no, por favor! ¡Mi bebé! -gritó entre lágrimas, mientras intentaba detenerlo, pero más fue su angustia cuando el cuchillo estaba demasiado cerca de su vientre.

Su piel se abrió mediante el cuchillo iba bajando por aquella curva, sin llegar a abrirlo del todo, solo dejando expuesta su segunda capa, pero no todo quedó en eso, cuando la mano del alfa se alzó mostrando una vela, la luz de aquella brillante llama iluminó sus pupilas, su cuerpo se congeló al ver cómo inclinaba la vela, hasta que una gota de la cera derretida cayó sobre la herida abierta.

Todos los músculos de su cuerpo se tensaron, el grito de dolor que había soltado reflejaba aquel escozor, sentía la cera secarse sobre su carne, quemando esa parte y no sólo quedo ahí, siguiendo la línea de la herida fue dejando caer la cera sin pudor, ignorando los gritos y súplicas del pelo morado.

Jin deseaba perder la conciencia de una vez, ya no quería sentir todo ese dolor.

Era su infierno en vida.

La vela se acabó, quedando sus restos sobre el cuerpo maltratado del omega, Park saco los dedos de su entrada con cuidado de no quemarse con la cera, dejando que aquella zona se dañara aún más, disfrutando de la imagen de ese río de sangre manchando el colchón y el tembloroso cuerpo del omega, quien no dejaba de llorar, teniendo ya los ojos muy hinchados, al punto que casi no podía ver nada, escuchando solo sus gritos y los suspiros de placer que hacia el alfa.

-Tu piel es tan suave...-dijo en un susurró, bajando por él pecho, dejando un cálido de besos, impregnando su olor en la piel del omega, pasando sus manos sin ningún pudor por sus piernas, clavando sus garras en ellas, haciendo chillar en bajo y él solo pudo sonreír nostálgico- Me recuerdas a él...

Subió sus manos, pasando por el cuello del omega hasta su dañada mejilla, quemada por la cera de la vela y apretó sobre ella, sintiendo una sensación satisfactoria al escuchar el sollozo del más bajo, dibujo en su rostro una sonrisa y fue cerrando los ojos mientras se acercaba a los labios de Jin, juntando sus bocas en un beso apasionado, donde claramente Jin no podía negarse, dejándose hacer por el alfa.

Ya no podía más...

Su cuerpo había llegado a su máximo...

Respirar siendo lo único que su cuerpo podía aguantar, pero aún así, causándole mucho dolor...

Los segundos fueron pasando, en los que aquel hombre estuvo tocando lo sin ningún pudor, mientras el cuerpo de Jin reaccionaba ante sus toques, gimiendo dolorosamente y temblar bajo el cuerpo del alfa, sentía asco por no poder controlar eso, él no quería gemir, no quería nada...

Las lágrimas volvieron a salir de sus hinchados ojos, llenos de moratones y sin poder ni siquiera parpadear, quedando fijo su mirada en el techo, rezando de que aquello terminara de una vez.

Hasta que en un momento, el señor Park se acercó a su cuello, sonriente con los ojos cerrados, dejándose llevar por sus instintos y la excitación del momento, beso aquella zona con dulzura, escondiendo en el morbo y empezar a dar las primeras estocadas en el interior del omega, sin tener piedad y importarle poco lo dañada que estaba aquella zona, él solo quería follar.

-Oh Jimin...-gimió el alfa, perdió en la excitación y des variando en sus pensamientos, aumentando los movimientos de cadera, entrando más profundo en el omega.

Fue lo último que escuchó Jin, antes de perder la consciencia del todo.



















»»--⍟--««

Las luces de la mansión se apagaron anunciando la hora de ir a dormir, la noche había caído sobre las montañas, ocultándolas en suma oscuridad y despertando a los seres de la noche, los cuales cantaban bajo la Luna, observando por su ventana las montañas oscuras, un joven beta acariciaba su vientre abultado de cinco meses, tarareando una canción, mientras sonreía, pero su sonrisa era triste.

El rostro del beta estaba lleno de rasguños y golpes, su pelo descuidado y las ojeras bajo sus ojos, indicaban las noches que no podía dormir, bajo el elegante albornoz se encontraba un cuerpo frágil, decorado con marcas de haber sido torturado durante mucho tiempo, pero a pesar del dolor no dejó de sonreír y acariciar su barriga, mirando ahora a la Luna con ojos brillantes.

-Por favor Luna, usted que conoce lo que es perder a un hijo, el dolor del corazón ser roto en dos y el alma escapar de su cuerpo -dijo el beta, recitando lo como si fuera un cantó- Usted que conoce la muerte de un hijo, usted que perdió a Gaueko a manos de su hermano, concederme el deseo de que mi pequeño pueda nacer.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, sintiendo como estas caían por sus mejillas hasta llegar a su mandíbula, la ventana se abrió de golpe dejando entrar una ráfaga de viento, se podía escuchar el sonido del aire golpear las copas de los árboles y sus ramas moverse a su ritmo, la luz de la Luna se hizo aún más notoria para los ojos del beta, llevando sus manos hacia su boca, cerrando los ojos y quedar bajo esa luz entre lágrimas.

Ya no sabía que hacer.

Había pedido tantas veces aquel milagro, de que sus pequeños salieran a delante, pero siempre nacían muertos, le eran entregados sin vida a sus brazos, mientras él los abrazaba entre lágrimas.

Estaba perdiendo la esperanza de que pudiera tener hijos...

Había quedado inútil...

Pronto la suavidad de un abrigo cubrió sus hombros, protegiéndolo del frio de la noche y las puertas de la ventana fueron cerradas con cuidado, el beta abrió los ojos lentamente, derramando lagrimas por ultima vez y girar su cabeza hacia su izquierda, encontrando la figura de su mayordomo personal, vestido con su traje negro, aunque ahora sólo se le veía su chaleco ceñido y la corbata bien colocada en su cuello, su figura era recta y tenía sus cabellos bien peinados.

-Señor Jeon debe de abrigarse, en su estado no puede exponerse al frío.

Su voz era cálida y armoniosa, levanto la cabeza posando su mirada sobre el beta, mostrando una hermosa sonrisa y unos pequeños hoyuelos en sus mejillas, sus ojos oscuros tenían pequeños brillos y una forma muy característica, parecían los de un pequeño ciervo.

-Jungguk...-dijo el beta en un suspiro, bajando la mirada avergonzado de su estado.

El mayordomo se acercó hacia su amo y lo tomó de su barbilla con cuidado, obligándolo a mirarlo a los ojos, conectando sus miradas en una y sonreírle, mientras limpiaba las lágrimas de sus mejillas, pasando su dedo gordo con suavidad sobre su fina piel.

Envueltos en un silencio acogedor fue acercando su rostro lentamente, chocando sus alientos cálidos en uno solo, intensificando los latidos de sus corazones, dejándose llevar por el impulsos de sus deseos de sentir al otro, la manos del mayordomo se deslizaron hacia su nuca , pero con su dedo gordo levanto la mandíbula del beta, haciendo que sus labios se rozaran, una corriente eléctrica recorrió sus cuerpos y sus pupilas se dilataron ante aquel pequeño placer.

Necesitaban besarse.

Sentir los labios del otro sobre los suyos.

Cuando sus labios estaban por tocarse por completo, en un movimiento rápido el señor Jeon bajo un poco su cabeza, rompiendo así el momento mágico, desviando incluso la mirada , para no sentir la del otro.

-Jungguk... No puedo...-dijo con nervios y cierta duda, sintiendo un amasijo de sentimientos y un sabor amargo en su garganta.

-¿Por qué? -dijo mirándolo a los ojos, acariciando la nuca de este, haciendo un pequeño masaje en esa zona y con su otra mano acariciar le la cara, llevando su dedo gordo hasta sus labios y rozar los con malicia- Nuestros Betas se amaban, tus ojos buscan los míos por los pasillos y tus labios llaman a los míos, nuestras manos se juntan para sentir nuestra unión y nuestros corazones no paran de latir pronunciando nuestros nombres...

El beta lo miro con los ojos iluminados, sintiendo su beta gritarle de que lo besara en ese momento, pero su miedo se lo impedía, mordiéndose su labio inferior y apretar la tela de su albornoz.

-Si los dos sentimos esta pasión y este sentimiento tan fuerte en el pecho...-dijo a escasos centímetro de los labios del otro, respirando los dos al mismo tiempo y sin romper la conexión de sus miradas- ¿A qué le tienes tanto miedo Jaen...?

Abrió los ojos en grande al escuchar su nombre salir de los labios del otro, sonaba tan hermoso como lo pronunciaba y sus latidos se volvieron gritos de emoción, haciendo peor su lucha interna, aquellos sentimientos se encendieron como el fuego entre la hierba seca, haciendo que soltara feromonas de amor, pero con un toque triste en ellos.

Aquello no quitaba el miedo que sentía.

-Tengo miedo de lo que puedan hacerte... -dijo en un hilo de voz, sintiendo sus ojos cristalizar se otra vez, llevando ahora él sus manos hacia las mejillas del otro, tocando su rostro y sintiendo el frío en esta- No quiero imaginar lo que podrían hacer si descubren lo nuestro, no quiero que te alejen de mí, siento que mi corazón moriría si eso ocurriera...

Sus lágrimas se derramaron mientras el otro las limpiaba con cuidado, colocándole bien los pelos sueltos y dejando pequeños besos sobre su frente, sonriendo tiernamente, mientras lo veía a los ojos.

-Me da igual lo que me pase, yo quiero permanecer a tu lado, por favor no me apartes...-sus palabras salieron desesperadas, mirándolo con los ojos inquietos y parecían apuntó de romper en llanto- No me rompas el corazón de esa manera...

-Jungguk...

-Si esto es una despedida, entonces déjame besarte por una última vez.

Sin dejarlo responder unió sus labios con los del más bajo, empezando a moverse con suavidad, disfrutando cada segundo de aquella magnífica sensación, Jaen dejó de poner resistencia para dejarse llevar, abrazando el cuello de su mayordomo, profundizando aún más en ese último beso.

El cual marcaría aquella noche.

Como su última noche juntos....



[. . .]

Abrió los ojos con algo de dificultad, las luces blancas de la habitación lo dejaban algo aturdido, el pitido de las máquinas era el único sonido que había en el lugar, en un suspiro largo se levantó con cuidado, sintiendo los pinchazos del dolor en su cuerpo, cerrando los ojos para concentrarse en aguantar aquello.

Por un segundo se había olvidado de donde estaba.

Aquel recuerdo se sintió tan real...

Levanto la mirada cuando escucho el ruido de la puerta abrirse, dejando ver un chico alto medio moreno, rasgos marcados y con un buen porte, entró dentro cerrando la puerta con cuidado, algo curioso era que iba vestido todo de negro, unos pantalones chándal oscuros y camisa de manga corta, que no dejaba nada a la imaginación, junto a una botas militares.

El olor a montaña otoñal le indicaba que era un alfa del norte.

Este lo miro con una sonrisa.

-Ya despertó, las enfermeras le trajeron algo de comida, mientras usted descansaba-dijo señalando con la mano.

El señor Jeon giro su cabeza hacía la mesita alado de la cama, sobre ella había una bandeja con un plato de frutas en ella y un vaso de agua, junto a ella había unas pequeñas pastillas, suspiro cerrando los ojos y hizo su cabeza hacia atrás con cuidado, todavía se sentía cansado y su cabeza daba vueltas.

-También le traje esto -dijo el alfa acercándose con una sonrisa y una bolsa gris en mano, de ella saco una libreta con un bolígrafo colgando y lo dejó sobre el regazo del beta.

Jaen observo curioso aquello, agarro la libreta entre sus manos y la acarició, llegando hasta uno de los extremos y la abrió, encontrando en la primera página una frase que ponía :

Hola señor Jeon, mi nombre es Jackson Wang y le brindó esta libreta para que pueda comunicarse conmigo.

Levanto la mirada hacia él alfa que esperaba paciente al lado de la puerta, tenía una sonrisa brillante y su cara reflejaba confianza, aunque su cuerpo transmitiera potencia y fuerza, se veía que era algo parecido a un guardaespaldas, Jaen dudoso agarro el bolígrafo y más abajo escribió algo, el cual por su mal pulso le estaba costando, pero Jackson espero pacientemente, hasta que el señor Jeon levanto la libreta en su dirección, mostrándole lo que ponía:

¿Dónde esta Jungkook?....
Quiero saber si mi hijo esta

bien...por favor

Jackson asintió con una sonrisa, para acercarse al beta y poner la pastilla en el vaso de agua, todo bajo la confusa mirada del beta, el cual estaba algo perdido y medio dormido.

-Jungkook se encuentra protegido por mis jefes y ellos se encargan de mantenerlo a salvó, puede estar tranquilo-sonrió entregándole el vaso de agua con la medicina- El doctor dijo que tomará esto cuando despertara.

Jaen obedeció y tranquilamente bebió del vaso, sintiendo el sabor de la medicina creyendo por su garganta, con algo de dificultad, pero consiguió acabar todo, devolviendo el vaso al moreno y este agarrarlo con una sonrisa.

-Ahora debe intentar comer algo, su cuerpo necesita nutrientes señor -dijo mientras le ayudaba a colocar la bandeja sobre el regazo del señor, teniendo cuidado debido a sus heridas y mirarlo con una sonrisa.

El señor Jeon agarro de nuevo la libreta y empezó a escribir en ella, para después mostrarla un poco indeciso y con dudas.

¿Por qué me ayudas...?

-Mi jefe me dijo que me quedará cuidando de usted, dijo que era alguien muy importante y también que tuviera cuidado -dijo mientras partía las frutas en pequeños trozos y dejarlos sobre la bandeja- Eso y su marido se encuentra en celo, digamos que no le caigo bien cuando se encuentra en ese estado, aunque mi jefe es una bola de amor.

El señor Jeon miraba curioso a aquel alfa, siguiendo cada movimiento que este hacía, incluso aceptando cuando este se ofreció a darle la fruta a la boca, llevándole el primer trozo y este con algo de dolor abrió la boca, empezando a comer con los ojos cristalizados, le dolía mucho mover la mandíbula.

Hasta que un momento no pudo seguir, quedándose quieto en la cama llorando por el dolor.

Jackson se dio cuenta de esto y llevo su mano hacía la espalda del más mayor, empezando un pequeño masaje suave, calmando un poco el dolor del beta, aunque aquello no detuvo su llanto.

-Tranquilo señor, lo está haciendo bien, iremos poco a poco -dijo con una voz suave y tratando de soñar optimista.

Los dos quedaron en la habitación en un ambiente extraño para el beta, se sentía protegido y aliviado de saber que Jungkook se encontraba bien, pero estaba inquieto de estar a solas con un alfa, sus antiguas experiencias lo preocupaban, pero la sonrisa cálida del moreno de nombre Jackson, le daba algo de confianza.

Con paciencia consiguió comer medió trozo de fruta y tuvo que parar debido al dolor, tomó un descanso en lo que Jackson volvía de informar de sus avances al médico, miro por la ventana abierta de l a habitación, observando las montañas a los lejos, sintiendo en su pecho un nudo y sus ojos volver a cristalizarse.

Al horizonte, entre las nubes brillando a pesar de ser todavía de día, se encontraba la Luna llena acompañando lo en su dolor y sobre todo en sus preocupaciones , su mente se nublo de sentimientos negativos.

Solo esperaba que Jungkook y Jennie estuvieran bien...

Pero temía que su esposa los encontrará antes que él...
















»»--⍟--««

Hoseok entró en el vestuario con el ceño fruncido, dentro de este se encontraba Jungkook secándose el cuerpo con una toalla, estando medio vestido y levantar la ceja ante la presencia del omega, lo ayudó a detenerse cuando estaba por tropezar con una caja de botellas de agua.

Haciendo que pasará su mano en su brazo, llevándolo hacia donde estaba él desde el principió, al llegar donde su bolsa de cambió, la expresión molesta de Hoseok seguía y eso confundió a Jungkook.

-¿Qué pasa Hoseok? -preguntó algo preocupado, aunque estaba más confundido que con otra cosa.

-Lo que has hecho es una locura Jungkook.

El nombrado no dijo nada ya que sabía a lo que se refería, suspiro bajando la cabeza esperando algún golpe o regaño por parte del mayor, había cometido un error, pero lo hizo por amor, asique le daba igual cualquier castigo que le esperara, si había acostumbrado a los gritos de su madre, no podía ser peor.

Pero no paso nada.

-¿Por qué has hecho eso...?¿por qué te has enfrentado a ellos tú solo?...-pregunto Hoseok con una voz suave y más tranquilo, acercándose y dejando su mano en el hombro de Jungkook.

-No podía dejar que hablaran mal de Jimin...

-Pero Jungkook...-suavizó expresión y cambió a una más preocupada- Mírate, oh mi pequeño, no puedes ir por ahí golpeando a todos, podrían hacerte algo peor...

Jungkook agachó la cabeza sintiéndose regañado, odiaba esa sensación y más cuando intentaba hacer algo bien, el nudo que se hacía en su garganta era muy molesto y la sensación un tranquila de su pecho, lo era aún más.

-Pero... No podía dejar que hablaran de Jimin de esa forma tan...asquerosa-dijo poniendo una mueca de asco, tan sólo recordar el como se referían al peli rosa, lo hacía querer vomitar.

Hoseok sonrió conmovido, entendía los sentimientos de Jungkook, suspiro un poco y acarició los hombros del peli marrón, tratando de quitarle peso al tema.

-Jungkook, sé que quieres proteger a Jimin de todo pero debes de tener cuidado, este mundo desprecia a los omega y algún día podrías encontrarte alguien que en verdad te haga daño...-su voz se cortó por unos segundos, ya que a su mente llegó la imagen familiar, pero ahora con la cara de Jungkook en la persona, negó con la cabeza rápidamente- Y no quiero que te pase nada...

-Enfrentare a todo lo que haga falta para hacer que Jimin y Taehyung tenga una buena vida.

Su voz salía convencida, en su pecho tenía ese nudo de que debía de ayudarlos, protegerlos como su familia, aunque no tuvieran ningún tipo de lazo sanguíneo, su alfa los había aceptado, Jungkook los aceptó como su familia, no podía simplemente girar la cabeza cuando alguien manchaba su nombre, no podía dejar que esos sucios bastardos pusieran el nombre de Jimin en sus bocas.

No mientras él permaneciera vivo.

Aunque no sabía hasta cuando sería eso...

-¿Qué piensas hacer?-pregunto Hoseok dudoso, sintiendo la mezcla de emociones del alfa joven.

Pero había algo raro.

Un aroma que Hoseok conocía, pero no sabía decir cual era.

Eso lo confundía aún más.

-Podemos hacer un cambió, una pequeña lucha contra este maldito régimen, seguro hay más personas que piensen que esto es injusto para los omegas -dijo convincente, en verdad quería creer que había más personas que pensaban como él.

Más personas que veían a los omegas como seres humanos y no como objetos, que tal vez necesitaban ver una figura con el mismo pensamiento, así sin tener que esconderse y ayudar.

-Contaremos vuestra historia, el mundo debe saber lo que ocurre en esos lugares, las cosas que le hacen a los omegas...-conecto su mirada con la del omega, llevando su mano hacia la de este sobre su hombro, tomándola como símbolo de unión-Deben saber la verdad.

La sonrisa de Hoseok se borró cuando terminó la frase, mientras todo su cuerpo empezaba a ponerse tensó, apretando el agarre de los hombros del alfa joven.

Cosa que confundió a Jungkook.

-Eso no es posible Jungkook...-dijo bajando la voz y la mirada, mientras negaba con la cabeza en un suspiro largo.

-Claro que no, simplemente...

-¡NO SE PUEDE JUNGKOOK!

El grito de Hoseok dejo todo en silenció, con la respiración alterada, respirando de manera pesada, subiendo y bajando el pecho como si le doliera, había dejado al peli marrón confundido y también sorprendido por su grito, pero ahora se preocupo por el bebe , sobre todo al ver la expresión de molestia en el rostro del omega.

Cerró los párpados, suspirando profundamente y logrando tranquilizarse un poco, no podía alterarse debía alterarse, menos conociendo su estado y aún más en el que Jungkook se encontraba, inquietó.

-Ellos lo sabe Jungkook.

La voz de Hoseok salió tan fría y directa que fue como un flecha para el peli negro, sintiendo un horrible escalofrío recorrer su espalda, golpeándolo en la nuca y haciendo que sus orejas se congelaran, de pronto el ambiente se volvió frío.

Al igual que el rostro de Hoseok.

-Hoseok...

-Saben lo que ocurre cuando llevan a sus hijos omegas y los abandonan en burdeles o simplemente en la calle, saben perfectamente lo que les ocurre, saben perfectamente la vida que les espera y no hacen nada, mucho menos les importa -apretó los puños y dientes sintiendo la rabia recorrer sus venas, mordió su labio interior, tratando de controlar sus palabras- El problema de esta sociedad....es que no les importa, no les importa los niños omegas que son prostituidos, los que son obligados a tener hijos o que sean torturados...

Respiro hondo, aguantando sus lágrimas y calmando los latidos de su corazón, sintiendo es su espalda el peso de por recuerdos, la carga del pasado volvía a caer sobre sus hombros, causándole un horrible malestar, pero no físico, sino mental, donde las imágenes de cuando era pequeño volvieron a la vida.

Los gritos.

Los insultos.

Las horas de tortura en aquella habitación.

Las palabras obscenas que debía escuchar y solo podía callar.

Los gritos de auxilio de otros omegas...

-Como a ellos no les afecta no lo toman en cuenta...-dijo tratando de calmar sus silencioso llanto, sintiendo que su voz iba perdiendo fuerzas a medida que hablaba- Lo pasan por alto, ignorando el hecho de que dejan morir a inocentes..

-No les importa las vidas de esos omega, no les importa que sean torturados hasta el cansancio, obligados a tener relaciones sexuales con malditos desconocidos, que hacen su sufrimiento aún peor -la respiración de Hoseok se iba acelerando a medida que seguía hablando, tenía el ceño fruncido y sus expresiones eran serias, pero se veía la confusión en su cara - No les importa que sean obligados a abortar una y otra vez, que les den palizas cada vez que no hacen nada bien o simplemente sean usados como malditos objetos que pueden usar y tirar.... Como si no sirvieran para nada, simples objetos de uso y disfrute para aquellos que están dispuestos a pagar, ser vendidos como maldita mercancía...

Jungkook sentía un nudo en la garganta, miraba directamente a Hoseok delante de él y podía sentir su malestar, podía sentir el omega de este temblar y aún más, veía la expresión de dolor en su cara, era....

Era como si no hablará de los demás omegas...

Hoseok no hablaba de otros omegas...

Hablaba de él.

-Hoseok...

-He vivido el infierno en aquel burdel, Jungkook.

El joven alfa quedo en silenció observando la mirada triste del omega, sintiendo desde la distancia aquel dolor, Hoseok acariciaba su barriga una y otra vez, tratando de calmar a su pequeño, queriendo no perder las fuerza, las cuales tendían de un fino hilo.

-Y aunque conté mi historia miles de veces, suplique por mi libertad o que le dieran fin a mí sufrimiento...nunca nadie se detuvo a escucharme...-dijo para después hacer una pausa, soltando la primera lagrima, era una pequeña, pero trasmitía un gran dolor-Ni siquiera Yoongi...en aquel momento me escuchó, simplemente me utilizó, como otros miles lo habían hecho...

Su voz era una melodía en aquel lugar, era como un canto melancólico, el cual con cada palabra hacia temblar tu corazón, llenando de lágrimas frías tus ojos y forzando el nudo de tu garganta, era de esas voces que no necesitaba imagen, solo con escucharla podrías sentir su dolor.

La tristeza.

La amargura en recordar el pasado.

-Quieres cambiar el pensamiento de una sociedad, que se fue formando por miles de años con algo que todo el mundo sabe pero ignora... -dijo un poco más tranquilo- Una vez hace años alguien más intentó, trato de salvar a los omegas atrapados de un burdel donde él también estaba y sabes como término?...

Jungkook negó con la cabeza, sintiéndose pequeño en ese momento, sus ojos se habían acumulado con lágrimas.

-Fue golpeado y violado por su propio hermano- dijo de forma directa y sin temblar, teniendo la cabeza en alto, pero sus lágrimas era de sufrimiento- Obligado después a perder el bebé que iba a nacer de esa violación...

Si poder continuar término derramando las lágrimas que tenía acumuladas, agachado la cabeza sumiso y abrazando su barriga con desesperación, recordando todo con los ojos cerrados, el terrible dolor en su cuerpo, el vacío y la sensación de haber sido utilizado, manipulado.

Sus brazos llenos de moratones, sus piernas maltratadas por las cadenas y su garganta desgarrada de tanto gritar, su cuerpo lleno de suciedad y la sangre cayendo de sus partes intimas, asumiendo entre lagrimas que había sido usado como un muñeco de trapo...

Sintiendo su mundo caerse en pedazos...

"¡Yoongi no le hagas nada...por favor! "

"¡¿QUÉ MIERDA TE PASA?! ¡¿Por qué mierda lo defiendes?! ¡Es un puto violador y peor aún te violó a ti!"

"Es lo único que tengo en la vida...por favor...no quiero quedarme solo"

"Ya no estás solo, ahora me tienes a mi. "

Respiro hondo dejando escapar una lágrima solitaria, levanto la cabeza en dirección al peli negro, quien no sabía que sentir en ese momento, su estómago estaba revuelto y sentía demasiadas ganas de llorar, podía ser por la impotencia que le causaba el no poder hacer nada y simplemente quedar en una esquina mirando, se sentía una basura.

-Jungkook...

Las manos del nombrado fueron agarradas por las frías y temblorosas del omega, este las acarició sintiendo las heridas con la sangre seca, hizo una mueca de tristeza en su rostro, suspiró hondo mientras levantaba su cabeza en dirección al peli marrón, llevó una de sus manos a su mejilla, apartando la suciedad con su dedo pulgar y acariciar suavemente el rostro dañado del alfa.

-Eres un alfa bueno Jungkook y eso es algo que Jimin desconoce, sus experiencias lo hacen tener miedo y lastimosamente hace que desconfíe, aunque sus acciones sean buenas...

-Solo quiero un mundo mejor para Jimin...-dijo Jungkook con un hilo de voz, sin poder ver el rostro del omega sin tener ganas de llorar.

Su corazón se partía al imaginar que detrás de aquel amable ser, de aquella tierna sonrisa y bondadoso corazón, hubiera tanta tristeza...

Tanto dolor...

Hoseok hizo una sonrisa triste, acariciando la mejilla del peli negro con suavidad, sabía que Jungkook era bueno, pero era demasiado joven para arriesgar su vida así, no conocía el mundo exterior y lo poco que conoció lo dejó destrozado, sin poder gestionar sus sentimientos y estresado por no poder hacer a todos felices.

Jungkook quería todo fuera feliz.

Pero aquello sonaba a fantasía.

-No es tan fácil cambiar las cosas en este mundo...tu vienés de una vida que nosotros desconocemos, donde nunca ve la realidad...

-¿Crees que no lo se? -dijo Jungkook levantando la voz, mirando con el ceño fruncido al omega - ¿Crees que no se de donde vengo y lo que soy? ¿Crees que no me odio por eso?...

De su piel comenzaron a salir feromonas de molestia, estaba inquietó, se sentía fatigado por todos los sentimientos y pensamientos que tenía en ese momento, la impotencia de no poder hacer nada por el simple echo de nacer siendo Alfa, el quería ayudar a Jimin.

Quería abrazarlo.

Querer lo.

Mostrarle lo que era amar.

Protegerlo.

A él y a Taehyung, quería protegerlos de todos esos mal nacidos.

Quería ser bueno...

-Jungkook...no me refería a eso...-dijo preocupado al escuchar la respiración alterada del joven, oliendo las oleadas de feromonas, dejándolo algo mareado, pero no eran muy fuertes.

Era como si estuvieran siendo retenidas por algo.

-Odio ser de donde vengo, odio ser Alfa, me odio por serlo -dijo mientras apretaba los dientes, volviendo sus manos en puños- Odio no poder acercarme Jimin por que me tiene miedo al ser Alfa, odio no poder estar a su lado, odio no poder decirle que lo siento, que siento ser un Alfa tan estúpido que no puede ayudarlo, ser un inútil que solo sabe quedarse en una esquina, cuando tu y Yoongi hacen todo... Odio ser yo, odio ser así...

Las lágrimas no tardaron de bajar por sus mejillas, suavizó su expresión, dejándose llevar por el sentimiento de la culpa y rompiendo a llorar, quitándose las lágrimas desesperado con sus manos dañadas y mezclando la sangre con ellos, manchando así también su cara, era una imagen dolorosa, ya que el llanto de Jungkook en verdad gritaba por ayuda.

-Lo siento... No sirvo para nada... Soy inútil... -dijo agachado la cabeza avergonzado, apretando los dientes tratando de detener las lágrimas, con las manos en la cabeza, apretando con fuerza, como si aquello lo hiciera parar.

Hoseok no dijo nada, simplemente se acercó aún más y agarró los brazos del peli marrón, apartando los sin ningún problema, dejando expuesto el rostro rojo y lleno de lágrimas de Jungkook, quien permanecía con la mirada baja y un tierno puchero en sus labios, era como si fuera un niño grande, él que había sido regañado por sus padre y lloraba al no saber expresarse, sonrió de forma triste y lo rodeó con sus brazos, envolviendo por encima de sus hombros y atraerlo hacia su cuerpo, empezando a soltar feromonas suaves, las que utilizaba cuando se alteraba.

Jungkook siguió el suave aroma para esconder su cara en el cuello del más bajo, quedando unos segundos quieto hasta que su cuerpo empezó a temblar, empezando a escuchar pequeños sollozos y correspondió el abrazo con fuerza, abrazando al omega como si fuera la última vez, dejando su llanto ahogarse en el cuello del otro, mientras este le acariciaba la espalda y la cabeza con suavidad, a la vez que le susurrando con voz tranquila.

-Shhh... Tranquilo déjalo escapar -decía con una voz suave y baja, escuchando como Jungkook se derrumbaba cada vez más, siendo su llanto más doloroso-Está bien... No te preocupes

-Lo siento... -dijo Jungkook en un hilo de voz.

-Esta bien, no pienses en eso, sí?- dijo separándose para limpiar le el rostro con las mangas de su jersey, teniendo mucho cuidado por si había una herida.

De pronto el sonido de un teléfono hizo acto de presencia, siendo este proveniente del bolsillo de Hoseok, quien lo agarro y abrió para contestar la llamada, quedando quieto escuchando atentamente, la expresión de su rostro cambió completamente, volviéndose pálida y sus ojos se veía un pequeño brillo, pero a la vez tenían algo de terror en ellos.

-¿Todo va bien...?-preguntó Jungkook quitándose las lágrimas con la mano y mirar preocupado al mayor.

-Me...me han llamado del hospital... -dijo Hoseok con una mirada triste.

Entonces sintió un pinchazo en su corazón, abriendo los ojos en grande.

Su padre...

-¿Le ha pasado algo a mi padre...?-preguntó sintiendo su corazón dejar de latir unos segundos, llegando a pensar lo peor.

-No, no, tu padre está bien, ya me han dicho que ha empezado a comer... -dijo tratando de tranquilizar al alfa - la llamada era por mi...

Levanto la mirada hacia el omega, ahora mostrando preocupación por él, Hoseok respiro hondo, recuperando un poco de fuerzas.

-Tu sabes que yo trabajaba en un burdel, un día de estos, llegó un cliente y... me hizo cosas las cuales no puedo contar...-dijo mientras jugaba con el teléfono entre sus manos, bajo la mirada preocupada del peli negro, que podía sentir el olor a sal marina en el ambiente, haciéndolo sentir ganas de llorar, de solo ver la mirada triste y nostálgica del omega-Debo a lo que me hizo, mis órganos internos quedaron dañado y infectados...médicos que me atendieron en una zona oculta del hospital, dijeron que el bebé podía morir por ello...y entonces me hice las pruebas, esta llamada eran los resultados...

Entonces todo hizo click en la cabeza del peli negro, observando las manos nerviosas del omega y sus ojos inquietos miraban hacia abajo, se mostraba sumiso, indefenso y con algo de miedo, aquello encogió el corazón de Jungkook.

-Oh... Hoseok no te preocupes, seguro que no es nada graveç y todo irá bien, él bebé está sano, lo vas a ver -dijo tratando de suavizar el ambiente, acercándose hacia el omega y sujetarlo por los hombros, dándole un pequeño masaje mientras le sonreía.

Hoseok dejó escapar las lágrimas por sus mejillas, respirando con dificultad.

-No hay bebé...

El cuerpo de Jungkook se congeló, por un segundo la felicidad que lo rodeaba había desaparecido, no esperaba aquella respuesta, la cual removió sus tripas, causándole un mareo de sentimientos, sabía lo ilusionados que habían estado él y Yoongi de la llegada del bebé, habían esperado aquel día desde hacía años, según lo que le contó Minho en un entrenamiento.

Estaban felices de formar una familia...

Simplemente no pudo imaginar el dolor de aquella noticia para Yoongi...

Ni quería imaginar para Hoseok...

-Oh, Hoseok yo lo siento mucho...no sé que decir yo... -sentía su garganta seca sin saber de decir, era un momento donde las palabras sobraban, ya que dijera lo que dijera nada iba a cambiar, el dolor seguiría y las palabras serían simples estorbos- Hoseok yo...

-Hay dos.

Abrió los ojos sorprendido por las palabras del mayor, mirándolo y ver cómo este lloraba, pero con una sonrisa hermosa dibujada en su rostro, el cual parecía brillar de la felicidad y jadeaba entre risas nerviosas, sin que él mismo supiera que sentir en ese momento.

-Me han dicho que no me preocupe, que los bebés están sanos y salvos.... Jungkook, voy a poder tener a mis hijos...

Los dos se abrazaron fuertemente, felices, sintiendo un gran alivió en sus corazones, aferrándose uno al otro con necesidad, pero con una gran sonrisa en sus rostros.

El dolor de hacia unos segundos parecía ya no existir.

Solo quedaron las risas nerviosas de felicidad y los besos que dejaba Jungkook sobre las mejillas del omega, limpiando también con su mano las lágrimas de este.

-¡Es una noticia maravillosa Hobi, Yoongi estará feliz de saber lo!

Entonces Hoseok bajo la mirada con duda, sintiendo la felicidad del momento desapareciendo de golpe, haciendo que Jungkook también borrará la sonrisa de su rostro, mirando confundido al omega.

-Hoseok...no piensas decírselo?

-No, no es eso... Es... Tengo miedo de que se enfade por ocultarse lo...

Jungkook se echo a reír, confundiendo más a Hoseok y después sentir un beso tierno en la mejilla derecho, junto a un abrazo más fuerte y cariñoso.

-Es imposible que Yoongi se enfade contigo, te ama demasiado.

-No sé... Todavía no puedo creer lo - dijo sin poder borrar su sonrisa.

No dijeron nada simplemente volvieron a abrazarse fuerte, el peli negro teniendo cuidado con la barriga de Hoseok, mientras este se colgaba de su cuello, no le importó tener que agacharse, abrazarlo era una de las mejores sensaciones que había, en los brazos del omega se sentía protegido y querido.

Como una madre abrazando a su hijo.

Un sentimiento que Jungkook no conocía, pero anhelaba hacerlo.

Y Hoseok era para él aquella sensación de protección, amor y seguridad.

Disfrutando de aquel momento íntimo.

Pero la puerta del vestuario se abrió, dejando paso a la entrada de un pálido alfa, quién no se dio cuenta de la presencia de esos dos, hasta que levanto la mirada y encontró una escena que lo confundió, Jungkook estaba sujetando a Hoseok por la cintura, rodeando esta con sus brazos, mientras este se colgaba de su cuello, los dos con las mejillas rojas y esa sonrisa tonta en los labios, todo mientras él alfa joven permanecía sin camisa y el cabello del omega estaba revuelto, sus labios habían quedado rojos de tanto morderlos.

Dato que Yoongi no conocía y lo hizo pensar de más, juntando lo con su celo, el alfa del pálido sacaba los colmillos comenzando a gruñir.

-¿Qué ocurre aquí? -dijo con una voz gruesa, fijando su mirada hacia la pareja, quienes se separaron lentamente.

Decir que en ese momento se encontraba celoso era poco.

Sus ojos se volvieron de un dorado oscuro, indicando que su alfa había salido a marcar territorio, lanzándole una mirada asesina al peli negro, quien entendió el mensaje y se alejó hasta el banco, recogiendo su camisa y poniéndose la con una sonrisa nerviosa, sentía el sudor caer por su nuca y un escalofrío en la espalda.

-Oh.. No, solo hablábamos de una cosa, iré a ver cómo están Jimin y Taehyung-dijo nervioso para acercarse de nuevo hacia el omega, dándole una palmada en el hombro, mandándole un mensaje que solo Hoseok entendió.

Se inclinó a dejar un beso en la mejilla del omega como forma de despedida, este no pudo evitar sonreír por el gesto, mientras un alfa pálido los miraba quieto como una piedra, haciendo miles de películas en su cabeza y ninguna cerca de la realidad.

Siguiendo con la mirada al alfa joven asegurándose que se fue de la habitación, entonces gruño al escuchar esta cerrarse, gruñía soltando su olor en oleadas, tratando de quitar el de Jungkook de ese lugar.

Unos pequeños pasos a su espalda lo llamaron la atención, girándose para encontrar con su omega, con las manos sobre su barriga y una mirada inquieta.

-Yoongi, tenemos que hablar...

Oh no.

Aquello no sonaba muy bien...

















»»--⍟--««

Bajo una capucha caminando por las calles oscuras y abandonadas de la ciudad, Lisa iba esquivando a todos los que caminaban por ellas, sin soltar el papel sucio que tenía en sus manos, gracias al olor de la basura su aroma a beta no era percibido por aquellos alfas, una suerte ya que conocía ese lugar y lo que eran capaces de hacer si te distraes por un segundo.

Siguió el camino que indicaba el papel, llegando hasta un edificio abandonado o eso parecía, de el salían un montón de personas, sobre todo alfas vagabundos y se podía ver la destrucción en su cara, aquellos no eran personas, ya eran cadáveres que todavía seguían de pie, aferrándose a una vida que tenía un fin escrito.

-Vamos Lisa tu puedes, no tengas miedo...-se dijo a si misma, agarrando confianza y atravesando aquella gran puerta quemada por el fuego.

El interior era peor que lo que había en el exterior, un montón de personas tiradas en el suelo, olía mucho a una mezcla de sangre y una sustancia desconocida para la joven, a pesar de los gritos aterradores de algunos sujetos no se detuvo, subiendo lo que quedaba de una escalera hasta llegar al segundo piso, el cual simplemente era una planta con una habitación amplía y en el centro de esta había un colchón, con un montón de prendas, telas y mantas a su alrededor, creando una pila.

-Esto debe ser...- dijo con un poco de duda, revisando las instrucciones que le dio aquella abuela, la dirección estaba bien.

Se acercó con pasos lentos hasta quedar un metro de aquel bulto, este empezó a moverse dejando a la vista una cabellera oscura y después una cabeza, pero a medida que fue saliendo el alma de Lisa iba abandonando su cuerpo, mirando fijamente las cicatrices, tanto de quemaduras o cortes profundos, pero lo peor fue ver cómo uno de los brazos había sido amputado a la altura del codo, todavía se podía ver la sangre caer, a pesar de tener cosida esa zona.

-Kai...-dijo con una voz temblorosa, sintiéndose incapaz de decir mas.

El nombrado se giro dejando ver la gran cicatriz que recorría una parte de su cara, por encima de su ojo y está parecía profunda, sus párpados permanecían cerrados, aquella herida fue cerrada con grapas, pero ninguna parecía limpia.

Lisa trago saliva, sintiendo el nudo de su garganta hacerse más grande, aquella no era una buena imagen, pero sintió algo en su pecho, tal vez miedo de que Jennie estuviera igual o peor...

-¿Qué te ha pasado...?

Kai hizo su cabeza hacia los lados mirándola como si fuera un búho, observando la con su único y dañado ojo, abriendo sus cosas nasales para respirar el aroma de la beta, bajando la mirada hacia su brazo apuntado, como si fuera algo que no se hubiera dado cuenta y volviendo la mirada como si nada.

-Esto es lo que ocurre si no obedeces a madre-dijo con una voz suave, pero tétrica haciendo temblar a la beta, sintiendo miedo al verlo acercarse lentamente hasta donde se encontraba ella, dejando a la vista las demás cicatrices horribles que tenía en el cuerpo y quedando a centímetros del rostro de ella- Buscas a Jennie, ella se encuentra aquí, pero no creo que pudieras reconocerla...

La mente de Lisa de derrumbó pensando en lo peor.

No, Jennie no...













»»--⍟--««

Taehyung reía mientras trataba de agarrar los dedos de Jimin, sentado en en la camilla, envuelto en una pequeña manta, hacía media hora que Han los dejó al ser llamado por una emergencia, no sin antes darles un poco de medicinas, recuperando así un poco de fuerza.

-¿Dónde esta mi bebé? -pregunto Jimin con una sonrisa, observando como Taehyung se tapaba la cara riendo, pensando que no lo vería- ¡Aquí esta!

Con sumo cuidado llevo sus manos hacia la barriga del pequeño, empezando a hacerle cosquillas, mientras los dos reían en alto, nunca habían jugado así...

Hacia mucho que ni siquiera jugaban...

La risa del peli rosa se fue apagando, quedando sólo en una sonrisa, mirando así a su pequeño, la risa de Taehyung era la única medicina que necesitaba su corazón, cerró los párpados inclinándose hacia delante, atrapando al bebé en sus brazos y abrazarlo, mientras le dejaba un beso en su regordete mejilla.

El sonido de la puerta ser abierta llamó su atención, siendo Jimin quien giro a ver hacia ella, mientras Taehyung se sujetaba a las manos de su papá, pero abrió los ojos y estos empezaron a brillar al ver quién era.

Jungkook asomo la cabeza con dudas de si podría entrar, miro en dirección al omega y al ver que este lo miraba por igual, entró con cuidado, mostrando una sonrisa tranquila con una pequeña bolsa en su mano, era trasparente así que se podía ver dos pequeños bites en ella.

-Han me dijo que te trajera más feromonas- dijo con una voz suave, levantando la bolsa para que la viera y se acercó con suma cautela.

Jimin no dijo nada y menos se alejó cuando Jungkook estaba a escasos centímetros de su lugar, había quedado mirando fijamente las heridas de su cara, la clara cojera que este tenía en unas de sus piernas y la marca de mendas bajo su camisa sucia, la tenía manchada aún con sangre, pero esta estaba ya seca.

Recordando las palabras de Han de hacia un rato, sintió sus tripas revolverse y un sentimiento de culpa se apoderó de su pecho, haciendo que tuviera ganas de llorar.

¿Por qué?

¿Por qué se sentía culpable?

¿Acaso fue su culpa...?

Miro al peli marrón dejar la bolsa para después, dirigir su mirada hacía el pequeño, Jungkook sonrió con una sonrisa algo triste y en sus ojos podía notar el cansancio, pero Jimin también noto otra cosa.

El peli marrón había estado llorando.

Podía oler su aroma a lluvia, aquello hacia que su interior se rompiera, las manos de Jungkook estaban destrozadas y las heridas estaban en medio de infectarse, aquello parecía doloroso, mordió su labio tratando de no alterarse para no asustar al pequeño.

Es entonces cuando su mano actuó en contra su voluntad, agarrando la mano del peli marrón y acariciar la con su dedo gordo, sintiendo bajo la punta de sus dedos pequeñas heridas recién curadas, pero ahora estaban bajo algunas más grande, aunque lo que más le dolía eran los nudillos, ahora tenían una horrible costra formada en la parte que faltaba carne, esta era de color marrón y rosa, haciendo saber que ya se había infectado esa zona.

-¿Por qué...?-pronunció Jimin en un hilo de voz suave, cautivando el corazón del peli negro, mientras sentía los dedos de este recorrer su mano, pasando por encima de sus heridas.

-¿Por qué, que?-dijo sin apartar la mirada del omega, su belleza lo llegaba a hipnotizar de tal manera que el mundo, dejaba de existir para él.

Quedando únicamente los ojos miel de Jimin, observando lo.

-Se lo de la pelea, Han me lo ha contado todo.

Jungkook quedo en silenció mirando al omega por unos segundos, después bajo la mirada hacia el suelo, sin saber que decir ante aquello.

-Jungkook...

El hilo de voz suave de Jimin hizo que el alfa levantara la mirada, encontrándose con la triste expresión en la cara del omega, quien lo seguía sosteniendo de la mano, a lo cual correspondió el agarre, quedando los dos tomados de la mano, creando una conexión en su interior, donde sus dos almas se juntaron en una, haciendo que Jimin sintiera una parte del dolor que sentía Jungkook a causa de las heridas, lo que hizo que sus ojos se cristalizaron y el nudo de culpa en su pecho fuera más grande.

-¿Por qué haces esto...? ¿Por qué arriesgas tu vida por un omega como yo...? -dijo Jimin mirándolo con ojos inquietos, mientras su voz se iba rompiendo a medida que hablaba, sintiendo un nudo en su garganta- ¿Por qué...juegas así conmigo?

El pecho de Jimin se comprimida debido a la presión que sentía, parecía que iba a explotar de la cantidad de cosas que estaba sintiendo, no podía aclarar nada de las miles de preguntas de su mente, cada vez que pensaba más preguntas llegaban, los recuerdos se agolpaban uno encima de otro, haciendo que todo colapsara.

Así se sentía Jimin.

Cerca de un colapsó.

¿Pero por qué...?

¿Por que no podía dejar de pensar en Jungkook...?

-Por que nunca dejaré que nadie se refiera a ti de esa forma.

Otra vez aquellas palabras, Jimin se sentía mareado, no llegaba a comprender las actitudes del alfa, sus palabras bonitas que hacia que su corazón saltara emocionado, sus manos gruesas, pero suaves al tacto acariciando sus dedos con delicadeza, su aroma a roble viejo lo llenaban de tranquilidad.

¿Por qué...?

¿Por qué lo trataba así?

¿Por que Jungkook era bueno con él?

¿También quería ilusionar lo para destrozar lo como otros...?

¿Qué conseguía con ello...?

-¿Por que eso te preocupa...? Eres un alfa, se supone que te debía dar igual lo que me ocurriera.

-¿Qué es para ti ser un alfa?-pregunto Jungkook mirándolo fijamente

Entonces Jimin levantó la mirada confuso, él tampoco lo sabía.

Miro a los ojos del peli marrón buscando de alguna forma, alguna respuesta para sus miles de preguntas, pero no encontró nada, solo unos ojos oscuros que transmitían tranquilidad, con un pequeño brillo blanco en ellos, dándole el toque de inocencia.

Jimin nunca vio eso en un alfa...

Jungkook no era como otros...

¿Entonces como era...?

-Un alfa es el líder, quien manda sobre los omegas y los usa como quiere, eso es un alfa...-dijo perdiendo la mirada en alguna parte, repitiendo las palabras que una vez escuchó a Made decir.

Parecía un robot diciendo algo que había sido programado a hacer, sin alma, sin conocimiento si era verdad o mentira.

Simples palabras escritas en su mente mediante la manipulación.

Jungkook sintió su sangre arder en fuego, apretando sus dientes contra si, sintiendo

-Entonces no quiero ser un alfa, si para serlo debo hacer eso, prefiero ser un maldito bicho raro.

Jimin hizo un poco hacia atrás confundido, negando nervioso la cabeza, mientras sus ojos comenzaban a cristalizar se.

No podía ser....

Simplemente hacia su mente dar vueltas...

-Jimin...-Dijo Jungkook

-¡¿Por que haces esto?! ¡¿Por que me cuidas y haces que mi corazón se confunda...?!... ¿A que juegas?

¿Por qué Jungkook?

¿Cuál es tu propósito?

¿Por qué ilusionada mi corazón y después no hacías nada?

¿Por qué haces que mi corazón este loco...?

-Te prometí que cuidar de ti y Taehyung, que dejaría incluso mi vida si era necesario y pelearía una y mil veces, no me importa, solo por vosotros.

Jimin negó con la cabeza, queriendo no volver a caer en aquellas palabras, sintiendo en su pecho un pinchazo.

Antes también lo prometió y se fue.

Nos dejó.

-Ese es el problema... no confío en tí-dijo en un murmuro, pero el cual se había escuchado en todo el lugar.

Jungkook sintió su alma escapar de su interior, dejando a su corazón llorando en soledad, donde su alfa suplicaba que aquello terminará.

-Jimin...

De su garganta por fin pudo salir una palabra, en este caso era el nombre que rondaba su cabeza y el que estaba escrito en su corazón, su voz salió como el ruido del viento mover las hojas, algo simple, pero con mucho sentimiento, llevando su mirada y conectarla con la del omega.

Sentía frío.

Mucho frío.

-Me prometiste que te quedarías conmigo, que no dejarías que nadie me hiciera daño... Pero mentiste...

Jimin dejó escapar unas pequeñas lágrimas, respirando con dificultad, sus labios temblaban tratando de pronunciar unas palabras que en su interior, lo destruían de la peor manera

-Te fuiste y me dejaste con Jacket...-dijo haciendo su mirada más fuerte, pero su voz temblaba al mencionar aquel nombre-Me dejaste solo cuando más necesitaba tus abrazos...

Podía recordar las noches durante un mes, espero que Jungkook entrara y lo abrazada, cubriendo las heridas y moratones con sus caricias, que quitara las malas palabras de su cabeza y pusiera una bonitas, de las que le decía.

Jimin necesito a Jungkook.

Pero este nunca apareció...

-Jimin...-dijo con un hilo de voz, llevando sus manos hacia las del omega, pero estas se apartaron, como si le quemara ser tocado por el alfa.

El alfa de Jungkook lloro al sentir el rechazo de Jimin.

Lo estaba perdiendo...

-No puedo confiar en ti...-dijo en un hilo de voz, sin apartar la vista de los ojos de Jumgkook, siendo sus palabras unas flechas venenosas.

El corazón de Jungkook se termino de romper al ver como Jimin giraba su cabeza para no verlo, con un nudo en la garganta bajo la cabeza, ocultando así de alguna forma sus ojos llenos de lagrimas, asintió dándole la espalda lentamente, para acercarse a la puerta dispuesto a irse, sintiendo su alga rasgar su interior con sus garras, queriendo que se diera la vuelta y envolviera el cuerpo del omega en un abrazo, que no lo volviera a dejar solo.

Pero no podía estar junto a él.

Jimin todavía no había terminado de curarse y él era un alfa, era de los que habían provocado el dolor en el peli rosa, entendía la desconfianza, pero no podía negar que no estar a su lado lo destrozaba, no poder ayudarlo...

Se sentía inútil.

Estaba apunto de agarrar el pomo de la puerta y salir de aquel lugar, entonces Jimin por fin se giro a verlo, con ojos inquieto, pidiéndole que se quedara, que no lo dejara de nuevo, pero de nuevo su miedo era más grande, logrando envolverlo y dejándolo ciego ante las súplicas del peli marrón, mordiendo se el labio y llevando su mano hacia su corazón, el cual estaba latiendo de una forma lenta, parecía estar triste.

Pero era tarde.

Habían perdido aquella conexión que lo unía, aquella que consiguieron forjar, la cual los hacia sentirse a salvó junto al otro.

Y ahora...

Ahora parecían simples desconocidos.

. . .

-Pa...

La fría habitación quedo detenida en el tiempo, dejando congelados a Jungkook y Jimin, quienes se miraron con los ojos abiertos, sintiendo estos llenarse de lágrimas, preguntándose con la mirada aquella duda en su corazón, girando sus cabeza en la misma dirección hacia un mismo punto, la camilla donde se encontraba el pequeño Taehyung.

Tenía un tierno puchero en su rostro y sus ojos amenazaban con romper a llorar, tenía los brazos estirados en dirección al alfa, a lo cual Jimin miro sorprendido a Jungkook, quien no parecía reaccionar, se había quedado de piedra, respirando de una manera pesada y mirando fijamente a los ojos oscuros del pequeño.

Sintiendo un picazón en la punta de sus dedos, de una forma casi robótica sus piernas empezaron a caminar, acercándose hacia la camilla, siendo seguido por un confundido y emocionalmente inestable peli rosa, quedando al margen observando la mano de Jungkook levantarse poco a poco, siendo rápidamente sujetado por las manitas del bebé.

Uniéndose en un vínculo sin conocer lo, las fosas nasales de Jungkook se abrieron y de golpe el aroma a chocolate puro lo dejaron aturdido, sintiendo su corazón emocionarse y su alfa levantando las orejas, abriendo también los ojos al sentir a ese pequeño lobito.

Taehyung había conectado su lobo con el de Jungkook.

Había creado un lazo paternal...

-Pa...papá...-dijo de nuevo Taehyung con una sonrisa mientras ponía su mano sobre la de Jungkook, abrazando una de sus dedos con fuerza y empezar a reír feliz mente.

Ignorando a los dos adultos que se encontraban en un mar de lágrimas, sobre todo el peli marrón quien ocultaba su cara tras su mano y temblaba de la emoción, no sabía que decir.

Una mano temblorosa tocó su hombro, llamando toda su atención, sintiendo otra quitando su mano de su cara, encontrando los ojos miel llenos de lágrimas, el rostro de un angel lleno de tristeza, pero con un extraño brillo en estos, respirando con dificultad por los nervios, acercándose para quedar a pocos centímetros, solto la mano del alfa para con ella acariciar la cabeza de su pequeño, este sonrió ante aquello, agarrando las manos de los dos y juntar las.

Jimin sintió una corriente cuando sus dedos tocaron de nuevo los de Jungkook, sus pulmones se llenaron de un aire cálido, soltó un gritó ahogado de la sorpresa y instintivamente escondió su rostro en el cuello del alfa, buscando un refugio donde calmar su alocado corazón, sintiendo sus mejillas arder en fuego.

Era una extraña sensación, pero era cálida.

Como un abrazo en pleno invierno.

Un gran abrazo después de un largo adiós.

Salió de su escondite para volver a ver el rostro confuso de Jungkook, mirándolo en silenció, pero por dentro queriendo decirle millones de cosas, simplemente lo rodeó con su brazo para abrazarlo.

Jimin lo miraba buscando respuestas.

-Estas haciendo que mi corazón palpite tanto...que siento que va a explotar...-dijo de una forma algo directa, pero sintiendo en verdad su mente dar vueltas.

Jungkook rio cerrando los ojos para disfrutar de la cercanía del omega, podía sentir su inquietud, su nerviosismo, por eso decidió acariciar le la mejilla con suavidad, logrando escuchar un suave ronroneo de parte del más bajo, sacándole una sonrisa victoriosa.

-Jungkook yo...

No pudo seguir cuando una sensación ácida llegó a su garganta, abriendo los ojos ante el dolor que le acusaba.

Llevo sus manos hacia su boca, aguantando las náuseas, cerrando los ojos para centrarse en su respiración, moviendo su pecho de arriba abajo, respirando con tranquilidad.

Otra vez aquella sensación.

Otra vez sus oídos fueron taponador, obligándolo a escuchar los latidos de aquél ser...

Estaba vivo...

El peli marrón en silenció observó al peli rosa, Jimin se hacia una bolita, sujetándose la tripa y soltar alguna que otra arcada.

Debía de hacer algo.

En un movimiento rápido, Jungkook le dio la vuelta juntando su pecho con la espalda de Jimin, llegando sus manos a rodear la cintura del omega, alterando lo un poco y lo intentara detener.

-¿Que...?-dijo un Jimin confundido, girando su rostro hacia el peli marrón y mirarlo con algo de pánico.

-Shhh, tranquilo -susurro Jungkook contra su oreja, golpeando su oído con su aliento caliente.

Bajo sus manos hacia en vientre del peli rosa, posando las por encima de la ropa y empezar a mover las en un pequeño masaje, gesto que al principio asustó a Jimin y intentó alejarse, pero una sensación cálida en esa zona, el dolor se iba desapareciendo poco a poco y el cuerpo del Omega se relajó, sus párpados cayeron y dejó su peso caer sobre Jungkook.

Ya no dolía.

El dolor de su vientre se fue lentamente, llevándose las náuseas consigo, dejando una estela de tranquilidad y ahora se sentía en una nube, las manos de Jungkook se movían suavemente, sin segundas intenciones, únicamente quería quitarle el malestar de Jimin.

Sus párpados cayeron en un suspiro, respirando tranquilamente, mientras sus manos fueron a parar donde las del peli marrón, los segundos fueron pasando y el ambiente se fue haciendo más calmada, sintiéndose como un encuentro tranquilo entre ellos, donde respirable tranquilos al mismo tiempo, Jimin podía sentir los latidos de Jungkook en su espalda y su respiración chocho contra su oreja.

Pero no le incomodaba, estaba siendo abrazado por el alfa, dejando de temblar gracias a su calor corporal y podía escuchar a Taehyung reírse junto a ellos, un momento cálido entre los tres.

Jungkook dejó de darle aquel suave masaje, obligando a Jimin abrir los ojos y volver la mirada hacia el peli marrón, encontrando lo todavía con los ojos cerrados y respirando sobre su hombro relajado.

-Prometo protegerlos, no pienso separarme de ustedes nunca más, son mi familia y pienso cuidar los a pesar de todo.

Jimin lo miro por unos segundos, procesando palabra por palabra, dejando su corazón decidir aquello, ya que su mente estaba en blanco, intento tragar saliva a pesar del nudo en su garganta.

Quería creer en él.

Tal vez...

Este era el momento...

-Jura lo...-dijo un asustado Jimin, con su fría mano sobre la mejilla del más alto, mirándolo con los ojos vidriosos y un nudo en su garganta.

-Lo juró.

Entonces juntaron sus frentes mientras cerraban sus párpados, Jungkook sentía a su alfa saltar de alegría y aullar a los cuatro vientos su felicidad, mientras que Jimin, todavía se sentía algo confundido.

Su omega seguía sin aparecer.













»»--⍟--««


Los ojos del omega estaban fijos en el sucio espejo frente suya, entre las manchas de suciedad y las grietas del cristal, observaba con ojos cansados su reflejo, las marcas oscuras repartidas por todo su cuello, la huella que habían dejado los colmillos del alfa y las líneas negras, casi moradas que el cinturón dejo en su piel por la fuerza ejercida, su cabello desordenado y algunos mechones posaban en sus hombros, habían sido arrancados con fuerza, sus mejillas estaban pintadas por un rojo intenso y un gran moratón, junto a las quemaduras de su rostro, hacían que pareciera una horrible escena de crimen, casi no tenia ninguna prenda para cubrirse, todas habían destruidas por el señor Park, en venganza por no haberlo dejarlo satisfecho como se debía, su cuerpo temblaba y no era por el frio, su cuerpo temblaba de dolor , el simple echo de estar de pie , mirándose lo hacia sentir dolor en sus piernas.

Las palmas de sus pies habían sido quemadas con cera caliente, sí, el señor Park no quedaba contento y durante minutos infernales, torturo al pobre omega de manera horribles , llegado a hacer que Jin sintiera que lo merecía de alguna forma, agachando la cabeza sumiso ante las ordenes del alfa.

Una mano se poso en su cintura , acariciando su piel con suavidad y en su cuello sintió la presencia de unos labios, el señor Park lo abrazo con pasión, hundiendo su nariz en su cabellera, aspirando el magnifico olor a flores que poseía el omega, era una fragancia deliciosa para sus fosas nasales, estaba en medio de un estasis cuando volvió a la realidad, sintiendo el cuerpo del peli morado temblando y como de sus labios salían pequeños murmuros, los cuales entendió como un doloroso sollozo.

Entonces se alejo un poco, suspirando con los ojos cerrados.

-Tu alfa estará orgulloso si haces bien lo que te digo- dijo el señor, dándole la vuelta para que pudiera verlo a los ojos, sonriéndole acariciándole la mejilla quemada con la punta de sus dedos- ¿Quieres que este orgulloso de ti?

Si...

Si lo quería...

Jin deseaba ser querido, había soñado siempre con encontrar aquel alfa que lo amara como era y lo cuidara, un alfa de los que Made les había hablado, uno al cual le serviría y haría lo que el pidiera, todo para que lo pudiera amar.

Jin quería ser amado y si para serlo debía hacer eso, lo haría miles de veces.

A pesar del miedo y el dolor.

Todo por Namjoon.

-Si...-dijo Jin con una sonrisa algo apagada.

Una sonrisa victoriosa apareció en los labios del señor Park, llevando sus manos hacia la nuca del peli morado y sujetarlo fuerte para besarlo sin cuidado, arrastrando de nuevo al omega hacia la cama, ignorando las quejas de dolor de este, los ojos de Jin volvían a derramar lagrimas , pero se mordió la lengua, no podía quejarse.

Debía hacerlo para que Namjoon estuviera orgulloso de él.















»»--⍟--««

-Dijiste que teníamos que hablar y llevas media hora ahí quieto sin decir nada...

Yoongi estaba inquietó, pero no más que Hoseok, quien se limpiaba las manos de sudor en su ropa y hacía ejercicios de respiración, tratando de calmar los latidos de su corazón, el cual estaba apuntó de explotar.

-Hoseok, ¿Qué tienes que decirme...?-preguntó con una voz suave, acercándose al omega y abrazándolo por los brazos, mirándolo con gran preocupación.

Hoseok cerro los ojos , concentrándose en su respiración para tranquilizarse, sintiendo las fuerzas suficientes para hablar, abrió de nuevo los parpados y a pesar de no ver nada, sentía el lobo del pálido algo inquieto.

-Oh, ya se de lo que quieres hablar...-dijo Yoongi llamando la atención del omega, quien abrió los ojos sorprendido.

¿Lo sabía...?

¿Cómo...?

-¿Lo sabes...?- pregunto Hoseok con cierto miedo de que se enfadara por ocultárselo, pero no era por que no lo quería, era por miedo.

Yoongi se acerco lentamente , agarrando con suavidad las manos del omega entre las suyas y levantarlas hasta tenerlas a la altura de la boca, cerrando los ojos para dar un beso en sus dedos, Hoseok estaba extrañado por ese gesto, por por el acto en si, sino en la circunstancia que se había dado, beso tras beso el alfa iba aumentando la pasión con la que lo hacia, pero siendo cuidadoso de no hacerle daño, levanto los parpados y con ella su mirada hacia el rostro de su amado, acercándose aun mas para juntar sus frentes y acariciarle la mejilla suavemente.

-Perdóname, no debí hablarte así -dijo con una suave voz, sin apartar la vista del confundido rostro del omega, bajando las cejas-Me comporte como un estúpido, de verdad perdóname.

Hoseok pudo respirar tranquilo, soltando todo el miedo en un suspiro, sonriendo nervioso ante un alfa que estaba con el corazón en la mano.

-Oh Yoongi no te preocupes de eso, no pasa nada-dijo negando con la cabeza, sonriendo despreocupado.

En verdad aquello no le molestaba a esa altura, el momento si fue algo doloroso y no iba a negar que se sintió decepcionado, pero después de aquella conversación en la Sala de entrenamiento, para él estaba más que resuelto.

Aunque fue una reconciliación algo rara...

-No, si pasa , no debí hablarte así y menos comportarme de esa forma, debí de pensar en ti y en tu estado, fue un gran error de mi parte...-dijo bajando la mirada avergonzado, sintiendo un nudo en su garganta.

El omega dejó la sonrisa a un lado, quedando atento hacia lo que decía su alfa, sintiendo como se ponía inquietó, sintiendo lo correr por el interior del pálido.

-Tuve que haber detenido esa discusión y no decir aquellas cosas, fui un mal esposo en ese momento, rompiendo mi promesa y haciéndote pasar un mal rato. En verdad quiero pedirte perdón y entenderé si te enfadas conmigo, estas en tu derecho y lo respetare.

No sabia como sentirse al respecto, se había quedado en blanco, a veces se sorprendía por las palabras del pálido, recordando que antes hablaba diciendo insultos por cada tres palabras y ahora parecía que había comido un poeta del romanticismo moderno, sintió sus mejillas ponerse rojas y arder en vergüenza.

-Pensé que todo quedo claro aquella noche...-dijo en un murmuro, agachado la cabeza un poco.

Yoongi negó con la cabeza.

-Debimos hablarlo mas bien - dijo de una forma firme, pero después los recuerdos del momento vinieron a su mente y sonrió orgulloso- Aunque la parte del sexo no estuvo mal, crees que debemos repetir?

El rostro del omega se volvió un gran tomate con un perfecto rojo, sintiendo la vergüenza llenar su cuerpo, asustado de que alguien hubiera sido escuchado por alguien.

-¡Yoongi!-grito con las mejillas pintadas de rojo y pisándole uno de los pies con algo de fuerza, haciendo gritar al alfa, pero de dolor.

En verdad ver el rostro avergonzado de Hoseok le daba mucha ternura, verlo esconder su cara entre sus manos , una sonrisa enamorada salió a pintar sus labios.

Pero le seguía doliendo el pie.

-¿Por qué te da vergüenza hablar de sexo?-dijo en forma de queja, mirando confundido al omega- Como si no lo hubiéramos hecho antes.

-Por que cuando lo hago contigo es especial, especial para mi...

Aquellas palabras dejaron un segundo aturdido al alfa, Hoseok fue bajando la voz hacia el final de la frase, agachando un poco la cabeza triste, mostrándose sumiso ante el pelinegro.

-Eres el único con el que he hecho el amor, queriendo yo hacerlo, sin amenazas, sin drogas...nada, solo amor y con la sensación de sentirme protegido.

Los ojos del omega brillaban anunciando la llegada de lagrimas, sintiéndose estúpido por unos segundos por sus anteriores palabras, envolviendo el cuerpo de su pareja en un abrazo

-Sigo sin entender como puede...gustarte un cuerpo así - llevo sus manos hacia sus costados, apretando la piel junto a la grasa acumulada, apretando los labios en un tierno puchero-gordo...

Algo que había quedado marcado en la cabeza del omega era aquella obsesión de su cuerpo y como se veía, marcas profundas que quedaron en su mente, debido a las dietas y semanas sin permitirles comer, dejándolos mas adelante con problemas alimenticios, Hoseok no acostumbro a comer mucho, incluso formalizado una relación con Yoongi, seguía con las dietas, teniendo a veces bajones donde se encerraba en el baño a llorar, debido al embarazo tuvo que comer de buena forma y eso fue un golpe muy fuerte para Hoseok.

No podia cambiarse de ropa sin sentirse mal, sintiendo como la grasa hacia de su piel pliegues, obligándolo a taparse rápidamente, antes que alguien lo viera y tenia aquella inseguridad, teniendo miedo de que Yoongi lo dejara si no se encontraba de buena forma.

-Oh yo adoro tu cuerpo, me encanta -dijo Yoongi susurrando cerca del oído de Hoseok, bajando lentamente su mano por las piernas del omega, metiendo esta por debajo del camisón de este, tocando su piel caliente con sus fríos dedos, haciendo estremecer a Hoseok entre suspiros- Adoro tus muslos grandes, son hermosos y aunque no lo creas me tiene loco de lo perfectos que son.

-Pero estoy gordo...-dijo con un hilo de voz, todavía algo indeciso.

-Gordo, flaco, alto o pequeño , Hoseok tu me encantas de todas las formas posibles -dijo en un suspiro acercando su frente y chocarla contra la del otro, sonriendo mientras llevaba sus manos mas arriba de sus rodillas, apretando el interior de los muslos del omega, sacándole un gemido agudo de su garganta- Me tienes a tus pies desde hace tiempo, incluso si me trataras peor que la basura, estaría dispuesto a hacer todo por ti...

Hizo una pausa para llevar su mano derecha hacia la mejilla de Hoseok, rozando con el dedo gordo sus pomposos labios, haciendo mas tensa el ambiente, haciendo mas grande sus deseos de besarse hasta quedar sin aliento, Hoseok sentía el aliento cálido del pálido golpearlo, mientras mas abajo su mano seguía sobre su muslo, apretando con cuidado, pero aun así le sacaba suspiro.

-Eres mi sol , mi luna y el tesoro mas grande que tengo en esta vida, ni siquiera la muerte haría desaparecer este deseo que tengo por ti, este sentimiento que golpea mi pecho cada vez que te veo al despertar, ni el mayor de los hechizos podría quitármelo-

-¿Cómo es posible que te pongas romántico siempre antes de hacer el amor?...-dijo Hoseok entre jadeos de una manera sarcástica y levantando la ceja.

Yoongi sonrió ante aquel comentario, dándole por fin el beso tan deseado, moviendo los labios en un ritmo apropiado, donde el omega pudiera seguirle el ritmo y claro que lo hacia, los dos se movían en un baile sincronizado, donde su manos subieron para abrazarse con pasión, subiendo la intensidad mediante iban pasando los segundos, la lengua del pálido fue bajando por su cuello hasta llegar a su clavícula, mordiendo fuerte para deja una marca y alejarse sonriente observando divertido su obra de arte, el omega hecho un desastre con las mejillas rojas, la respiración entre cortada y el sudor de su frente pegando su pelo sobre este, las manos del alfa no podían estar quietas, fueron a parar hacia la espalda baja de Hoseok, apretando en esta y obligándolo a inquinarse, arqueando su espalda hasta quedar tumbado sobre la mesa.

De forma apresurada el alfa se quito la camisa, gruñendo cuando esta se quedo atascada en su cabeza, se aparto un poco para lograr quitársela de golpe y dejarla a un lado, sonrió satisfecho al ver como los ojos suplicantes de Hoseok se movían inquietos, sus labios inchados pronunciaban un suave "Yoongi" , lo cual hizo que riera en bajo, inclinándose con cuidado apoyándose en sus brazos.

-Qué pena que no puedas verme...-dijo con una sonrisa divertida.

-¿Para qué quiero ver si puedo tocar? - dijo Hoseok fingiendo inocencia, mientras sus manos se posaban sobre los pectorales del pálido y subían y bajaban tocando todo.

Entonces el pálido abrió los ojos sorprendido, soltó una carcajada y negó con la cabeza, besando los labios de su pareja, saboreando sus labios con pasión, mordiendo de una forma posesiva estos, sacándole un quejido de la garganta del omega, pero de un momento a otro se detuvo para alejarse con una sonrisa, apoyándose en sus brazos para no aplastar al omega, este quedo confundido ante aquello, sin esperar que el alfa se pusiera de rodillas comenzando a besar sus muslos de una forma suave.

Eso dejo aturdido un poco al omega, levantando la cabeza

La lengua de Yoogin se coló entre los dientes del omega, entrando con fuerza y empezando una baile por quien conseguía el dominio sobre el otro, mientras sus manos agiles se paseaban por el cuerpo de Hoseok, sacándole algún que otro suspiro, conocía sus lados mas sensibles y planeaba darle el mayor de los placeres, empezando rápidamente a tratar de quitarle aquella estúpida ropa, que lo único que hacia era estorbar.

-Yoongi....ah

Los gemidos del Omega eran callados por sus propias manos, tratando de no querer hacer mucho ruido, no quería que nadie se enterara de lo que estaban por hacer, pero era imposible, los labios de Yoongi aprestaban la piel de sus muslos, mordiendo esta misma dejando su marca y unos hermosos chupones decorando aquellas piernas, mientras sus manos se encargaban de la parte de arriba, estimulado los pezones de Hoseok, jugando con ellos como si fueran de goma.

Sentía se se iba a derretir debido al calor que su cuerpo expulsaba, ya le daba igual estar con el pecho al aire y que la suciedad de la mesa se estuviera pegando a su ropa, nada de eso importa.

No cuando tienes a un sexy luchador jugando con tus puntos de placer y hacia de ti un maldito desastre con piernas, las cuales te obligaba a abrir.

Su mente ya empezaba a pensar de manera sucia.

Recordando las otras veces donde tuvieron sexo, sintiendo escalofríos por su espalda y caderas, moviendo las sin darse cuenta, gesto que Yoongi no pasó por alto, empezando a subir sus besos, lamiendo el muslo de Hoseok, mientras bajaba sus manos de forma lenta y tortuosa, apretando sus dedos contra la piel de su cintura, obligándolo a levantar la un poco, arqueado su espalda y soltando un gemido agudo.

-Yo-yoongi...-dijo Hoseok como una súplica, deseando sentir más del pálido, también era una forma de regaño por tenerlo a la espera.

Yoongi sonrió victorioso consiguiendo terminar su divertido juego de tortura, le encantaba hacer sufrir un poco a Hoseok e ir probando nuevos puntos para usar a su favor, era un diablillo, empezando a jugar con sus dedos haciendo como que los introduciría por su entrada, siendo lubricados por la esencia natural del Omega.

Hoseok estaba apuntó de perder la cabeza.

Eran demasiadas sensaciones llegando de diferentes puntos, los dedos de Yoongi jugaban con su entrada, golpeando en ella presionando con sus puntas sobre esta, no podía omitir ninguna palabra simplemente un montón de gemidos ahogados, sufriendo las consecuencia del celo de un alfa y todavía le quedaba mucho.

Abrió en grande los ojos cuando sintió la aspera lengua de Yoongi lamer entre sus Montañas, apretando sus dedos en su cintura, atrayendolo más hacia él, metiendo de golpe su lengua en aquel agujero, Hoseok sentía el sudor cubrir su cuerpo, una gran corriente de calor recorrió su espina dorsal, golpeando su cabeza con fuerza y sus cosas nasales se abrieron aspirando el aroma de su alfa.

-¡Jackso...!-solto en un gritó, mientras su cuerpo se removió de forma brusca, pero sin llegar a más.

Yoongi saco la cabeza de su escondite, con una muñeca de enfado y confusión.

-¡¿Jackson!?

Hoseok levanto su mano tembloroso señalando con su dedo hacia atrás del alfa, se giro en esa dirección con el ceño fruncido, para segundos después perder todo el calentón que tenia, al ver a Jackson con los ojos muy abiertos y un sonrojo en sus mejillas por la vergüenza, Yoongi se levanto agarrando al omega atrayéndolo hacia su pecho, cubriendo así su desnudez de la vista del otro alfa.

-¿Qué quieres Wang? No ves que estoy ocupado en algo importante- dijo en un gruñido , mostrándole los colmillos al contrario, empezando a sacar también sus garras.

-Yoongi...-dijo Hoseok en forma de regaño, golpeando el pecho del alfa celoso, quien ya tenia los pelos de punta.

-Le venía a avisar que esta todo listo para la pelea, solo falta que llegue Kim -dijo Jackson señalando hacia su espalda, donde había otros jóvenes trabajando.

Yoongi suspiro fastidiado, volviendo a recibir un golpe del omega, se dispuso a caminar hacia el moreno.

-Espera Yoongi... -dijo Hoseok, sujetándose a los brazos del alfa, Yoongi se giro a verlo con la ceja levantada.

-¿Qué ocurre Hoba?

Entonces el rostro del omega se tiño de rojo intenso, aplastando sus labios creando un tierno puchero, llegando a los corazones de los dos alfas que lo observaban.

-¿Puedes ayudarme a bajar..?-dijo en un susurró, sintiendo vergüenza en ese momento, sus orejas también se pusieron rojas.

Al principio Yoongi no entendido a lo que se refería, mirando a su pareja de arriba abajo, hasta que se dio cuenta de su posición y no pudo evitar empezar a reír, inclinándose para besarle la frente de Hoseok y también sus mejillas, aplastando las un poco molestando al omega.

-Claro mi amor-dijo con una sonrisa, ayudando a bajar de la mesa con cuidado, viendo de reojo si el moreno estaba viendo a su omega, pero este permaneció con la mirada en otra parte.

Una vez abajo lo cubrió con su camisa, poniéndose delante para no ser visto y dejando otro beso en la marca de dientes sobre la clavícula de Hoseok, siendo golpeado por este entre risas.

-Tengo que irme mi Hoba-dijo Yoongi sonriendo al darle un beso en los labios, siendo correspondido y separados a los pocos segundos.

-Si quieren los dejó solos y yo me voy...-dijo Jackson, viendo como Min se acercaba hacia él con cara de épocas amigos.

-Ahora que me has cortado el rollo, venga andando! -dijo Yoongi fastidiado, lanzándole otra mirada asesina al moreno quien solo respondió con una risa nerviosa.

Hoseok quedo sonriendo como un adolescente enamorado, sintiendo su corazón animado latir con rapidez, llevo sus manos hacia su vientre hinchado y sonrió aún más, acariciando esa zona son suavidad.

Pero algo hizo click en su cabeza.

Había olvidado decirle a Yoongi la buena noticia.

»»--⍟--««

-Pero señor, los negocios son negocios...-decía la voz del otro lado del teléfono.

-¡Me importa una mierda los negocios, quiero que saquen al omega de ese lugar y lo traigan a la dirección que le mande!

-Señor, aquí no hay ningún omega, nada.

-¡Mierda!-grito Namjoon, tirando el teléfono al suelo rompiendo lo en pedazos y se llevó las manos a la cabeza, empezando a dar vueltas por el pasillo de la entrada.

Se sentía inquietó, su alfa estaba inquietó, algo malo había pasado o estaba pasando en ese momento, no lo sabía pero al mismo tiempo si lo sabía.

Se mordía el labio con fuerza tratando de respirar con tranquilidad, buscando la paz en lo profundo de su ser, pero su mente estaba nublada por el nombre de alguien.

Jin rondaba su mente en todo momento y el recuerdo de su bebé también lo hacía, sintiendo un amargo sabor en su boca.

¿Por qué estaba así?

¿Por qué tenía que ver a Jin y saber si esta bien?

¿Por que estaba confundido...?

Escucho unos pasos acercarse hacia donde se encontraba, levanto la mirada algo asustado de que fuera su padre y lo viera en ese momento de debilidad, pero se calmo al ver que era su madre , suspirando de una forma pesada y más relajada.

-Hijo, que es lo que te preocupa? -pregunto su madre, acariciando le la espalda en modo de consuelo.

¿Debia contárselo?

Ya que más daba, no estaba para pensar mucho.

-Hay un omega que...

-Entiendo -dijo asintiendo con una sonrisa, interrumpiendo el discurso de su hijo como si nada- Tienes dudas de que es lo que debes hacer con esa omega, verdad?

No es una omega, es UN omega...

Quedo unos segundos mirando a su progenitora, dudando en corregirla o no, en que no era una sino uno, pero prefirió pasarlo por alto, asintió desviando la mirada y pudo escuchar un suspiro de parte de su madre.

-Hijo, no debes preocuparte, no le pongas importancia.

La mujer sonrió con ternura, a pesar del dolor que le causaban los moratones de sus mejillas, su nariz ya no sangraba, pero seguía con aquel olor metálico.

-Los omega solo estamos para el placer de los demás, sería egoísta pensar en el nuestro propio-dijo con una sonrisa tranquila y colocando bien el cabello del joven alfa- Tu piensa primero en ti y después estará tu omega esperándote.

-No quiero hacerle daño mamá...-dijo con algo de duda y bajando la cabeza apenado.

-Y no le haces daño mi pequeño -dijo acariciando su mejilla- Ese es el trato que merecemos los omegas, así a sido siempre y debe mantenerse así, tal vez estas confundido por que en el oeste es de otra forma, pero tranquilo, te irás acostumbrando.

Sus manos pasaron por la espalda del moreno, acariciando lo con cariño, notando los nervios de su pequeño hijo.

-Debes de demostrarle quien tiene el poder, el mando y la autoridad ante todo-dijo con una expresión neutra, como si fuera un discurso que le habían metido en la cabeza, miraba a su hijo a los ojos- Eres el alfa y ella un omega, márcale su lugar.

-¿Cómo...?

Miro confundido a su madre, ella no era muy hablado se encontraba su padre en casa, la verdad era la primera vez en años que se paraba a hablarle, normalmente le sonreía y ya, nunca tuvieron momentos madre hijo, pero el cariño si estaba, ya que fue un pilar para mantenerse después de la ida de Hoseok.

Pero había algo en ella que veía que no estaba bien, aunque nunca supo el que...

Sus padres eran un asunto muy raro para su entendimiento y ahora más con sus pensamientos hechos un laberinto, sin saber que camino elegir.

-Debes de inpernar tu olor en ella, utilizar tu voz de manado si se niega a estar a tu lado y después marcar la como tu omega.

Las palabras de la omega lo despertaron, quedándose él mirándola unos segundos, repasando la frase que le había dicho en su mente.

Namjoon quedo congelado al comprender a lo que se refería su madre, prácticamente le estaba diciendo que abusada de Jin y lo marcara como si fuera un animal de ganado, poniéndole un número, el cual sería su turno en morir en la trituradora de carne, para después venderlo en una tienda, Jin no era ganado, no iba a hacer aquello, no estaba bien...

Pero por qué?

Es lo que hicieron su padre, sus tíos y hasta sus abuelos lo hicieron con sus parejas, era algo normal y bien visto.

Entonces...

¿Por que su tripa se revolvía en solo pensar en hacerle eso a Jin...?

Simplemente decidió asentir para después despedirse de su madre y se subió a su coche para poner rumbo a la guarida de Min, faltaba una hora para su pelea y con todo lo del señor park se había olvidado de ella, intento llamar de nuevo a su espía en aquel lugar, pero este le seguía diciendo que Jin ya no estaba ahí, que no había rastro de ningún omega.

Simplemente quedaba sangre...

Su mente estaba nublado, oscurecida por los pensamientos trágicos de lo que podía haber ocurrido y en todas sentía ganas de vomitar, su pecho estaba echo un nudo y ni hablar de su mente, teniendo una batalla de pensamientos y sentimientos, donde no llegaba a comprender nada.

¿Por qué se sentía así?

¿Por qué se preocupaba por Jin?

¿Acaso estaba mal...?

¿Por qué?

Sin pensarlo dos veces uso el fijo de su casa para llamar a su beta, encontrándola justo en una quedada con su amiga Jisoo, Namjoon no sabia que decir en ese momento, sentía un gran impulso en su interior, obligándolo a respirar pesadamente, preocupando a Rose , quien miraba preocupada a su teléfono, con la mano en la boza y esperando alguna mala noticia, pero no , Namjoon no pensaba igual

-¿Quieres casarte conmigo Rose? No hace falta que contestes ahora, adiós- dijo rápidamente y colgando el fijo en su sitio, no dejo tiempo a la muchacha a responder su pregunta, dejándola en shock junto a sus amiga.

Lo había hecho.

Había pedido el matrimonio a Rose.

No sabia si hizo lo correcto o algo malo.

Sobre todo cuando sintió su alfa gruñirlo con odio.

Pero eso ya no importaba, ahora ya no se sentiría mal.

Pero Jin y el bebé...?

Su mente se volvió a nublar.

No se dio cuenta que ya se encontraba en el vestuario, preparándose para el combate, vistiendo ropas más cómodas y poniendo las vendas para proteger sus dedos y nudillos.

El ruido de la puerta abriéndose fue lo que despertó al moreno, girándose un poco para de reojo ver a la persona que menos quería ver, Hoseok entro dentro con pasos lentos y cerro la puerta tras su espalda, con las cejas bajadas y una expresión preocupada, quedo quieto esperando poder acercarse hacia el moreno.

-¿Podemos hablar..?-dijo Hoseok con una voz suave.

-Eres de las últimas personas con las que quiero hablar. -dijo de una forma directa y sin ningún tipo de filtró.

Aquello fue un golpe para el omega, quien bajo ligeramente la cabeza, junto a su mirada, empezando a jugar con sus dedos.

-Siento mucho si te estoy molestando, solo quería decirte que...

-Me importa una mierda lo que me tengas que decir -dijo tirándose a verlo, mirándolo con el ceño fruncido y esparciendo su aroma por todo el lugar- Pero no quiero seguir viendo te, asique di lo que tengas que decir y largo.

-No quiero que tu y Yoongi peleen... -dijo con algo de pena.

Pero Namjoon no le creyó, sus palabras para él ya no significaban nada, solo eran letras unidad buscando un decir, pero al final estaban vacías.

-Si claro, ahora te preocupas por mi. -dijo Namjoon con un tono de burla y haciendo muecas de molestia, mirando al omega por encima.

-Claro que lo hago -dijo con una voz apagada peor firme -Desde el mismo día en que me fui de tu lado nunca dejé de hacer lo, te escribí cartas contando te lo mucho que quería estar contigo...pero en los burdeles esta prohibido que los omegas sepan escribir o se les permita hablar con alguien de fuera...

-No quiero que Yoongi y tu peleen, se crea un nudo en mi garganta de solo pensar que debo ponerme a favor de alguno

El moreno no decía nada, quedó mirándolo sin saber que decir, su niño interior estaba llorando de alegría al saber que no fue olvidado y que si pensó en él, peor algo le decía que no le creyera, que todo era mentira.

No podía confiar en él...

-Hay muchas cosas que hice en el pasado de las que me arrepiento, cada día de los últimos años he tenido que sufrir las consecuencia de ello y todavía la sombra negra me persigue-dijo Hoseok con la cabeza algo agachada y jugando con sus dedos nervioso, respiro hondo buscando las fuerzas para continuar - Antes no tenía nada, lo único que me quedaba, lo que me ataba a este mundo era mi hermano y tras su asesinato no tenía nada, mi vida se volvió insignificante y me deje usar por miles de mentes perversas.

Namjoon lo escuchaba atentamente, sintiendo una sensación rara en su pecho, como si algo le aplastara el corazón a medida que pasaban los minutos y cada palabra del omega era un cuchillo para su espalda.

-No pienso justificar me, mis errores los aceptó y nunca los negarme, por que entonces no habría aprendido nada de ellos.

Hizo una pausa para respirar y recuperar las fuerzas, el silencio del moreno en esos momentos lo estaba matando, sintiéndose por unos segundos estúpido por tratar de hablar con él, pero nunca se rendiría, sabía lo que hizo mal y debía arreglarlo.

Namjoon solo fue un pequeño niño perdido y quedó solo...

Hoseok se sentía culpable.

-Ahora tengo un plan futuro, un futuro esposo y dos pequeños en camino -dijo con una sonrisa mientras acariciaba su barriga y con la otra el anillo de su dedo, trasmitiendo le tranquilidad.

Agarro la mano del moreno con cuidado, sintiendo como esta temblaba un poco, sonriéndolo con los ojos cristalizados y posar la mano de Namjoon sobre su barriga, el alfa no pudo evitar abrir los ojos sorprendido, al sentir la latidos de dos pequeños corazones, quedando fijamente aquella barriga, su cerebro tardo tiempo en comprender que estaba escuchando los latidos de un bebe, un pequeño ser en el interior del omega, podía sentir su alfa moviendo la cola sin saber por que, su corazón empezó a latir con lentitud, dándole una gran sensación cálida en su pecho, sintiendo sus ojos cristalizarse, era una extraña sensación, trato de apartar su mano de ahí, pero las caricias sobre esta lo congelaron, levantando la mirada hacia el rostro del omega, encontrando una sonrisa llena de sentimientos.

-Quiero que estés en el, en mi futuro.

Una lagrima.

Una lagrima escapo de los oscuros ojos de Namjoon, sus labios empezaron a temblar como si tratara de decir algo, pero su garganta se encontraba seca, su mente era un gran valle vacío, sin ningún pensamiento, sus manos también empezaron a temblar, pero fueron calmadas por las caricia de los dedos de Hoseok sobre su mano, tal y como lo hacia cuando era niño...

Una oleada de sentimientos golpearon su pecho, sintiendo sus pulmones volverse pequeños, haciéndole difícil la capacidad de respirar, inhalando únicamente las feromonas del omega, una mescla de té verde y vainilla, siendo una fragancia

-Señor Kim, señor Min, faltan pocos minutos para que la pelea empiece, vine a avisarle...les-dijo un confundido Jackson, mirando al omega y alfa al mismo tiempo, tratando de adivinar lo que había ocurrido.

Jackson era un alfa curiosos, por no decir que era lo mas parecido a una vieja de pueblo cotilla.

-Ahora voy- dijo Namjoon dándole la espalda a los dos, buscando algo en su bolsa.

Hoseok asintió sintiendo la comodidad de hacia un rato desaparecer, volviendo a la sensación vacía y fría de antes, suspiro derrotado, pero aun con la esperanzas de que aquella conversación cambiara su relación y fuera un paso mas hacia su reconciliación.

-¿Por qué siempre lo encuentro en situaciones intimas?-dijo Jackson con una sonrisa, mientras negaba con la cabeza, ayudándolo a que lo agarrara del brazo para comenzar a caminar.

-Por que siempre fuiste un alfa despistado -dijo Hoseok entre risas, siendo respondido de la misma forma.

Aunque dentro del omega crecía una sensación extraña, teniendo la mala espina de que algo malo iba a pasar, aunque rezaba de que todo fuera bien.

No quería que las cosas terminaran mal.

Pero no se podría ir contra el destino....













»»--⍟--««

Jimin caminaba mirando en todas direcciones, sin despegar a Taehyung de el, el lugar estaba infestado de alfas y betas que no le transmitían confianza, seguía los pasos de Han que iba en dirección a la oficina Yoongi, el omega frente suyo parecía tranquilo, iba con la cabeza en alto y sin intimidarse ante las miradas poco disimuladas de los alfas, que gracias a una clase previa dada por Han , supo diferéncialos y sabia cuales eran los de la banda de Kim, aquellos que no te saludaban simplemente te guiñaban un ojo o te lanzaban cualquier piropo estúpido.

Han estaba acostumbrado a aquello, a veces incluso debía de estar a solas con barios de ellos, curando sus heridas o ayudándolos en su recuperación, era incomodo, ya que las manos de aquellos hombres eran muy fuertes y no era fácil quitárselas de encima, antes tenia a Minho para cuidar que aquello no pasara, pero hacia tiempo que ya ni quería verlo, simplemente estaban el y los alfas.

Y cuando estos entraban en celo debía de rezar por su vida, mas de una vez Jackson tuvo que salvarlo de ser...

Por otro lado se encontraba un incomodo Jimin, caminando con la cabeza agachada y el corazón latiendo a mil por hora, su respiración se estaba volviendo pesada, sentía las miradas de todos recorriendo su cuerpo, juzgándolo de alguna forma, juzgando su cuerpo y hasta podía escuchar los murmuros sobre este, eran como sacos llenos de palabras hirientes sobre su espalda, su mente se estaba sobre cargando de tanto pensar y los gritos de aquellos seres, a los cuales no podía llamarlos humanos, le hacían sentir.

-¡Mira ese culo, es perfecto para mi polla, ven bombón vamos a comprobarlo!-grito un beta desde una esquina, quien al ver pasar al pelirosa no pudo evitar verle el trasero y morirse por probarlo.

-¡Que cuerpazo mas lindo, estarías mejor sin ropa y en mi cama!- dijo el que tenia alado, siendo aplaudido por sus compañeros entre risas.

Para ellos era un juego, para Jimin una tortura.

Jimin estaba recordando cada día y noche donde fue metido en una oscura sala, siendo iluminada por luces neos de color rojo, vestido con ropas que casi no dejaban nada que esconder y durante horas, se la pasaba siendo usado por miles de personas, era atado al gran sillón y en este se cometían los dolorosos actos, donde tuvo que escuchar miles de frases, todas sobre su cuerpo, cada una de ellas era una flecha que atravesaba su piel, su mente se nublaba con pensamientos dañinos , los cuales encontraba normales, pero...

pero ahora sentía ganas de vomitar...

Su cuerpo temblaba de miedo, no quería escuchar nada mas, deseaba poder ser sordo, pero eso haría la sensación de ser observado aún peor.

De pronto sintió un golpe en sus partes trasera que lo hizo saltar y soltar un gritó, con miedo se güiro encontrando a los alfas, que segundos antes le había gritado todas esas cosas, con una sonrisa estúpida en su rostro.

Le habían dado una nalgada.

Jimin quería salir de ahí.

-Hola hermoso, que haces esta noche? Aparte de aparecer en mis sueños bombón.

Ellos fueron avanzando hacia el peli rosa, temblando de miedo Jimin retrocedía tapando le los oídos a su bebé, no quería que escuchará aquellas palabras, no quería que se quedarán grabadas en su mente, todavía era muy pequeño.

-No te acerques... -dijo con una voz temblorosa, la cual intento que fuera firme, pero el miedo le podía.

-Oh vamos no queremos hacerte daño, ven acercate -dijo extendiendo su mano hacia el peli rosa.

Pero fue detenida por un golpe fuerte, aquel golpe sonó en todo el lugar, pero sólo llamó la atención de algunos pocos y también del alfa quien había recibido aquello, giraron un poco la cabeza buscando al responsable, encontrando un Han con mirada sería y mostrando los colmillos, se puso delante de Jimin quedando frente al asqueroso alfa.

-¡Shu! ¡Shu! ¡Fuera malditos alfas calenturientos, iros a babear a otro lado panda de inadaptados! -dijo moviendo las manos indicando que se alejaran, mientras los miraba con mueca de asco.

-No te metas Han, nosotros no te molestamos a ti, queremos al omega hermoso no a uno que ya esta muy visto.

-¿Que?

Han fruncio el ceño mirando al grupo de alfas, que seguían riéndose en su cara, Jimin también estaba algo confundido, mirando al omega todo el rato.

-Oh vamos todo el mundo vio las fotos omega, tu alfa repartió entre sus colegas y son buenas, sobre todo las traseras, tienen buena vista -dijo mirando al omega de arriba abajo, mordiendo se el labio.

Han se giro en dirección hacia donde se encontraba Minho, quien permanecía con la mirada baja, respiro hondo y se aguanto la lágrima que iba a escaparle, no lloraría más por ese alfa.

Lo prometió y así seguirá.

-Aléjense de ellos o pienso arrancarlos la piel con un rallador de queso.

La voz de Yoongi hizo que los alfas se alejaran rápidamente de los omegas, apartándose para dejar sitio al alfa pálido, quien si pudiera asesinar con la mirada, todos esos asquerosos hubieran muerto quinientas veces, gruño mandando una señal de que se alejaran y así hicieron, quedando sólo ellos cuatro.

Llevo su mirada filosa hacia Minho que permanecía con la cabeza agachada, al igual que Han no decía nada, dejando todo en un momento incómodo, pero eso no le importó a Yoongi, llegando donde él y golpearlo en el hombro, sorprendiendo al joven.

-Y tu y yo ya hablaremos de lo de las fotos -dijo de una manera amenazante, haciendo que temblará un poco, asintiendo de inmediato.

Por otro lado los omegas permanecían en silenció, ya no siendo molestados por más miradas o groserías, ahora había un aura extraña en el ambiente.

-¿Han...?

Jimin quedo mirando como él Omega miraba el suelo, apretando sus manos en puños con fuerzas, mordiendo también su labio inferior tratando de controlar las ganas de llorar, tímidamente el pelo rosa tocó su hombro, haciendo saltar a Han de la sorpresa, se giro a verlo encontrando un preocupado Jimin.

Han bajo la mirada deshaciendo los puños y pasando las manos por su cara, acercándose a Jimin para agarrar a Taehyung en su manos, todo bajo la mirada del otro, que no dijo nada al respecto.

-Me quedare con Taehyung en la enfermería.

-Si... -dijo Jimin observando como el Omega se alejaba con su pequeño, viendo su espalda desaparecer tras una puerta que ponía privado.

Solo pudo suspirar y bajar la cabeza triste, volviendo su mirada hacia el pelo negro, quien se encontraba regañando al alfa de nombre Minho, se acercó a ellos para quedar al lado del alfa pálido, por alguna razón confiaba en él.

Yoongi se dio cuenta de que a su espalda se había pegado el Omega peli rosa, sujetándose a su camisa de forma tímida y mirando hacia los lados algo asustado, un gesto que le pareció muy tierno, sonrió de lado dejando de regañar a su aprendiz, llevando una mano hacía la cabeza de Jimin y acariciar la con suavidad, consiguiendo una mirada confusa de su parte, simplemente le sonrió y indicó con la cabeza que lo siguiera.

-Ven, nos están esperando, no te de pares de mi-dijo Yoongi con una voz más tranquila, empezando a caminar a paso lento para que pudiera seguirlo y sonrió al sentir las manos del Omega en su espaldas, agarrando lo para seguir su ritmo.

Le recordaba a cuando los elefantes bebés, agarraban la cola de sus padres para por ser seguir los, imagino a Jimin como un elefante bebé, torpe pero adorable.

Por otro lado los de la banda de Kim se encontraban murmurando extrañados, su líder había llegado al lugar pero ignorando a todos, tomando unas pastillas sin parar, habiendo terminado medio bote de pastillas en tres minutos, todo mientras en su hombro mantenía un teléfono móvil nuevo, prestado por uno de sus hombres, teniendo a su padre al otro lado de la línea.

-Recuerda tomar tus pastillas antes de la pelea-decía la voz gruesa de su padre en el otro lado de la línea, se podía oir que se encontraba bebiendo- ¿Ya has tomado las 30 pastillas?

-Si padre...-dijo con algo de dificultad, sintiendo su estómago apuntó de explotar y su cabeza dando vueltas, sintiendo su garganta arder.

-Bien hijo así se hace, tomate otras 15 y trata de enfadar te lo más que puedas, ya sabes después que hacer -decía el hombre con una alegría en su hablar, Namjoon no sabía si era por el alcohol o que en verdad estaba feliz.

Sin poder despedirse su padre le colgó, dejando caer el móvil sobre una de las mesas, por suerte no le pasó nada, pero Namjoon no estaba bien, tenía ganas de vomitar, sentía como sus pulmones se hacían más pequeños a medida que iba respirando, swntia su cabeza ser aplastada por una presión horrible, perdiendo el equilibrio hasta quedar apoyado con una mano en la mesa.

La habitación daba vueltas, llegando al punto de marear lo, su respiración cada vez era más intranquila, sus oídos se taponarón como si hubiera entrado agua en ellos, escuchando sus latidos por un eco, como si éstos se encontrarán en la lejanía.

La angustia del momento lo comenzaba a poner de los nervios, empezando a soltar feromonas del miedo, llenando el lugar con oleadas de estas, haciendo marear a los alfas y betas que formaban su banda, miraban preocupados a su líder.

¿Acaso estaba sufriendo un ataque de nervios?

Uno de sus hombres se atrevió a acercarse con nervios, llamando la atención del moreno, que levantó la mirada hasta el alfa joven.

-Señor, Min ya esta listo...

Namjoon suspiro levantándose como pudo, a pesar del gran mareo que tenía y estar apuntó de desmayarse, asintió cerrando los ojos y comenzando a caminar lentamente.

-Vamos... -dijo con un hilo de voz, forzando este para que saliera, sintiendo dolor en su garganta y un sabor a acido en esta.

El moreno camino hacia donde el pálido lo esperaba calentando apoyado en las cuerdas, sus compañeros gritaban su nombre en forma de apoyo y las luces del lugar lo estaban marcando un poco, como pudo se subió agarrándose a las cuerdas, no había dicho nada y tampoco pensaba hacerlo, por alguna razón tenía la mente en blanco, las palabras no llegaban a recorrer su mente.

Los gritos, las luces y los latidos de su corazón, todo era un zumbido junto a un eco en la lejanía, que lo estaba torturando de una forma horrible, sintiendo al rededor de su cabeza una gran burbuja.

Se sentía ahogado.

Se colocó en su lado del rin, levantando la mirada hasta conectarla con la de Yoongi, quedaron unos segundos haciendo una pequeña pelea de miradas, buscando distraer o aturdir al contrario, no era su primera pelea y conocían a la perfección las técnicas del otro, aunque Namjoon en esta ocasión traía un truco bajo la manga.

Pero no sabía si saldría bien.

Yoongi hizo un movimiento con la cabeza, haciendo que Namjoon se fijará en eso, llamando un poco de su atención.

-Solo quiero que te queda claro una cosa Kim-dijo Min desde su esquina, teniendo la atención tirar del moreno- Si yo ganó esta pelea, tu no te volverás a acercar a mi y a Hoseok nunca más. No te quiero cerca de mi marido y de mi hija, te dimos una oportunidad y la fallaste, ahora no me detendré en romperte la cara.

La campaña sonó y los dos se acercaron lentamente, empezando a lanzar golpes no muy fuerte, los cuales eran fáciles de esquivar o detener, parecía que iba a ser una pelea muy normal, eso decepcionó al público que esperaba algo de sangre y más violencia, siendo conocidos de la última vez que ellos se enfrentaron.

Namjoon por una razón que desconoce desvío su mirada hacia la gente, buscando la mirada del Omega ciego, encontrándolo con una expresión preocupada, sujetando su vientre y la mirada baja, se le veía tan indefenso, preocupado por su pequeño cachorro, algo en el interior del moreno se revolvió, recordando las palabras de su padre.

"Humilla al maldito de Kim hijo y Jhope volverá con nosotros, así podremos vengarnos de el por quitarnos lo"

¿Eso sería verdad?

¿Jhope volvería con ellos...?

¿Volverian a ser una família...?

Debió a su distracción no pudo esquivar el puñetazo de Yoongi, golpeándolo directamente en la nariz, haciendo que retrocediera torpemente hacia atrás, siendo parado por las cuerdas, pequeñas gotas de sangre comenzaron a salir por sus dedos, siendo origen en su nariz , Namjoon quedo algo aburrido por el golpe, pero al levantar la mirada encontró la risa divertida del pálido.

Yoongi le sonreía de forma burlona, como si se burlada de haberse distraído, bajando por un momento la guardia y levantarle la ceja.

-¿Acaso se te olvido algo tan básico como no bajar la guardia en una pelea? -dijo Yoongi de forma satírica, riendo un poco en su cara.

Namjoon quedo unos segundos mirándolo, escuchando las risas del público a su alrededor y las miradas de todos sobre él, siendo señalado entre risas incluso por sus compañeros, siendo también grabado por sus teléfonos.

Estaba siendo humillado...

Se sentía como aquel niño que había caído en medio del patio y todos lo volteaban a ver, riéndose del pobre niño y este debía de salir corriendo a los baños.

Asi de sentía Namjoon en ese momento, humillado por Min y burlado por sus compañeros.

En su corazón comenzo a nacer un fuego ardiente, sintiendo su cuerpo quemarse mediante los segundos, sus cosas nasales se abrieron aspirando el olor del alfa pálido, sus pupilas se dilataron al máximo, sus ojos cambiaron de color a uno rojo, sus colmillos salieron más afilados de lo normal y logró recuperar el equilibrio, levantando la cabeza en alto.

Mostrándose imponente aún con la sangre cayendo por su nariz, sin pestañear saco su lengua lamiendo su sangre, de forma lenta y sensual para algunos del público.

Ahora empezaba el verdadero espectáculo.

En un rápido movimiento los dos alfas se surgieron en un baile de puños y patadas, Namjoon aprovechaba ser más alto que el pálido y le golpeaba en el rostro, dejándole grandes moratones en sus mejillas, golpeándole también en la espalda haciendo que se tambalearse de vez en cuando, Yoongi no se quedaba atrás, dándole golpes certeros en sus costillas, sacándole más de algún quejido y lastimando le su brazo bueno, haciendo que se cansara más rápido.

Ese era el espectáculo que querían.

Golpes sin reglas, usando todas partes del cuerpo, peleando como sus antiguos ancestros, salvajes dejándose llevar por sus instintos.

Una pelea de machos alfas.

El moreno lanzó un puñetazo en dirección al rostro del pálido, pero este pudo esquivarlo sin problema, con una sonrisa burlona lo miró, tenía la victoria asegurada, hasta que escucho un grito desde las gradas, se giró encontrando a Hoseok sujetándose el brazo con una muñeca de dolor y en el suelo permanecía un trozo de metal, el cual escapo de los guantes de Namjoon.

Por eso sus golpes eran fuertes.

Aprovechándose de esa distracción, Namjoon uso su otro puño, golpeando exactamente en el hombro lastimado del pálido, haciéndolo retroceder hasta quedar apoyado en las cuerdas, su hombro...

Se había salido de nuevo.

El doloroso gritó que salió de la garganta del pálido hizo temblar a todos, viendo su cara se podía ver el mismísimo dolor y se podía ver el hueso salido incluso bajo la piel, dolía de solo verlo.

El omega de Hoseok se encontraba inquietó, moviéndose como loco en su interior, pidiendo a gritos salir, estaban dañando a su Alfa, podía sentir su dolor.

Su desesperación.

Su agonía.

No podía dejar que eso siguiera así.

Tenía que tener aquello.

-¡Yoongi!-grito Hoseok, levantándose de golpe, preocupado estaba dispuesto a ir donde él, pero gracias a Dios, Jackson logró retenerlo, antes de que hiciera una locura.

Yoongi trató de avanzar, pero un puñetazo le dio vuelta a su cara, recibiendo otro en dirección contraria, su boca empezó a salida y junto a ella hilos de sangre cayeron, todo el lugar empezó a darle vueltas, intento mantener el equilibrio, pero el moreno no pensaba darle tregua, agarrando lo de la cabeza y tirarlo al suelo con esta por delante, se podían escuchar los gritos de todos animando al moreno, mientras Hoseok trataba de llevar pasando por la multitud, aquello no acabaría bien.

Yoongi consiguió soltarse de su agarre mordiendo le la muñeca, clavando sus colmillos en ella y hacer que retrocederá entre quejas, recuperando el aliento sin pensarlo se abalanzó sobre él, aplastando lo entre el poste y su cuerpo, Namjoon escupió sangre sobre la espalda de Min, sintiendo sus costillas romperse.

Ninguno de los dos pensaba detener aquella salvaje pelea, dos alfas enfadados eran muy complicados de separar.

Namjoon pensaba acabar con Min por haberle quitado a su padre y hacerlo pasar una infancia de soledad.

Y Yoongi quería golpear hasta el cansancio por haber hecho daño a su omega, nadie se metía con Hoseok y salía ileso, importando le poco si era alguien importante.

Hoseok era sagrado.

El pálido mantuvo cautivó en aquella posición al moreno con mucho aguante, Namjoon trataba de apartarlo con patadas o empujarlo clavando sus garras en sus brazos, pero el otro no cedía, en uno de estos intentos golpeo su cabeza con el poste, soltando una pieza de este, la cual era de metal y pronto su mente hizo click.

"Acaba con él hijo y así la venganza
será hecha"

No lo pensó dos veces y hizo su brazo hacia atrás, agarrando la pieza con sus dedos, cortándose con los lado que eran afilados y en un movimiento rápido, sin que nadie puedo era reaccionar, la cabeza de Yoongi estaba siendo golpeada una y otra vez por aquel trozo de metal.

Sangre.

Mucha sangre.

Demasiada...

Todos quedaron en silenció al ver con la brutalidad de la escena, todo estaba cubierto con la sangre del pálido, incluso el rostro de Namjoon fue salpicado por esta, pero no le importó.

Quería venganza.

Incluso una vez Yoongi alejado de él, dejándolo libre lo agarro del pelo, siguiendo golpeándolo aún con el brazo cansado, todo mientras dejaba escapar un gritó profundo de su garganta, había mucha ira en su interior.

Era como ver a alguien quitarle el polvo a una alfombra, pero no había palo solo un trozo de metal y Yoongi no era una alfombra, era un ser humano.

Los ojos de Namjoon se volvieron más rojos aún, incluso más oscuros que la sangre de su cara.

-¡TE ODIÓ MALDITO, OJALÁ TE PODRÁS EN EL INFIERNO! -grito Namjoon, con la vena del cuello apuntó de explotar, sintiendo una ganas de matar aquel alfa.

"Él nos quito todo hijo"

Le había quitado todo.

"Nuestra familia se rompió por su culpa"

Era el responsable de que su familia se rompiera.

"Él lo arruinó todo hijo, nos arruinó"

Él lo arruinó todo.

"¡¿Por qué mierda estas llorando?! ¡CALLATE MALDITO NIÑO!"

"Echo de menos a papá... "

"¡El no volverá por qué no te quiere, por eso no volverá y sabes gracias a quién? Gracias a Min Yoongi , Jhope no te quiere, es más él te odia¡"

Namjoon fue obligado a quemar todas las cosas que le recordarán al omega, incluso los dibujos que le había hecho, todo se quemó y junto a este su Infancia, donde como estúpido espero y espero años la llegada de Hoseok, pero este nunca llegó.

Nunca lo fue a buscar.

Nunca lo amo...

Y el culpable lo tenía delante...

Min Yoongi era la causa de todo.

-Estas acabado Min-dijo con una voz gruesa, idéntica a la de su padre y las palabras le salieron muy artificiales, parecía un robot programado.

Yoongi trato de detenerlo pero era demasiado, su cerebro estaba rebotando en las paredes de su cráneo, un último golpe el cual fue el más fuerte, lo hizo tambalearse, el moreno por fin le soltó el pelo, mirando a un destrozado Yoongi, tratando de mantenerse en pie, respiro hondo y con la misma pieza le golpeó la cara, haciéndolo caer hacia atrás, golpeándose la cabeza con el suelo.

-¡Señor Min! -grito Jackson parando en seco su intento de detener al omega y ahora corría junto, dándole la mano para llegar donde el pálido.

Aquello se había salido de control.

Todos quedaron callados sin saber que hacer, mirando como vacas al tren lo que ocurría, mientras entre el público Jungkook abrazaba fuerte a Jimin contra su pecho, impidiendo así que viera aquella escena, era demasiado fuerte y el mismo pero marrón quedo inmóvil, sin poder mover su cuerpo para ir a ayudar.

Simplemente se quedó congelado.

Un gran charco de sangre empezó a salir de la cabeza de Yoongi, todo se había ido a la mierda, los hombres de Namjoon lo tenían sujeto para que no hiciera más, con la respiración alterada sus ojos volvieron a su color normal, es entonces lo vio.

A Yoongi moribundo en el suelo, llenó de golpes y heridas internas, quedo observando lo unos segundos pensando en nada, como si aquella imagen no hubiera dejado congelado, sintió algo frío en sus manos, alguna especie de líquido y al bajar la mirada se encontró sus brazos llenos de sangre.

La sangre era del alfa pálido...

La intensidad del fuego en su pecho se apagado de golpe, volviendo a la realidad con un dolor inmenso en su cabeza.

¿Qué había pasado...?

¿Qué había hecho?

¿En que se había convertido...?

-¡¡YOONGI!! -gritó Hoseok, sintiendo su corazón romperse en pedazos y su omega desmayarse del dolor, podía sentir al alfa del pálido llamándolo y pidiendo perdón.

Sentía que su vida se estaba marchitando y que ya no podía respirar.

Sintiéndose culpable de permitir todo aquello.

Lo último que escucharon sus oídos, antes de que dejarán de funcionar, fue la voz de Hoseok desgarrarse pronunciando su nombre en un gritó, sus párpados fueron cayendo poco a poco, mientras la figura del omega se iba acercando, escuchaba sus latidos hacerse más lentos y sus cuerpo fundirse con el suelo, la última imagen que guardo su mente fueron los ojos de Hoseok, rojos de las lágrimas y miedo en su rostro.

Después, simplemente se dejó caer en la oscuridad.





















»»--⍟--««

Abrió los ojos aturdido, con un horrible dolor recorriendo todo su cuerpo y un escalofrío lo hizo temblar, causándole dolor debido a que se había movido sin querer, su cabeza daba vueltas y se sentía mareado por las luces naranjas oscuras de la habitación, el lugar olía a sangre podrida y había un ambiente siniestro, como pudo giro su cabeza hacia los lados, mientras sus músculos se contraían, pudo ver a su izquierda una pequeña cuna alta, era de plástico y se podía ver el pequeño cuerpo de un recién nacido.

El pequeño era cubierto por múltiples mantas y encerrado en lo que parecía una cúpula, era un tipo de incubadora, el pequeño bebé se movía en su interior con mucha tranquilidad, haciendo pequeños ruidos de molestia y parecía querer salir se ahí, los ojos de Jin se cristalizaron sintiendo como si le clavaran algo en el corazón, estiró su mano en dirección al bebé, como si quisiera llegar a él y tenerlo a su lado, entre sus brazos abrazando lo, mientras la sangre todavía escurrir por sus piernas, con su interior completamente vacío y respirando el aire frío de la habitación lo miro, entre lágrimas y con pocas energías, sonrió con tristeza.

Aquel bebé...

Era su bebé...

-Mi... Mi hijo...

Su voz se escuchaba rota, el peso de su cuerpo, aunque no fuera mucho, lo hizo caerse al suelo, adolorido se arrastró como pudo, dejándose la punta de sus dedos en el suelo áspero del lugar, este contenía como si fuera piedritas y estas, se encargaron de arañar la piel de sus dedos y del resto del cuerpo, apretando los dientes con fuerza y por fin pudo llegar hasta lo bajo de la cuna, escuchando la vocecita del pequeño haciendo sonidos, con dificultad levanto la cabeza mirando hacia arriba.

Vio la sombra del brazo de su pequeño moverse, aquello le llegó a su corazón, haciendo que ahora derramara lágrimas de alegría y el miedo de su cuerpo se fuera, se sentía aliviado de que su pequeño estuviera con vida, ya no le importaba nada de lo que pasaría.

Es nuestro bebé...¡Jin nuestro hijo esta vivo!

La voz de su omega se escuchaba agotada, pero feliz, terminó la frase cayendo al suelo agotado.

Tanta era su felicidad que no vio al señor Park frente a la puerta, cerrando la tras de sí , observando el cuerpo desnudo del omega, cubierto únicamente con una bata, temblando en el suelo, pero este reía en bajó, con una sonrisa brillante en su rostro, mientras de sus mejillas caían lágrimas que parecían perlas brillantes.

Se acercó con mucha cautela, se agachó hasta la altura del omega y para cuando este se dio cuenta de su presencia, era tarde, el señor Park ya tenía apresada su barbilla, obligándolo a mirarlo a los ojos.

Jin todavía seguía algo aburrido y el frío que sentía en ese momento, no ayudaba.

-Todavía tienes cosas que hacer, omega.

Después de decir aquellas palabras saco de su chaqueta, un lazo rojo, Jin abrió los ojos en grande, empezando a temblar, pero ahora de miedo al saber de donde era aquel lazo.

-Bienvenido a casa, Pink Princes.

En cuerpo de Jin se estremeció al escuchar aquel nombre, sus ojos se abrieron sorprendidos , mientras sus pupilas se volvían dos pequeños puntos negros, su sangre empezó a correr en dirección contraria, podía sentir incluso su huesos temblar, aquel nombre tenia un significado y no era muy agradable conocerlo, el peli morado trato de apartarse del alfa, pero este era mas rápido y consiguió retenerlo.

No podía escapar.

No había forma.

Una vez entrada en la Madriguera Kim, era difícil escapar...


























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¡Hola mi gente preciosa! ¿Cómo están? 😊💕

25.3562 palabras, uno de los capítulos más largos que he escrito y eso que son 12 escenas 👁👄👁

Lo se, tanto tiempo para que el capítulo fuera una porquería, pero las clases me tienen muy quemada y junto a mis problemas con las migrañas, estoy saturada😩

Prometo traer mejores capítulos más adelante 😞💔

¿Les gustaría conocer la historia de amor de Jaen y Jungguk?

Les juro que es hermosa y les va a dar diabetes de lo bonita que es, aunque ya saben el final que tiene 😔

Espero le gustara el capítulo y pido perdón si alguien se sintió mal por los temas que tocó, se que son algo fuertes y trato siempre de avisar para que no se incomoden y puedan disfrutar la lectura :(

Pdte:Son las 4 de la mañana, llevo desde ayer por la tarde editando el capítulo, no se si todo está bien por que en algunas partes me dormí, sorry :(

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