Cadenas rojas empezaron a emerger desde el suelo, sujetándola antes de poder reaccionar, conforme que, de los restos del sarcófago de hierro un aura monumental se manifestaba.
Era como la de la asesina, pero había algo muy raro en ella, parecía como si fuesen dos auras en una.
Roxanne emergió de entre los restos de la estructura, mientras que en su mano sujetaba la mordaza, y en la otra mano un puñado de navajas de afeitar.
—¿Por qué no me dijiste antes? —espeta mientras se soba los brazos con una expresión de placer —¿Por qué no me dijiste antes que tenían fragmentos en su posesión? —pregunta la asesina mirando a AJ directamente —¿Tienes idea de todo lo que he hecho para disfrutar este intoxicante placer, aunque sea por unos breves segundos? Pero ahora es mío y solo mío
En ese momento AJ se percato de algo que no había notado, algo que lo paralizo, dentro de la boca de la joven se podían contemplar múltiples marcas de cortes en su lengua.
—Pero ya es suficiente —aclama metiendo las cuchillas dentro de su boca, aplastándolas con sus dientes.
Como un rio la sangre broto de su boca, mientras a su alrededor la intensidad de su aura empezaba a incrementar.
Alrededor de su brazo se incrustaban los 5 fragmentos de la mordaza.
Su piel empezaba a teñirse completamente de blanco mientras que sus ojos, por el contrario, se volvían negros con irises azul verdoso, sus dientes se volvían colmillos y su rojo cabello se convirtió en una larga melena dorada.
Pero lo más perturbador de todo era el cómo su aura había cambiado drásticamente, al principio brillaba en un tono rojo intenso, pero ahora, su aura era dorada con negro.
Conforme Roxanne se engulle en su locura, la bestia vuelve a reponerse, rápidamente saltando hacia la asesina, mientras esta estaba distraída, cuando una mano fantasma se manifiesta tras ella.
Una aparición con la apariencia de una monja con una armadura roja, cubierta en cadenas, huesos y espinas se manifiesta tras ella, atacando directamente a la bestia.
Este constructo no era como las creaciones de la asesina, estaba vinculada directamente a su aura.
AJ había quedado completamente inerte con esa aparición, había escuchado de ellos, principalmente en historias de terror.
Un espíritu arrimado a un ser vivo, de cabello dorado y ojos azul verdoso, envueltos en un aura dorada visible a simple vista.
Todas estas eran características de esa familia, los descendientes del héroe maldito...
La asesina frente a él no aparentaba estar lejos de su edad, pero aun y así estaba claro que poseía la sangre del héroe maldito en su interior, la pregunta que circulaba por la cabeza de AJ era...
¿Con que clase de demonio se habían encontrado? Por un instante pensó que sus posibilidades de supervivencia eran nulas, pero, al verla detenidamente lo descubrió, una mínima posibilidad, una posibilidad por la que valía la pena apostar.
La bestia arremetió con una larga y consecutiva serie de golpes, pero la asesina ni se inmutó, los golpes continuaban y repentinamente empezó a reír, mientras venas negras empezaron emerger de sus ojos.
—¡Vamos!, ¡Vamos!, ¡Vamos! ¡Déjame ver más, déjame sentir más, conviértete en mi ambrosía! —exclama con una expresión de pura y completa locura, para después, cambiar a una expresión más seria —Muéstrame el rojo de su sangre "Vampire Killer".
El espectro levanta la mirada, mientras un pilar rojo conformado por cadenas emerge desde el suelo a gran velocidad arrastrando a la bestia hacia arriba.
De la tierra empezaron a ser disparadas estacas gigantescas del tamaño de un brazo humano hacia el cielo.
La bestia se percató a tiempo, se liberó de las cadenas repeliendo el ataque, pero algunas de las estacas quedaron incrustadas en su cuerpo.
Mientras que, desde el pilar de cadenas, la asesina empezaba a escalar rápidamente hacia la cima y la bestia se arrancaba las estacas de sus brazos, Conforme bajaba por el pilar de cadenas.
Cada una de ellas empezó a acercarse rápidamente a la otra, y al encontrarse la fuerza de su impacto solo podía ser comparada por la explosión de un misil balístico.
Cuando se despejó el humo, la asesina fue violentamente lanzada hacia el suelo, mientras la bestia la perseguía, en tierra, cruzaron golpes una contra la otra, en un frenesí de pura fuerza bruta.
La energía de sus golpes era tan intensa que deformaban el aire a su alrededor, hasta que AJ noto algo extraño, el aura de la asesina se estaba volviendo más grande, pero el color original de su aura empezaba a desaparecer.
La expresión en el rostro de Roxanne ya no era de placer o ira, las venas en su cuerpo la habían cubierto por completo, y en su rostro solo quedaba una expresión de pura violencia como la de un animal salvaje.
En este punto ni siquiera usaba el poder de su habilidad, solo atacaba a la bestia con la fuerza de sus propios golpes, había sido completamente dominada por su rabia.
En el último cruce de golpes ambas fueron disparadas en direcciones opuestas, la mano de la asesina estaba negra, mientras a su alrededor se podían ver los fragmentos salientes de los huesos de sus nudillos.
Conforme que de la mano de la bestia empezaba a desprenderse de su carne, dando a relucir un esqueleto de apariencia mecánica.
La asesina empezó a recomponerse, pero antes de poder hacer cualquier movimiento, esta fue levantada por los aires a través de sus brazos, y uno a uno los fragmentos incrustados en ellos empezaron a ser arrancados de ella separando grandes porciones de piel en el proceso y los fragmentos de Gleipnir volaron hacia un maletín, sujetado por el asesino Kane.
En cuanto la asesina cayó a la tierra, corrió disparada hacia Kane, pero justo antes de poder tocarlo, su boca se llenó de espuma y cayó inconsciente en el suelo frente a él.
—Maldita adicta, no puedo creer que hayas ocasionado todo este desastre —reclama viéndola con enojo y una pisca de alivio —Ya tenemos lo que vinimos a buscar no es necesario meterse en peleas sin sentido.
Con su habilidad Kane llama a los cadáveres restantes que quedaban bajo su control, uniéndolos a todos, en una gigantesca criatura cuadrúpeda formada por la biomasa, alejándose rápidamente del lugar.
Mientras que, de los escombros la bestia se levanta, exhalando un rugido de fuego hasta el cielo formando un escenario sacado desde el mismísimo infierno, mientras que al otro extremo del pueblo un hombre en una motocicleta se acercaba a ella.
—Ahora sí qué la hiciste Olivia —reclama mientras observa a la bestia calmadamente —¿Estás siquiera consciente?
La bestia se levanta mirando directamente al hombre, quien con un rostro de decepción regresa la mirada, este extiende su mano hacia su vehículo, que es rápidamente tragado por sombras.
De entre las sombras emerge un monumental caballo con ocho patas, cuatro ojos color esmeralda, de pelaje negro como la noche, y un cric echa de fibras de plata.
—Es hora de enseñarte modales —espeta mientras que sobre el caballo corre directamente hacia la bestia.
Paralelamente, en el interior del mundo del velo...
Aset acababa de regresar, al abrir los ojos nota como la oscuridad estaba inundando el lugar, no tardó mucho tiempo en encontrar a Olivia de nuevo.
Como de costumbre estaba ahogada hasta el cuello en su miedo, Aset llegó justo a tiempo para darle una mano antes de que se ahogase, tomó su mano y la levantó en el aire.
—Cada vez que nos encontramos te ves más lamentable —aclama Aset con una expresión burlona —tienes suerte de que ahora tengo algo más de control sobre ti.
—¿Quien eres? ¿Qué eres? —pregunta Olivia al igual que la última vez que estuvo aquí.
—¡¿Qué?! ¿Eres un maldito casete o qué?, dices lo mismo cada vez que vienes —señala bastante disgustada —¿No podrías decir hola de vez en cuando?
—¿Qué?, ¡no entiendo de lo que estás hablando, por favor suéltame! —grita aterrorizada.
—Créeme que no quieres eso —responde mientras la acerca a su cuerpo —Escucha, no tenemos el tiempo y yo no tengo el interés para hacer el juego de la amnesia otra vez, así que te voy a hacer el super rápido resumen especial, te callarás y escucharás, ¡¿entendido?!
—Entendido...
Y así tras terminar de contar su historia Olivia ya podía ponerse en pie, en el velo, y poseía una enorme comprensión de lo que ocurría.
—Entonces déjame entender, dices que, en este momento, una existencia incontrolable está en posesión de mi cuerpo y la única forma de regresar a la normalidad es que AJ me ponga la banda... quiero decir la mordaza de regreso en mi cuello, lo que le será imposible porque no tiene su ¿"espada mágica"?, y que de cualquier forma que sepa todas estas cosas ahora no significa nada, porque lo olvidaré todo si despierto —Expone Olivia resumiendo todo lo que ha pasado.
—Más o menos, te doy una "B +" por el esfuerzo —responde Aset ante su afirmación.
—Yo creo que necesito sentarme —dice completamente consternada.
—Por supuesto, hay un banquillo, allá a 100 trillones de kilómetros en la oscura y absoluta nada —responde irónicamente.
—Y ¿qué se supone que haga ahora? —pregunta.
—Sentarte como una princesa esperando a tu príncipe en su plateado corcel — responde irónicamente
—Pero ¿qué pasará, si falla o si muere, o si...? —Empieza a asustarse y a hundirse.
—Descuida, recuerda que si todo falla aún hay un plan de respaldo. —responde para tranquilizarla.
—Oh, cierto —espeta Olivia con un rostro de desagrado —La verdad de todas las cosas que me dijiste, esta es por mucho la peor.
El cuerpo de Olivia empieza a levantarse por los aires, lo que significaba que le habían puesto la mordaza con éxito, mientras se alejaba Aset empezaba a hundirse en la oscuridad.
—Parece que vinieron por ti, espero no verte por aquí pronto bolsa de carne —reclama mientras se hundía.
—Aset —espeta Olivia mientras sujetaba a Aset de los hombros, deteniendo el avance de ambas —Si lo que me dijiste es cierto, entonces tenemos que encontrarla.
—Sí, pero ¿qué esperas que haga? No importa cuantas veces te lo diga, siempre lo olvidarás —responde.
—Por favor, la próxima vez que venga, quiero que me digas... —susurra en su oído —Cuento contigo. —Olivia empieza a elevarse rápidamente mientras Aset por su lado también se hundía con velocidad
—No comprendo tu plan bolsa de carne, pero te prometo que te lo contare —Responde justo antes de hundirse.
La joven lentamente empezó a tener una visión, era ella misma mirándose a un espejo, en su rostro tenía una sonrisa, pero también una mirada afligida, tras ella un hombre se le acercó abrazándola desde atrás, el hombre en sus recuerdos no poseía rostro, pero lo que sí pudo ver era que compartían anillos.
Simultáneamente Aset, empezaba a caer en la oscuridad como ya muchas veces, había formado una tenue sonrisa por el comentario de Olivia, pero antes de poder llegar a ser consumida, siente como una lanza atraviesa su vientre, y su cuerpo empieza a disiparse.
—Imagine que no te quedarías cayada... al fin y al cabo... es un descendiente tuyo.
A su espalda una silueta femenina se hizo presente, aun mas oscura que la oscuridad de ese reino, únicamente contrastada por el brillo de sus ojos verde esmeralda.
Cuando Olivia abrió los ojos, lo primero que vio fue un cielo despejado, su cabeza estaba inundada en una gran resaca, mientras se recomponía empezó a notar una extraña cinta negra que cubría sus brazos y la parte superior de su cuerpo.
Rápidamente trató de quitársela, cuando un hombre sentado en el suelo a su espalda, la detuvo.
—Yo en tu lugar no haría eso —espeta el hombre.
—¿Qué ?, ¿quién?, ¿dónde... —exclama temblando por la migraña que la inundaba cuando es interrumpida por el hombre.
—Tranquilízate, estás a salvo, tras todo este tiempo esperaba una mejor reacción tuya, dejando eso de lado, mejor recomponte, tu amigo AJ, está en un gran peligro.
—¿Qué? —de pronto Olivia lo nota.
Al levantar la mirada empieza a ver el lugar donde despertó, actualmente se encontraba en el centro exacto de un cráter de kilómetros de diámetro, con nada más que una superficie gris y lisa hasta donde llegaba la vista.
A varios Kilómetros de ahí...
En una iglesia muy lejos de ahí, una mujer de piel blanca como la nieve y cabello negro como la noche, vistiendo un uniforme militar negro entra al confesatorio:
—Perdóneme, padre, que he pecado..., mucho.
Continuará...